Número de Expediente 585/03
N° | Origen | Tipo | Extracto |
---|---|---|---|
585/03 | Senado De La Nación | Proyecto De Declaración | CAPARROS : PROYECTO DE DECLARACION ADHIRIENDO A LA CELEBRACION DEL DIA INTERNACIONAL DE LA LIBERTAD DE PRENSA , Y OTRAS CUESTIONES CONEXAS .- |
Listado de Autores |
---|
Caparrós
, Mabel Luisa
|
Fechas en Dir. Mesa de Entradas
MESA DE ENTRADAS | DADO CUENTA | Nº DE D.A.E. |
---|---|---|
15-04-2003 | 28-05-2003 | 40/2003 Tipo: NORMAL |
Fecha de Ingreso a Dir. Gral. de Comisiones
DIR. GRAL. de COMISIONES | INGRESO DEL DICTAMEN A LA MESA DE ENTRADAS |
---|---|
15-04-2003 | 27-05-2003 |
Giros del Expediente a Comisiones
COMISIÓN | FECHA DE INGRESO | FECHA DE EGRESO |
---|---|---|
DE SISTEMAS, MEDIOS DE COMUNICACIÓN Y LIBERTAD DE EXPRESIÓN
ORDEN DE GIRO: 1 |
16-04-2003 | 27-05-2003 |
ENVIADO AL ARCHIVO : 17-06-2003
Resoluciones
SENADO |
---|
FECHA DE SANCION: 12-06-2003 |
SANCION: Com.Art106 |
COMENTARIO: |
NOTA:CONJ.S.699/03-DESPACHO N° 17 |
En proceso de carga
Senado de la Nación
Secretaría Parlamentaria
Dirección Publicaciones
(S-0585/03)
PROYECTO DE DECLARACIÓN
El Senado de la Nación
DECLARA:
1°) Su entusiasta adhesión a la celebración del Día Internacional de
la Libertad de Prensa, instituído por la Asamblea General de Naciones
Unidas el 3 de mayo de cada año, con el objeto de fortalecer el derecho
a la libre expresión de las ideas como base fundamental para el
desenvolvimiento de las sociedades democráticas.
2°) Su enérgico repudio a todo acto que cercene o restrinja en forma
alguna la libre expresión de las ideas por la prensa, como derecho
intrínseco a la condición humana.
3°) Su homenaje a los periodistas argentinos que ejerciendo con
responsabilidad su deber de informar, contribuyen al fortalecimiento de
una prensa libre, pluralista e independiente.
Mabel L. Caparrós
FUNDAMENTOS
Señor Presidente:
El 20 de Diciembre de 1993, La Asamblea General de Naciones
Unidas, por recomendación del Consejo Económico y Social, declaró el 3
de mayo Día Mundial de la Libertad de Prensa por Resolución 48/432. La
iniciativa para promover el Día partió de la Conferencia General de la
UNESCO que, en su resolución de 1991 titulada "Fomento de la Libertad
de Prensa en el Mundo", había reconocido que una prensa libre,
pluralista e independiente era un componente esencial de toda sociedad
democrática. La Conferencia General invitó al Director General de la
UNESCO a que transmitiera a la Asamblea General el deseo expresado por
los Estados Miembros de la UNESCO de que el 3 de mayo se proclamara
"Día Internacional de la Libertad de Prensa".
La fecha se había elegido para conmemorar la Declaración de
Windhoek para el Fomento de una Prensa Africana Independiente y
Pluralista, aprobada el 3 de mayo de 1991 por el Seminario para el
Fomento de una Prensa Africana Independiente y Pluralista, organizado
por la UNESCO y las Naciones Unidas en Windhoek (Namibia).
