26 de marzo de 2008

PEDIDO INTERPELACIÓN LOUSTEAU - EXPOSICIÓN SENADOR MORALES

Durante la Sesión del día de hoy en la Honorable Cámara de Senadores.

Señor presidente: nuestro bloque acompañará varios proyectos. En primer lugar, los fundamentos que plantearemos se relacionan con nuestra iniciativa de interpelar al ministro Lousteau. También apoyamos la iniciativa de interpelación al ministro de Justicia presentada por la Coalición Cívica relacionada con los hechos ocurridos anoche. Además, compartimos la resolución presentada por el Partido Socialista en la figura de su presidente, el señor senador Giustiniani, adoptada en la provincia de Santa Fe.

Lo primero que queremos expresar es cómo vimos el discurso presidencial de ayer. A nosotros nos parece que ¿tanto el conflicto que empezó hace dos semanas como el discurso¿ el mensaje de la presidenta marcan un antes y un después en esta situación. Nosotros, en verdad, estuvimos con el presidente del bloque de la Cámara de Diputados, el diputado Aguad; con el presidente de nuestro bloque, el señor senador Sanz, y con otros señores senadores, escuchando el mensaje presidencial. Esperábamos un mensaje reflexivo, que realmente pusiera las cosas en su lugar en cuanto a la necesidad de restablecer el diálogo; esperábamos un mensaje que propiciara el diálogo. Pero, lamentablemente, nos dimos ¿como todos los argentinos¿ con un mensaje intolerante y de confrontación.

Me parece que esto es lo que tiene que cambiar el gobierno, porque es lo que exacerbó los ánimos y nos llevó a nosotros a plantear ¿por este mensaje, por lo que pasó después y lo que esperamos no siga ocurriendo¿ la gravedad de la situación. Por eso responsabilizamos a la presidenta de los argentinos; por el recrudecimiento de los conflictos en las calles, en las rutas, en las plazas del país. Responsabilizamos a ella y al gobierno nacional también, por el desabastecimiento que ya se observa en las góndolas de los almacenes y los supermercados.

El mensaje de ayer dejó planteadas varias cuestiones, que la verdad no queremos dejar pasar por alto, porque tienen que ver con la línea argumental de lo que viene manejando el gobierno desde hace bastante tiempo. Los referentes del gobierno y el gobierno vienen

sosteniendo una serie de arbitrariedades, sobre la base de que crecemos. Con el argumento de la salida de la crisis y de que el país crece, aquí se niega la inflación, se niega la crisis energética, se niega que hay corrupción en el gobierno nacional y se niega una serie de situaciones que ocurren en un gobierno que ha demostrado para el campo y para otros sectores tener una política de caja. Y con el argumento del crecimiento, también se está metiendo la mano en el bolsillo a los pequeños y medianos productores.

Por eso, no queremos eludir el debate de estas clases de macroeconomía a las que nos estamos acostumbrando, que vienen desde el atril de la Casa Rosada y que, también, algunos senadores plantean aquí, en el recinto. Parece que todos están recibiendo el memo de las diez ideas fuerza de las medidas macro que nos muestran que, realmente, estamos en una etapa de crecimiento. Nosotros compartimos esta cuestión; somos conscientes de que hemos salido de una crisis importante y hemos sido testigos de decisiones fundamentales que hemos tenido que tomar en este Congreso, particularmente el 6 de enero de 2002, cuando adoptamos la decisión que constituyó el punto de partida para la recuperación de nuestro aparato productivo, a través de la salida de la convertibilidad y la devaluación. Es decir que muchos de los que estamos aquí hemos sido parte de la toma de decisiones que han generado este estado de crecimiento. Ahora bien, nosotros creemos que esto deja planteadas ciertas cuestiones, como el tema federal y la constitucionalidad o no de la decisión que acaba de adoptar el gobierno nacional, aspecto sobre el que deseamos avanzar enseguida.

También hemos visto en el mensaje de la presidenta que el gobierno sigue en la lógica

de los buenos y los malos. O sea, resulta que hay piquetes que son buenos y otros que son malos, dependiendo ello de quién los haga. Dicho en otros términos, dependiendo de quién corte la ruta, el reclamo es bueno o es malo. Y la aseveración de la presidenta de que estamos en presencia de los piquetes de la abundancia es realmente una gran descalificación para el sector del campo, el sector agropecuario representado por las cuatro entidades representativas del campo en todo el país. No es solo es un agravio para este sector, sino que implica menospreciar la importancia y la gravedad del tema.

