PROTOCOLO DE CEDAW EN EL SENADO
Morales: "Ratificar el Protocolo de CEDAW es desterrar los mitos; los prejuicios que impiden poner en pie de igualdad los derechos humanos de nuestras ciudadanas."
El senador nacional Gerardo Morales expuso en la sesión del Senado los fundamentos por los cuales debe ser ratificado "sin reservas" el Protocolo facultativo de la convención sobre la eliminación de todas formas de discriminación contra la mujer, conocido como CEDAW, aprobado por la Asamblea General de la ONU el 6 de octubre de 1999.
"El protocolo establece un procedimiento relacionado con el derecho de petición. No introduce nuevos derechos, como quieren hacernos creer, no atenta contra nuestra soberanía nacional, ni avanza sobre las potestades constitucionales. Sólo crea un instrumento procedimental que fortalece la vigencia y la eficacia de la CEDAW. Es una herramienta de rango internacional para alcanzar su plena vigencia", expresó el jujeño Gerardo Morales en el Recinto de la Cámara alta, esta tarde, miércoles 1 de noviembre de 2006.
Al respecto agregó Morales que "el Protocolo Facultativo es un mecanismo jurídico, adjunto a la Convención, que reconoce la competencia de un Comité internacional diseñado para recibir y considerar denuncias de personas o grupos de personas víctimas de incumplimientos o violaciones de los derechos enunciados en la CEDAW".
"Quiero ayudar, desde mi banca, a desterrar los mitos y los prejuicios que impiden la ratificación de este Protocolo e imposibilitan poner en pie de igualdad los derechos humanos de nuestras ciudadanas", enfatizó Morales, quien puntualizó:
"El Protocolo no limita la soberanía sino que la ratifica. No amplía los derechos ya consagrados en la Cedaw, incluidos en nuestra Constitución Nacional, ni va más allá de sus facultades. La competencia del "Comité para la Eliminación de la Discriminación contra la Mujer" es subsidiaria a la nacional y solo cuando las personas hayan agotado todos los recursos internos y/o cuando los recursos nacionales no hayan sido efectivos para garantizar el derecho de las personas a no sufrir discriminación.
"El Protocolo coloca a esa Convención en pie de igualdad con otros tratados que poseen procedimientos de comunicaciones. Repito, tres de los seis tratados más importantes de las Naciones Unidas sobre derechos humanos actualmente en vigencia, facultan a sus comités a supervisar, monitorear y recibir y considerar comunicaciones. Ello son el Pacto de los Derechos Civiles y Políticos, la Convención sobre la Eliminación de toda forma de Discriminación Racial, la Convención contra la Tortura y otros tratos crueles, inhumanos o degradantes, la Convención sobre Derechos de los Trabajadores Migrantes y el Pacto sobre Derechos Económicos, Sociales y Culturales poseen estos mecanismos.
"El Protocolo no promueve la despenalización del aborto, porque volvemos a repetir, no agrega derechos a los ya reconocidos por nuestra Constitución Nacional, de la que la CEDAW forma parte. El Protocolo es un tratado anexo a otro, la Cedaw, que en este caso es meramente procedimental. Y la CEDAW, en ninguno de sus preceptos, promueve o menciona el aborto. Su Comité, por el contrario, anima reiteradamente a sus Estados a desarrollar políticas públicas serias y eficaces de planificación familiar que desalienten la utilización del aborto como método contraceptivo. Y debo recordar que en Argentina la Planificación Familiar es una política pública, con una ley, ya sancionada, de Salud Sexual y Reproductiva y numerosos programas que intentan su implementación en todo el territorio nacional. Y digo intentan, Sr. Presidente, porque vemos fantasmas abortivos en un Protocolo Facultativo de procedimientos, y vemos fantasmas abortivos cuando médicos y enfermeras entregan preservativos para combatir el embarazo adolescente y el VIH, que lamentablemente son plaga en nuestro país".
"Terminemos con las dilaciones -enfatizó Morales al ser consultado por medio jujeños-. La ratificación del protocolo Facultativo es la ratificación de que la Argentina quiere, defiende y está comprometida a consolidar una política pública a favor de las mujeres, de sus derechos, de establecer un plan nacional que posibilite en todo el territorio la igualdad de oportunidades y trato. Es la ratificación del relevante compromiso que nuestro país ha tomado para con los derechos humanos de mujeres y niñas, tanto en los ámbitos políticos de poder y representación, en el desarrollo de las familias, en la protección contra la violencia y el acceso a adecuados servicios de salud y educación. Y es la defensa, la aceptación de representación de miles de mujeres que nos han enseñado a no bajar los brazos en la lucha por los derechos civiles, políticos y sociales."
"La aprobación sin reservas de este protocolo Facultativo es la única señal ética y coherente de nuestro compromiso con la democracia y con los derechos humanos, soporte ideológico de nuestras relaciones internacionales -sostuvo Morales-. Y única respuesta moral a la mitad de la población argentina que espera, ni más ni menos, poner en pie de igualdad su capacidad de peticionar por sus derechos."
Buenos Aires, Noviembre de 2006.-