Los términos de la mencionada Declaración, no por todos
conocida, tienen la importancia de haber sentado las bases para el
ejercicio de la libertad de prensa aún en aquellos países
caracterizados por el control y el sojuzgamiento de la prensa
independiente. De allí su importancia y que los participantes del
Seminario realizado en Namibia del 29 de abril al 3 de mayo de 1991,
Recordando la Declaración Universal de Derechos Humanos, la resolución
59 (I) de la Asamblea General del 14 de diciembre de 1946, en la que se
declara que la libertad de información es un derecho humano
fundamental, y la resolución 45/76 A de la Asamblea General de l11 de
diciembre de 1990, sobre la información al servicio de la humanidad,
recordando la resolución 25 C/104 de la Conferencia General de la
UNESCO de 1989 en la cual se hace principalmente hincapié en la
promoción de "la libre circulación de las ideas por medio de la palabra
y de la imagen" entre las distintas naciones y dentro de cada una de
ellas, expresando también su sincero reconocimiento a todos los órganos
y organizaciones intergubernamentales, gubernamentales y no
gubernamentales, en particular al Programa de las Naciones Unidas para
el Desarrollo (PNUD), que han contribuido al esfuerzo desplegado por
las Naciones Unidas y la UNESCO para organizar el Seminario,
declararon:
1.-De conformidad con el artículo 19 de la Declaración Universal de
Derechos Humanos, el establecimiento, mantenimiento y fortalecimiento
de una prensa independiente, pluralista, y libre son indispensables
para el desarrollo y mantenimiento de la democracia en un país, así
como para el desarrollo económico.
2. Por prensa independiente debe entenderse una prensa sobre la cual
los poderes públicos no ejerzan ni dominio político o económico, ni
control sobre los materiales y la infraestructura necesarios para la
producción y difusión de diarios, revistas y otras publicaciones
periódicas.
3. Por prensa pluralista debe entenderse la supresión de los monopolios
de toda clase y la existencia del mayor número posible de diarios,
revistas y otras publicaciones periódicas que reflejen la más amplia
gama posible de opiniones dentro de la comunidad.
4. La evolución actual de un número creciente de países africanos hacia
una democracia fundada en el pluripartidismo es acogida con beneplácito
y crea un clima favorable al surgimiento de una prensa independiente y
pluralista.
5. La tendencia mundial hacia la democracia y la libertad de
información y de expresión es una contribución fundamental a la
realización de las aspiraciones de la humanidad.
6. En el Africa actual, pese a los acontecimientos positivos que se han
registrado en algunos países, periodistas y editores son víctimas de
represión en muchos países -son objeto de asesinatos, arrestos,
detenciones y censura-, y se restringen sus actividades por diversas
presiones económicas y políticas, como las restricciones impuestas al
suministro de papel periódico, los sistemas de licencia previa que
limitan la libertad de publicación, las restricciones a la concesión de
visas lo que obstaculiza la libertad de movimiento de los periodistas,
las restricciones al intercambio de noticias y de información, y las
limitaciones a la libre circulación de diarios dentro de los países y
fuera de sus fronteras nacionales. En algunos países, el partido único
ejerce un dominio total sobre la información.
7. En la actualidad, por lo menos 17 periodistas y editores se
encuentran detenidos en prisiones africanas, y 48 periodistas africanos
murieron en el ejercicio de sus funciones profesionales entre 1969 y
1990.
8. La Asamblea General de las Naciones Unidas debería incluir en el
programa de su próximo período de sesiones un tema relativo a la
censura con miras a declarar que ésta constituye una grave violación de
los derechos humanos, cuestión que incumbe a la Comisión de Derechos
Humanos.
9. Se debe alentar a los Estados africanos a que proporcionen las
garantías constitucionales necesarias a la libertad de prensa y a la
libertad de asociación.
10. Para fomentar y consolidar los cambios positivos que se producen
actualmente en Africa y para contrarrestar los de carácter negativo, la
comunidad internacional -concretamente las organizaciones
internacionales (tanto gubernamentales como no gubernamentales), los
organismos de desarrollo y las asociaciones profesionales- debería,
como cuestión prioritaria, destinar recursos financieros al desarrollo
y la creación de diarios, revistas y otras publicaciones periódicas no
gubernamentales que reflejen tanto la sociedad en su conjunto como los
diferentes puntos de vista de las comunidades a las que prestan
servicios.
