Número de Expediente 4224/05

Origen Tipo Extracto
4224/05 Senado De La Nación Proyecto De Declaración PERCEVAL : PROYECTO DE DECLARACION EXPRESANDO PREOCUPACION POR EXPRESIONES PRONUNCIADAS EN EL 43º CURSO DE RECTORES DEL CONSEJO SUPERIOR DE EDUCACION CATOLICA Y REPUDIANDO AGRAVIOS DIRIGIDOS HACIA EL MINISTRO DE SALUD DE LA NACION .
Listado de Autores
Perceval , María Cristina

Fechas en Dir. Mesa de Entradas

MESA DE ENTRADAS DADO CUENTA Nº DE D.A.E.
28-02-2006 08-03-2006 208/2005 Tipo: NORMAL

Fecha de Ingreso a Dir. Gral. de Comisiones

DIR. GRAL. de COMISIONES INGRESO DEL DICTAMEN A LA MESA DE ENTRADAS
06-03-2006 12-05-2006

Giros del Expediente a Comisiones

COMISIÓN FECHA DE INGRESO FECHA DE EGRESO
DE POBLACIÓN Y DESARROLLO HUMANO
ORDEN DE GIRO: 1
06-03-2006 12-05-2006

ENVIADO AL ARCHIVO : 28-08-2006

Resoluciones

SENADO
FECHA DE SANCION: 07-06-2006
SANCION: APROBO
COMENTARIO:
NOTA:

Órdenes del Día

NÚMERO DE FECHA ESTADO ANEXO
361/06 19-05-2006 APROBADA Con Anexo
En proceso de carga

Senado de la Nación
Secretaría Parlamentaria
Dirección Publicaciones

(S-4224/05)

PROYECTO DE DECLARACION

El Senado de la Nación

DECLARA:

Su preocupación por las expresiones pronunciadas en el 43° Curso de Rectores del Consejo Superior de Educación Católica (CONSUDEC) en relación con la inclusión de la perspectiva de género en la legislación y las políticas públicas nacionales y su repudio por las palabras de agravio dirigidas hacia la persona del Ministro de Salud de la Nación, Dr. Ginés González García.

Asimismo, destaca la incansable labor que los movimientos de mujeres han desempeñado y desempeñan en la lucha por develar los condicionamientos de género que obstaculizan la consecución de un orden social más justo y equitativo para todos y todas.

María C. Perceval.-

FUNDAMENTOS

Señor Presidente:

En el marco del 43° Curso de Rectores (07 al 10 de febrero de 2006) organizado por el Consejo Superior de Educación Católica (CONSUDEC), la Conferencia Episcopal Argentina presentó las declaraciones ¿La educación de la sexualidad en la escuela¿ y la ¿Declaración del Episcopado Argentino al pueblo de Dios sobre la educación sexual en las escuelas¿, ambas contenidos en el documento ¿El desafío de educar en el amor¿, sobre distintos aspectos relacionados con la educación sexual en las escuelas (La Nación; 08/02/06)

En dicha oportunidad, el Padre Rubén Revello, Director del Instituto de Bioética de la Universidad Católica Argentina, encargado de presentar el documento, expresó, ante 800 rectores invitados, que las ¿organizaciones feministas, que lograron establecer oficinas de género en las Naciones Unidas o el Banco Mundial, condicionan los préstamos a que los países incluyan esa perspectiva en sus legislaciones¿. Añadiendo: ¿es por eso que ese ¿Ministro despeinado¿ que está en el Ministerio de Salud insiste sobre la perspectiva de género a como de lugar¿ (Agencia DyN; 10/02/06)

Dichas palabras, más allá de la desventurada alusión al Ministro de Salud de la Nación, Dr. Ginés González García, ponen de manifiesto la expresión propia de un discurso legitimante, naturalizante e invisibilizador de las desigualdades entre los géneros y justifican las desigualdades en el acceso de las mujeres a los espacios de decisión y a los bienes materiales y simbólicos en todos los ámbitos del quehacer social.