Con algunos senadores estuvimos revisando algunas cuestiones. Primero, la televisión ha mostrado durante estos catorce días la prueba cabal de que no están los grandes pools de siembra en las rutas. Todos hemos pasado por alguna ruta y hemos visto a pequeños y medianos productores. Analizando los folletos que entregan en los distintos cortes de ruta, advertimos, por ejemplo, la falta de visión que tiene el gobierno, que no mide cuál es el verdadero problema, que ahora está en las rutas, en trescientos cortes, como recién dijo el senador Fernández. Todas las asociaciones rurales del país plantean cuánto ponen para el Estado y cuánto reciben. Por ejemplo, la Asociación Rural de Chivilcoy está aportando 129 millones de pesos en materia de retenciones pero recibe el 10 por ciento de eso en materia de coparticipación. El senador Marino hablaba recién de 9 de Julio, que aporta 90 millones de dólares en materia de retenciones y recibe mucho menos del 5 por ciento en materia de coparticipación. Están la Asociación Civil y Rural de Lonquimay; la gente de Campo Argentino de La Pampa, que también plantea el mismo análisis; la Sociedad Rural de Rivadavia. Esta no es la sociedad rural representante de la oligarquía. En mi provincia, la Sociedad Rural está integrada por pequeños productores. La Federación Agraria, como se ha dicho acá, representa más de doscientos mil pequeños y medianos productores. Entonces, ¿de qué estamos hablando?

Por eso, cuando se nos quiere correr con algunos argumentos seudoprogresistas, nosotros decimos que no nos corran con eso. Porque parece que otro de los problemas que tiene la presidenta es que no se está parando realmente donde se tiene que parar.

La provincia de Córdoba, como ha dicho el senador Rossi, hace un aporte de 2.600 millones de dólares en concepto de retenciones, que es lo que recibe por coparticipación. Lo que pasa es que en este punto, el Estado se está quedando con todo lo que se recauda por IVA, impuesto a las ganancias y todos los otros impuestos.

Cuando uno revisa los cortes de ruta y ve todas las asociaciones representativas de los pequeños y medianos productores se da cuenta de que esta afirmación en el mensaje de la presidenta no tiene que ver con la realidad. Parece que a la presidenta de los argentinos le están mostrando todos los días el diario de Yrigoyen, porque no se está parando en el conflicto y está menospreciando la envergadura del conflicto ante el reclamo de los pequeños y medianos productores.

Ayer también se dijo que esta es una huelga de los argentinos. No; esta es una huelga al gobierno, que no escucha, que habla de multilateralismo para afuera pero que es unilateral hacia adentro; que toma decisiones unilaterales, que se llena la boca hablando de pacto social pero que no busca el diálogo; que no escucha y que no reconoce al otro. Para lograr el diálogo, para lograr la construcción de consenso y de políticas públicas, primero hay que reconocer al otro, luego hay que reconocer que el otro puede pensar diferente y, por último, aceptar que el otro piense diferente. El gobierno tiene que salir de la lógica de buenos y malos, de que son enemigos los que piensan distinto.

Señor presidente: el discurso de la presidenta de ayer ha confirmado nuevamente esta línea de pensamiento que viene manejando el gobierno desde hace cuatro años. Por eso se exacerban los ánimos cuando ella termina de hablar. Acá se habla de actitud de extorsión por parte de los productores, de las cuatro entidades rurales representativas del campo. Me parece que eso es desconocer la realidad. Y si no, miremos lo que está pasando ahora.

A partir de lo que pasó anoche, con la incursión de los piqueteros, de los grupos parapoliciales financiados por el gobierno en Plaza de Mayo, la gente se está dando cuenta de que tiene que haber un cambio. El tema de las cacerolas en Plaza de Mayo, en Tucumán, en la plaza de mi provincia con poca gente, en Rosario y en muchos lugares de la Argentina, no sólo tiene que ver con el apoyo por el problema del campo, sino con que se está reclamando un cambio de estilo en el vínculo del gobierno con la sociedad. Tienen que modificar el estilo prepotente. Tiene que haber un poco más de humildad.

