LA TIZAS NO SE MANCHAN CON SANGRE
Sin lugar a dudas, hace pocos días los argentinos vivimos uno de los hechos más aberrantes de los últimos años, que recuerdan las épocas más funestas de la historia Argentina. El maestro Carlos Fuentealba perdió la vida cuando reclamaba sus derechos como trabajador, en los marcos de un Gobierno democrático. Por ello, manifiesto mi repudio a los hechos ocurridos en la provincia de Neuquén y me solidarizo con la familia del docente asesinado el 4 de abril del corriente año.
Sin lugar a dudas, hace pocos días los argentinos vivimos uno de los hechos más aberrantes de los últimos años, que recuerdan las épocas más funestas de la historia Argentina. El maestro Carlos Fuentealba perdió la vida cuando reclamaba sus derechos como trabajador, en los marcos de un Gobierno democrático. Por ello, manifiesto mi repudio a los hechos ocurridos en la provincia de Neuquén y me solidarizo con la familia del docente asesinado el 4 de abril del corriente año.
Ante esto debemos reflexionar sobre la situación que les toca vivir a Neuquén, Salta y Santa Cruz y preguntarnos cómo es posible que provincias petroleras con ingresos por sobre la coparticipación nacional vivan un conflicto de esta magnitud. La respuesta será sencilla, si observamos que los ciudadanos exigen una redistribución de los ingresos y una reforma en nuestra ley de coparticipación.
Permanentemente los medios nos invaden con anuncios de aumentos en la recaudación nacional, pero los porcentajes de coparticipación siguen estancados, el Gobierno Nacional percibe un 78 por ciento, mientras que las provincias sólo reciben un 22 por ciento de dicha recaudación. Con esto no quiero obviar que las provincias también ampliaron su recaudación en los último años, Santa Cruz es una de ellas sin lugar a dudas, pero si analizamos los conflictos que se desarrollan en ellas si debemos pensar en una nueva Ley de Coparticipación, con el fin de lograr un país más Federal.
Las provincias, en los últimos años, aumentaron sus responsabilidades y haciéndose cargo de la salud y la educación, a pesar de que no se transfieren los recursos necesarios, para hacer frente a las demandas de sus ciudadanos.
Los reclamos de los docentes, por mejoras salariales, son legítimos y justos, quiero rescatar aquí la tranquilidad, la inteligencia y la tolerancia con la cual marcharon los manifestantes.
En mi provincia, el Poder Ejecutivo responsabilizó a la oposición de las marchas que se efectuaron en diferentes localidades, menospreciando la movilización docente, respaldada por una sociedad que se cansó de las atrocidades y desventuras cometidas por su gobierno. Las luchas de los trabajadores santacruceños exceden las banderas políticas y la dirigencia sindical, es el reclamo de una sociedad, que le dice basta a un Gobierno ciego y autista, que no ve las necesidades de su gente y que no oye las voces de sus ciudadanos.
No es una coincidencia que los docentes y manifestantes reclamaran, en un primer lugar, frente a la casa de su flamante Presidente; es un mensaje y una interpretación a la política provincial, la gente entiende y da cuenta de la injerencia que Néstor Kirchner tiene sobre la Provincia de Santa Cruz.
Lamentablemente en mi provincia también vivimos hechos de violencia, como el incendio intencional que sufriera un automóvil de Adosac, gremio de los docentes y la bomba molotov arrojada sobre el Gimnasio Municipal Benjamín Verón, de la ciudad de Río Gallegos, cuando ADOSAC realizaba una serie de actividades para recaudar fondos, después de los serios descuentos sufridos en los sueldos, a través de la quita del premio por presentismo, medida extorsiva llevada adelante por el Poder Ejecutivo provincial, que intentó resquebrajar y desgastar una lucha que sigue en pie, a pesar de los incidentes vividos.
Como legislador y ciudadano, y ante la tensa situación que nos toca vivir, debo exigirle al Gobierrno de mi provincia que conforme en forma urgente, la mesa de diálogo necesaria para llegar a una solución, en forma pacífica. Este es, sin lugar a dudas, el camino que debemos transitar para concretar resoluciones justas, duraderas y sustentables.
Lo ocurrido en Neuquén es absolutamente repudiable y lamentable, por ello, todos los ciudadanos de mi provincia necesitan que el diálogo entre los diferentes gremios y el Poder Ejecutivo Provincial avance. Este último, debe actuar en concordancia con la política que tanto brega Gobierno Nacional, cuando manifiesta la necesidad de una recomposición salarial para todos los trabajadores. Hace muy pocos días el Presidente le encomendó al Ministro de Trabajo que avanzara en las negociaciones con el gremio aeronáutico, para solucionar los conflictos y evitar inconvenientes, lo mismo que demandan hoy los docentes de mi provincia.
Por otro lado, entiendo que aquí todos tenemos una cuota de responsabilidad, algunos por sobre otros, y sin ninguna duda el Gobernador de Neuquén tiene una responsabilidad política importante que deberá ser juzgada por la por los ciudadanos neuquinos.
Carlos Fuentealba no entregó su vida, se la quitaron, luchaba por algo más que justo, pero jamás imagino que se enfrentaría a un asesino, vestido de policía y aparentemente "al servicio de la comunidad" que le disparó a quemarropa y se llevó a un trabajador que alimentaba a nuestros hijos con cultura y educación.
"Las tizas no se manchan con sangre" será una de las banderas de nuestra sociedad, como el "nunca más", porque no queremos atrocidades, violencia e impunidad entre nosotros, deseamos que Nunca más las tizas sean teñidas de sangre y pedimos que exista responsabilidad en nuestras acciones, para que cada una de nuestras provincias genere una solución a los conflictos, tal como la democracia lo exige, a través del diálogo y la racionalidad.