Número de Expediente 693/04
N° | Origen | Tipo | Extracto |
---|---|---|---|
693/04 | Senado De La Nación | Proyecto De Declaración | PRADES : PROYECTO DE DECLARACION MANIFESTANDO BENEPLACITO POR EL DESCUBRIMIENTO CIENTIFICO CONSUMADO POR CIENTIFICOS ARGENTINOS EN MATERIA DE TRATAMIENTO DEL CANCER .- |
Listado de Autores |
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Prades
, Carlos Alfonso
|
Fechas en Dir. Mesa de Entradas
MESA DE ENTRADAS | DADO CUENTA | Nº DE D.A.E. |
---|---|---|
26-03-2004 | 31-03-2004 | 43/2004 Tipo: NORMAL |
Fecha de Ingreso a Dir. Gral. de Comisiones
DIR. GRAL. de COMISIONES | INGRESO DEL DICTAMEN A LA MESA DE ENTRADAS |
---|---|
26-03-2004 | 29-04-2004 |
Giros del Expediente a Comisiones
COMISIÓN | FECHA DE INGRESO | FECHA DE EGRESO |
---|---|---|
ORDEN DE GIRO: 1 |
29-03-2004 | 29-04-2004 |
ENVIADO AL ARCHIVO : 15-06-2004
Resoluciones
SENADO |
---|
FECHA DE SANCION: 19-05-2004 |
SANCION: APROBO |
COMENTARIO: |
NOTA:Junto C/S-621-660-716-734-800/04 |
Órdenes del Día
NÚMERO | DE FECHA | ESTADO | ANEXO |
---|---|---|---|
300/04 | 06-05-2004 | APROBADA | Sin Anexo |
En proceso de carga
Senado de la Nación
Secretaría Parlamentaria
Dirección Publicaciones
(S-0693/04)
PROYECTO DE DECLARACION
El Senado de la Nación
DECLARA:
Su beneplácito por el descubrimiento científico en materia de
tratamiento del CÁNCER consumado por un grupo de investigadores
argentinos, que simboliza un avance trascendental para las Ciencias
Médicas en la Lucha contra esa enfermedad y un aliento de esperanza
para la comunidad a escala mundial, y el especial reconocimiento al Dr.
en Bioquímica e Inmunología GABRIEL RABINOVICH, sus becarios NATALIA
RUBINSTEIN, MARTA TOSCANO y JUAN MARTÍN ILARREGUI, el Dr. LEONARDO
FAINBOIM, el Dr. NORBERTO ZWIRNER. La Dra. INÉS BRAVO y desde la
FUNDACIÓN LELOIR: OSVALDO PODHAJCER, JOSÉ MORDOH y MARIANO ALVAREZ.
Carlos A. Prades.-
FUNDAMENTOS
Señor Presidente:
En estos días, todos sentimos un dejo
de orgullo por el brillante descubrimiento realizado por el grupo de
científicos argentinos liderado por el Dr. Gabriel Rabinovich.
No podemos dejar entonces de nombrar a
quienes hoy son protagonistas de la ciencia médica a nivel
internacional por la magnitud del descubrimiento que han realizado: En
la División Inmunogenética del Hospital de Clínicas trabajan GABRIEL
RABINOVICH, doctor en bioquímica e inmunología, y sus becarios NATALIA
RUBINSTEIN, MARTA TOSCANO y JUAN MARTÍN ILARREGUI, y también los
doctores LEONARDO FAINBOIM y NORBERTO ZWIRNER. En la Fundación Leloir
se desempeñan OSVALDO PODHAJCER, JOSÉ MORDOH y MARIANO ALVAREZ, en
tanto que la doctora INÉS BRAVO lo hace el Hospital Eva Perón.
Tras plantearse la siguiente pregunta: ¿Por qué
el sistema inmunológico es incapaz de ver el cáncer y nos deja inermes
contra ese enemigo que se apodera del organismo? Este notable equipo
de investigadores argentinos alcanzó los resultados que hoy todos
conocemos.
La cronología de este estudio data del año 1998: Gabriel Rabinovich
desarrollaba su tesis doctoral en la Universidad Nacional de Córdoba.
En ese momento, logró identificar y purificar la proteína galectina-1 y
descubrió que esta molécula es capaz de matar a las células linfocitos
T responsables de emprender el contraataque del organismo ante
extraños, pero que esta proteína no mata cualquier linfocito T, sino
sólo los que están activados.
Utilizando anticuerpos monoclonales y antígenos microbianos, los
científicos "activaron" linfocitos y pudieron comprobar que, cuando
agregaban gal-1 a esa preparación, en 24 a 48 horas destruían los
linfocitos activados.
Un año después, Rabinovich se centró en la función de la proteína en
relación con la artritis reumatoidea, por la cual se produce
inflamación en el revestimiento de las articulaciones. Con un
experimento en ratones probó que la proteína galectina-1 tenía un
efecto beneficioso: mataba a linfocitos que estaban causando daño en
las articulaciones. Sin embargo, esa misma capacidad de la proteína no
era para nada esperable si se tenía en cuenta que podría ser el arma
que usan los tumores para hacer que el sistema inmune del cuerpo humano
no reaccione ante su avance.