Recién decía una verdad la senadora Estenssoro. No le pasa nada al gobierno si reconoce que ha cometido una equivocación. Por el contrario, sería una actitud muy noble de la presidenta de los argentinos reconocer que se equivocó y, como jefa de todos los argentinos, como presidenta de todos los argentinos, no como jefa de una facción, sino como representativa de todo el pueblo argentino, la hayan votado o no, se ponga por encima de la situación y convoque al diálogo. Esto es lo que está faltando. No sólo se reclama por la cuestión de campo y no sólo hay un llamado de atención de la gente por los reclamos del campo, sino que esto tiene que ver con que el gobierno tiene que modificar el estilo que ha venido utilizando desde hace varios años para vincularse con la sociedad.

Me parece que esto del piquete de la abundancia, que es una huelga a los argentinos, que es una actitud extorsiva por parte de los sectores del campo, realmente, está marcando que el gobierno está mal parado y no está viendo la realidad. También me parece que es la reflexión que hoy le hacen senadores que han apoyado la candidatura de la presidenta de los argentinos. Por eso creo que, respecto del mensaje de ayer, hay un antes y un después. Hay senadores, representantes de provincias argentinas, que reflejan el verdadero debate federal que tiene que reflejar este Senado. Están defendiendo los verdaderos intereses de sus provincias y poniendo sobre la mesa otro debate: el debate de con cuánto se queda la Nación y con cuánto se quedan las provincias.

Esto que está pasando hoy en el Senado le tiene que llamar la atención, así como lo que

pasó ayer, lo que ocurrió en Plaza de Mayo, los trescientos cortes tienen que conducir a la

reflexión. No puede ser que Aníbal Fernández, el ministro de Justicia, salga, minutos después de que D*Elía toma la plaza, a justificar los hechos de violencia. ¿Y qué ha hecho la Policía? No es el caso de diciembre de 2001, señor presidente. Porque, tanto el radicalismo como el Partido Socialista ¿seguramente, también la Coalición Cívica y las demás fuerzas opositoras¿ vamos a ser los primeros defensores de la estabilidad institucional. No es la misma situación. En diciembre de 2001, todo el pueblo estaba unido detrás de un reclamo, y fue la Policía y muchos involucrados y muchos escondidos, también, a reprimir.

Ayer, lo que se estaba pidiendo era que la Policía evitara la confrontación. Ellos, que tenían datos por el trabajo de inteligencia, que sabían que estaban arribando colectivos, podían haber parado a D*Elía para evitar la confrontación que se produjo y que ¿agradezcamos¿ no llegó a mayores. Escuchamos al ministro Lousteau ratificando la misma línea, que lo que van a hacer es *meter palos en la ruta*, señor presidente, porque esto es lo que se ha dicho. Nosotros, desde la Unión Cívica Radical, queremos manifestar que acá tiene que imperar la reflexión por parte del gobierno. Es un llamado de atención a este gobierno, al que no le va a pasar nada si dice que se equivocó.

Ayer, se habló de varias cosas. Se dijo, por ejemplo, que las exportaciones van viento en popa. La verdad es que se terminó de caer un contrato de un millón de toneladas de soja para China, señor presidente. ¿Sabe cuál es el problema? Las exportaciones que estamos dejando de hacer, de acuerdo con lo que está planteando Blumberg, que no es el ingeniero, están haciendo subir el precio de la soja justamente por la falta de cumplimiento de los compromisos de la Argentina en el mundo. Esto tiene que ver con los problemas estructurales que generará este conflicto, que el gobierno no tiene la capacidad de resolver y cuyos grandes responsables en la resolución de este problema son la presidenta de los argentinos y el gobierno nacional.

Seguramente el presidente del bloque justicialista planteará la cuestión del trabajo rural y después hará un detalle de todas las obras que se han realizado. Al respecto, en su oportunidad no tuve la oportunidad de puntualizar ciertos aspectos de las obras que se hicieron, pero hoy comentaremos algunas de las realizadas por el gobierno.

