CABANCHIK EN LAPOLITICAONLINE.COM: "EL KIRCHNERISMO GOBIERNA CON EL MIEDO"
Entrevista concedida por el Senador Nacional Samuel M. Cabanchik a www.lapoliticaonline.com - Martes 15 de abril de 2008
"El kirchnerismo gobierna con el miedo"
El senador de la Coalición Cívica, Samuel Cabanchik, es una de las cartas fuertes que Elisa Carrió jugó en 2007. Recibió a La Política Online en su despacho y habló de los puntos débiles del gobierno y las posibilidades de la oposición en las elecciones legislativas de 2009. Los problemas de construcción de la Coalición Cívica, su relación con el PJ y la política universitaria.
Tranquilo y recién acomodado en su banca en el Senado, Samuel Cabanchik forma parte de lo nuevo que tiene para mostrar la Coalición Cívica.
Pieza fundamental en el armado de la plataforma del partido (asegura que pudo conciliar las posiciones antagónicas de los economistas Alfonso Prat Gay y Rubén Lovuolo), forma parte del grupo de intelectuales que acompaña a Elisa Carrió en su armado político.
Es licenciado en Filosofía y Letras y, al igual que la legisladora porteña Diana Maffia (directora académica del Instituto Hannah Arendt), suele darle consejos de tinte intelectual a "Lilita".
En lo que refiere a la política universitaria fue consejero directivo en representación de los profesores de la Facultad de Filosofía y Letras de la UBA, y llegó a ser Secretario de Posgrado. Enfrentado con la línea que encabezaba Félix Schuster (padre del "osito" Federico, actual decano de Sociales y promotor del Observatorio de medios), construyó su propia fuerza opositora cuando Schuster padre era decano de Filosofía.
En un diálogo relajado y sin ahorrar críticas al oficialismo K, Cabanchik habló con La Política Online.
Podríamos empezar hablando del proyecto de reforma política sobre el que está trabajando¿
Estamos presentando en el Senado dos proyectos: el de boleta única, para terminar con muchos de los vicios que se vieron exacerbados en las últimas elecciones; y el proyecto de publicidad oficial, para obligar a Poder Ejecutivo a que haya un plan anual, para que la pauta publicitaria sea pareja en todos los medios y esté unida a una política "comunicacional", que hace a la esencia de la democracia republicana.
Lo que usted aclara es que debe ser "comunicacional" y no "promocional".
Claro. Hay una diferencia entre publicidad y propaganda que está borrada. ¿La publicidad de qué? De actos de gobierno, de campañas públicas, de todos los temas que hagan al interés público de todos los habitantes. No para castigar medios y para la construcción de pequeños grupos personalistas.
¿Y cómo vio la declaración de la Facultad de Ciencias Sociales sobre la creación del Observatorio de Medios?
La veo mal, naturalmente. Conozco al decano, Federico Schuster, hace muchos años. Hemos participado a la creación de la Asociación de Graduados en Filosofía en un momento.
Al padre también lo conoció¿
Si, he cursado con Félix en los años ochenta. Él era el decano de mi facultad, Filosofía y Letras. Yo era oposición a su decanato, pero siempre en términos correctos. Federico también proviene de la Filosofía. Pero no comparto en el lugar que han posicionado a la Facultad de Ciencias Sociales en este contexto porque me parece muy peligrosa en este contexto la creación de un Observatorio que va a estar escrutando. Si se redujera al ámbito de la discriminación, ya está el Inadi para eso. Pero si revisan la declaración, muestra que avanza sobre otras cuestiones. Por ejemplo, en el informe, que es uno de los fundamentos del proyecto, se habla de un desbalanceo de cuanto se le dio de voz al campo o cómo se cubrió lo del campo. Es decir, están acusando a algunos medios de hacer favoritismo con el sector del campo. Eso no es discriminación. Si un medio decidiera directamente ser partidario, eso no sería discriminación.
Como el New York Times con el partido Demócrata, por ejemplo
Claro. Entonces ahí hay una confusión peligrosa. Espero que no avance hacia algo peor.
