Número de Expediente 448/03
N° | Origen | Tipo | Extracto |
---|---|---|---|
448/03 | Senado De La Nación | Proyecto De Declaración | SALVATORI :PROYECTO DE DECLARACION EXPRESANDO BENEPLACITO POR LA LABOR DE CIENTIFICOS ARGENTINOS EN EL DESARROLLO DE TECNOLOGIA PETROLERA DE EXPORTACION .- |
Listado de Autores |
---|
Salvatori
, Pedro
|
Fechas en Dir. Mesa de Entradas
MESA DE ENTRADAS | DADO CUENTA | Nº DE D.A.E. |
---|---|---|
03-04-2003 | 09-04-2003 | 31/2003 Tipo: NORMAL |
Fecha de Ingreso a Dir. Gral. de Comisiones
DIR. GRAL. de COMISIONES | INGRESO DEL DICTAMEN A LA MESA DE ENTRADAS |
---|---|
04-04-2003 | 03-09-2004 |
Giros del Expediente a Comisiones
COMISIÓN | FECHA DE INGRESO | FECHA DE EGRESO |
---|---|---|
ORDEN DE GIRO: 1 |
04-04-2003 | 03-09-2004 |
ENVIADO AL ARCHIVO : 13-10-2004
Resoluciones
SENADO |
---|
FECHA DE SANCION: 15-09-2004 |
SANCION: APROBO |
COMENTARIO: |
NOTA: |
Órdenes del Día
NÚMERO | DE FECHA | ESTADO | ANEXO |
---|---|---|---|
985/04 | 06-09-2004 | APROBADA | Sin Anexo |
En proceso de carga
Senado de la Nación
Secretaría Parlamentaria
Dirección Publicaciones
(S-0448/03)
PROYECTO DE DECLARACION
El Senado de la Nación
DECLARA
Su beneplácito y reconocimiento a la labor realizada por científicos
argentinos en el desarrollo de tecnología petrolera de exportación,
posibilitada por acuerdos estratégicos establecidos entre el CONICET,
las Universidades de Buenos Aires y Córdoba, el Invap y una empresa
estadounidense.
Pedro Salvatori.-
FUNDAMENTOS
Señor Presidente:
Recientemente, en las afueras de la ciudad de Neuquén se estableció un
laboratorio de investigación orientado a desarrollar tecnología
petrolera de exportación dentro de un marco de colaboración estratégica
entre investigadores del CONICET, las Universidades de Buenos Aires y
Córdoba, el Invap y una empresa norteamericana.
Este proyecto, que nació a partir de una propuesta del ingeniero
argentino Gustavo Bianchi, doctor en ciencias de los materiales formado
en la Comisión Nacional de Energía Atómica (CNEA) y radicado en EE.UU,
tiene a su favor costos menores e inventos revolucionarios, como un
tipo de cemento cuyas características fisico-químicas le confieren la
propiedad de flotar en el agua.
El constante trabajo de nuestros químicos e ingenieros petroleros,
nucleares y aeroespaciales ha posibilitado que hoy Neuquén posea una
sorprendente y sofisticada tecnología petrolera totalmente criolla,
diseñada y fabricada en el Alto Valle para los pozos y plataformas
petrolíferas de todo el mundo, con implementos costosos que mejoran en
prestaciones, duración o precio la oferta mundial existente.
Si bien los inventos pertenecen a una empresa norteamericana de
servicios para la industria petrolera cuya casa matriz está en Texas,
los mismos fueron desarrollados por investigadores del Conicet, las
universidades de Buenos Aires y Córdoba, y el Invap gracias a un
acuerdo estratégico.
Es público y notorio que Invap tiene la calidad de las mejores firmas
de tecnología de los Estados Unidos y una creatividad tal vez superior,
porque sus estructuras corporativas pesan menos. Pero el precio de la
hora de ingeniería argentina es mucho menor que el estadounidense. Esto
se suma a la excelente preparación de los técnicos de las demás áreas
involucradas en este proyecto.
Es sabido que la ingeniería petrolera trabaja con herramientas y
máquinas enormes que se reemplazan en general cuando se rompen o llegan
al término de su vida útil, a diferencia de lo que ocurre en la
industria atómica o en la aeroespacial donde no hay márgenes de error y
el diseño por cálculo de elementos finitos permite saber cuándo y cómo
se va a romper algo, para reemplazarlo antes.
El trabajo conjunto de nuestros técnicos con la contraparte
estadounidense no fue fácil. Sin embargo, de ese choque de culturas
técnicas están saliendo productos pujantes como motores de fondo de
pozo de alta resistencia de decenas de miles de dólares la pieza,
barros para pozo de composición secreta que se exportan a todo el
mundo, nuevos materiales que parecen una solución a los problemas
habituales (como el cemento que flota en agua) y equipos pesados que
exceden el millón de dólares la unidad, como los inyectores de barros o
de ácidos.
Curiosamente, en ocho décadas de actividad petrolera la República
Argentina casi no desarrolló y sólo se limitaba a importar éstas
manufacturas, que por una paradoja del destino ahora se diseñan y
fabrican aquí gracias a la colaboración mutua entre el sistema
científico-técnico aportado por Estado nacional y capitales
extranjeros.
Demás esta en remarcar que el beneficio también es recíproco, ya que la
firma de productos estadounidenses hoy sale a dar batalla en un mercado
mundial inmenso que dominan sólo tres Goliats con armas más viejas,
gracias a las innovaciones que le dio nuestro país. En
contraprestación, algunas decenas de expertos locales asociados a este
proyecto quedan a salvo de las estrecheces del castigado sistema
científico local, descartando la idea de emigrar y apostando a un
futuro que garantice el desarrollo sostenido de sus actividades e
investigaciones.
