Número de Expediente 396/03

Origen Tipo Extracto
396/03 Senado De La Nación Proyecto De Resolución SAPAG : PROYECTO DE RESOLUCION PROMOVIENDO LA DECLARACION DEL AÑO 2003 COMO AÑO INTERNACIONAL DEL AGUA DULCE .-
Listado de Autores
Sapag , Luz María

Fechas en Dir. Mesa de Entradas

MESA DE ENTRADAS DADO CUENTA Nº DE D.A.E.
28-03-2003 09-04-2003 28/2003 Tipo: NORMAL

Fecha de Ingreso a Dir. Gral. de Comisiones

DIR. GRAL. de COMISIONES INGRESO DEL DICTAMEN A LA MESA DE ENTRADAS
28-03-2003 22-05-2003

Giros del Expediente a Comisiones

COMISIÓN FECHA DE INGRESO FECHA DE EGRESO
DE AMBIENTE Y DESARROLLO SUSTENTABLE
ORDEN DE GIRO: 1
02-04-2003 22-05-2003

ENVIADO AL ARCHIVO : 09-06-2003

Resoluciones

SENADO
FECHA DE SANCION: 04-06-2003
SANCION: APROBO
COMENTARIO: CON MODIFICACIONES
NOTA:CONJ.S-90,248,273,401/03

Órdenes del Día

NÚMERO DE FECHA ESTADO ANEXO
35/03 28-05-2003 APROBADA Sin Anexo
En proceso de carga
Senado de la Nación
Secretaría Parlamentaria
Dirección publicaciones


(S-0396/03)

PROYECTO DE RESOLUCIÓN

El Senado de la Nación

RESUELVE

1. Promover, a través de sus comisiones de Recursos Hídricos y de
Ambiente y Desarrollo Sutentable, la resolución 55/196 de la Asamblea
General de las Naciones Unidas por la que se declara al año 2003 como
Año Internacional del Agua Dulce.

2. Solicitar al Poder Ejecutivo que inicie en todo el territorio
nacional un programa educativo sobre el uso del agua dulce y en el que
se contengan los cuatros principios rectores emitidos por la
Conferencia Internacional sobre el Agua y el Medio Ambiente CIAMA,
celebrada en Dublín, Irlanda, del 26 al 31 de enero de 1992, a saber:

1° - El agua dulce es un recurso finito y vulnerable, esencial para
sostener la vida, el desarrollo y el medio ambiente
2° - El aprovechamiento y la gestión del agua debe inspirarse en un
planteamiento basado en la participación de los usuarios, los
planificadores y los responsables de las decisiones a todos los
niveles.
3° - La mujer desempeña un papel fundamental en el abastecimiento, la
gestión y la protección del agua.
4° - El agua tiene un valor económico en todos sus diversos usos en
competencia a los que se destina y debería reconocérsele como un bien
económico.

3. Divulgar, a través de las comisiones de Recursos Hídricos y de
Ambiente y Desarrollo Sustentable de esta H. Cámara, las acciones
emprendidas y que se emprendan en las jurisdicciones provinciales,
Ciudad Autónoma de Buenos Aires y municipios para la gestión del
mejoramiento de los recursos hídricos y del agua dulce en particular.

4. Adherir a las manifestaciones y conclusiones a las que arribaron los
expertos y representantes de distintos países reunidos en la ciudades
de Kioto, Osaka y Shida, Japón, desde el 16 al 22 de marzo de 2003, en
el Tercer Foro Mundial del Agua, en lo que refiere al cuidado y
preservación del agua para la sobre vivencia del hombre y las otras
especies no humanas.