Bonder y Rosenfeld señalan que a partir de los ¿80 se aprecian importantes conquistas en el plano legal que revierten discriminaciones previas y/o colocan como cuestiones de interés público temas que eran considerados propios de la vida privada. Pero en especial, se gestan nuevas formas de organización y participación pública de las mujeres y producción de discursos que van proporcionando los referentes simbólicos para acrecentar el consenso social sobre la necesidad de una igualdad plena entre los géneros (Bonder, Gloria y Rosenfeld, Mónica; Equidad de Género en Argentina. Datos, problemáticas y Orientaciones para la Acción; Programa Regional de Formación en Género y Políticas Públicas (PRIGEPP) - Área Género, Sociedad y Políticas - Flacso Argentina / PNUD Argentina, Junio de 2004)

Se inicia entonces un debate, que continúa hasta la actualidad, respecto de los fundamentos, las orientaciones y las metas que debieran regir las políticas nacionales e internacionales en términos de los derechos humanos de la mujer y de la equidad de género. En Argentina, estos debates continúan en los primeros años de los ¿90 y se reafirman con importantes concreciones jurídico-institucionales (Bonder y Rosenfeld, 1994) Entre otras, con la jerarquía constitucional de la Convención de las Naciones Unidas sobre la Eliminación de Todas las formas de Discriminación contra la Mujer con la reforma de la Constitución Nacional del año 1994 (CN, art. 75, inciso 22); la sanción de la Ley de Cupo Femenino (1991), la aprobación de la Convención Interamericana para Prevenir, Sancionar y Erradicar la Violencia contra la Mujer (1996); la creación ¿por decreto- del Consejo Nacional de la Mujer (1992)

Asimismo, la emergencia de organizaciones no gubernamentales de y/o sobre mujeres, el fortalecimiento de las ya existentes, y su incidencia en las políticas gubernamentales, dan cuenta de un dinamismo y compromiso social en línea con la efervescencia que fue adoptando la cuestión de la mujer en el ámbito internacional.

A lo largo de la historia, las conquistas legales ocuparon un lugar central en la lucha de las mujeres. Este es uno de los aspectos donde se registran los mayores logros y consensos entre los distintos grupos de mujeres y alianzas con otros sectores interesados en la construcción de un orden social más democrático.

El panorama de la situación de las mujeres en Argentina muestra avances significativos desde el punto de vista formal, en especial, en la esfera legal, de acceso al mercado de trabajo, a la educación y a la organización y participación en la vida pública y política.

Sin embargo, si bien se fue instalando un enfoque de género en las agendas políticas de los gobiernos y de la sociedad civil, estos hechos contrastan fuertemente con las profundas inequidades de género y con facetas de la vida cotidiana que resisten los cambios de modelos y relaciones de género. Bonder y Rosenfeld afirman que ello se percibe en la estructura de poder en las instituciones; en el reconocimiento económico del trabajo femenino; en cuestiones más sutiles como la persistencia de estereotipos de género en los medios de comunicación y en otras producciones culturales; y en la asunción de responsabilidades en las tareas domésticas y de crianza de los/as hijos/as ¿las que siguen prioritariamente en manos de las mujeres (Bonder, Gloria y Rosenfeld, Mónica; Equidad de Género en Argentina. Datos, problemáticas y Orientaciones para la Acción; Programa Regional de Formación en Género y Políticas Públicas (PRIGEPP) - Área Género, Sociedad y Políticas - Flacso Argentina / PNUD Argentina, Junio de 2004)

Es por ello que las políticas públicas con perspectiva de género son indispensables, ya que reconocen el aporte de las mujeres al desarrollo y las incorporan como agentes de cambio. Asimismo, porque la perspectiva de género complementa toda la órbita de protección de los derechos humanos.

Por ello, el mismo concepto de género y la perspectiva de género son categorías de análisis más que necesarias para la debida comprensión y protección de los derechos humanos de todos y todas. Abordar la transformación de la realidad con perspectiva de género enriquece los diagnósticos y fortalece las políticas en tanto que visualiza las inequidades entre varones y mujeres abriendo caminos para su superación (Educación en derechos humanos. Las herramientas de derechos humanos, un poder ciudadano ante formas de violencia; Amnistía Internacional-Argentina; 2005)

Tenemos la convicción de que la seguridad humana es una plataforma y un marco prometedor para que las Naciones del mundo promuevan la paz, los derechos humanos y el desarrollo humano. Sin embargo, sin un compromiso expreso para con la igualdad de género y la incorporación de la perspectiva de género a las políticas públicas, las aspiraciones de las mujeres y las niñas, sus experiencias, necesidades e inquietudes, quedarán en la invisibilidad y en el olvido.

Por los motivos expuestos, repudiando las palabras de agravio dirigidas hacia la persona del Ministro de Salud de la Nación, Dr. Ginés González García, y destacando la incansable labor que los movimientos de mujeres han desempeñado y desempeñan en la lucha por develar los condicionamientos de género que obstaculizan la consecución de un orden social más justo y equitativo para todos y todas, solicito a mis pares me acompañen en el presente proyecto de declaración.

María C. Perceval.-