Número de Expediente 977/05

Origen Tipo Extracto
977/05 Senado De La Nación Proyecto De Declaración NEGRE DE ALONSO : PROYECTO DE DECLARACION MANIFESTANDO BENEPLACITO POR LA ELECCION DEL SUMO PONTIFICE BENEDICTO XVI .
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Negre de Alonso , Liliana Teresita

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MESA DE ENTRADAS DADO CUENTA Nº DE D.A.E.
20-04-2005 20-04-2005 50/2005 Tipo: NORMAL

ENVIADO AL ARCHIVO : 24-05-2005

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SENADO
FECHA DE SANCION: 20-04-2005
SANCION: APROBO
COMENTARIO: SOBRE TABLAS
NOTA:SE AP. TEXTO UNIF. CONJ. S. 952 Y 990/05
En proceso de carga
Senado de la Nación
Secretaría Parlamentaria
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(S-977/05)

PROYECTO DE DECLARACIÓN

El Senado de la Nación

DECLARA:

Su beneplácito y alegría por la elección del Sumo Pontífice Benedicto XVI, quien a partir
del 19 de abril de 2005 es el nuevo Papa de la Iglesia Católica Apostólica Romana.

Liliana T. Negre de Alonso.-

FUNDAMENTOS

Señor Presidente:

Queremos a través de este proyecto de declaración manifestar nuestro beneplácito y
alegría por la elección del Sumo Pontífice Benedicto XVI, quien a partir del 19 de abril
de 2005 es el nuevo Papa de la Iglesia Católica Apostólica Romana. Ello lo hacemos llenos
de esperanzas en que él pueda continuar con el trabajo por la paz y los derechos humanos
que Juan Pablo II y sus Predecesores iniciaron.

Con la elección de Joseph Ratzinger, la Iglesia Católica Apostólica Romana, que debe ser
sostenida por el Gobierno Federal conforme lo dispone el artículo 2º de la Constitución
Nacional, continúa su existencia en este tercer milenio que acaba de comenzar.

Los argentinos, que invocamos la protección de Dios en el Preámbulo de nuestra Carta Magna,
hoy debemos estar alegres debido que, una de las religiones con más fieles en el mundo y en
nuestro País, acaba de elegir un nuevo Pontífice luego de la pérdida de Su Santidad Juan
Pablo II.

La vertebración espiritual del ser humano es fundamental para una vida digna y
trascendente. El vacío interior es una de las raíces de la violencia y de las muertes que
innecesariamente se producen en el mundo en el cual nos toca vivir.

Por ello es importante manifestar nuestro beneplácito ante un hecho mundial de esta
naturaleza, ya como católicos, ya como personas pertenecientes a otros culto, ya como
personas no creyentes; debido a que no podemos estar ajenos a lo que ocurre en una realidad
planetaria todos los días más cercana a cada uno de nosotros. Sin duda la elección de un
nuevo Papa es un hecho positivo que debe alegrarnos.

El hecho al cual nos estamos refiriendo ocurrió a las 13.40 horas de Argentina, cuando el
Cardenal chileno Jorge Medina Estévez salió al balcón principal de la Basílica de San Pedro
y anunció al mundo: "Habemus Papam". Inmediatamente, el griterío de los miles de fieles,
que pese a la lluvia se habían acercado a la Plaza de San Pedro, inundó el espació
aclamando al alemán Joseph Ratzinger quien tomaba su lugar de Papa adoptando el nombre
Benedicto XVI.

Instantáneamente, la multitud comenzó a corear su dicho nombre. Tras algunos minutos en los
que la ansiedad se apoderó de los fieles, se produjo la esperada aparición. El nuevo Papa
salió al balcón por primera vez en su reinado e impartió la bendición urbi et orbi (a la
ciudad y al mundo). La imagen del Pontífice alemán provocó una emocionante ovación que se
multiplicó en todo el mundo, donde millones de personas se sumaron a los fieles
concentrados en San Pedro a través de las noticias que recibían por las coberturas de las
cadenas de televisión, radio o Internet.

Luego de recibir el saludo del resto del Colegio Cardenalicio, el nuevo Papa fue conducido
a la "Cámara de las Lágrimas", llamada así porque en el pasado los elegidos entraban en
ella para llorar de emoción. Luego encabezó la procesión hasta el balcón de las
Bendiciones, el principal de la Basílica de San Pedro, y comenzó la difícil tarea como
sucesor de Juan Pablo II.

El director de la revista católica Criterio, José María Poirier Lalanne, definió a Joseph
Ratzinger como la mente más lúcida y preparada del Vaticano y como un teólogo de primer
nivel, un hombre de gran apertura y pensamiento propio.

Sin duda Benedicto XVI es un intelectual de una trayectoria muy importante, un teólogo de
primer nivel. Cuando Juan Pablo II lo llamó a ocupar el cargo en todos los temas referidos
a la doctrina de la fe, sabía que llamaba a un hombre de gran apertura y que le estaba
pidiendo una misión muy difícil que era dejar de lado su propio pensamiento para ocuparse a
una tarea fundamental y de un gran compromiso.