11. Toda financiación debe estar encaminada a fomentar el pluralismo
así como la independencia. En consecuencia, esa financiación debe
concederse a los medios de comunicación públicos únicamente si las
autoridades garantizan, en el plano constitucional y de manera
efectiva, la libertad de información y expresión y la independencia de
la prensa.
12. Con el propósito de contribuir a la preservación de las libertades
enumeradas anteriormente, la creación de asociaciones profesionales,
sindicatos de periodistas y asociaciones de editores verdaderamente
independientes y representativos constituye una prioridad en todos los
países de Africa en que esos organismos no existan todavía.
13. La legislación nacional de los países africanos relativa a los
medios de comunicación y a las relaciones laborales debería formularse
de manera que garantice la existencia de asociaciones representativas
como las mencionadas anteriormente y las condiciones que les permitan
cumplir sus importantes tareas en defensa de la libertad de la prensa.
14. Como muestra de buena fe, los gobiernos de países africanos que han
encarcelado a periodistas por sus actividades profesionales deberían
liberarlos sin tardanza. Los periodistas que han tenido que salir de
sus países deberían estar libres de volver a ellos y reanudar sus
actividades profesionales.
15. Debería alentarse y apoyarse la cooperación tanto entre editores
africanos como entre editores del Norte y del Sur (por ejemplo, de
acuerdo con el principio del hermanamiento).
16. En vista de la importancia de la radio y de la televisión en la
esfera de la difusión de noticias e información, se invita a las
Naciones Unidas y a la UNESCO a que recomienden a la Asamblea General y
a la Conferencia General, respectivamente, la organización de un
seminario análogo de periodistas y directores de servicios de radio y
televisión en Africa, a fin de explorar las posibilidades de aplicar a
estos medios de comunicación los mismos principios de independencia y
pluralismo.
17. La comunidad internacional debería contribuir al logro y aplicación
de las iniciativas y de los proyectos que figuran en el anexo a la
presente Declaración.
18. El Secretario General de las Naciones Unidas y el Director General
de la UNESCO deberían trasmitir la presente Declaración a la Asamblea
General de las Naciones Unidas y a la Conferencia General de la UNESCO,
respectivamente.
Al celebrarse un nuevo Día Mundial de la Libertad de Prensa y
encontrándose el mundo sacudido por un conflicto bélico que altera el
equilibrio entre las naciones y el orden internacional, es necesario
hacer un llamamiento conjunto a todos los gobiernos y las autoridades
regionales y locales para que renueven el compromiso de garantizar la
seguridad de los periodistas y velar por que no queden impunes los
crímenes cometidos contra ellos. Cada vez que se asesina o se ataca a
un periodista, es la sociedad toda la que sufre una gravísima herida.
Cada vez que un periodista es víctima de un acto de violencia, de
intimidación o de una detención arbitraria por su firme determinación
de transmitir la verdad, son todos los ciudadanos los que se ven
privados de sus derechos a pensar y actuar según su conciencia.
La libertad de prensa es una piedra angular de los derechos
humanos y una garantía de las demás libertades. Fomenta la
transparencia y el buen gobierno; asegura que, además de gozar del
imperio de la ley, la sociedad se rige por la justicia verdadera. Pese
a ello, siguen habiendo quienes cuestionan el valor de la libertad de
expresión para su sociedad, quienes aducen que constituye una amenaza
para la estabilidad y un peligro para el progreso, quienes consideran
que es algo impuesto desde fuera y no la expresión autocrática de la
exigencia de libertad de cada pueblo.