En cuanto a los trabajadores rurales, lo manifestado por la presidenta ayer esconde algunas verdades. Es cierto que se trata del sector con más trabajadores en negro, situación que fue analizada en la Comisión de Trabajo y Previsión Social ¿que presido¿ e, incluso, trabajada con otras comisiones, porque habíamos puesto en marcha el proyecto de los convenios de corresponsabilidad gremial. Dicha iniciativa ¿que fue modificada por nosotros¿ se encuentra parada en la Cámara de Diputados, porque *Momo* Benegas se opone a su aprobación. Él, a través de la UATRE, hace negocios con la posibilidad de que no se aprueben los convenios de corresponsabilidad gremial como han salido del Senado, porque quiere tener el monopolio de su manejo, ya que ahora cobran la cuota de sepelio. Al respecto, habría que preguntarles a los trabajadores del campo si reciben el féretro cuando fallece algún familiar.

Lo que se olvidó de decir ayer la presidenta fue que el trabajo en negro se da en el campo

por la naturaleza de la actividad, situación que, justamente, es resuelta por los convenios de corresponsabilidad a través de un sistema de aportes por el tiempo de cosecha. Por ejemplo, en el caso de la caña de azúcar, si la zafra es entre mayo y octubre, entonces el convenio de corresponsabilidad establece un sistema especial para incluir a los trabajadores de manera tal de que el empleador pueda hacer el aporte al finalizar la cosecha y contar con un sistema diferenciado al de las otras actividades. Y en el caso del tabaco sucede lo mismo; es decir, el empleador hace el aporte cuando recibe la contraprestación por la venta del producto.

Reitero, la situación del trabajo en negro en el campo se da por la naturaleza de la actividad, la cual es resuelta por los convenios de corresponsabilidad. Por lo tanto, no seamos hipócritas: el que para dichos convenios es el señor *Momo* Benegas, porque quiere seguir haciendo negocios. Justamente, uno de los grandes debates que se dio en el Senado se relacionó con que la UATRE no podía tener el monopolio. El señor Benegas quiere tener a todos los trabajadores rurales afiliados para seguir sacándoles la cuota sindical sin brindarles ningún servicio. La gran decisión que tomamos en el Senado fue abrir los convenios de corresponsabilidad y que cada gremio con personería gremial acreditada tuviera la posibilidad de manejarlos. Es por ello que cuando salga la ley de corresponsabilidad gremial se resolverá el problema del trabajo en negro. No podemos demonizar al sector agropecuario considerándolos *los malos de la película*, *los de los piquetes de la abundancia*, *los piqueteros malos*, *los que extorsionan y, a la vez, "los que tienen el trabajo en negro*; no se está diciendo toda la verdad.

También la presidenta habló de dos temas que no queremos dejar pasar por alto, pues detrás de ellos el gobierno justifica todas las arbitrariedades. Me refiero a los subsidios y a la distribución de la riqueza. ¿Cómo explica el gobierno ¿que se considera progresista y que distribuye toda la riqueza que se genera y todo el superávit fiscal¿ la construcción del tren bala? Se pretende gastar 3.200 millones de dólares en el tren bala, y nos niega a las provincias argentinas la posibilidad de contar con el ferrocarril, motivo por el cual nos deja cautivos de los camiones de Moyano. Es evidente que el gobierno ha decidido sostener la patria sindical transportista, pues al sector del transporte llegan más 5 mil millones de pesos en concepto de subsidios todos los años. Sería bueno que los productores pagaran el gasoil como lo hace el sector del transporte, que abona en virtud del subsidio 1,50 pesos por litro. Me refiero a los subsidios del SisTau Cargas y del SisTau Transportes, los que está bien que se apliquen, pero la balanza está inclinada para un solo lado. El gobierno es tolerante con los sectores con que ha hecho un acuerdo corporativo, como con el señor Moyano, el señor Benegas y el señor piquetero Luis D*Elía. Esta es la verdad, esto es lo que está pasando en el país y esto es lo que ven los pequeños y medianos productores, que ven que les meten la mano en los bolsillos mientras le dan subsidios al señor Moyano.

