Número de Expediente 574/03

Listado de Autores
Falco , Luis

En proceso de carga

Senado de la Nación
Secretaría Parlamentaria
Dirección Publicaciones


(S-0574/03)

PROYECTO DE RESOLUCIÓN

El Senado de la Nación

RESUELVE

Adherir a la conmemoración del Día Internacional de los Trabajadores
que se celebra el 1 de mayo de 2003.

Luis A. Falcó.-

FUNDAMENTOS

Señor presidente:

La adhesión a las celebraciones correspondientes a un nuevo aniversario
del Día Internacional de los Trabajadores no debe ser acción privativa
de ningún partido político ni de ninguna ideología en particular; por
el contrario, debe ser asumido como un evento conmemorativo de carácter
universal con la mirada siempre puesta en el presente y el porvenir.

El Día Internacional del Trabajador quedó instituido el 1 de mayo de
1889, durante el Congreso de la Asociación Internacional de Sindicatos
Europeos. Esta fecha fue instituida como jornada de lucha para
perpetuar la memoria de los trabajadores que fueron detenidos y
ajusticiados por manifestarse en Chicago a favor de la jornada laboral
de ocho horas en mayo de 1886.

A partir de 1890, los partidos políticos socialistas y los sindicatos
que se fueron formando, dirigieron, en casi todos los países
industrializados, manifestaciones de trabajadores en petición de la
jornada de ocho horas y como muestra de la fraternidad del proletariado
internacional.

Durante el siglo XX, los progresos laborales se fueron acrecentando con
leyes para los trabajadores, para otorgarles derechos de respeto,
retribución justa y amparo social.

En Argentina, entre las leyes sociales, se pueden citar la ley 4661 de
descanso dominical; la ley 9688, que establece la obligación de
indemnizar los accidentes de trabajo y las enfermedades profesionales
aunque no medie culpa patronal; la ley 11544, que limita la jornada
laboral a 8 horas y la "Ley de despido", que trata del preaviso y de
las indemnizaciones correspondientes.

Nuestro país acaba de atravesar una larga década donde la especulación
se impuso al trabajo; donde las finanzas no fueron puestas
-precisamente- al servicio de la producción. Millones de empleos fueron
sistemáticamente destruidos por efecto de la aplicación de un sistema
económico que privilegió la concentración del capital en pocas manos,
la apertura irrestricta de las importaciones, el endeudamiento
desmedido, el aumento del gasto público sin control y la venta de los
activos de la Nación a empresas extranjeras.

Todos sabemos que el trabajo constituye al hombre como sujeto histórico
y forja su personalidad dándole, no sólo los medios para su sustento
material, sino también para su equilibrio espiritual y sustentabilidad
moral.
Recordar lo que significa el trabajo en esta fecha debe servir para
comprometer al futuro gobierno para el diseño y ejecución de políticas
activas que vuelvan a darle al empleo el alcance y el profundo
contenido social que reclama la hora para la reconstrucción de la
Argentina.

Desde tiempos inmemoriales las sociedades han progresado por medio del
trabajo. Toda otra alternativa es pura demagogia.

Cierto es que buena parte de toda la riqueza generada en el mundo ha
sido fruto de la explotación. Por eso, es menester que los gobiernos
tiendan a la humanización del trabajo mediante la mejora constante de
sus condiciones y la búsqueda de mayores fuentes de empleo.

Reducir los índices de desempleo debe ser el objetivo permanente del
gobierno. Y esto debe darse de forma genuina y no puramente nominal o
recurriendo a créditos internacionales usurarios que no resuelven la
cuestión de fondo.

Por estas razones y al cumplirse un nuevo aniversario del Día
Internacional de los Trabajadores, elevo este proyecto a consideración
de mis pares solicitándoles su aprobación.

Luis A. Falcó.-