Nunca es el pueblo el que esgrime estos argumentos, sino los
gobiernos, nunca los que carecen de poder sino los que sí lo ejercen,
nunca los que no tienen voz, sino aquellos cuyas voces son las únicas
que se pueden oir. Es hora de que este razonamiento se someta de una
vez por todas a la única prueba que cuenta, la elección del pueblo:
saber más o saber menos, ser oído o acallado, ponerse de pie o de
rodillas. La libertad de expresión es un derecho por el que se debe
luchar y no una bendición a la que se debe aspirar. Y aún más: es un
puente de entendimiento y saber; esencial para el intercambio de ideas
entre naciones y culturas, que condiciona la verdadera comprensión y la
cooperación duradera.
Hacemos nuestro llamamiento cuando el mundo está siendo
sacudido por un conflicto bélico de consecuencias inimaginables, que
pesarán seguramente por quienes son más inocentes y ajenos a sus causas
y objetivos. Sabemos que en el siglo que hemos dejado atrás cada
guerra implicó la comisión de graves violaciones a los derechos humanos
de los periodistas, cronistas de guerra y reporteros asignados a la
zona de conflicto. El hecho de que los periodistas sigan siendo el
blanco demuestra la necesidad de redoblar la lucha con mayor vigor.
En el umbral de un nuevo siglo y un nuevo milenio, es más
importante que nunca contar con una prensa libre floreciente, ya sea en
el plano local, nacional o internacional, puntal de la nueva sociedad
de la información y motor de un desarrollo humano sostenible. El
consumo que hacemos cotidianamente de una información veraz, ya sea
transmitida por satélite o por cable oceánico, sigue dependiendo del
valor y la integridad con que los periodistas ejercen su misión, día
tras día, de la tenacidad de los equipos de redacción, del compromiso
de los medios independientes de hacer honor a los principios de una
profesión que vive bajo constantes presiones.
En este Día Mundial de la Libertad de Prensa saludamos su valor
y su compromiso con la búsqueda universal de la verdad y el saber y
sobre todo, debemos homenajear a los periodistas valientes que corren
riesgos graves en el ejercicio de su profesión y a veces pagan el
empeño con la vida. En cada uno de los dos últimos años, más de 50
periodistas han muerto mientras informaban sobre conflictos violentos.
Cada vez más, tales muertes no son resultado de los accidentes de la
guerra sino de una acción dirigida deliberadamente contra los
periodistas por los que desean impedir la exposición de sus actividades
delictivas, corruptas o terroristas por los medios de información. El
destino cruel de Daniel Pearl, para citar un solo caso trágico,
demuestra lo peligrosa que puede ser la profesión de periodista.
La amenaza del terrorismo para la libertad e independencia de
los medios de información puede ser directa e indirecta. A menudo el
terrorismo incluye ataques violentos contra periodistas y editores,
entre ellos asesinatos, secuestros, torturas y ataques de las oficinas
de los medios de información con bombas. Aborrecemos esa violencia. Los
periodistas tienen derechos humanos como todas las demás personas,
derechos que no han perdido por haber elegido su profesión.
La amenaza indirecta del terrorismo tiene dos aspectos
principales. Primero, trata de intimidar, de infundir miedo y sospecha
y de silenciar toda voz con la cual no está de acuerdo - un clima
contrario al ejercicio de los derechos y libertades. Segundo, el
terrorismo puede provocar reacciones estatales que conducen a la
adopción de leyes, reglamentos y formas de vigilancia que socavan los
mismos derechos y libertades que una campaña antiterrorista dice
defender. De hecho, en nombre del antiterrorismo pueden ponerse en
peligro principios y valores que han tardado decenios y tal vez siglos
en establecerse.
Las libertades fundamentales, los derechos humanos y las
prácticas democráticas son las mejores garantías de la libertad. Esta
protección debe abarcar la libertad de prensa y la libertad de
expresión como bienes en sí mismos y como medios de lucha contra el
terrorismo, el narcotráfico y tantos otros males que afectan al mundo
actual.