Resulta que acá se habla de la distribución de la riqueza. ¿Y el gasoducto Skanska? La riqueza que genera el país va a parar al gasoducto Skanska, va a parar a la línea de 500 megavatios. La línea de 500 megavatios para el interconectado del Sur, la que llega a Choele - Choel costó 550.000 pesos el kilómetro. La de Choele-Choel a Pico Truncado, casi en el mismo tiempo, costó 850.000 pesos. ¿Justifican los sobreprecios la distribución de la riqueza?

El senador Rodríguez Saá puede confirmar un dato porque el año pasado hicimos varios análisis sobre el costo del kilómetro de pavimento. ¿Sabe cuánto pagaron en San Luis el kilómetro de pavimento? Un millón de pesos de hormigón. Para colmo de hormigón. Mientras que el gobierno lo paga 4 millones. ¿Eso es distribución justa de la riqueza? ¿Eso es justicia social?

Estas son las cosas que la gente ve abajo, que ven los productores. ¿Esa es la justicia social de la distribución de la riqueza, de la política de subsidios que nos tiran por la cara, de las clases de macroeconomía y de distribución de la riqueza? Es cierto que el gobierno ha hecho cosas bien. No hay gobierno que haga todo mal o todo bien. Lo que estamos planteando es que el gobierno se dé cuenta de que en este punto se equivocó.

Es cierto que crecemos. Es cierto que ha habido medidas acertadas del gobierno tomadas

en distintos momentos en estos cinco años. Lo que decimos es que hay cosas que están mal y que el gobierno no reconoce.

Se habla de la distribución de la riqueza mientras se renegocian los contratos petroleros. Estamos en presencia de un gobierno que tiene doble discurso. Se paran en Santa Cruz a gritar en contra de los ingleses por la exploración que están haciendo en el área de Islas Malvinas mientras le damos a Panamerican Energy ¿a los ingleses¿, las mejores áreas por cuarenta años sin obligarlos a que hagan inversión, para que se lleven el petróleo. ¿Eso es distribución del ingreso? ¿Es distribución del ingreso no proteger la acción de oro de YPF para ponerla en manos de los amigos del gobierno, del señor Eskenazi? ¿De dónde se hizo rico? ¿De dónde saca la plata para comprar YPF? La va a sacar de las utilidades de la propia YPF; no pone un peso para comprar el 14 por ciento del paquete accionario. Y el gobierno, a través de los representantes de la acción de oro, le autoriza a YPF que distribuya el 90 por ciento de las utilidades. Esto quiere decir que se quieren ir, que por eso le dan el gerenciamiento a Eskenazi, un amigo del gobierno.

Esto es lo que la gente ve, esto es lo que está en el campo. Aparte del tema de las retenciones hay un llamado de atención para que el gobierno haga las cosas bien, este gobierno que ha sido votado legítimamente por la gente, y que vamos a sostener desde el radicalismo pase lo que pase.

Lo que ve la gente es que en el gobierno le están asesorando mal a la presidenta o no están viendo lo que está pasando abajo, tratándose de un partido popular y nacional como es el partido peronista; no vamos a hablar del Frente para la Victoria porque eso es una melange, que como el nombre lo dice, es "para la victoria". Hablemos del Partido Justicialista, que sabe, que tiene dirigentes justicialistas que están también en los piquetes, como los tenemos nosotros. Hay afiliados justicialistas que están en los piquetes que son pequeños y medianos productores porque tienen base en todos los estratos sociales. Entonces, se tienen que dar cuenta que este es el reclamo que se está planteando, que no sólo tiene que ver con las cuestiones de las retenciones sino también con la política, con la falta de política.

Y nos van a enrostrar obras, nos van a decir un montón de cosas. Pero vamos a ver los sobreprecios en la obra pública. Nada justifica, ni siquiera el crecimiento, que hagan las cosas que hacen algunos funcionarios como Ricardo Jaime, que tiene de nuestra parte dos denuncias penales, que tiene un total de veintidós denuncias penales pero ningún juez lo llevó a declarar.Es el funcionario que maneja los subsidios en el país. El señor Ricardo Jaime es uno de los responsables cuando nosotros afirmamos que hay una matriz de corrupción en algunas áreas del gobierno. Nosotros también decimos que hay áreas del gobierno como la de educación, que era manejada por el senador Filmus, salud y otras que realmente son impecables. Nosotros afirmamos que no todo gobierno hace todo mal ni todo bien, y este es uno de esos gobiernos.