Luz M. Sapag.-


FUNDAMENTOS

Señor Presidente:

En la 87 la sesión plenaria del 20 de diciembre de 2000, la Asamblea
General de las Naciones Unidas, ha tomado la resolución 55/ 196, cuyo
contenido central es el siguiente:
"Tomando nota de la labor que tanto el sistema de las Naciones Unidas
como otras organizaciones intergubernamentales llevan a cabo
actualmente en relación con el agua dulce.
1. Proclama el año 2003 Año Internacional del Agua Dulce;
2. Invita al Subcomité de Recursos Hídricos del Comité Administrativo
de Coordinación a que haga las veces de entidad coordinadora del Año
Internacional del Agua Dulce y elabore propuestas preliminares
pertinentes para su examen por la Asamblea General en su quincuagésimo
sexto período de sesiones, incluidas las posibles fuentes de
financiación, sobre las actividades que podrían realizarse en todos los
niveles, según proceda;
3. Hace un llamamiento a los Estados Miembros, a las organizaciones
nacionales e internacionales, a los grupos importantes y al sector
privado para que hagan contribuciones voluntarias de conformidad con
las directrices sobre años y aniversarios internacionales;
4. Alienta a todos los Estados Miembros, al sistema de las Naciones
Unidas y a todos los demás agentes a que aprovechen el Año
Internacional del Agua Dulce para aumentar la toma de conciencia sobre
la importancia del agua dulce y para promover medidas a nivel local,
nacional, regional e internacional.

Sin dudas, esta es una iniciativa merece ser apoyada y, a la vez,
desarrollar acciones que lleven a nuestra población a asumir la
importancia que tiene el agua dulce. Importancia de la que nos da
acabada cuenta las palabras del señor el Director General de la UNESCO,
Koichiro Matsuura, quien durante el Tercer Foro Mundial del Agua, ha
dicho lo siguiente: "De todas las crisis sociales y naturales que
debemos afrontar los seres humanos, la de los recursos hídricos es la
que más afecta a nuestra propia supervivencia y a la del planeta".

"Ninguna región del mundo podrá evitar las repercusiones de esta crisis
que afecta a todos los aspectos de vida, desde la salud de los niños
hasta la capacidad de las naciones para alimentar a sus ciudadanos"; y
además ha subrayado lo siguiente: "Los abastecimientos de agua
disminuyen, mientras que la demanda crece a un ritmo pasmoso e
insostenible. Se prevé que en los próximos veinte años, el promedio
mundial de abastecimiento de agua por habitante disminuirá en un
tercio".

"A pesar de las abundantes pruebas que se poseen de la existencia de
esta crisis, ha faltado el compromiso político necesario para invertir
las tendencias. Una serie de conferencias internacionales celebradas en
los 25 últimos años se centraron en una gran variedad de cuestiones
relacionadas con el agua, comprendida la de suministrar los servicios
básicos de abastecimiento y saneamiento necesarios en los años
venideros."

Por otra parte, el Informe Mundial sobre el Desarrollo de los Recursos
Hídricos (WWDR) ofrece la visión panorámica del estado del agua en
nuestros días. Publicado en vísperas de celebrarse el tercer Foro
Mundial de Agua, es un documento de importante aportación intelectual.
Para la elaboración de ese trabajo monográfico todas las organizaciones
y comisiones de las Naciones Unidas dedicadas a tratar la cuestión del
agua han aunado sus esfuerzos con el fin de examinar los progresos
realizados en la persecución de objetivos relacionados con el agua en
ámbitos como la salud, la alimentación, los ecosistemas, las ciudades,
la industria, la energía y la gestión de riesgos, así como la
evaluación económica, el aprovechamiento compartido y la buena
administración de los recursos hídricos.

El informe señala que "los problemas de actitudes y conductas son un
componente esencial de la crisis, y la inercia de los dirigentes, así
como la falta de plena conciencia sobre la magnitud del problema por
parte de la población mundial, explican que no se hayan adoptado a
tiempo las oportunas medidas correctivas que se necesitan¿"

Muchos países y territorios se encuentran ya en una situación crítica.
En el informe se clasifican más de 180 países y territorios, en función
de la cantidad de recursos renovables de agua disponibles por
habitante, es decir toda el agua superficial, así como la que se halla
en el suelo y en capas subterráneas profundas.

Los países y territorios del mundo más pobres en agua son: Kuwait (10
m³ anuales por habitante), la franja de Gaza (52 m³), los Emiratos
Árabes Unidos (58 m³), las islas Bahamas (66 m³), Qatar (94 m³), las
islas Maldivas (103 m³), la Jamahiriya Árabe Libia (113 m³), Arabia
Saudita (118 m³), Malta (129 m3), y Singapur (149 m3).