Cuando surgió la declaración de la Facultad de Ciencias Sociales, sorprendió la celeridad con la que salió el informe -apenas 48 horas después del incidente- y de la parcialidad, porque no hacía mención a la discriminación, por ejemplo, que surgió de parte del gobierno, como llamar "golpistas" a la gente del campo.
Es simple: A mí me pone muy triste el uso de una facultad como la UBA para hacerle un favor político a la presidenta.
Ahora bien, tras las declaraciones de Cristina contra Clarín, a los pocos días se anuncia este Observatorio, ¿no tiene un tono de amenaza?
Puede ser muy peligroso. O sea, ellos no van a poder desarrollar a partir de ahí algún tipo de sanción del Poder Ejecutivo, pero intenta ser, en el mal sentido, "persuasivo" de muchos periodistas. El periodismo ocupó, desde el retorno de la democracia, una doble misión. Y ha ido en crecimiento. El retorno de la democracia ha puesto a toda la Nación esperanzada en una renovación de la cultura política. Eso fue debilitándose con los años y quien fue ganado espacio como garante de verdad, justicia y transparencia fue el periodismo. En estos últimos años, los que expresaron los testimonios de "verdad" fueron los periodistas. Pero hoy se corre un riesgo y es que ese lugar empieza a ser amenazado, cooptado, apretado. Hoy, esa batalla se da en la prensa. En el Congreso Nacional no se está haciendo nada porque ya está neutralizado. El lugar de la resistencia por muchos años fue el periodismo. Hoy ese lugar está amenazado.
La reforma política
Volviendo a la reforma política, el proyecto está relacionado con lo que se vivió en octubre con el robo de boletas, las amenazas, el desastre que fue La Matanza¿
Totalmente. El proyecto de boleta única, que ojalá el oficialismo tenga la apertura para tomarlo, es un proyecto que elimina la mayor parte de los problemas que estuvimos discutiendo.
¿Cómo es ese proyecto más detalladamente?
Para cada categoría de cargo nacional habría una boleta única donde figurarían todas las fórmulas o todas las listas, en el caso de senadores y diputados. Esa boleta está dentro de un talonario. Ese talonario es oficial, sale de la Junta Electoral y viene asegurado, con todos los datos correspondientes. El presidente de mesa tiene ese talonario y le da al votante la boleta para que éste en el cuarto oscuro, simplemente ponga su opción con una marca en la boleta.
¿Y el voto electrónico?
Esto puede ser un paso previo al voto electrónico, porque no está tan lejos de nuestra idiosincrasia y nos ahorra dinero. Hoy, hay miles de boletas por todas partes y eso no tendría que ocurrir. Con esto, hay una boleta por elector, llegan a las escuelas igual cantidad de boletas por cantidad de electores. Además es muy difícil falsificarla, porque lleva las firmas de la Junta Electoral y de los presidentes de mesa, ahorra costos y tiene aspectos modernizadores, como la fusión del padrón femenino y masculino, todos en las mismas mesas, y proponemos que la boleta tenga escritura Braile, para que pueda votar el no vidente sin problemas, y la inclusión de la imagen y los logos, para que el analfabeto también tenga una facilitación.
La crisis del ARI
¿Cuál es el eje del problema que tiene Elisa Carrió para la construcción política, y por el cual permanentemente hay un dirigente que se va del espacio?
La construcción política es difícil siempre. En la Argentina hay muy pocos partidos políticos que han construido realmente cultura política y todos han sufrido divisiones profundas. La UCR por ejemplo, ya nace con una fractura: Alem e Irigoyen. Después, en mediados de los años ´50, la ruptura entre la UCR del Pueblo, de Balbín y la UCR Intransigente de Frondizi. Después tenemos otras facturas que no llegaron a partidarias pero si a un desgrane importante, como López Murphy o Elisa Carrió, que son ex radicales. Lo mismo el socialismo, que ha vivido dividido en dos fracciones. Así que, ¿Qué partido ha logrado construir cohesión interna sin ser un partido del poder? Por eso enfrente tenemos el PJ, que es muy proteico y capaz de transformarse constantemente en otra cosa. Quizás cuando la presidenta dice que es hegeliana es un buen ejemplo de que ahí, el negarse constantemente a sí mismo es parte de la unidad. La unidad justicialista es cambiar constantemente de identidad.
