Número de Expediente 624/03
N° | Origen | Tipo | Extracto |
---|---|---|---|
624/03 | Senado De La Nación | Proyecto De Declaración | COLAZO: PROYECTO DE DECLARACION SOLICITANDO EL DESARROLLO DEL SECTOR FRUTIHORTICOLA NACIONAL . |
Listado de Autores |
---|
Colazo
, Mario Jorge
|
Fechas en Dir. Mesa de Entradas
MESA DE ENTRADAS | DADO CUENTA | Nº DE D.A.E. |
---|---|---|
23-04-2003 | 28-05-2003 | 42/2003 Tipo: NORMAL |
Fecha de Ingreso a Dir. Gral. de Comisiones
DIR. GRAL. de COMISIONES | INGRESO DEL DICTAMEN A LA MESA DE ENTRADAS |
---|---|
24-04-2003 | 26-06-2003 |
Giros del Expediente a Comisiones
COMISIÓN | FECHA DE INGRESO | FECHA DE EGRESO |
---|---|---|
DE AGRICULTURA, GANADERÍA Y PESCA
ORDEN DE GIRO: 1 |
24-04-2003 | 26-06-2003 |
ENVIADO AL ARCHIVO : 11-08-2003
Resoluciones
SENADO |
---|
FECHA DE SANCION: 23-07-2003 |
SANCION: APROBO |
COMENTARIO: |
APROBADO COMO: Proyecto de Comunicacion |
NOTA: |
Órdenes del Día
NÚMERO | DE FECHA | ESTADO | ANEXO |
---|---|---|---|
331/03 | 03-07-2003 | APROBADA | Sin Anexo |
En proceso de carga
Senado de la Nación
Secretaría Parlamentaria
Dirección Publicaciones
(S-624/03)
PROYECTO DE DECLARACIÓN
El Senado de la Nación
D E C L A R A
Que vería con agrado, que el Poder Ejecutivo Nacional a través del
Ministerio de la Producción, Secretaría de Agricultura, Ganadería,
Pesca y Alimentación, implemente las medidas necesarias a fin de apoyar
decididamente el desarrollo del sector fruti hortícola nacional,
contribuyendo desde la macroeconomía a la consolidación del mercado
posible.
La fruti horticultura constituye en Argentina, tal como lo fue en
España o Nueva Zelanda, un sector válido para un proyecto realista de
equilibrio regional, de inserción en el mundo y de desarrollo económico
a través del agregado de valor en forma de trabajo, conocimiento e
investigación.
Mario J. Colazo.-
F U N D A M E N T O S
Señor Presidente,
A partir de la parálisis en valuación del dólar, que ha caracterizado
la macroeconomía desde principios de año, comenzaron a oírse con más
fuerza consultas y reflexiones en torno a la posibilidad de un nuevo
ciclo de expansión fruti hortícola.
Si durante 2002, dadas la
incertidumbre, la ausencia de crédito y la dificultad en procurarse los
insumos, el sector atravesó un "veranito" reservado exclusivamente a
algunos empresarios supervivientes de una década de convertibilidad, en
2003 podríamos esperar un proceso mucho más dinámico, de acertarse en
la definición de un marco compatible con ello.
Si bien es cierto que el sector se
caracteriza por la atomización de oferentes y demandantes, y por la
perecibilidad de los productos que generan fuertes movimientos en los
precios instantáneos; también lo es que su desarrollo histórico y
futuro, tiene fundamentos sustancialmente distintos que debemos
contemplar y comprender para la formulación de una estrategia.
En la década del 70, una gran parte de
la expectativa sectorial estuvo puesta en el proyecto del Mercado
Central; en los 80 se pretendió imitar a Chile con su dinamismo
exportador y en el pasado reciente imaginamos parecer España, poniendo
énfasis en adecuar la producción a las necesidades de la gran
distribución.