Si se exceptúan Groenlandia y Alaska, los 10 territorios y países que
más agua poseen son: la Guyana francesa (812.121 m³ anuales por
habitante), Islandia (609.319 m³), Guyana (316.689 m³), Suriname
(292.566 m³), Congo (275.679 m³), Papua Nueva Guinea (166.563 m³),
Gabón (133.333 m³), las Islas Salomón (100.000 m³), Canadá (94.353 m³)
y Nueva Zelandia (86.554 m).

En la peor de las hipótesis, a mediados del presente siglo 7.000
millones de personas sufrirán de escasez de agua en 60 países, y en el
mejor de los casos serán 2.000 millones en 48 países. Esto dependerá de
factores como el crecimiento de la población y la elaboración de
políticas adecuadas. Según el informe, se calcula que un 20% del
incremento de la escasez mundial de agua obedecerá al cambio climático.
En las zonas húmedas es probable que las precipitaciones lluviosas
aumenten, mientras que en muchas zonas propensas a la sequía, e incluso
en algunas regiones tropicales y subtropicales, disminuirán y serán más
irregulares. La calidad del agua empeorará con la elevación de su
temperatura y el aumento de los índices de contaminación.

En el informe queda en claro que la crisis del agua "va a empeorar,
independientemente de que se siga debatiendo sobre la existencia real o
supuesta de esa crisis". A diario se vierten dos millones de toneladas
de desechos en ríos, lagos y arroyos. Un litro de agua residual
contamina unos ocho litros de agua dulce. Según los cálculos, se estima
que en el mundo hay unos 12.000 km³ de agua contaminada, esto es una
cantidad superior a la que contienen en total las diez cuencas
fluviales más grandes del mundo en cualquier época del año. Si la
contaminación sigue el mismo ritmo de crecimiento que la población, en
el año 2050 el mundo habrá perdido efectivamente 18.000 km³ de agua
dulce, o sea una cantidad casi nueve veces mayor que la utilizada
actualmente cada año por los países para el regadío, que representa el
70% del total de las extracciones de agua y constituye con gran
diferencia el principal consumo de recursos hídricos.

En el informe se clasifican 122 países, en función de la calidad de sus
aguas, así como de su capacidad y grado de compromiso contraído para
mejorar la situación existente. El último país clasificado es Bélgica y
esto se debe fundamentalmente a la poca cantidad y calidad del agua
subterránea de que dispone, así como al índice elevado de su
contaminación industrial y al tratamiento deficiente de sus aguas
residuales. Vienen después Marruecos, la India, Jordania, Sudán, Níger,
Burkina Faso, Burundi, la República Centroafricana y Rwanda.
Los diez primeros países de la clasificación son Finlandia, Canadá,
Nueva Zelandia, el Reino Unido, Japón, Noruega, la Federación de Rusia,
la República de Corea, Suecia y Francia.

En el informe se dice que "los más afectados siguen siendo los pobres,
ya que el 50% de la población de los países en desarrollo está expuesta
al peligro que representan las fuentes de agua contaminadas". La
contaminación de los ríos de Asia es la mayor del mundo: en sus aguas,
la cantidad de bacterias procedentes de desechos producidos por el
hombre es tres veces mayor que el promedio mundial. Además, su
contenido en plomo es 20 veinte veces superior al de los ríos de los
países industrializados.

Con respecto a las previsiones sobre el crecimiento de la población
mundial, que seguirá siendo un factor fundamental en la crisis del
agua, el informe dice que "en muchos partes del mundo el futuro se
presenta muy sombrío". El abastecimiento de agua por habitante
disminuyó en un tercio entre 1970 y 1990, según dice el informe. Aunque
la tasa de natalidad siga disminuyendo actualmente, la población
mundial alcanzará los 9.300 millones de habitantes en 2050, mientras
que en 2001 ascendía a 6.100 millones.