Quiero avanzar sobre algunas ideas de la macroeconomía que le gusta debatir a la señora presidenta y a muchos senadores del Frente para la Victoria.

Estamos en presencia de una situación que vamos a denunciar y que está relacionada con el hecho de que hemos llegado a un punto crítico.

¿Por qué se delegan facultades en el Poder Ejecutivo que se vinculan con la fijación de aranceles de importación y exportación? Porque son alterables y se modifican permanentemente. Entonces, no podríamos estar viniendo permanentemente al Congreso a tratar cuestiones relacionadas con aranceles de importación.

Pero cuando los precios muestran lo que pasa en el sector agropecuario, que tienen un sendero que crece en el tiempo, lo cual, de acuerdo a muchos analistas macroeconómicos internacionales, indica que hay un cambio estructural en el mundo, la actitud asumida por el Congreso debe cambiar totalmente.

En realidad, no se trata solamente de que hay cuatro mil millones de habitantes que ahora consumen. Lo que sucede es que hay un cambio cultural en lo que hace al modo de vida. Es decir, hay chinos que antes no consumían carne o lo hacían en valores de 20 kilos por año y ahora consumen 50 kilos.

Hay cambios estructurales en la economía mundial que hace que los precios no vayan a bajar en el tiempo. Y si esto será así, significa que la retención ha pasado a ser un impuesto. Y un impuesto es una imposición y, como tal, debe ser considerada por el Congreso de la Nación; ya no es más una variable que sube y baja permanentemente y que justificaba el delegar la facultad a un funcionario ¿de la categoría que sea¿ para que, con una simple resolución, determine semejante decisión. Una decisión unilateral del gobierno que habla de pacto social.

¿Esta decisión no debiera ser consensuada? Si no, ¿para qué está el diálogo? ¿para qué

están los representantes de los sectores del campo? Este tema, además, pone en discusión el debate federal. De ahí que sea la mejor ocasión para que los gobernadores hagan lo mismo que hizo el gobernador de Santa Fe, que actuó como un estadista. Eso es lo que le pedimos a la presidenta de los argentinos, que actúe como una estadista y convoque a todos los sectores ya que, seguramente, la vamos a acompañar y vamos a fortalecer al gobierno en tanto y en cuanto tome medidas racionales.

¿Sabe cuál es la mayor fortaleza de la medida del campo? La razón. Les asiste la razón porque ya se bancaron un aumento de las retenciones en el mes de noviembre. Claro, es un instrumento muy fácil para recaudar ya que en la Aduana inmediatamente se hace caja.

Entonces, el campo ve que la política para el sector es una política de caja y no una de mediano y largo plazo.

Quiero dar algunos fundamentos breves sobre ciertas cosas que dijo el ministro Lousteau

que serían buenas para pensar.

Dice Lousteau "que la medida apunta a desacoplar los precios internacionales de los internos y ponerle un freno al proceso de sojización". ¿Cuál es la necesidad de desacoplar los precios internacionales de los internos? En verdad, es muy difícil encontrar la explicación de la soja y sus derivados porque...". La verdad es que en lo que se refiere a esto de aumentar las retenciones para evitar el aumento del precio interno les va mal. Repito: les va mal, porque sigue habiendo inflación. Y cabe aclarar que no es la inflación que dice el INDEC, sino que el año pasado hubo un 20 por ciento de inflación y seguramente este año habrá otro 20 por ciento. Además, suben los precios de los insumos, como dijo el señor senador Basualdo ¿que ha presentado una buena iniciativa en esa materia¿, y la inflación se va comiendo los beneficios del tipo de cambio alto. Así, resultó que en noviembre aumentaron las retenciones para recaudar 2.700 millones de dólares y ahora aplicaron otro aumento para recaudar 2.400 millones de dólares más. Esto es lo que se plantean los pequeños y medianos productores.

Además, no es verdad que esta haya sido una medida adoptada para frenar a los pool de siembra, porque estos trabajan a otra escala y, por ende, no les importa si le aumentan las retenciones 9 ó 10 puntos porque ellos las trasladan. Porque, reitero, trabajan a una escala que el aumento del porcentaje de las retenciones en el punto que lo ha puesto el gobierno no les importa. Esto afecta a los pequeños y medianos productores. De eso se trata. Entonces, la señora presidenta está equivocada. La visión del gobierno es muy mala, es errada, y nos está llevando a chocar contra una pared; ese es el problema.