Fue una de las mentes más lúcidas y más preparadas con las que pudo contar el papado de
Juan Pablo II.

Como teólogo independiente, durante muchos años, representó el progresismo dentro de la
Iglesia y la apertura. Desde que asumió el pedido de Juan Pablo II de estar al frente de la
Congregación para la Doctrina de la Fe, tuvo que asumir un rol un poco más conservador.

El nuevo sucesor de San Pedro es un hombre profundamente inteligente que sabe lo que es el
diálogo y la colegialidad. Sus primeras palabras luego de su elección fueron: "los señores
cardenales me han elegido como un simple trabajador de la viña del Señor"; denotando su
profunda humildad y predisposición al servicio de sus hermanos.

Así Benedicto XVI asume como el Papa 265 de la historia de la Iglesia, ocupando también el
lugar de Obispo Romano.

Estudió en la Escuela Superior de Filosofía en Freising y en la Universidad de Múnich, por
la que obtuvo el doctorado en Teología.

Fue Ordenado Sacerdote el 29 de junio de 1951. Luego continuó sus estudios y más tarde
comenzó a ejercer la docencia en el Seminario de Freising (1957).

Fue profesor de Teología en las universidades de Bonn (1959-1963), Munster (1963-1966) y
Tubinga (1966-1969) y de Dogmática e Historia del Dogma en la Universidad de Ratisbona, en
la que de 1969 a 1977 fue vicerrector.

Con anterioridad, de 1962 a 1965, intervino como consultor del arzobispo de Colonia en el
Concilio Vaticano II y constituyó, con J.B. Metz y Kasper en Munster, el centro más
prestigioso de Teología de Alemania.

Fue Miembro de la Comisión Teológica Internacional, siendo el 24 de marzo de 1977
designado por el Papa Pablo VI arzobispo de Múnich y Freising, puesto en el que fue
consagrado el 28 de mayo siguiente.

El 27 de junio de 1977 fue designado Cardenal y ese día recibió la birreta roja y el título
de Santa María Consolatrice al Triburtino.

En esos años, Ratzinger asistió a la IV y V Asamblea Ordinaria del Sínodo de los Obispos,
en Ciudad del Vaticano; fue el enviado especial del Papa al III Congreso Mariológico
Internacional, en Guayaquil, Ecuador, 1978; y fue relator y miembro del Secretariado
General durante los años 1980 a 1983.

Como se dijo precedentemente, en el año 1981, fue designado por el Papa Juan Pablo II
Prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe. Desde este puesto, en 2003 el Papa
le encargó la elaboración de un compendio del Catecismo de la Iglesia Católica, diez años
después de la publicación del mismo.

Presidente de la Pontificia Comisión Bíblica y de la Comisión Teológica Internacional, el
15 de febrero de 1982 renunció al gobierno pastoral de la Archidiócesis.

Estrecho colaborador del Papa Juan Pablo II ha representado al Sumo Pontífice en numerosas
ocasiones. Fue el enviado especial del Papa a las celebraciones por el XII centenario de la
creación de la diócesis de Paderborn y ha asistido a las Asambleas ordinarias y especiales
del Sínodo de Obispos.

El 5 de abril de 1993, fue nombrado Obispo del Título de la sede suburbicaria de
Velletri-Segni y en noviembre de 1996, coincidiendo con el fin del cuarto mandato al frente
de la Congregación de la Fe, Juan Pablo II decidió que Ratzinger permaneciera en este
puesto por tiempo indefinido.

Desde el 30 de noviembre de 2002 era además decano del Colegio Cardenalicio. Sustituyó en
el cargo a Bernadir Gantín. Como tal, Ratzinger era el "primus inter pares" entre los
purpurados, y a él correspondió convocar a los cardenales para el cónclave tras la muerte
del Pontífice.

Joseph Ratzinger era en la curia miembro de las siguientes congregaciones: Iglesias
Orientales, Culto Divino y Disciplina de los Sacramentos, Obispos, Evangelización de los
Pueblos, Clero y Educación.

Desde 1992 formaba parte, como miembro asociado, de la Academia de las Ciencias Sociales y
Políticas de París y es doctor "honoris causa", desde 1998, por la Universidad de Navarra
(España) y desde el año 2000, por la Facultad Teológica Papal de Wroclaw, al sur de
Polonia.

Joseph Ratzinger ha escrito numerosos artículos y libros, muchos de ellos han sido
traducidos a diversos idiomas. De sus obras destacan: "Iglesia, ecumenismo y política",
"Svolta por l'Europa", "Evangelium, Katechese, Katechismus", "Ser cristiano en la era
neopagana", "La sal de la tierra", y "Mi vida. Recuerdos (1927-1977)", obra autobiográfica.

Finalmente, quiero manifestar mi deseo para que en esta nueva etapa que inicia el
catolicismo continuemos todos trabajando por el fortalecimiento de la dignidad humana.

Es por todas estas razones que solicito a mis pares la aprobación del presente proyecto de
declaración.

Liliana T. Negre de Alonso.-