Número de Expediente 4325/04
N° | Origen | Tipo | Extracto |
---|---|---|---|
4325/04 | Senado De La Nación | Proyecto De Ley | FALCO : PROYECTO DE LEY DECLARANDO MONUMENTO HISTORICO NACIONAL AL PASAJE BUTTELER UBICADO EN LA CIUDAD AUTONOMA DE BUENOS AIRES |
Listado de Autores |
---|
Falco
, Luis
|
Fechas en Dir. Mesa de Entradas
MESA DE ENTRADAS | DADO CUENTA | Nº DE D.A.E. |
---|---|---|
14-12-2004 | 16-12-2004 | 249/2004 Tipo: NORMAL |
Fecha de Ingreso a Dir. Gral. de Comisiones
DIR. GRAL. de COMISIONES | INGRESO DEL DICTAMEN A LA MESA DE ENTRADAS |
---|---|
14-12-2004 | SIN FECHA |
Giros del Expediente a Comisiones
COMISIÓN | FECHA DE INGRESO | FECHA DE EGRESO |
---|---|---|
ORDEN DE GIRO: 1 |
14-12-2004 | 28-02-2006 |
EL EXPEDIENTE CADUCO EL 28-02-2006
ENVIADO AL ARCHIVO : 13-09-2006
En proceso de carga
Senado de la Nación
Secretaría Parlamentaria
Dirección Publicaciones
(S-4325/04)
PROYECTO DE LEY
El Senado y Cámara de Diputados,...
DECLARACIÓN DE MONUMENTO HISTÓRICO NACIONAL AL PASAJE BUTTELER DE
BUENOS AIRES
Artículo 1º- Declárase Monumento Histórico Nacional al "Pasaje
Butteler", ubicados en el barrio de Parque Chacabuco, de la Ciudad
Autónoma de Buenos Aires.
Artículo 2º- A los fines dispuestos en el artículo 1, este bien queda
amparado por las disposiciones de las leyes 12665 (modificada por la
ley 24252) y 25197 sobre patrimonio nacional.
Artículo 3º- La Comisión Nacional de Museos y de Monumentos y Lugares
Históricos inscribirá en el Registro Nacional de Bienes Históricos e
Históricos Artísticos el monumento declarado en el artículo 1º de la
presente Ley con la referencia "Monumento Arquitectónico Nacional:
Pasaje Butteler".
Artículo 4º- Comuníquese al Poder Ejecutivo.
Luis A. Falcó.-
FUNDAMENTOS
Señor presidente:
El objetivo de este proyecto es el de preservar estas calles con
historia, que persisten en el tiempo aportando un toque de atipicidad
casi único en el espacio urbano de la ciudad de Buenos Aires. El pasaje
es el Butteler en el barrio de Parque Chacabuco.
Las ciudades de Hispanoamérica tienen esa retícula ortogonal y prolija
trama de calles y avenidas que hace que valoremos los espacios urbanos
atípicos, por eso sentimos placer cuando en la mitad de una cuadra nos
encontramos sorpresivamente con una especie de callecita breve que se
abre paso en el interior de la manzana transgrediendo la cuadrícula.
Hay más de cuarenta de estos fragmentos urbanos, lugares tranquilos
llenos de encanto e historia, y son los pasajes de Buenos Aires.
Estos pasajes comenzaron a abrirse paso entre las manzanas de la ciudad
a fines del siglo pasado. La ciudad pasó de tener 178.000 habitantes en
el año 1869 a una población de 500.000 en el año 1888. Por tal razón la
apertura de estas "callecitas" resultó una estrategia práctica para
lograr un mayor rendimiento de los terrenos en aquella época y lograr
de esta manera aumentar la cantidad de viviendas disponibles para los
nuevos habitantes.
Surgieron a fines del S. XIX como una forma de aprovechar mejor los
profundos terrenos de 50 metros que llegaban en aquella época hasta la
mitad de la manzana, aumentando con este recurso los frentes
disponibles, una forma de responder a la enorme necesidad de vivienda
de la Argentina de la inmigración, cuando la población aumentó de
200.000 a 500.000 habitantes en tan sólo 20 años. A partir de 1928 los
códigos urbanísticos, al exigir el pulmón de manzana, firmó el acta de
defunción de los pasajes.