El mayor servicio que los medios de información pueden prestar
en la lucha contra el terrorismo es actuar libre, independiente y
responsablemente. Esto significa que no deben dejarse amedrentar por
las amenazas ni convertirse en mero portavoz de sentimientos
patrióticos o de opiniones que inflaman los ánimos. Los medios de
información deben buscar y publicar la verdad; presentar información y
opiniones imparcialmente; considerar con cuidado sus palabras e
imágenes; y mantener normas elevadas de conducta profesional. Además,
una prensa responsable es una prensa autorregulada. Se debe resistir a
la tentación de imponer una regulación estatal estricta a los medios de
información.
El Día Mundial de la Libertad de Prensa reafirmamos que la
libertad de prensa es un elemento indispensable de la libertad de
expresión que es derecho inalienable de cada persona y uno de los
fundamentos del progreso humano. Por los motivos expuestos solicito de
mis pares la aprobación del presente Proyecto de Declaración.
Mabel L. Caparrós.-
Secretaría Parlamentaria
Dirección Publicaciones
(S-0585/03)
PROYECTO DE DECLARACIÓN
El Senado de la Nación
DECLARA:
1°) Su entusiasta adhesión a la celebración del Día Internacional de
la Libertad de Prensa, instituído por la Asamblea General de Naciones
Unidas el 3 de mayo de cada año, con el objeto de fortalecer el derecho
a la libre expresión de las ideas como base fundamental para el
desenvolvimiento de las sociedades democráticas.
2°) Su enérgico repudio a todo acto que cercene o restrinja en forma
alguna la libre expresión de las ideas por la prensa, como derecho
intrínseco a la condición humana.
3°) Su homenaje a los periodistas argentinos que ejerciendo con
responsabilidad su deber de informar, contribuyen al fortalecimiento de
una prensa libre, pluralista e independiente.
Mabel L. Caparrós
FUNDAMENTOS
Señor Presidente:
El 20 de Diciembre de 1993, La Asamblea General de Naciones
Unidas, por recomendación del Consejo Económico y Social, declaró el 3
de mayo Día Mundial de la Libertad de Prensa por Resolución 48/432. La
iniciativa para promover el Día partió de la Conferencia General de la
UNESCO que, en su resolución de 1991 titulada "Fomento de la Libertad
de Prensa en el Mundo", había reconocido que una prensa libre,
pluralista e independiente era un componente esencial de toda sociedad
democrática. La Conferencia General invitó al Director General de la
UNESCO a que transmitiera a la Asamblea General el deseo expresado por
los Estados Miembros de la UNESCO de que el 3 de mayo se proclamara
"Día Internacional de la Libertad de Prensa".
La fecha se había elegido para conmemorar la Declaración de
Windhoek para el Fomento de una Prensa Africana Independiente y
Pluralista, aprobada el 3 de mayo de 1991 por el Seminario para el
Fomento de una Prensa Africana Independiente y Pluralista, organizado
por la UNESCO y las Naciones Unidas en Windhoek (Namibia).
Los términos de la mencionada Declaración, no por todos
conocida, tienen la importancia de haber sentado las bases para el
ejercicio de la libertad de prensa aún en aquellos países
caracterizados por el control y el sojuzgamiento de la prensa
independiente. De allí su importancia y que los participantes del
Seminario realizado en Namibia del 29 de abril al 3 de mayo de 1991,
Recordando la Declaración Universal de Derechos Humanos, la resolución
59 (I) de la Asamblea General del 14 de diciembre de 1946, en la que se
declara que la libertad de información es un derecho humano
fundamental, y la resolución 45/76 A de la Asamblea General de l11 de
diciembre de 1990, sobre la información al servicio de la humanidad,
recordando la resolución 25 C/104 de la Conferencia General de la
UNESCO de 1989 en la cual se hace principalmente hincapié en la
promoción de "la libre circulación de las ideas por medio de la palabra
y de la imagen" entre las distintas naciones y dentro de cada una de
ellas, expresando también su sincero reconocimiento a todos los órganos
y organizaciones intergubernamentales, gubernamentales y no
gubernamentales, en particular al Programa de las Naciones Unidas para
el Desarrollo (PNUD), que han contribuido al esfuerzo desplegado por
las Naciones Unidas y la UNESCO para organizar el Seminario,
declararon:
1.-De conformidad con el artículo 19 de la Declaración Universal de
Derechos Humanos, el establecimiento, mantenimiento y fortalecimiento
de una prensa independiente, pluralista, y libre son indispensables
para el desarrollo y mantenimiento de la democracia en un país, así
como para el desarrollo económico.
