Número de Expediente 4049/05

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Falco , Luis

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Senado de la Nación
Secretaría Parlamentaria
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(S-4049/05)

PROYECTO DE COMUNICACIÓN

El Senado de la Nación,

Vería con agrado que el Poder Ejecutivo nacional, a través de los organismos que correspondan, arbitre los medios necesarios para fomentar la instalación en nuestro país de laboratorios electrotécnicos de ensayos destinados a realizar desarrollo tecnológico, investigación y ensayos que permitan comprobar la calidad de los materiales y de los equipos eléctricos, mejorar sus características y perfeccionar sus procesos de fabricación.

Luis A. Falcó.-

FUNDAMENTOS

Señor presidente:

Mediante este proyecto reproducimos de manera actualizada el expediente S-313/02 que oportunamente fuera aprobado por esta H. Cámara (15/7/02) sin que hasta el momento se haya recibido respuesta por parte del Poder Ejecutivo Nacional.

Decía Carlos Pellegrini, allá por el año 1876, que ¿no hay hoy, ni puede haber una Gran Nación, sino es una Nación Industrial¿. En la actualidad podríamos agregar: no tendremos en el país una industria electromecánica desarrollada sin la existencia de laboratorios electrotécnicos de ensayos.

El tema que estamos abordando es una de las asignaturas pendientes tanto del Estado nacional como del sector privado de la Industria eléctrica.

En la Argentina la privatización trajo consigo inmensos avances en la gestión empresaria, en comunicaciones, informática, en la productividad de la mano de obra y en la eficacia de la inversión. La regulación aseguró recursos genuinos a las nuevas empresas, que las políticas de subsidiar tarifas en vanos intentos para contener la inflación aplicadas por los anteriores gobiernos les negaron a las empresas públicas y produjeron su desfinanciación. Sin embargo, desde el punto de vista técnico es muy poco el aporte que hicieron los operadores extranjeros que tomaron el control del sector.

Contrariamente a lo acontecido en la Argentina ¿donde ni en el momento de las privatizaciones del sector eléctrico ni posteriormente se tuvo en cuenta la necesidad de invertir en investigación y desarrollo tecnológico¿, nuestro socio del MERCOSUR, Brasil, a través de la ley N.º 9991 del 24/07/2000, estableció que las empresas concesionarias, permisionarias o autorizadas del sector de la energía eléctrica están obligadas a destinar un porcentaje de sus ingresos a esos fines y a programas de eficiencia energética en el uso de la energía eléctrica.

Esta obligación incluye tanto a empresas de distribución como de generación o transmisión. Las empresas de servicios públicos de distribución de energía eléctrica están obligadas a aplicar, hasta el 31 de diciembre de 2005, un monto equivalente al 0,5% de sus ingresos, como mínimo, en investigación y desarrollo eléctrico y otro 0,5%, también como mínimo, en programas de eficiencia energética en el uso final de la energía. A partir del 1 de enero de 2006 estos porcentajes mínimos serán de 0,75% y 0,25%, respectivamente.

Fomentar la instalación en nuestro país de laboratorios electrotécnicos de ensayos destinados a realizar desarrollo tecnológico, investigación y ensayos a nivel nacional que permitan comprobar la calidad de los materiales y de equipos eléctricos, mejorar sus características y perfeccionar sus procesos de fabricación, es sin lugar a deudas una tarea pendiente del Estado nacional que rápidamente debería saldarse.

La existencia de estos laboratorios permitirá a la industria electromecánica argentina la posibilidad desarrollar una real tecnología nacional. En la actualidad la casi totalidad de esta industria trabaja bajo licencias de fabricantes extranjeros.

En lo que respecta a las empresas eléctricas de servicios públicos, podrán disponer de equipamientos de calidad y de una herramienta eficaz para mejorar el diseño de sus sistemas eléctricos, lo que sin duda habrá de contribuir de manera positiva a reducir sus costos operativos, optimizar sus inversiones y aumentar la calidad y confiabilidad de sus prestaciones.

La Argentina necesita crear un ámbito técnico de excelencia donde podamos reunir un cuerpo de profesionales con talento y vocación por la investigación y por el desarrollo tecnológico, capaces de interactuar al mismo nivel académico con colegas de los países desarrollados en organizaciones como CIGRE (Conférence Internationale des Grands Réseaux Electriques), IEEE (Institute of Electrical and Electronics Engineers), IEC (International Electrotechnical Commission), etc.

En los próximos años las nuevas soluciones de transmisión y distribución de energía basadas en la electrónica de potencia van a desencadenar, sin duda, una verdadera revolución en el suministro de electricidad. Otros temas como la informática, la automación, las nuevas formas de energía (celdas de combustible, solar, eólica, etc.) serán también campos de gran desarrollo. Debemos prepararnos para afrontar ese gran cambio. Esto se lograría con la construcción de laboratorios electrónicos de ensayos que, por sus características, deberían surgir de una combinación de planificación y orientación gubernamental con una fuerte actividad del sector privado.