Por ello, no son los representantes del sector agropecuario los primeros que deben reflexionar, porque ellos representan a un sector. No obstante, el hecho de que representen a un sector no menoscaba ni desvaloriza su planteo, al igual que el de muchos otros sectores. La presidenta es presidenta de todos los argentinos y no jefa de una facción y, entonces, no se puede esperar otra cosa de un mensaje que es intolerante que la actitud del señor D*Elia. En cuanto a esas actitudes yo quiero decir que lo único que le faltaba a D*Elía es ponerle una camisa negra a todos los piqueteros que, para colmo, son financiados por el gobierno. Precisamente, estamos presentando un pedido de informes para saber cuánta es la plata que le da el gobierno a las asociaciones de D*Elía que son "bancadas" por el gobierno. Porque todos los piqueteros que van a la plaza y que lleva D*Elía son pagados por subsidios del gobierno. ¡Y vamos a ver cuántos subsidios reciben algunas ONG! Hay algunos municipios donde el 20 ó el 30 por ciento del presupuesto está en manos de cooperativas u ONG vinculadas al gobierno, para hacer obras a través de cooperativas y distintas acciones con fondos que bajan directamente del gobierno. Entonces, el señor D*Elía viene a ser la herramienta de choque del gobierno, y eso es lo que hacía Mussolini..., salvando las distancias por supuesto, porque la presidenta de los argentinos merece mi respeto como dirigente del Partido Justicialista, un partido nacional y popular. Pero impedir el reclamo democrático y la expresión libre y democrática del pueblo, no importa de dónde sea, es una actitud fascista. No sé si eran de Barrio Norte o de dónde eran, pero la verdad es que los pocos que se reunieron en Jujuy eran de ahí, lo mismo que ocurrió en Rosario, en Tucumán y en otras partes. Y todos ellos también pertenecen al pueblo argentino.

Ahí está la equivocación: la gente no está reclamando sólo por el tema de las retenciones,

sino que la gente, los piquetes y los cortes de rutas están reclamando un cambio de actitud, que es lo que nosotros le estamos pidiendo a este gobierno que ha hecho muchas cosas bien y otras mal. Consideramos que debe revisar algunas decisiones que viene tomando, fundamentalmente la actitud de no consultar. Esta decisión de aumento de las retenciones, que sabían que iba a ser fuerte, debió haber sido discutida con los sectores del campo, porque se podía haber hecho lo que está planteando el señor senador Giustiniani o lo que hemos planteado nosotros de una baja gradual de las retenciones.

Y no es así, presidente. Porque, la verdad, anoche no pasaron cosas graves en Plaza de Mayo porque Dios es grande y tuvimos suerte. Y de estas cosas son responsables los que están en la Casa Rosada y lo llaman a D¿ Elía para que vaya a movilizar, que llaman a estas organizaciones de piqueteros rentadas por el gobierno para enfrentar al pueblo contra el pueblo. Eso nunca lo ha hecho el peronismo. Entonces, me parece que son cosas sobre las que hay que reflexionar.

Quiero hacer una aclaración, desde ya que no producimos soja en Tilcara; tenemos un paisaje tan lindo y estamos dentro del Patrimonio de la Humanidad. Tenemos otras cosas mucho más lindas, fundamentalmente su gente. Justamente, para eso está el régimen de coparticipación. Para que se entienda, el régimen de coparticipación es justamente el régimen que redistribuye. Por eso es que planteamos una cuestión federal.

Hay otra cosa más en la cuestión federal y es determinar qué efecto produce un aumento unilateral en este punto de las retenciones. Produce una baja en la rentabilidad de los productores; al bajar la rentabilidad, baja el impuesto a las ganancias; al bajar el impuesto, baja la coparticipación.