2. Por prensa independiente debe entenderse una prensa sobre la cual
los poderes públicos no ejerzan ni dominio político o económico, ni
control sobre los materiales y la infraestructura necesarios para la
producción y difusión de diarios, revistas y otras publicaciones
periódicas.
3. Por prensa pluralista debe entenderse la supresión de los monopolios
de toda clase y la existencia del mayor número posible de diarios,
revistas y otras publicaciones periódicas que reflejen la más amplia
gama posible de opiniones dentro de la comunidad.
4. La evolución actual de un número creciente de países africanos hacia
una democracia fundada en el pluripartidismo es acogida con beneplácito
y crea un clima favorable al surgimiento de una prensa independiente y
pluralista.
5. La tendencia mundial hacia la democracia y la libertad de
información y de expresión es una contribución fundamental a la
realización de las aspiraciones de la humanidad.
6. En el Africa actual, pese a los acontecimientos positivos que se han
registrado en algunos países, periodistas y editores son víctimas de
represión en muchos países -son objeto de asesinatos, arrestos,
detenciones y censura-, y se restringen sus actividades por diversas
presiones económicas y políticas, como las restricciones impuestas al
suministro de papel periódico, los sistemas de licencia previa que
limitan la libertad de publicación, las restricciones a la concesión de
visas lo que obstaculiza la libertad de movimiento de los periodistas,
las restricciones al intercambio de noticias y de información, y las
limitaciones a la libre circulación de diarios dentro de los países y
fuera de sus fronteras nacionales. En algunos países, el partido único
ejerce un dominio total sobre la información.
7. En la actualidad, por lo menos 17 periodistas y editores se
encuentran detenidos en prisiones africanas, y 48 periodistas africanos
murieron en el ejercicio de sus funciones profesionales entre 1969 y
1990.
8. La Asamblea General de las Naciones Unidas debería incluir en el
programa de su próximo período de sesiones un tema relativo a la
censura con miras a declarar que ésta constituye una grave violación de
los derechos humanos, cuestión que incumbe a la Comisión de Derechos
Humanos.
9. Se debe alentar a los Estados africanos a que proporcionen las
garantías constitucionales necesarias a la libertad de prensa y a la
libertad de asociación.
10. Para fomentar y consolidar los cambios positivos que se producen
actualmente en Africa y para contrarrestar los de carácter negativo, la
comunidad internacional -concretamente las organizaciones
internacionales (tanto gubernamentales como no gubernamentales), los
organismos de desarrollo y las asociaciones profesionales- debería,
como cuestión prioritaria, destinar recursos financieros al desarrollo
y la creación de diarios, revistas y otras publicaciones periódicas no
gubernamentales que reflejen tanto la sociedad en su conjunto como los
diferentes puntos de vista de las comunidades a las que prestan
servicios.
11. Toda financiación debe estar encaminada a fomentar el pluralismo
así como la independencia. En consecuencia, esa financiación debe
concederse a los medios de comunicación públicos únicamente si las
autoridades garantizan, en el plano constitucional y de manera
efectiva, la libertad de información y expresión y la independencia de
la prensa.
12. Con el propósito de contribuir a la preservación de las libertades
enumeradas anteriormente, la creación de asociaciones profesionales,
sindicatos de periodistas y asociaciones de editores verdaderamente
independientes y representativos constituye una prioridad en todos los
países de Africa en que esos organismos no existan todavía.