Elegantes y despojados, o recreando patios andaluces o ambientes
parisinos, algunos atraviesan la manzana de calle a calle, otros sólo
se atreven hasta la mitad; pero también los hay con formas de letras,
como la U que dibuja el Pasaje de la Piedad con entrada por el 1573 de
Bartolomé Mitre y salida por el 1525 de la misma calle. El Pasaje
Azucena Butteler es muy particular, porque atraviesa la manzana por las
dos diagonales, formando una x, y en el punto en el que se cruzan hay
una casi plaza bautizada Enrique Santos Discépolo o "plazoleta
escondida".
Las casas del pasaje son sencillas, la mayoría de una sola planta, ya
que fueron construidas en 1910 como vivienda obrera también tiene su
canción este pasaje -Sienten mi regreso tus casitas bajas que al igual
que entonces huelen a jazmín; tu piso empedrado, tu pequeña plaza que
hoy evoca el nombre de Discepolín- ("Calle Butteler" de Ernesto Pierro
y Saúl Cosentino).
La manzana del Pasaje Butteler está limitada por Av. La Plata, Av.
Cobo, y las calles Zellarrayán y Senillosa. También conocido como
sub-barrio Butteler, cada una de las 4 esquinas de la manzana parten
hacia su centro, otras 4 callecitas muy angostas, que desembocan en
otras, con la característica que todas tienen un mismo nombre, Azucena
Butteler.
La numeración empieza en la calle que va desde la Av. La Plata y
Zelarrayán, numerando solo las casas que quedan en la mano derecha,
hasta llegar a la siguiente esquina, o sea, Zelarrayán y Senillosa,
allí se cruza a la vereda de enfrente y se vuelve de la misma manera.
Esto conforma una maraña que la hace muy original, es una manzana
sumamente particular, con casas bajas, en general compuestas por una
planta.
Este barrio fue construido sobre un terreno cedido por la Srta. Azucena
Butteler, a condición de la que obra recibiera su nombre. En el ángulo
sureste del barrio, en 1908 se comienza la construcción y se termina
dos años después. Las 64 casitas están construidas de manera idéntica:
divididas en cuatro secciones, distribuidas en dos ambientes, con un
patio interior, paredes de color crema y puertas de madera. Al barrio
le da su particular estilo una plazoleta de curioso diseño, que es un
rectángulo embaldosado de 34 metros por 18 con juegos para niños. De
cada una de las cuatro esquinas de la manzana, parten hacia su centro,
otras cuatro callecitas muy angostas - por la que no pasan dos
vehículos a menos que uno se suba a la vereda - que desembocan en
otras.
La numeración va del 1 al 99, en sentido contrario a las agujas del
reloj. Con esta plazoleta se logra extender el perímetro construido, lo
que le otorga una mayor riqueza espacial y un aumento de la cantidad de
lotes en relación con la manzana tradicional.
Por los argumentos expresados, consideramos a este inmueble un bien con
valor patrimonial que es necesario preservar. Convoco entonces a mis
pares para la aprobación de este proyecto de ley.
Luis A. Falcó.-
*Nota: Se adjunta en ANEXO fotografías en una (1) foja.
*A disposición de los señores senadores en el expediente original.
Secretaría Parlamentaria
Dirección Publicaciones
(S-4325/04)
PROYECTO DE LEY
El Senado y Cámara de Diputados,...
DECLARACIÓN DE MONUMENTO HISTÓRICO NACIONAL AL PASAJE BUTTELER DE
BUENOS AIRES
Artículo 1º- Declárase Monumento Histórico Nacional al "Pasaje
Butteler", ubicados en el barrio de Parque Chacabuco, de la Ciudad
Autónoma de Buenos Aires.
Artículo 2º- A los fines dispuestos en el artículo 1, este bien queda
amparado por las disposiciones de las leyes 12665 (modificada por la
ley 24252) y 25197 sobre patrimonio nacional.
Artículo 3º- La Comisión Nacional de Museos y de Monumentos y Lugares
Históricos inscribirá en el Registro Nacional de Bienes Históricos e
Históricos Artísticos el monumento declarado en el artículo 1º de la
presente Ley con la referencia "Monumento Arquitectónico Nacional:
Pasaje Butteler".
Artículo 4º- Comuníquese al Poder Ejecutivo.
Luis A. Falcó.-
FUNDAMENTOS
Señor presidente:
El objetivo de este proyecto es el de preservar estas calles con
historia, que persisten en el tiempo aportando un toque de atipicidad
casi único en el espacio urbano de la ciudad de Buenos Aires. El pasaje
es el Butteler en el barrio de Parque Chacabuco.