En nuestra regulación los contratos de concesión de las empresas distribuidoras contemplan penalidades por apartamientos a los límites de calidad establecidos. Por este motivo el ENRE (Ente Nacional de Regulación de Energía) ha aplicado sanciones a EDESUR, EDENOR y EDELAP por un total de 173,2 millones de dólares al 15/12/2001, de los cuales 138 millones de dólares fueron destinados al resarcimiento de los usuarios afectados y 35,2 millones de dólares a rentas generales del Estado.

La normativa, no obstante, no sanciona interrupciones del suministro de duración menor o igual a 3 minutos, que para la mayoría de los usuarios son irrelevantes, y así lo manifiestan las encuestas realizadas, pero para una minoría de consumidores y para las empresas con procesos de fabricación altamente automatizados pueden resultar inadmisibles, especialmente si se reiteran con frecuencia, como suele ocurrir en algunas zonas.

La calidad del servicio eléctrico depende de la planificación de la red y de la confiabilidad de sus instalaciones, vale decir, de la confiabilidad de los elementos que la componen: de los generadores, de los auxiliares, de los transformadores de interconexión, de los de distribución, de los aisladores de líneas, de los interruptores de alta y de baja tensión, de los transformadores de medida, de los capacitores, etc. Y a su vez esa confiabilidad depende tanto de la calidad del diseño y de la fabricación de cada serie de aparatos, como de la posibilidad de disponer de elementos de investigación suficiente para poder comprobar a priori la calidad de aquellos y de sus futuros desarrollos.

En los países tecnológicamente mas avanzados una de las herramientas utilizadas para desarrollar su industria eléctrica fue la creación de laboratorios electrónicos de ensayos en el nivel nacional. Laboratorios donde se puede, con amplia garantía de confidencialidad, estudiar los problemas de productores y constructores como, asimismo, desarrollar investigación aplicada e industrial en campos técnicamente de vanguardia para aquellos que la necesiten.

COSTOS Y RECURSOS

El costo de los laboratorios electrotécnicos de ensayos fue estimado mediante estudios de mercado y con la colaboración del CESI (Centro Electrotécnico Sperimentale Italiano) en 41 millones de dólares, según la siguiente composición: obra civil 8,5 millones; equipamiento 27,7 millones; montaje 2,7 millones e ingeniería 2,2 millones. Para las tareas propias de los laboratorios se estimó un plantel inicial de 106 personas; los gastos de explotación, que incluyen salarios, reparaciones y conservación, energía, seguros, estudios, capacitación, comercialización, administración serían de 2,1 millones anuales.

Como referencia puede mencionarse que el funcionamiento del ENRE tiene un presupuesto anual de 30 millones de pesos y la Compañía Administradora del Mercado Mayorista Eléctrico (CAMMESA) de 26 millones de pesos.

El sector eléctrico argentino factura anualmente a sus usuarios finales alrededor de 4100 millones de dólares y los ingresos de generadores y transportistas son de 2350 millones de dólares, por lo cual el costo de mantenimiento de los laboratorios, con todos los beneficios que implicaría en el mejoramiento de la calidad, sería ínfima si se la compara con esos valores.

SITUACIÓN ARGENTINA

En lo relacionado con ensayos eléctricos nuestro país cuenta en la actualidad con medios muy limitados y dispersos. Algunos fabricantes locales como Pirelli, EMA, Tubos Trans Electric, etc. y las universidades nacionales de La Plata, San Juan, Tucumán y Córdoba cuentan con medios específicos para realizar algunas pruebas de rigidez dieléctrica. En lo que respecta a las pruebas de potencia de cortocircuitos, en el país solo existe la posibilidad de efectuar este tipo de ensayos en algunos equipos de baja tensión. Los equipos de alta tensión y de potencia de cortocircuito elevadas se ensayan fuera del país, en laboratorios de renombre internacional.

Los equipos de distribución, en función de su menor costo unitario, en general, no siguen ese proceso y su aptitud frente al cortocircuito suele no estar avalada por protocolos de adecuados ensayos de tipo. Esa situación plantea a fabricantes y usuarios importantes problemas de control de calidad, que en definitiva comprometen el servicio de las empresas y traban el desarrollo de los fabricantes.

Desde este punto de vista, la implementación en el país de laboratorios electrotécnicos de ensayos en el nivel nacional, como una manera de dar pronta respuesta a las necesidades más imperiosas de la industria y de las empresas de servicio público y al mismo tiempo tener un desarrollo armónico con las posibilidades técnicas y económicas del país, ha de constituir, sin lugar a dudas, un elemento vital para la evolución eficiente del sector eléctrico nacional.

Por los motivos expuestos y teniendo como objetivos y fines primordiales el desarrollo tecnológico, la investigación y los ensayos que permitan comprobar la calidad de los materiales y de los equipos eléctricos, mejorar sus características y perfeccionar sus procesos de fabricación, es que solicito a mis pares la aprobación del presente Proyecto de Comunicación.

Luis A. Falcó.-