El equipo analizó tumores de pacientes con distintos grados de
malignidad. Se encontró que esos tumores producen más cantidad de
proteína galectina-1 que las células normales. Con este dato, los
científicos comenzaron a trabajar en su hipótesis: probar si al
bloquear la acción de la proteína, los tumores paran de crecer.
Así, luego de largas pruebas y procedimientos confirmaron su teoría que
les valió la publicación de su estudio en la revista de jerarquía
internacional estadounidense "CANCER CELL".
Hasta aquí todos los elogios que merecidamente deben recibir
Científicos e Investigadores Argentinos que a través de su trabajo
silencioso y constante han aportado un descubrimiento que permite
cargar de esperanza la voluntad de millones de personas que se ven
afectadas por esta enfermedad.
Ahora llega una vez más la hora de replantarse una situación que se
repite constantemente: es ante la ausencia de un respaldo económico
que nuestros científicos no pueden quedarse en el país y aceptan
ofertas de países extranjeros que ponen al servicio de los mismos los
recursos y la tecnología indispensable para concretar un descubrimiento
de la magnitud del que hoy hacemos referencia.
El apoyo inicial que permitió a Rabinovich iniciar sus tareas de
investigación provino de miles de argentinos que hacen donaciones en
dinero a través de la Fundación Sales con el fin de estimular las
investigaciones en cáncer. Esa fundación viene dando desde 1999 al
equipo de Rabinovich más de cien mil dólares para desarrollar los
diferentes pasos del trabajo. Esta oportunidad sirvió también para
retener al joven científico en el país, ya que había recibido ofertas
de trabajo en otros países del extranjero.
Nuestros científicos no deberían depender únicamente de donaciones de
fundaciones o estar sujetos al aporte, al cual no todos tienen acceso,
para desarrollar el trabajo que les permita confirmar una teoría que
inicialmente puede parecer imposible pero que finalmente puede alcanzar
los resultados trascendentales que hoy se hacen públicos.
Una vez más debemos cuestionar el papel que el Estado juega en los
diferentes ámbitos de nuestra sociedad. Aquí estamos hablando no sólo
del ámbito educativo sino también de la Salud. Nuestros científicos son
obligados al EXILIO por la ausencia de una figura que les garantice la
oportunidad, los recursos y el espacio físico para llevar a cabo sus
trabajos de investigación. Este es un DEBER del Estado que debe ser
cuestionado en su cumplimiento y replanteado para que su ineficacia se
torne en Oportunidad.
Los argentinos hoy estamos llenos de orgullo por el aporte que desde
este país se está realizando al mundo. Pero también debemos llamarnos a
la REFLEXIÓN : Tengamos MEMORIA, porque las penurias que pasan nuestros
científicos continúan más allá de los éxitos que se puedan alcanzar.
Porque la memoria no sólo sirve para esclarecer hechos del pasado sino
también para aprender de lo vivido, no repetir los mismos errores y
mejorar nuestro presente. Es DEBER entonces de este gobierno para no
cometer los mismos errores, mejorar el presente asumiendo
definitivamente su rol en las cuestiones de fondo: SALUD, EDUCACIÓN,
TRABAJO, JUSTICIA.
Es por todo lo expuesto, que solicito a mis pares me acompañen en este
proyecto de Declaración.
Carlos A. Prades.-
Secretaría Parlamentaria
Dirección Publicaciones
(S-0693/04)
PROYECTO DE DECLARACION
El Senado de la Nación
DECLARA:
Su beneplácito por el descubrimiento científico en materia de
tratamiento del CÁNCER consumado por un grupo de investigadores
argentinos, que simboliza un avance trascendental para las Ciencias
Médicas en la Lucha contra esa enfermedad y un aliento de esperanza
para la comunidad a escala mundial, y el especial reconocimiento al Dr.
en Bioquímica e Inmunología GABRIEL RABINOVICH, sus becarios NATALIA
RUBINSTEIN, MARTA TOSCANO y JUAN MARTÍN ILARREGUI, el Dr. LEONARDO
FAINBOIM, el Dr. NORBERTO ZWIRNER. La Dra. INÉS BRAVO y desde la
FUNDACIÓN LELOIR: OSVALDO PODHAJCER, JOSÉ MORDOH y MARIANO ALVAREZ.
Carlos A. Prades.-
FUNDAMENTOS
Señor Presidente:
En estos días, todos sentimos un dejo
de orgullo por el brillante descubrimiento realizado por el grupo de
científicos argentinos liderado por el Dr. Gabriel Rabinovich.
No podemos dejar entonces de nombrar a
quienes hoy son protagonistas de la ciencia médica a nivel
internacional por la magnitud del descubrimiento que han realizado: En
la División Inmunogenética del Hospital de Clínicas trabajan GABRIEL
RABINOVICH, doctor en bioquímica e inmunología, y sus becarios NATALIA
RUBINSTEIN, MARTA TOSCANO y JUAN MARTÍN ILARREGUI, y también los
doctores LEONARDO FAINBOIM y NORBERTO ZWIRNER. En la Fundación Leloir
se desempeñan OSVALDO PODHAJCER, JOSÉ MORDOH y MARIANO ALVAREZ, en
tanto que la doctora INÉS BRAVO lo hace el Hospital Eva Perón.