Hacia el futuro y contemplando el
conjunto (no sólo la situación privilegiada de algún enclave con
ventajas absolutas) reaparece la necesidad de discutir la integración
regional a partir de MERCOSUR, de resolver el desbalance fiscal para
que el estado promueva el desarrollo tecnológico de las Pyme
(renegociación de deuda mediante) y de recuperar el énfasis en el
desarrollo del mercado interno (orientado ahora a la generación de
empleo, la salud y la cultura en cambio de la cantidad indiferenciada).
El modelo de crecimiento de los 90
resultó en la concentración del ingreso y orientó la demanda hacia el
consumo de servicios y bienes durables. Esto indujo a la estructura
productiva a inclinarse hacia sectores de capital intensivos y con
altos requerimientos de importaciones, por lo que tornó imposible
sostener la tasa de crecimiento.
Además, la alta participación de
compañías multinacionales profundizó el desbalance cambiario por la
creciente remesa de royalties y dividendos.
La característica básica de la política
económica en los 90 terminó destacando los problemas preexistentes de
desigualdad, empobrecimiento y dependencia externa, al profundizar la
expulsión laboral de la mano de obra y la dependencia de las
importaciones.
La acumulación de capital durante el
proceso de la apertura unilateral se concentró en un sector que no
resultó capaz de sostenerse. En contrapartida, una mayor equidad en la
distribución del ingreso debería ser inducida y acompañada por
incremento en el producto, en la tasa de ocupación, y una mayor
capacidad de promover el desarrollo del aparato productivo, lo que
parece ya haber sido asumido en nuestro vecino Brasil, no sólo por la
izquierda sino por todo el arco del pensamiento político incluyendo al
"establishment".
La fruti horticultura constituye en
Argentina, tal como lo fue en España o Nueva Zelanda, un sector válido
para un proyecto realista de equilibrio regional, de inserción en el
mundo y de desarrollo económico a través del agregado de valor en forma
de trabajo, conocimiento e investigación. El país cuenta con un enorme
potencial económico, social, ecológico y de infraestructura para ello;
falta ahora contribuir desde la macroeconomía a la consolidación del
mercado posible. Las urgencias por atender la deuda financiera tornaron
inviable cualquier estrategia de crecimiento de largo plazo en el
pasado reciente.
Para la expansión sectorial no basta
con reducir una alícuota impositiva o modificar una tasa cambiaria, el
replanteo debe ser mucho más consistente.
La fruti horticultura ofrece un
vastísimo terreno para el crecimiento, por su inmejorable relación
empleo-inversión, su vasta distribución regional y por su potencial
para articular regionalmente un conjunto de intereses agrícolas,
manufactureros y de servicios.
Señor Presidente, un país empieza a ser
grande cuando se lo piensa responsable, criteriosa y organizadamente,
démosle a la fruti horticultura nacional el espacio que se merece. Por
la importancia de lo expuesto, elevo el presente proyecto para el que
solicito la colaboración de mis pares en su tratamiento.
Mario J. Colazo.-
Secretaría Parlamentaria
Dirección Publicaciones
(S-624/03)
PROYECTO DE DECLARACIÓN
El Senado de la Nación
D E C L A R A
Que vería con agrado, que el Poder Ejecutivo Nacional a través del
Ministerio de la Producción, Secretaría de Agricultura, Ganadería,
Pesca y Alimentación, implemente las medidas necesarias a fin de apoyar
decididamente el desarrollo del sector fruti hortícola nacional,
contribuyendo desde la macroeconomía a la consolidación del mercado
posible.
La fruti horticultura constituye en Argentina, tal como lo fue en
España o Nueva Zelanda, un sector válido para un proyecto realista de
equilibrio regional, de inserción en el mundo y de desarrollo económico
a través del agregado de valor en forma de trabajo, conocimiento e
investigación.
Mario J. Colazo.-
F U N D A M E N T O S
Señor Presidente,
A partir de la parálisis en valuación del dólar, que ha caracterizado
la macroeconomía desde principios de año, comenzaron a oírse con más
fuerza consultas y reflexiones en torno a la posibilidad de un nuevo
ciclo de expansión fruti hortícola.