Eso apuntaba hace algunos días el diputado Landau, a quien lo interrogaba sobre si la unión del peronismo se debía a que hacen "vista gorda" a sus integrantes, y por eso pueden convivir dirigentes de derecha y de izquierda
Pero ahí hay una diferencia entre el peronismo de Perón y lo que vino después. Porque la doctrina peronista era importante para el peronista de Perón, era importante la simbología, la publicación de la palabra de Perón o los documentos. Había un apego a la doctrina que generaba parte de la identidad. Pero fue líder del peronismo 18 años sin caja y sin cargo, en el exilio. Se fue siendo líder y volvió siendo líder. Reunía en una plaza la derecha y la izquierda del peronismo. Después de ese quiebre, yo creo que el peronismo no se recupera más de esa identidad doctrinaria con la que se había formado, y ya se conformó como un partido del poder, porque Perón era funcionario cuando lo va construyendo. Luego de eso, sólo tenemos partido del poder. Es decir, Menem, Duhalde, Kirchner. Es algo que tiene que ver con el cambio de manos en la administración pública con un acrecentamiento con el kirchnerismo en confundir lo que son los intereses de la Nación con los intereses del grupo del poder.
Eso es lo que señalaba. En el Congreso del PJ se vio a dirigentes detrás de cierto simbolismo que si se los pusiera enfrentados en una mesa con un cuchillo cada uno, terminan ambos ensangrentados¿
Se mezcla todo, hay falta de identidad y lo único que importa, lo único que galvaniza es el manejo del poder y de los recursos. De todos modos, el peronismo ha ganado elecciones con las reglas del juego como corresponde, en los últimos años, abrumadoramente. La únicas dos derrotas que tiene el peronismo son contra Alfonsín en el año 1983 y contra la Alianza en 1999. Ahora, los gobiernos que subieron en ese momento no tuvieron al peronismo colaborando desde la oposición a favor de un buen trámite del gobierno. No hicieron una oposición constructiva sino que fue destructiva. El peronismo "no puede no poder", y el radicalismo cuando ha sido alternativa de gobierno tampoco "ha podido poder". En parte porque el peronismo no lo ha dejado y por otro lado por la influencia de ciertas corporaciones argentinas.
¿Dice que el peronismo no sabe ser oposición?
Oposición y oficialismo deberían ser consideradas como roles, no como identidades con contenido. Porque sino en la Argentina estamos llegando de nuevo a la idea de que "sólo el peronismo puede gobernar". Y eso es como decir "el partido de gobierno es el peronismo y el partido de oposición es el radicalismo y las fuerzas afines".
Como el modelo mexicano de partido único que encabezó durante más de 50 años el PRI
Algo así, y eso no podría ser. Eso no es bueno para nadie, ni para el sistema político ni para la Argentina en general. Hay que corregir esa historia, no debiera haber partido del poder y partido de oposición. Son roles que deberían poder ser intercambiados.
Según la visión de algunos analistas, el gobierno elige al periodismo para confrontar porque no encuentra un rival político de su talla. Si a esa situación se le agrega el peso que tiene el peronismo como gobierno y en el Congreso, ¿Cómo se hace hoy para pelear contra eso sin caer en alianzas forzadas que sumen votos?
Para mí el discurso que dice que no hay oposición en la Argentina es un discurso que se vuelve cómplice de la estrategia oficial.
Está bien. Pero sin negar la existencia de oposición, ¿hay hoy una fuerza que pueda ganarle una elección nacional?
La Coalición Cívica triunfó en muchos distritos nacionales y sacó muy buenas elecciones en lugares donde sextuplicó los votos que había sacado en 2003, por ejemplo en La Matanza. Eso para no mencionar los lugares comunes, como Mar del Plata, La Plata, en Rosario, bastante buena elección en Córdoba a pesar que gana Lavagna. Si a eso suma lo que acumuló Lavagna uno tiene ahí la mitad del electorado. Si queremos tomar sólo el voto positivo a Cristina, debemos andar alrededor del 23 por ciento. Hoy escuchaba a Graciela Römer, que ha hecho encuestas muchas veces opuestas a la línea del gobierno, habla de una caída en la imagen de Cristina de 10 puntos. En la Argentina hay que dejar de pensar en el corto plazo como motor de nuestra acción política, porque después tenemos consecuencias para toda la Argentina.