Además, allí se puede leer lo siguiente: "En los últimos cincuenta años
el consumo de agua se duplicó. Los niños nacidos en países
desarrollados consumen entre 30 y 50 veces más agua que los nacidos en
países en desarrollo. Entre tanto, la calidad del agua sigue empeorando
[¿] Cada día, las enfermedades diarreicas provocan la muerte de 6.000
habitantes del planeta, la mayoría de los cuales son menores de cinco
años. Estas estadísticas no sólo ilustran los gigantescos problemas de
recursos hídricos que debe afrontar el mundo, sino también las
alarmantes disparidades que se dan en su utilización".

Partiendo de todos estos datos, el informe pasa revista detalladamente
a una serie de aspectos importantes del uso y gestión de los recursos
hídricos, desde el crecimiento de las ciudades hasta la amenaza de que
puedan estallar guerras por el agua entre los países.

Una idea continua recorre todos sus capítulos: la crisis del agua - ya
se manifieste por la cifra de niños que sucumben a las enfermedades o
por el número de ríos contaminados - es ante todo una crisis debida a
la falta de buen gobierno y de voluntad política para administrar los
recursos con sensatez.

Entre otras apreciaciones y detalles sobre el tema se apuntan los
conceptos siguientes: "A escala mundial, el reto que verdaderamente se
plantea es suscitar la voluntad política necesaria para cumplir los
compromisos relativos a los recursos hídricos. Los especialistas en
estos recursos tienen que entender mejor el contexto social, económico
y político general, mientras que los políticos deben informarse mejor
sobre los temas relacionados el agua. De no ser así, el problema, en
lugar de resolverse con la acción apremiante que exige, se seguirá
tratando con declaraciones retóricas y promesas grandilocuentes."

En el informe, que contiene más de 25 mapas mundiales, 7 monografías
sobre cuencas fluviales importantes y múltiples cuadros y gráficos, se
analiza cómo las distintas sociedades afrontan el problema de la
escasez el agua y se examinan tanto las políticas que han dado
resultados como las que han fracasado.

Entre los puntos que los autores anotan como relevantes y que deben
ponerse en conocimiento del público, figuran los siguientes:
En lo que refiere a salud y economía, expresan: "Los problemas más
importantes que se plantearán en el siglo XXI serán los de la calidad y
buena administración del agua."

En el mundo hay más de 2,2 millones de personas que mueren cada año
debido a enfermedades causadas por el agua potable contaminada y el
saneamiento deficiente. Una gran proporción de esas muertes se deben a
las enfermedades ocasionadas por el agua: casi un millón de personas
muere de malaria cada año y más de 200 millones se ven aquejadas de
esquistosomiasis, una dolencia conocida también con el nombre de
bilharziosis. "No obstante - agrega el informe - se pueden evitar todas
estas terribles desgracias, así como los sufrimientos y pérdidas que
entrañan."

En los Objetivos de Desarrollo para el Milenio de las Naciones Unidas
(2000), como así también en la Cumbre Mundial sobre el Desarrollo
Sostenible (Johannesburgo, 2002), la comunidad internacional se ha
comprometido a que, de aquí al año 2015, se reduzca a la mitad el
número de personas que carecen de agua potable sana e instalaciones
sanitarias básicas. Lograr estos objetivo supone que, a más tardar en
2015, se hayan mejorado los abastecimientos de agua para 1.500 millones
de personas más. Esto significa que, entre 2000 y 2015 habrá que
suministrar esos servicios a 100 millones de personas más cada año, o
sea 274.000 por día.

Por otra parte, "el saneamiento plantea un desafío de proporciones aún
mayores". Entre 2000 y 2015, habrá que facilitar el acceso a servicios
higiénicos a 1.900 millones de personas más, o sea 125 millones cada
año y 342.000 por día. El informe agrega que los factores culturales
pueden complicar aún más las dificultades de tipo logístico y
financiero para suministrar un saneamiento adecuado.

Se suman a estas situaciones las controversias existentes sobre el
precio y la privatización del agua. En la síntesis del documento puede
leerse lo siguiente: "Si bien se considera esencial que el sector
privado participe en la gestión de los recursos hídricos, esto no se
debe considerar una condición indispensable, sino más bien un
catalizador financiero para la elaboración de proyectos [...] El
control de los activos y de los recursos debe permanecer en manos de
los gobiernos y los usuarios".