13. La legislación nacional de los países africanos relativa a los
medios de comunicación y a las relaciones laborales debería formularse
de manera que garantice la existencia de asociaciones representativas
como las mencionadas anteriormente y las condiciones que les permitan
cumplir sus importantes tareas en defensa de la libertad de la prensa.
14. Como muestra de buena fe, los gobiernos de países africanos que han
encarcelado a periodistas por sus actividades profesionales deberían
liberarlos sin tardanza. Los periodistas que han tenido que salir de
sus países deberían estar libres de volver a ellos y reanudar sus
actividades profesionales.
15. Debería alentarse y apoyarse la cooperación tanto entre editores
africanos como entre editores del Norte y del Sur (por ejemplo, de
acuerdo con el principio del hermanamiento).
16. En vista de la importancia de la radio y de la televisión en la
esfera de la difusión de noticias e información, se invita a las
Naciones Unidas y a la UNESCO a que recomienden a la Asamblea General y
a la Conferencia General, respectivamente, la organización de un
seminario análogo de periodistas y directores de servicios de radio y
televisión en Africa, a fin de explorar las posibilidades de aplicar a
estos medios de comunicación los mismos principios de independencia y
pluralismo.
17. La comunidad internacional debería contribuir al logro y aplicación
de las iniciativas y de los proyectos que figuran en el anexo a la
presente Declaración.
18. El Secretario General de las Naciones Unidas y el Director General
de la UNESCO deberían trasmitir la presente Declaración a la Asamblea
General de las Naciones Unidas y a la Conferencia General de la UNESCO,
respectivamente.
Al celebrarse un nuevo Día Mundial de la Libertad de Prensa y
encontrándose el mundo sacudido por un conflicto bélico que altera el
equilibrio entre las naciones y el orden internacional, es necesario
hacer un llamamiento conjunto a todos los gobiernos y las autoridades
regionales y locales para que renueven el compromiso de garantizar la
seguridad de los periodistas y velar por que no queden impunes los
crímenes cometidos contra ellos. Cada vez que se asesina o se ataca a
un periodista, es la sociedad toda la que sufre una gravísima herida.
Cada vez que un periodista es víctima de un acto de violencia, de
intimidación o de una detención arbitraria por su firme determinación
de transmitir la verdad, son todos los ciudadanos los que se ven
privados de sus derechos a pensar y actuar según su conciencia.
La libertad de prensa es una piedra angular de los derechos
humanos y una garantía de las demás libertades. Fomenta la
transparencia y el buen gobierno; asegura que, además de gozar del
imperio de la ley, la sociedad se rige por la justicia verdadera. Pese
a ello, siguen habiendo quienes cuestionan el valor de la libertad de
expresión para su sociedad, quienes aducen que constituye una amenaza
para la estabilidad y un peligro para el progreso, quienes consideran
que es algo impuesto desde fuera y no la expresión autocrática de la
exigencia de libertad de cada pueblo.
Nunca es el pueblo el que esgrime estos argumentos, sino los
gobiernos, nunca los que carecen de poder sino los que sí lo ejercen,
nunca los que no tienen voz, sino aquellos cuyas voces son las únicas
que se pueden oir. Es hora de que este razonamiento se someta de una
vez por todas a la única prueba que cuenta, la elección del pueblo:
saber más o saber menos, ser oído o acallado, ponerse de pie o de
rodillas. La libertad de expresión es un derecho por el que se debe
luchar y no una bendición a la que se debe aspirar. Y aún más: es un
puente de entendimiento y saber; esencial para el intercambio de ideas
entre naciones y culturas, que condiciona la verdadera comprensión y la
cooperación duradera.
Hacemos nuestro llamamiento cuando el mundo está siendo
sacudido por un conflicto bélico de consecuencias inimaginables, que
pesarán seguramente por quienes son más inocentes y ajenos a sus causas
y objetivos. Sabemos que en el siglo que hemos dejado atrás cada
guerra implicó la comisión de graves violaciones a los derechos humanos
de los periodistas, cronistas de guerra y reporteros asignados a la
zona de conflicto. El hecho de que los periodistas sigan siendo el
blanco demuestra la necesidad de redoblar la lucha con mayor vigor.