Tras plantearse la siguiente pregunta: ¿Por qué
el sistema inmunológico es incapaz de ver el cáncer y nos deja inermes
contra ese enemigo que se apodera del organismo? Este notable equipo
de investigadores argentinos alcanzó los resultados que hoy todos
conocemos.
La cronología de este estudio data del año 1998: Gabriel Rabinovich
desarrollaba su tesis doctoral en la Universidad Nacional de Córdoba.
En ese momento, logró identificar y purificar la proteína galectina-1 y
descubrió que esta molécula es capaz de matar a las células linfocitos
T responsables de emprender el contraataque del organismo ante
extraños, pero que esta proteína no mata cualquier linfocito T, sino
sólo los que están activados.
Utilizando anticuerpos monoclonales y antígenos microbianos, los
científicos "activaron" linfocitos y pudieron comprobar que, cuando
agregaban gal-1 a esa preparación, en 24 a 48 horas destruían los
linfocitos activados.
Un año después, Rabinovich se centró en la función de la proteína en
relación con la artritis reumatoidea, por la cual se produce
inflamación en el revestimiento de las articulaciones. Con un
experimento en ratones probó que la proteína galectina-1 tenía un
efecto beneficioso: mataba a linfocitos que estaban causando daño en
las articulaciones. Sin embargo, esa misma capacidad de la proteína no
era para nada esperable si se tenía en cuenta que podría ser el arma
que usan los tumores para hacer que el sistema inmune del cuerpo humano
no reaccione ante su avance.
El equipo analizó tumores de pacientes con distintos grados de
malignidad. Se encontró que esos tumores producen más cantidad de
proteína galectina-1 que las células normales. Con este dato, los
científicos comenzaron a trabajar en su hipótesis: probar si al
bloquear la acción de la proteína, los tumores paran de crecer.
Así, luego de largas pruebas y procedimientos confirmaron su teoría que
les valió la publicación de su estudio en la revista de jerarquía
internacional estadounidense "CANCER CELL".
Hasta aquí todos los elogios que merecidamente deben recibir
Científicos e Investigadores Argentinos que a través de su trabajo
silencioso y constante han aportado un descubrimiento que permite
cargar de esperanza la voluntad de millones de personas que se ven
afectadas por esta enfermedad.
Ahora llega una vez más la hora de replantarse una situación que se
repite constantemente: es ante la ausencia de un respaldo económico
que nuestros científicos no pueden quedarse en el país y aceptan
ofertas de países extranjeros que ponen al servicio de los mismos los
recursos y la tecnología indispensable para concretar un descubrimiento
de la magnitud del que hoy hacemos referencia.
El apoyo inicial que permitió a Rabinovich iniciar sus tareas de
investigación provino de miles de argentinos que hacen donaciones en
dinero a través de la Fundación Sales con el fin de estimular las
investigaciones en cáncer. Esa fundación viene dando desde 1999 al
equipo de Rabinovich más de cien mil dólares para desarrollar los
diferentes pasos del trabajo. Esta oportunidad sirvió también para
retener al joven científico en el país, ya que había recibido ofertas
de trabajo en otros países del extranjero.
Nuestros científicos no deberían depender únicamente de donaciones de
fundaciones o estar sujetos al aporte, al cual no todos tienen acceso,
para desarrollar el trabajo que les permita confirmar una teoría que
inicialmente puede parecer imposible pero que finalmente puede alcanzar
los resultados trascendentales que hoy se hacen públicos.
Una vez más debemos cuestionar el papel que el Estado juega en los
diferentes ámbitos de nuestra sociedad. Aquí estamos hablando no sólo
del ámbito educativo sino también de la Salud. Nuestros científicos son
obligados al EXILIO por la ausencia de una figura que les garantice la
oportunidad, los recursos y el espacio físico para llevar a cabo sus
trabajos de investigación. Este es un DEBER del Estado que debe ser
cuestionado en su cumplimiento y replanteado para que su ineficacia se
torne en Oportunidad.
Los argentinos hoy estamos llenos de orgullo por el aporte que desde
este país se está realizando al mundo. Pero también debemos llamarnos a
la REFLEXIÓN : Tengamos MEMORIA, porque las penurias que pasan nuestros
científicos continúan más allá de los éxitos que se puedan alcanzar.
Porque la memoria no sólo sirve para esclarecer hechos del pasado sino
también para aprender de lo vivido, no repetir los mismos errores y
mejorar nuestro presente. Es DEBER entonces de este gobierno para no
cometer los mismos errores, mejorar el presente asumiendo
definitivamente su rol en las cuestiones de fondo: SALUD, EDUCACIÓN,
TRABAJO, JUSTICIA.
Es por todo lo expuesto, que solicito a mis pares me acompañen en este
proyecto de Declaración.
Carlos A. Prades.-