Número de Expediente 4017/06
N° | Origen | Tipo | Extracto |
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4017/06 | Senado De La Nación | Proyecto De Declaración | PERCEVAL :PROYECTO DE DECLARACION ADHIRIENDO A LA CONMEMORACION DEL DIA INTERNACIONAL PARA LA ELIMINACION DE LA VIOLENCIA CONTRA LA MUJER , A CELEBRARSE EL 25 DE NOVIEMBRE DE 2006 . |
Listado de Autores |
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Perceval
, María Cristina
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Fechas en Dir. Mesa de Entradas
MESA DE ENTRADAS | DADO CUENTA | Nº DE D.A.E. |
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06-11-2006 | 22-11-2006 | 182/2006 Tipo: NORMAL |
Fecha de Ingreso a Dir. Gral. de Comisiones
DIR. GRAL. de COMISIONES | INGRESO DEL DICTAMEN A LA MESA DE ENTRADAS |
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13-11-2006 | SIN FECHA |
Giros del Expediente a Comisiones
COMISIÓN | FECHA DE INGRESO | FECHA DE EGRESO |
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DE POBLACIÓN Y DESARROLLO HUMANO
ORDEN DE GIRO: 1 |
13-11-2006 | 28-02-2008 |
EL EXPEDIENTE CADUCO EL 29-02-2008
ENVIADO AL ARCHIVO : 07-08-2008
En proceso de carga
Senado de la Nación
Secretaría Parlamentaria
Dirección Publicaciones
(S-4017/06)
PROYECTO DE DECLARACIÓN
El Senado de la Nación
DECLARA:
Su adhesión a la conmemoración del Día Internacional para la Eliminación de la Violencia contra la Mujer - instituido por la Asamblea General de las Naciones Unidas por Resolución 54/134, el 17 de diciembre de 1999 - a celebrarse el día 25 de noviembre del presente año.-
María C. Perceval.-
FUNDAMENTOS
Señor Presidente:
La violencia de género, es decir, la violencia dirigida contra la mujer porque es mujer o porque la afecta en forma desproporcionada, es uno de los problemas de desarrollo y derechos humanos más graves que enfrentan los países del mundo.
La violencia no sólo representa un costo humano invaluable para las mujeres y sus familias, sino además un costo económico y social para los países, y por cierto un obstáculo para la democracia, en tanto afecta la calidad de vida de las mujeres, limitando su pleno desarrollo, y dificultando su plena participación social y contribución a los procesos democráticos en igualdad de condiciones con los varones (Luz Rioseco Ortega; Buenas prácticas para la erradicación de la violencia en la región de América Latina y el Caribe; Serie Mujer y Desarrollo; CEPAL; 2005)
En palabras de Kofi Annan, Secretario General de las Naciones Unidas, ¿ha surgido una progresiva aceptación de que el disfrute de los derechos humanos es indispensable para el bienestar y el desarrollo del individuo, de la comunidad, de la nación y del mundo. Se ha experimentado una gradual toma de conciencia sobre las violaciones de los derechos de las mujeres y de las niñas. Sin embargo, la violencia contra las mujeres - una de las más degradantes violaciones de los derechos humanos - continúa propagándose. No respeta fronteras geográficas, culturales o económicas. Surge en épocas de conflicto armado y en tiempos de paz, en el hogar, en el trabajo y en las calles. Se interpone en el camino de nuestro progreso hacia la igualdad, el desarrollo, la paz y los derechos humanos para todos¿ (Mensaje del 25/11/2000).
La violencia contra las mujeres y las niñas es una violación a sus derechos humanos de sorprendentes proporciones en todo el mundo, que se ejerce por igual en distintos ámbitos, sectores sociales y países, con las características propias de cada cultura y comunidad. Sin embargo, a pesar de las diferencias, todas las formas de violencia son manifestaciones de las relaciones de poder históricamente desiguales entre mujeres y varones, que coloca a las mujeres en una situación de dominación y discriminación en sus respectivas sociedades, imponiendo obstáculos a su pleno desarrollo.
Según datos de la Organización Panamericana de la Salud (OPS), en América Latina el 45 por ciento de las mujeres recibió amenazas por parte de sus parejas y el 85 por ciento de los ataques físicos contra mujeres ocurren en el hogar (Fuente: Diario Clarín, Violencia Familiar: más casos y menos respuestas; 6 de junio de 2004).
En Argentina, se calcula que existen episodios de violencia, de distinto grado, en 1 de cada 5 parejas. Datos extraoficiales revelan que el 42% de las mujeres víctimas de homicidio (cuyo autor es descubierto) fueron asesinadas por sus parejas. En tanto, el 37% de las mujeres golpeadas por sus esposos lleva 20 años o más soportando abusos de este tipo. El Contrainforme CEDAW, del año 2002, informa asimismo que el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) estima que el 25% de las mujeres argentinas es víctima de violencia; y que el 50% pasará por alguna situación violenta en algún momento de su vida.
A pesar que la violencia de género no es en absoluto un fenómeno nuevo, su reconocimiento, su visibilización, y, por tanto, el paso de ser considerada una cuestión privada a un problema social, sí es relativamente reciente. La violencia contra las mujeres es un obstáculo para el logro de la igualdad, el desarrollo y la paz. En este marco, conmemorar una vez más el Día Internacional para la Eliminación de la Violencia contra la Mujer nos brinda la oportunidad de renovar el compromiso de lucha contra un flagelo que no admite excusas en el marco de una sociedad democrática.
De la misma manera, la eliminación de la violencia contra las mujeres y las niñas nos convoca a dar un amplio debate social, y a promover un proceso de revisión y crítica en profundidad de muchas de nuestras concepciones sobre el significado de ser hombre o mujer y de las normas sociales y de convivencia en las que nos basamos. Se trata, en definitiva, del diseño de una sociedad más justa e igualitaria para todos y todas.
En este sentido, insistimos en la necesidad de aprobar el Protocolo Facultativo de la Convención para la Eliminación de Todas las Formas de Discriminación Contra la Mujer, que ya cuenta con sanción de la Cámara de Senadores, y la de otorgar rango constitucional a la Convención Interamericana para Prevenir, Sancionar y Erradicar la Violencia contra la Mujer (Belem Do Pará, 1994). Ambos instrumentos internacionales promueven el desarrollo de políticas y legislación destinada a la prevención, asistencia, sanción y erradicación de la violencia de género. También, denuncian la violencia dirigida contra las mujeres como uno de los problemas de desarrollo y derechos humanos más graves que enfrentan los países de América Latina y el Caribe.
Porque este tipo de conmemoraciones permiten reflexionar sobre violencias y discriminaciones silenciadas y permiten avanzar en la construcción de una sociedad con igualdad de oportunidades para todos y todas, es que solicito a mis pares me acompañen en la aprobación del presente Proyecto de Declaración.
María C. Perceval.-