Las ciudades de Hispanoamérica tienen esa retícula ortogonal y prolija
trama de calles y avenidas que hace que valoremos los espacios urbanos
atípicos, por eso sentimos placer cuando en la mitad de una cuadra nos
encontramos sorpresivamente con una especie de callecita breve que se
abre paso en el interior de la manzana transgrediendo la cuadrícula.
Hay más de cuarenta de estos fragmentos urbanos, lugares tranquilos
llenos de encanto e historia, y son los pasajes de Buenos Aires.
Estos pasajes comenzaron a abrirse paso entre las manzanas de la ciudad
a fines del siglo pasado. La ciudad pasó de tener 178.000 habitantes en
el año 1869 a una población de 500.000 en el año 1888. Por tal razón la
apertura de estas "callecitas" resultó una estrategia práctica para
lograr un mayor rendimiento de los terrenos en aquella época y lograr
de esta manera aumentar la cantidad de viviendas disponibles para los
nuevos habitantes.
Surgieron a fines del S. XIX como una forma de aprovechar mejor los
profundos terrenos de 50 metros que llegaban en aquella época hasta la
mitad de la manzana, aumentando con este recurso los frentes
disponibles, una forma de responder a la enorme necesidad de vivienda
de la Argentina de la inmigración, cuando la población aumentó de
200.000 a 500.000 habitantes en tan sólo 20 años. A partir de 1928 los
códigos urbanísticos, al exigir el pulmón de manzana, firmó el acta de
defunción de los pasajes.
Elegantes y despojados, o recreando patios andaluces o ambientes
parisinos, algunos atraviesan la manzana de calle a calle, otros sólo
se atreven hasta la mitad; pero también los hay con formas de letras,
como la U que dibuja el Pasaje de la Piedad con entrada por el 1573 de
Bartolomé Mitre y salida por el 1525 de la misma calle. El Pasaje
Azucena Butteler es muy particular, porque atraviesa la manzana por las
dos diagonales, formando una x, y en el punto en el que se cruzan hay
una casi plaza bautizada Enrique Santos Discépolo o "plazoleta
escondida".
Las casas del pasaje son sencillas, la mayoría de una sola planta, ya
que fueron construidas en 1910 como vivienda obrera también tiene su
canción este pasaje -Sienten mi regreso tus casitas bajas que al igual
que entonces huelen a jazmín; tu piso empedrado, tu pequeña plaza que
hoy evoca el nombre de Discepolín- ("Calle Butteler" de Ernesto Pierro
y Saúl Cosentino).
La manzana del Pasaje Butteler está limitada por Av. La Plata, Av.
Cobo, y las calles Zellarrayán y Senillosa. También conocido como
sub-barrio Butteler, cada una de las 4 esquinas de la manzana parten
hacia su centro, otras 4 callecitas muy angostas, que desembocan en
otras, con la característica que todas tienen un mismo nombre, Azucena
Butteler.
La numeración empieza en la calle que va desde la Av. La Plata y
Zelarrayán, numerando solo las casas que quedan en la mano derecha,
hasta llegar a la siguiente esquina, o sea, Zelarrayán y Senillosa,
allí se cruza a la vereda de enfrente y se vuelve de la misma manera.
Esto conforma una maraña que la hace muy original, es una manzana
sumamente particular, con casas bajas, en general compuestas por una
planta.
Este barrio fue construido sobre un terreno cedido por la Srta. Azucena
Butteler, a condición de la que obra recibiera su nombre. En el ángulo
sureste del barrio, en 1908 se comienza la construcción y se termina
dos años después. Las 64 casitas están construidas de manera idéntica:
divididas en cuatro secciones, distribuidas en dos ambientes, con un
patio interior, paredes de color crema y puertas de madera. Al barrio
le da su particular estilo una plazoleta de curioso diseño, que es un
rectángulo embaldosado de 34 metros por 18 con juegos para niños. De
cada una de las cuatro esquinas de la manzana, parten hacia su centro,
otras cuatro callecitas muy angostas - por la que no pasan dos
vehículos a menos que uno se suba a la vereda - que desembocan en
otras.
La numeración va del 1 al 99, en sentido contrario a las agujas del
reloj. Con esta plazoleta se logra extender el perímetro construido, lo
que le otorga una mayor riqueza espacial y un aumento de la cantidad de
lotes en relación con la manzana tradicional.
Por los argumentos expresados, consideramos a este inmueble un bien con
valor patrimonial que es necesario preservar. Convoco entonces a mis
pares para la aprobación de este proyecto de ley.
Luis A. Falcó.-
*Nota: Se adjunta en ANEXO fotografías en una (1) foja.
*A disposición de los señores senadores en el expediente original.