Hasta tanto no se dé prioridad al aprovechamiento de las energías
renovables, será necesario seguir utilizando las reservas petroleras
que quedan con las tecnologías más convenientes y oportunas. Hoy el
mundo se debate en una contienda que tiene como uno de sus ejes el
petróleo, al cual llamativamente se le ha estimado una reserva mundial
que no supera los treinta años de explotación. Por ello, las
tecnologías que impliquen mayor y mejor producción a menores costos
como las desarrolladas hoy en las cercanías de la ciudad de Neuquén,
tendrían que ser, por el momento, las mejores opciones a seguir hasta
el cercano agotamiento del denominado "oro negro".
Señor presidente, por los motivos expuestos es que solicito a mis pares
la aprobación del presente proyecto de declaración.
Pedro Salvatori.-
Secretaría Parlamentaria
Dirección Publicaciones
(S-0448/03)
PROYECTO DE DECLARACION
El Senado de la Nación
DECLARA
Su beneplácito y reconocimiento a la labor realizada por científicos
argentinos en el desarrollo de tecnología petrolera de exportación,
posibilitada por acuerdos estratégicos establecidos entre el CONICET,
las Universidades de Buenos Aires y Córdoba, el Invap y una empresa
estadounidense.
Pedro Salvatori.-
FUNDAMENTOS
Señor Presidente:
Recientemente, en las afueras de la ciudad de Neuquén se estableció un
laboratorio de investigación orientado a desarrollar tecnología
petrolera de exportación dentro de un marco de colaboración estratégica
entre investigadores del CONICET, las Universidades de Buenos Aires y
Córdoba, el Invap y una empresa norteamericana.
Este proyecto, que nació a partir de una propuesta del ingeniero
argentino Gustavo Bianchi, doctor en ciencias de los materiales formado
en la Comisión Nacional de Energía Atómica (CNEA) y radicado en EE.UU,
tiene a su favor costos menores e inventos revolucionarios, como un
tipo de cemento cuyas características fisico-químicas le confieren la
propiedad de flotar en el agua.
El constante trabajo de nuestros químicos e ingenieros petroleros,
nucleares y aeroespaciales ha posibilitado que hoy Neuquén posea una
sorprendente y sofisticada tecnología petrolera totalmente criolla,
diseñada y fabricada en el Alto Valle para los pozos y plataformas
petrolíferas de todo el mundo, con implementos costosos que mejoran en
prestaciones, duración o precio la oferta mundial existente.
Si bien los inventos pertenecen a una empresa norteamericana de
servicios para la industria petrolera cuya casa matriz está en Texas,
los mismos fueron desarrollados por investigadores del Conicet, las
universidades de Buenos Aires y Córdoba, y el Invap gracias a un
acuerdo estratégico.
Es público y notorio que Invap tiene la calidad de las mejores firmas
de tecnología de los Estados Unidos y una creatividad tal vez superior,
porque sus estructuras corporativas pesan menos. Pero el precio de la
hora de ingeniería argentina es mucho menor que el estadounidense. Esto
se suma a la excelente preparación de los técnicos de las demás áreas
involucradas en este proyecto.
Es sabido que la ingeniería petrolera trabaja con herramientas y
máquinas enormes que se reemplazan en general cuando se rompen o llegan
al término de su vida útil, a diferencia de lo que ocurre en la
industria atómica o en la aeroespacial donde no hay márgenes de error y
el diseño por cálculo de elementos finitos permite saber cuándo y cómo
se va a romper algo, para reemplazarlo antes.
El trabajo conjunto de nuestros técnicos con la contraparte
estadounidense no fue fácil. Sin embargo, de ese choque de culturas
técnicas están saliendo productos pujantes como motores de fondo de
pozo de alta resistencia de decenas de miles de dólares la pieza,
barros para pozo de composición secreta que se exportan a todo el
mundo, nuevos materiales que parecen una solución a los problemas
habituales (como el cemento que flota en agua) y equipos pesados que
exceden el millón de dólares la unidad, como los inyectores de barros o
de ácidos.
Curiosamente, en ocho décadas de actividad petrolera la República
Argentina casi no desarrolló y sólo se limitaba a importar éstas
manufacturas, que por una paradoja del destino ahora se diseñan y
fabrican aquí gracias a la colaboración mutua entre el sistema
científico-técnico aportado por Estado nacional y capitales
extranjeros.
Demás esta en remarcar que el beneficio también es recíproco, ya que la
firma de productos estadounidenses hoy sale a dar batalla en un mercado
mundial inmenso que dominan sólo tres Goliats con armas más viejas,
gracias a las innovaciones que le dio nuestro país. En
contraprestación, algunas decenas de expertos locales asociados a este
proyecto quedan a salvo de las estrecheces del castigado sistema
científico local, descartando la idea de emigrar y apostando a un
futuro que garantice el desarrollo sostenido de sus actividades e
investigaciones.
Hasta tanto no se dé prioridad al aprovechamiento de las energías
renovables, será necesario seguir utilizando las reservas petroleras
que quedan con las tecnologías más convenientes y oportunas. Hoy el
mundo se debate en una contienda que tiene como uno de sus ejes el
petróleo, al cual llamativamente se le ha estimado una reserva mundial
que no supera los treinta años de explotación. Por ello, las
tecnologías que impliquen mayor y mejor producción a menores costos
como las desarrolladas hoy en las cercanías de la ciudad de Neuquén,
tendrían que ser, por el momento, las mejores opciones a seguir hasta
el cercano agotamiento del denominado "oro negro".
Señor presidente, por los motivos expuestos es que solicito a mis pares
la aprobación del presente proyecto de declaración.
Pedro Salvatori.-