El informe recalca que toda privatización o sistema de fijación del
precio del agua debe comprender dispositivos para proteger a los
pobres, y añade que "es preocupante que los personas pobres que tienen
menos acceso al abastecimiento de agua tengan que pagar
proporcionalmente más por él". Según un estudio publicado en el
informe, en Nueva Delhi (India), por ejemplo, el agua se vende a los
pobres a razón de 4,89 dólares por metro cúbico, mientras que las
familias que poseen agua corriente a domicilio pagan solamente 0,01
dólares por la misma cantidad. En Vientiane (República Democrática
Popular Laos), los vendedores cobran 14,68 dólares por metro cúbico,
mientras que la tarifa municipal es de 0,11 dólares solamente.

En lo que refiere a la Agricultura, el informe nos da cuenta de que
cada día mueren de hambre en el mundo unas 25.000 personas. Se calcula
que 815 millones de habitantes del planeta padecen de desnutrición: 777
millones en los países en desarrollo, 27 millones en los países en
transición y 11 millones en los países industrializados.

Allí se destaca que "la cifra total de personas subalimentadas está
disminuyendo a un ritmo muy lento", pese a que la "producción de
alimentos está satisfaciendo la demanda del mercado a precios más bajos
que nunca".

Cuando adoptó los Objetivos de Desarrollo para el Milenio en el año
2000, la comunidad internacional se comprometió a reducir a la mitad de
aquí a 2015 el número de personas que padecen hambre. No obstante,
según las últimas conclusiones presentadas, es posible que este
objetivo no se pueda alcanzar antes del año 2030.

En las estimaciones anteriores no se hacía una distinción entre los
cultivos irrigados naturalmente por las precipitaciones lluviosas y los
que son objeto de regadío artificial. Al tener en cuenta esta
distinción, el informe presenta previsiones más precisas sobre el agua
que se necesita para alimentar a la humanidad hoy en día y en el
futuro.

En función de estos nuevos cálculos, se estima que para 2030 habrá 45
millones de hectáreas regadas suplementarias en los 93 países en
desarrollo, donde se va a producir la mayor parte del crecimiento de la
población mundial. Un 60% de todas las tierras susceptibles de ser
regadas estarán en explotación para ese entonces. Según el informe,
esto exigirá un 14% más de agua para el regadío.

De los 170 países y territorios estudiados, hay 20 que ya están
utilizando más del 40% de sus recursos renovables de agua para el
regadío. Esto quiere decir que esos países "han alcanzado la proporción
que se considera el umbral crítico a partir del cual se ven obligados a
efectuar opciones difíciles entre el sector agrario y el urbano". Otros
16 países están utilizando más del 20% de sus recursos para el regadío,
"lo cual puede anunciar una escasez de agua inminente". A este
respecto, señala que "en 2030 Asia Meridional habrá alcanzado un
promedio del 40% y el Oriente Medio y África del Norte no menos del
58%".

En cambio, es posible que el África Subsahariana, América Latina y Asia
Oriental se sitúen por debajo de ese umbral crítico. En los próximos 30
años, se producirá en estas regiones un gran desarrollo de la
agricultura.

El problema estriba en lograr que las tierras y el agua se utilicen con
más eficacia, ya que se desperdicia casi el 60% del agua utilizada en
el regadío. Se calcula que el aprovechamiento del agua de regadío sólo
se podrá mejorar en un 4%. En este ámbito, es muy necesario incrementar
la financiación de mejores tecnologías y métodos de gestión.

De forma más positiva, el informe señala que entre 1962 y 1996, el
promedio de rendimiento de los cultivos de cereales se multiplicó por
dos, pasando de 1,4 a 2,8 toneladas por hectárea y cosecha. Esto
significa que se necesita menos de la mitad de tierra arable para
producir la misma cantidad de cereales que antes. En el informe se dice
que "para el año 2030 se prevé que el 80% del aumento de la producción
agraria será el resultado de la obtención de rendimientos más altos,
del aumento de la cantidad de cosechas y del acortamiento de la
duración de los barbechos".