Si durante 2002, dadas la
incertidumbre, la ausencia de crédito y la dificultad en procurarse los
insumos, el sector atravesó un "veranito" reservado exclusivamente a
algunos empresarios supervivientes de una década de convertibilidad, en
2003 podríamos esperar un proceso mucho más dinámico, de acertarse en
la definición de un marco compatible con ello.
Si bien es cierto que el sector se
caracteriza por la atomización de oferentes y demandantes, y por la
perecibilidad de los productos que generan fuertes movimientos en los
precios instantáneos; también lo es que su desarrollo histórico y
futuro, tiene fundamentos sustancialmente distintos que debemos
contemplar y comprender para la formulación de una estrategia.
En la década del 70, una gran parte de
la expectativa sectorial estuvo puesta en el proyecto del Mercado
Central; en los 80 se pretendió imitar a Chile con su dinamismo
exportador y en el pasado reciente imaginamos parecer España, poniendo
énfasis en adecuar la producción a las necesidades de la gran
distribución.
Hacia el futuro y contemplando el
conjunto (no sólo la situación privilegiada de algún enclave con
ventajas absolutas) reaparece la necesidad de discutir la integración
regional a partir de MERCOSUR, de resolver el desbalance fiscal para
que el estado promueva el desarrollo tecnológico de las Pyme
(renegociación de deuda mediante) y de recuperar el énfasis en el
desarrollo del mercado interno (orientado ahora a la generación de
empleo, la salud y la cultura en cambio de la cantidad indiferenciada).
El modelo de crecimiento de los 90
resultó en la concentración del ingreso y orientó la demanda hacia el
consumo de servicios y bienes durables. Esto indujo a la estructura
productiva a inclinarse hacia sectores de capital intensivos y con
altos requerimientos de importaciones, por lo que tornó imposible
sostener la tasa de crecimiento.
Además, la alta participación de
compañías multinacionales profundizó el desbalance cambiario por la
creciente remesa de royalties y dividendos.
La característica básica de la política
económica en los 90 terminó destacando los problemas preexistentes de
desigualdad, empobrecimiento y dependencia externa, al profundizar la
expulsión laboral de la mano de obra y la dependencia de las
importaciones.
La acumulación de capital durante el
proceso de la apertura unilateral se concentró en un sector que no
resultó capaz de sostenerse. En contrapartida, una mayor equidad en la
distribución del ingreso debería ser inducida y acompañada por
incremento en el producto, en la tasa de ocupación, y una mayor
capacidad de promover el desarrollo del aparato productivo, lo que
parece ya haber sido asumido en nuestro vecino Brasil, no sólo por la
izquierda sino por todo el arco del pensamiento político incluyendo al
"establishment".
La fruti horticultura constituye en
Argentina, tal como lo fue en España o Nueva Zelanda, un sector válido
para un proyecto realista de equilibrio regional, de inserción en el
mundo y de desarrollo económico a través del agregado de valor en forma
de trabajo, conocimiento e investigación. El país cuenta con un enorme
potencial económico, social, ecológico y de infraestructura para ello;
falta ahora contribuir desde la macroeconomía a la consolidación del
mercado posible. Las urgencias por atender la deuda financiera tornaron
inviable cualquier estrategia de crecimiento de largo plazo en el
pasado reciente.
Para la expansión sectorial no basta
con reducir una alícuota impositiva o modificar una tasa cambiaria, el
replanteo debe ser mucho más consistente.
La fruti horticultura ofrece un
vastísimo terreno para el crecimiento, por su inmejorable relación
empleo-inversión, su vasta distribución regional y por su potencial
para articular regionalmente un conjunto de intereses agrícolas,
manufactureros y de servicios.
Señor Presidente, un país empieza a ser
grande cuando se lo piensa responsable, criteriosa y organizadamente,
démosle a la fruti horticultura nacional el espacio que se merece. Por
la importancia de lo expuesto, elevo el presente proyecto para el que
solicito la colaboración de mis pares en su tratamiento.
Mario J. Colazo.-