¿Qué es lo que está pasando? Aquí hay una apropiación por parte de gobierno nacional

de los recursos que son de todos. De cada 100 pesos que recauda, el gobierno nacional reparte 28 pesos a las provincias. Ese es el problema. Mientras la Ley 23548 habla del 57 por ciento a distribuir entre las provincias, resulta que llega el 28 por ciento. Hay una apropiación y una política de caja del gobierno nacional, que hay que ver en lo que gasta. Eso es lo que estamos planteando.

Seguramente ha llegado el momento de hablar de una reforma impositiva de fondo,

porque estas retenciones se han convertido en un impuesto, por aquella cuestión que explicaba del cambio estructural a nivel internacional. Indudablemente, tendremos que discutir un cambio que sí sea progresivo, porque tampoco nos van a correr con que nosotros estamos en contra de las retenciones; primero, porque no estamos en contra y, segundo, porque hay que discutir si es que son progresivas o no. Como ha dicho el senador Giustiniani, aquí el único impuesto que es progresivo es el impuesto a las ganancias.

Nosotros hemos sostenido nuestro sistema tributario como un sistema de peajes, como le gusta decir al ex senador Terragno. El IVA es el peaje en las góndolas; el impuesto al cheque es el peaje en los bancos; y la retención es el peaje en los puertos. Tal vez tengamos que discutir a fondo sobre estas cuestiones. Esto es lo que se le pide al gobierno: un debate a fondo de políticas públicas.

En estos dos puntos que ha planteado el ministro Lousteau hoy, en un momento dice que este proceso expulsa mano de obra y desplaza otras producciones como la de la carne. La responsabilidad de que la ganadería haya sido desplazada es íntegramente del gobierno, quien ha hecho todo lo necesario para obtener tal resultado.

El productor es como el monito de la maquinita, que baila al compás de la musiquita que uno le pone. Y el que pone la musiquita es el gobierno, porque es quien establece las reglas. Entonces, cuando el gobierno ponga una musiquita que tenga que ver con que le otorga subsidios o beneficios a los productores de carne, van a salir de la soja, donde tuvieron que ir, y van a volver a producir carne. Y los que han dejado de producir leche u otro tipo de productos han ido a la soja, y eso está generando un monocultivo que es peligroso para el país. Desde ya que en esto estamos de acuerdo con la visión que tiene el gobierno.

El punto de discusión es la irracionalidad de la toma de una decisión tan fuerte como el aumento de las retenciones en forma inconsulta, unilateral y arbitraria, sin dialogar en este esquema de pacto social que la propia presidenta ha venido a plantear en la apertura del período ordinario de sesiones. Estas son las cosas que se están planteando.

Por eso convocamos a la reflexión y al diálogo, que no afectará al gobierno sino que, por el contrario, llena de nobleza y grandeza a la presidenta de los argentinos admitir que se equivocó y convocar al diálogo. Si ayer el mensaje hubiera sido: "Vamos para atrás, del 44 bajamos al 35 por ciento, pero mañana a las 11 de la mañana están en mi despacho en la Casa Rosada para que discutamos el proyecto de país, discutamos el sector agropecuario y veamos cómo terminamos con el monocultivo, seguramente hubieran concurrido las cuatro entidades del campo acompañando el debate.

En definitiva, se trata de construir consensos y eso se logra con una actitud tolerante, reconociendo al otro, reconociendo que pensamos distinto y que nos podemos equivocar,

reconociendo que va a haber disenso y reconociendo que desde la construcción de consensos también se pueden construir políticas públicas.

Por eso reivindicamos la actitud del gobernador Binner, que ha tomado una actitud de estadista y ha convocado a todos los sectores. Eso está haciendo que muchos representantes de todas las provincias vayan a defender a su pueblo, vayan a defender a sus productores, porque los productores dan trabajo. Eso es lo que creemos que la actual situación ha puesto en debate.

Repudiamos nuevamente esta apelación a las patotas del señor Moyano y del señor D¿Elía, bancadas por el gobierno. ¡Tiene que salir de esa situación! ¡Tiene que dejar de enfrentar al pueblo contra el pueblo! De lo contrario, el gobierno va a ser responsable de las cosas que pasen. Por eso, en la medida en que haya que sostener la estabilidad institucional y apoyar a este gobierno para tomar las decisiones adecuadas, cuenten con la Unión Cívica Radical. Señor presidente: su gobierno puede contar con el radicalismo para las grandes decisiones de políticas públicas.