En el umbral de un nuevo siglo y un nuevo milenio, es más
importante que nunca contar con una prensa libre floreciente, ya sea en
el plano local, nacional o internacional, puntal de la nueva sociedad
de la información y motor de un desarrollo humano sostenible. El
consumo que hacemos cotidianamente de una información veraz, ya sea
transmitida por satélite o por cable oceánico, sigue dependiendo del
valor y la integridad con que los periodistas ejercen su misión, día
tras día, de la tenacidad de los equipos de redacción, del compromiso
de los medios independientes de hacer honor a los principios de una
profesión que vive bajo constantes presiones.
En este Día Mundial de la Libertad de Prensa saludamos su valor
y su compromiso con la búsqueda universal de la verdad y el saber y
sobre todo, debemos homenajear a los periodistas valientes que corren
riesgos graves en el ejercicio de su profesión y a veces pagan el
empeño con la vida. En cada uno de los dos últimos años, más de 50
periodistas han muerto mientras informaban sobre conflictos violentos.
Cada vez más, tales muertes no son resultado de los accidentes de la
guerra sino de una acción dirigida deliberadamente contra los
periodistas por los que desean impedir la exposición de sus actividades
delictivas, corruptas o terroristas por los medios de información. El
destino cruel de Daniel Pearl, para citar un solo caso trágico,
demuestra lo peligrosa que puede ser la profesión de periodista.
La amenaza del terrorismo para la libertad e independencia de
los medios de información puede ser directa e indirecta. A menudo el
terrorismo incluye ataques violentos contra periodistas y editores,
entre ellos asesinatos, secuestros, torturas y ataques de las oficinas
de los medios de información con bombas. Aborrecemos esa violencia. Los
periodistas tienen derechos humanos como todas las demás personas,
derechos que no han perdido por haber elegido su profesión.
La amenaza indirecta del terrorismo tiene dos aspectos
principales. Primero, trata de intimidar, de infundir miedo y sospecha
y de silenciar toda voz con la cual no está de acuerdo - un clima
contrario al ejercicio de los derechos y libertades. Segundo, el
terrorismo puede provocar reacciones estatales que conducen a la
adopción de leyes, reglamentos y formas de vigilancia que socavan los
mismos derechos y libertades que una campaña antiterrorista dice
defender. De hecho, en nombre del antiterrorismo pueden ponerse en
peligro principios y valores que han tardado decenios y tal vez siglos
en establecerse.
Las libertades fundamentales, los derechos humanos y las
prácticas democráticas son las mejores garantías de la libertad. Esta
protección debe abarcar la libertad de prensa y la libertad de
expresión como bienes en sí mismos y como medios de lucha contra el
terrorismo, el narcotráfico y tantos otros males que afectan al mundo
actual.
El mayor servicio que los medios de información pueden prestar
en la lucha contra el terrorismo es actuar libre, independiente y
responsablemente. Esto significa que no deben dejarse amedrentar por
las amenazas ni convertirse en mero portavoz de sentimientos
patrióticos o de opiniones que inflaman los ánimos. Los medios de
información deben buscar y publicar la verdad; presentar información y
opiniones imparcialmente; considerar con cuidado sus palabras e
imágenes; y mantener normas elevadas de conducta profesional. Además,
una prensa responsable es una prensa autorregulada. Se debe resistir a
la tentación de imponer una regulación estatal estricta a los medios de
información.
El Día Mundial de la Libertad de Prensa reafirmamos que la
libertad de prensa es un elemento indispensable de la libertad de
expresión que es derecho inalienable de cada persona y uno de los
fundamentos del progreso humano. Por los motivos expuestos solicito de
mis pares la aprobación del presente Proyecto de Declaración.
Mabel L. Caparrós.-