Número de Expediente 449/03
N° | Origen | Tipo | Extracto |
---|---|---|---|
449/03 | Senado De La Nación | Proyecto De Declaración | SALVATORI : PROYECTO DE DECLARACION EXPRESANDO RECONOCIMIENTO A LA LABOR DESARROLLADA POR UN GRUPO DE PALEONTOLOGOS EN EL DESCUBRIMIENTO DE HUELLAS DEJADAS POR AVES PATAGONICAS .- |
Listado de Autores |
---|
Salvatori
, Pedro
|
Fechas en Dir. Mesa de Entradas
MESA DE ENTRADAS | DADO CUENTA | Nº DE D.A.E. |
---|---|---|
03-04-2003 | 09-04-2003 | 31/2003 Tipo: NORMAL |
Fecha de Ingreso a Dir. Gral. de Comisiones
DIR. GRAL. de COMISIONES | INGRESO DEL DICTAMEN A LA MESA DE ENTRADAS |
---|---|
04-04-2003 | SIN FECHA |
Giros del Expediente a Comisiones
COMISIÓN | FECHA DE INGRESO | FECHA DE EGRESO |
---|---|---|
ORDEN DE GIRO: 1 |
04-04-2003 | 18-03-2004 |
ENVIADO AL ARCHIVO : 19-04-2004
Resoluciones
SENADO |
---|
FECHA DE SANCION: 18-03-2004 |
SANCION: APROBO |
COMENTARIO: SOBRE TABLAS |
NOTA: |
En proceso de carga
Senado de la Nación
Secretaría Parlamentaria
Dirección Publicaciones
(S-0449/03)
PROYECTO DE DECLARACION
El Senado de la Nación
DECLARA:
Expresar su reconocimiento a la labor desarrollada por paleontólogos
argentinos y canadienses, quienes descubrieron las primeras huellas
dejadas por aves patagónicas que habitaron hace 80 millones de años el
actual territorio neuquino, incrementando la abundante y variada
riqueza paleontológica de la Patagonia argentina.
Pedro Salvatori.-
FUNDAMENTOS
Señor Presidente:
Recientemente, paleontólogos del Museo Carmen Funes de Plaza Huincul,
Neuquén, y del Royal Tyrrel Museam of Paleontology de Alberta, Canadá,
descubrieron en Sierra Barrosa las primeras huellas de aves
prehistóricas más antiguas halladas en la Patagonia, que pertenecerían
a dos especies distintas que habitaron hace 80 millones de años lo que
hoy es Neuquén.
El hallazgo de unas 300 pisadas y restos de dinosaurios carnívoros y
herbívoros, tortugas y cocodrilos prehistóricos que actualmente están
siendo estudiados ya que algunos pertenecen a especies hasta ahora
desconocidas, se produjo en Sierra Barrosa a 30 kilómetros de Plaza
Huincul, y se explica porque en la prehistoria allí mismo corría un
arroyo que en cierta ocasión se desbordó ocupando buena parte de los
terrenos adyacentes.
Cuando las aguas se retiraron los habituales habitantes de la llanura
regresaron a esa tierra todavía húmeda. La impronta de ese regreso
quedó sepultada por una capa de barro que preservó hasta nuestros días
las pisadas de los moradores de la Patagonia durante el período
conocido como cretácico tardío.
El prestigioso director del Museo Carmen Funes Rodolfo Coria, y coautor
del estudio publicado en el último número de la revista especializada
Ameghiniana en el que se describen las huellas en cuestión, manifestó
que de la investigación derivada del hallazgo se encontraron evidencias
que sugieren la coexistencia de al menos dos especies distintas de
aves.
Al interpretar las pisadas encontradas, Coria y su colega canadiense
Phil Currie dedujeron que pertenecerían a formas primitivas de animales
evolutivamente ubicadas a mitad de camino entre el Archaeopterix, que
data del jurásico superior (+/-150 millones de años de antigüedad), y
las aves de hoy en día.
Los paleontólogos explicaron que, significativamente, las huellas
encontradas son casi indistinguibles de las huellas de las aves
actuales, lo que indica que hace 80 millones de años ya tenían una
estructura articular similar a las aves del presente por lo que el
andar de estos animales debió haber sido muy parecido al de las
gallinas o al de las palomas, aves que están muy adaptadas a caminar
por el suelo más que a estar paradas en las ramas de los árboles.
El aspecto general de estos animales es hipotético, debido a la
inexistencia de rastros de las aves que dejaron estas huellas. Sin
embargo, el hallazgo en el sitio de restos fósiles pertenecientes al
Patagopteryx, una primitiva ave no voladora patagónica cuyas patas
poseían dedos largos y bien abiertos pero carentes de espolón, podría
sugerir un cierto grado de parentesco con el mismo.