El informe dice también lo siguiente: "Hacia el año 2050, el acceso de
la población mundial a los alimentos será universal. El hecho de que
haya actualmente 815 millones de seres humanos que son víctimas de los
estragos de la subalimentación crónica no se debe a una incapacidad
para producir los alimentos necesarios, sino al hecho de que, tanto a
nivel mundial como nacional, se dan situaciones sociales, económicas y
políticas que hacen perdurar niveles de pobreza inadmisibles"
El Informe Mundial sobre el Desarrollo de los Recursos Hídricos, da a
conocer lo siguiente:

El tratamiento de las aguas residuales puede atenuar la crisis del
agua. Los campesinos ya recurren a este procedimiento en el 10% de las
tierras de regadío de los países en desarrollo. Un tratamiento más
adecuado de esas aguas puede mejorar la fertilidad de los suelos.

La seguridad alimentaria mejora a nivel mundial. El consumo alimentario
por habitante en los países en desarrollo, que era de 2.054
kilocalorías en 1965 llegó a ser de 2.681 en 1998.

Los pastos y los cultivos ocupan el 37% de la superficie terrestre del
planeta.

La salinización y el encharcamiento provocados por drenajes y sistemas
de riego deficientes han deteriorado el 10% de las tierras de regadío
del planeta.

En lo que refiere a ecología, el informe da cuentas que "se prevé que
en 2025 las extracciones de agua habrán aumentado en un 50% y un 18% en
los países en desarrollo y en los desarrollados, respectivamente" y
agrega que "las consecuencias de esto en los ecosistemas del planeta
pueden empeorar considerablemente la situación actual ¿"

Bajo este apartado se describe también el círculo vicioso provocado por
la creciente demanda de agua. Al disminuir y contaminar los caudales de
ríos, lagos y humedales, estamos destruyendo ecosistemas que desempeñan
un papel esencial en el filtrado y suministro de los recursos de agua
dulce.

En los Estados Unidos, el 40% de los espacios con agua evaluados en
1998 no se estimaron aptos para usos recreativos por estar contaminados
con residuos alimentarios, metales, abonos y plaguicidas. Además, se
estima que solamente 5 de los 55 ríos de Europa están exentos de
contaminación, mientras que en Asia la totalidad de los ríos que
atraviesan ciudades están muy contaminados. Por otra parte, se ha
fragmentado considerablemente los cursos del 60% de los 227 ríos más
grandes del mundo con represas, desviaciones y canales que están
deteriorando los ecosistemas.

Al abordar la cuestión de las especies animales de las aguas de tierras
adentro, el informe dice que el 24% de los mamíferos y el 12% de los
pájaros corren el riesgo de desaparecer. Desde finales del siglo XIX se
han extinguido entre 34 y 80 especies de peces y desde 1970 han
desaparecido 6 más. Sólo se ha estudiado a fondo un 10% aproximadamente
de las especies de peces existentes en el mundo - la mayoría de ellas
en aguas de tierras adentro - y, sin embargo, un tercio de las
estudiadas se hallan en peligro.

En cuanto a los conflictos y cooperación en el plano internacional.
A medida que la demanda de agua aumenta, proliferan los rumores sobre
las guerras que pueden avecinarse a causa de los recursos hídricos. En
el informe se presentan datos empíricos que indican lo contrario.
Aunque la escasez de agua agudice las tensiones entre los Estados, hay
pocos indicios de que lleguen a estallar y se conviertan en auténticas
guerras del agua.

En el informe se destacan las conclusiones de un estudio de todas las
interacciones que se dieron entre dos o más países a causa del agua en
los últimos cincuenta años. De las 1.831 interacciones estudiadas,
1.228 fueron de índole cooperativa y desembocaron en la firma de unos
200 tratados sobre repartos de aguas o construcciones de nuevas
represas.

Los acontecimientos de tipo conflictivo sumaron un total de 507, de los
cuales 37 revistieron un carácter violento, y de éstos 21 se tradujeron
en operaciones militares.