Y con tantos empresarios amigos del gobierno, ¿No es un esquema similar al menemista?
En ese sentido, aunque hayan cambiado algunos actores y algunas alianzas, el esquema es el mismo. No se transformó.
De hecho no se cambiaron tantos actores¿
No, políticos ni que hablar. Pero me refería a intereses empresariales en juego, la patria financiera versus la patria industrial o el dólar atado al 1 y ahora atado al 3. Cambian algunas cosas, pero lo que continúa y para peor en el modo de construcción política.
El cercano 2009
Después de los cacerolazos, ese 10 por ciento de caída en la imagen de Cristina sin dudas se debe haber ubicado en los sectores medios de la población. ¿Es un momento ideal para que la Coalición Cívica consiga esos votos?
Si, totalmente. Yo estoy seguro que en 2009 varias expresiones de oposición, que creo van a poder trabajar cada vez mejor conjuntamente, van a ser favorecidas por el voto popular, porque la sociedad creo que está convenciéndose de la necesidad de un cambio de verdad. El falso leit motiv del gobierno, "Ahora se profundiza el cambio", se cayó solo, todo el mundo sabe que esto es sólo continuidad de un gobierno que ya tenía serios problemas. Este es el momento de fortalecer las legislaturas, la nacional en particular, con mayor oposición, con mejor legislación, para que recupere incluso funciones constitucionales esenciales. Hoy debiéramos estar discutiendo en el Congreso la Coparticipación y la recuperación de facultades que se le dieron al Poder Ejecutivo.
¿Se imagina para el 2009 una alianza más estructurada con la columna de la UCR?
No nos olvidemos del socialismo tampoco. Pero el radicalismo tiene que tomar definiciones importantes nuevas. Estoy convencido que se requiere la mayor unidad posible de la oposición para ser alternativa de gobierno en 2011 y el 2009 es un buen momento para afianzarlo. Tiene que ser un serio proyecto, no algo improvisado, juntando a cuatro o cinco dirigentes, fusionando plataforma políticas, etcétera. Lo que hay que construir es poder antes de llegar al poder.
Ahora, en la Argentina hay varios programas de TV que hacen archivo. ¿Cómo se hace para aunar esos dirigentes sin que meses antes de las elecciones ver imágenes de algunos que comparten esa alianza despotricando contra otro del mismo espacio? Ahí por ejemplo tiene el caso de lo que Morales decía de Carrió y Carrió de Morales.
Yo diría, en la Argentina, ¿Quién no viene del pecado? Lo que no se puede permitir es que se siga yendo hacia el pecado. Yo creo que eso ya es suficiente como para juntarse en una mesa, que de haber sido honestos en la función pública y el estar comprometidos con un proyecto común. Las cuestiones personales en política no debieran contar como definitivas.
¿Cómo ve el electorado que, ante un gobierno muy fuerte, ve que la oposición se reúne y pero recuerda la experiencia como la Alianza?
Yo no puedo criticar que la gente tenga esa expectativa después del fracaso rotundo de la Alianza. Como dicen, "cuando uno se quema con leche ve una vaca y llora". Hoy el chiste de la vaca habría que cambiarlo, hoy podría ser "ve una planta de soja" (risas). Lo que digo es que eso es natural, la prevención del electorado de no apostar por malas ingenierías electorales.
¿Cómo se da eso en el Senado, donde usted participa?
A mi me consta en el Senado que la unión es posible. Yo no tengo ningún inconveniente en acordar con el radicalismo, el socialismo y el ARI de Tierra del Fuego un montón de cosas. Tampoco tengo inconveniente en dialogar con algunos representantes del Frente para la Victoria o del peronismo. Es más difícil acordar porque ellos son Obediencia Debida y no quieren cambiar ni una coma de los proyectos del Poder Ejecutivo porque tienen miedo. El gobierno nacional gobierna con el miedo. No sólo con la amenaza y la presión al opositor y al disidente, sino interna también.