Las estimaciones de los investigadores apuntan a que las aves de Sierra
Barrosa debieron haberse parecido bastante a las actuales, aunque
podrían haber tenido colas más largas por su mayor afinidad con los
reptiles.
Indudablemente, este reciente descubrimiento implica el enriquecimiento
del ya valioso capital paleontológico de la provincia del Neuquén y por
ende de toda la Patagonia argentina.
Demás esta en remarcar la importancia que estas exploraciones
científicas significan no sólo para la región, sino también para la
educación y todas las actividades que se derivan del desarrollo y
crecimiento de una actividad que posee, en el subsuelo patagónico, un
sustrato extraordinario y único.
Por estas razones, señor presidente, solicito a los señores senadores
la aprobación del presente proyecto de declaración.
Pedro Salvatori.-
Secretaría Parlamentaria
Dirección Publicaciones
(S-0449/03)
PROYECTO DE DECLARACION
El Senado de la Nación
DECLARA:
Expresar su reconocimiento a la labor desarrollada por paleontólogos
argentinos y canadienses, quienes descubrieron las primeras huellas
dejadas por aves patagónicas que habitaron hace 80 millones de años el
actual territorio neuquino, incrementando la abundante y variada
riqueza paleontológica de la Patagonia argentina.
Pedro Salvatori.-
FUNDAMENTOS
Señor Presidente:
Recientemente, paleontólogos del Museo Carmen Funes de Plaza Huincul,
Neuquén, y del Royal Tyrrel Museam of Paleontology de Alberta, Canadá,
descubrieron en Sierra Barrosa las primeras huellas de aves
prehistóricas más antiguas halladas en la Patagonia, que pertenecerían
a dos especies distintas que habitaron hace 80 millones de años lo que
hoy es Neuquén.
El hallazgo de unas 300 pisadas y restos de dinosaurios carnívoros y
herbívoros, tortugas y cocodrilos prehistóricos que actualmente están
siendo estudiados ya que algunos pertenecen a especies hasta ahora
desconocidas, se produjo en Sierra Barrosa a 30 kilómetros de Plaza
Huincul, y se explica porque en la prehistoria allí mismo corría un
arroyo que en cierta ocasión se desbordó ocupando buena parte de los
terrenos adyacentes.
Cuando las aguas se retiraron los habituales habitantes de la llanura
regresaron a esa tierra todavía húmeda. La impronta de ese regreso
quedó sepultada por una capa de barro que preservó hasta nuestros días
las pisadas de los moradores de la Patagonia durante el período
conocido como cretácico tardío.
El prestigioso director del Museo Carmen Funes Rodolfo Coria, y coautor
del estudio publicado en el último número de la revista especializada
Ameghiniana en el que se describen las huellas en cuestión, manifestó
que de la investigación derivada del hallazgo se encontraron evidencias
que sugieren la coexistencia de al menos dos especies distintas de
aves.
Al interpretar las pisadas encontradas, Coria y su colega canadiense
Phil Currie dedujeron que pertenecerían a formas primitivas de animales
evolutivamente ubicadas a mitad de camino entre el Archaeopterix, que
data del jurásico superior (+/-150 millones de años de antigüedad), y
las aves de hoy en día.
Los paleontólogos explicaron que, significativamente, las huellas
encontradas son casi indistinguibles de las huellas de las aves
actuales, lo que indica que hace 80 millones de años ya tenían una
estructura articular similar a las aves del presente por lo que el
andar de estos animales debió haber sido muy parecido al de las
gallinas o al de las palomas, aves que están muy adaptadas a caminar
por el suelo más que a estar paradas en las ramas de los árboles.
El aspecto general de estos animales es hipotético, debido a la
inexistencia de rastros de las aves que dejaron estas huellas. Sin
embargo, el hallazgo en el sitio de restos fósiles pertenecientes al
Patagopteryx, una primitiva ave no voladora patagónica cuyas patas
poseían dedos largos y bien abiertos pero carentes de espolón, podría
sugerir un cierto grado de parentesco con el mismo.
Las estimaciones de los investigadores apuntan a que las aves de Sierra
Barrosa debieron haberse parecido bastante a las actuales, aunque
podrían haber tenido colas más largas por su mayor afinidad con los
reptiles.
Indudablemente, este reciente descubrimiento implica el enriquecimiento
del ya valioso capital paleontológico de la provincia del Neuquén y por
ende de toda la Patagonia argentina.
Demás esta en remarcar la importancia que estas exploraciones
científicas significan no sólo para la región, sino también para la
educación y todas las actividades que se derivan del desarrollo y
crecimiento de una actividad que posee, en el subsuelo patagónico, un
sustrato extraordinario y único.
Por estas razones, señor presidente, solicito a los señores senadores
la aprobación del presente proyecto de declaración.
Pedro Salvatori.-