Hay 261 cuencas fluviales internacionales compartidas por 145 naciones.
Un tercio de ellas pertenecen a más de dos países y diecinueve a cinco
o más Estados. Según el informe, más de la mitad de los abastecimientos
de agua de una buena parte de África y del Oriente Medio, así como del
cono sur de América Latina, dependen de estos recursos hídricos
compartidos.

Siempre se ha prestado mucha atención a los cursos fluviales
internacionales y en cambio se han ignorado considerablemente los
recursos hídricos subterráneos (acuíferos), pese a que encierran
cantidades gigantescas de agua, por regla general de excelente calidad.

Se estima que su volumen asciende a unos 23.400.000 km³, mientras que
el de los ríos es de 42.800 km³. Muchos dirigentes no saben ni siquiera
que sus países comparten acuíferos con otros Estados. En el informe, se
presentan las conclusiones preliminares de una iniciativa de las
Naciones Unidas encaminada a elaborar el primer mapa y el primer
inventario mundiales de estos recursos.

Los acuíferos encierran hasta el 98% de los abastecimientos de agua
accesibles. Según el informe, cada año se extraen de ellos entre 600 y
700 km³ de agua, que cubren el 50% del consumo de agua potable
aproximadamente, el 40% de la demanda industrial y el 20% de las
necesidades de la agricultura de regadío. Estos porcentajes, que varían
considerablemente de un país a otro, se presentan en un cuadro
detallado.
En lo que refiere a ciudades, en el informe se dice que "cuando faltan
las infraestructuras y los servicios, las áreas urbanas carentes de
instalaciones para la aducción y el saneamiento de aguas constituyen
uno de los entornos más peligrosos del mundo para la vida humana".

Según un estudio de 116 ciudades del planeta, las áreas urbanas de
África son las que cuentan con peor equipamiento: sólo un 18% de las
viviendas poseen desagües que van a parar al alcantarillado. En Asia,
la proporción es levemente superior al 40%.

Por otra parte, el informe agrega: "la población pobre de esas ciudades
es la primera víctima de las afecciones causadas por la falta de
saneamientos y las inundaciones, e incluso por el incremento de la tasa
de incidencia de las dolencias ocasionadas por el agua como la malaria,
que se ha convertido actualmente en una de las principales causas de
enfermedad y muerte en muchas áreas urbanas". En Asia Meridional, por
ejemplo, el mosquito anopheles stephensi ha llegado incluso a adaptar
sus hábitos al medio urbano y se reproduce en torno a los depósitos de
agua instalados por doquier en los tejados de las viviendas.

El documento señala también que "desde el punto de vista de la salud
pública, abastecer de agua al conjunto de la población de una ciudad
con fuentes situadas a un máximo de 50 metros de distancia de cada
vivienda es mucho mejor que instalar sólo agua corriente en el 20% de
los hogares con ingresos más elevados".

En el trabajo monográfico se exponen las distintas razones por las que
se debe dar prioridad a las ciudades grandes y pequeñas con respecto a
las zonas rurales. En primer lugar, el costo unitario de las
infraestructuras necesarias es más bajo porque en las áreas urbanas se
pueden realizar economías considerables de escala y proximidad. En
segundo lugar, muchas ciudades poseen una base económica más próspera
que las áreas rurales y ofrecen más posibilidades de recaudar fondos
para financiar el abastecimiento de agua. En tercer lugar, hay que
tener en cuenta que "las zonas urbanas no son solamente lugares de
concentración de personas y empresas, sino también de los desechos que
producen."

En cuanto a los usos industriales, actualmente la industria utiliza el
22% del agua consumida en el mundo. En los países ricos ese porcentaje
asciende a un 59%, mientras que en los países pobres sólo llega a un
8%. En el informe se pronostica que en 2025 esa proporción alcanzará un
24%. Se calcula que para ese entonces se gastarán 1.170 km³ de agua
anuales para usos industriales.

Cada año se vierten en el agua entre 300 y 500 millones de toneladas de
desechos industriales: metales pesados, solventes, sedimentos tóxicos y
otro tipo de residuos. Los Estados Unidos y algunos países
industrializados más producen el 80% de los desechos peligrosos.

En lo que refiere a riesgos de catástrofes naturales, en el informe se
destaca la necesidad de que la atenuación de riesgos forme parte
integrante de la gestión de los recursos hídricos. Aunque el número de
calamidades geofísicas como terremotos y desprendimientos de tierras ha
permanecido bastante estable, la cantidad y las proporciones de los
desastres relacionados con el agua (sequías e inundaciones) se han
multiplicado por dos desde 1996. En el pasado decenio murieron 665.000
personas en catástrofes naturales. Más del 90% perdieron la vida a
causa de sequías e inundaciones. El 35% de esos desastres se produjeron
en Asia, el 29% en África, el 20% en América, el 13% en Europa y el
resto en Oceanía.

Y por último el documento trata el tema energía, apartado del que puede
extraerse lo siguiente: La energía hidráulica, que es la fuente
energética renovable más importante y de uso más ampliamente extendido,
suministró en 2001 el 19% del total de la producción de electricidad.

Los países industrializados explotan aproximadamente el 70% de su
potencial de energía eléctrica, mientras que los países en desarrollo
sólo aprovechan el 15%. Canadá es el mayor productor de este tipo de
energía, seguido por los Estados Unidos y Brasil. En América Latina,
India y China hay todavía abundantes recursos hidroeléctricos sin
explotar.

Allí se dice que "desarrollando ese potencial, se pueden reducir las
emisiones de gases de invernadero en un 13% aproximadamente". No
obstante, el informe también señala las repercusiones negativas de la
construcción de represas, entre las que figuran el desplazamiento de
las poblaciones locales y el deterioro del medio ambiente, por ejemplo
la pérdida de biodiversidad y de humedales.

Este es el panorama general que presenta el agua a nivel mundial, y, es
nuestra obligación tomar conciencia de tal situación.

Todo el informe, para dar los diagnósticos, guarda la línea iniciada en
la Declaración de Dublín sobre Agua y Desarrollo Sostenible, y es por
ello que incorporamos sus principios al cuerpo de la resolución. Es
oportuno que ello sea así, pues consideramos que es un instrumento
educativo que va a colaborar a que nuestro país mantenga posturas
acordes con la visión global del problema.

Por otra parte, nuestro país, es una de las reservas más importantes de
agua potable en el mundo, y estamos obligados a mantenerlo y respetarlo
en su uso, pues ello contribuye a respetarnos a nosotros mismos en
cuanto individuos y como sociedad.

En cuanto a cómo utilizamos nuestro recurso, merecen anotarse aquí como
datos indicativos algunos puntos referentes al índice de la pobreza del
agua (IPA). Índice desarrollado por un grupo de 31 investigadores en
consulta con más de 100 profesionales del agua del mundo, demuestra que
no es la cantidad de recursos disponibles la que determina los niveles
de pobreza en un país, sino la eficacia en el uso de esos recursos.

Mientras que la capacidad de nuestro país es alta, obtiene bajo
puntaje en el uso, reflejando algún grado de ineficiencia
particularmente en los sectores industrial y agrícola.

Por ultimo, y para poner fin a nuestra línea de argumentación; no
desconocemos que la distribución de competencias que impone nuestra
Constitución Nacional es un punto fundamental de análisis con relación
a la atribución de facultades a las diversas jurisdicciones en materia
ambiental y de recursos naturales.

La reforma constitucional de 1994 incluye expresamente el derecho
humano al goce de "...un medio ambiente sano, equilibrado, apto para el
desarrollo humano...", y el deber de preservación del mismo en aras del
logro del desarrollo sustentable, por parte de los habitantes y las
autoridades.

Reconocemos en su totalidad la letra y el espíritu de nuestra Carta
Magna, y, para el caso de marras nos parece oportuno que el gobierno
nacional colabore de manera constante y proactiva en materia de
recursos naturales con cada una de las jurisdicciones provinciales y la
Ciudad Autónoma de Buenos Aires.

Por lo hasta aquí expuesto, y en la consideración que estamos frente a
un tema que en un futuro cercano se convertirá en sensible para nuestra
población, es que hacemos llegar a los miembros de este H. Cuerpo que
acompañen con su voto positivo para dar por aprobado el presente
proyecto de resolución.

Luz M. Sapag.-