Número de Expediente 3904/06
N° | Origen | Tipo | Extracto |
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3904/06 | Senado De La Nación | Proyecto De Declaración | RODRIGUEZ SAA Y NEGRE DE ALONSO : PROYECTO DE DECLARACION RINDIENDO HOMENAJE AL ARTISTA FLORENCIO MOLINA CAMPOS , AL CONMEMORARSE EL 16 DE NOVIEMBRE UN NUEVO ANIVERSARIO DE SU MUERTE . |
Listado de Autores |
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Negre de Alonso
, Liliana Teresita
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Rodríguez Saá
, Adolfo
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Fechas en Dir. Mesa de Entradas
MESA DE ENTRADAS | DADO CUENTA | Nº DE D.A.E. |
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26-10-2006 | 01-11-2006 | 176/2006 Tipo: NORMAL |
Fecha de Ingreso a Dir. Gral. de Comisiones
DIR. GRAL. de COMISIONES | INGRESO DEL DICTAMEN A LA MESA DE ENTRADAS |
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02-11-2006 | SIN FECHA |
Giros del Expediente a Comisiones
COMISIÓN | FECHA DE INGRESO | FECHA DE EGRESO |
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ORDEN DE GIRO: 1 |
02-11-2006 | 22-11-2006 |
ENVIADO AL ARCHIVO : 10-01-2007
Resoluciones
SENADO |
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FECHA DE SANCION: 22-11-2006 |
SANCION: APROBO |
COMENTARIO: SOBRE TABLAS |
NOTA: |
En proceso de carga
Senado de la Nación
Secretaría Parlamentaria
Dirección Publicaciones
(S-3904/06)
PROYECTO DE DECLARACIÓN
El Senado de la Nación
DECLARA:
Su homenaje al gran artista argentino Florencio Molina Campos al conmemorarse, el próximo 16 de noviembre, un nuevo aniversario de su muerte .
Adolfo Rodríguez Saa.- Liliana T. Negre de Alonso.-
FUNDAMENTOS
Señor Presidente:
Florencio de los Ángeles Molina Campos nació en Buenos Aires el 21 de agosto de 1891. Hijo de don Florencio Molina Salas y de doña Josefina del Corazón de Jesús Campos y Campos, miembros de una familia tradicional cuyos orígenes se remontan en el país a la época de la Colonia.
Pasó su vida alternando entre la Ciudad de Buenos Aires y los campos de sus padres en los pagos del Tuyu y General Madariaga, en provincia de Buenos Aires, y Chajarí, provincia de Entre Ríos.
Desde muy chico dibujó paisajes, escenas y personajes camperos que había observado y registrado durante esas vacaciones de su infancia. Trabajaba preferentemente de noche y pintaba varias obras al mismo tiempo, casi siempre en papel Canson Mongolfier de color cuando no empleaba, para trabajos menores, cartón de cajas de ravioles.
Los almanaques fueron pintados al agua, acuarelas o témperas, con alguna intervención de tintas y lápices. Sus intentos con óleo no fueron los más logrados. Solía calcar algunas figuras que luego tomaba, invertidas, como base para otros personajes.
En 1926, Florencio Molina Campos, a instancias de sus amigos y aprovechando que sus antepasados eran socios fundadores y él había sido empleado (en ese entonces ya era socio), presentó su primera exposición en el Galpón de Palermo de la Sociedad Rural Argentina. Su muestra fue visitada por el Presidente de la Nación, Marcelo T. De Alvear, quien se convirtió en ferviente admirador de su obra y lo premió otorgándole una cátedra en el Colegio Nacional Nicolás Avellaneda.
En 1931 el pintor realizó su primer viaje a Europa y expuso en París. Más adelante viajaría infinidad de veces, invitado por diferentes gobiernos como representante cultural argentino. Fue profesor de las nuevas generaciones, tanto en el Colegio Nacional Nicolás Avellaneda como en Bellas Artes.
En esa época inició el contrato para ilustrar los almanaques de la firma Alpargatas, que se editaron desde el año 1931 a 1936, 1940 a 1945, 1961 y 1962. Constituyeron, quizá, su obra más difundida.
En 1944, el pintor formalizó un contrato que se extendería por 10 años en forma consecutiva con la firma norteamericana Mineapolis-Moline, para la que ilustró entre 1944 y 1958 una serie de almanaques similares a los de Alpargatas, pero que incluyeron, por sugerencia suya, maquinaria agrícola de esa empresa. Además efectuaron afiches, estampillas, naipes y se reprodujeron los cuadros en diarios y revistas. En 1951, editaron también 12 laminas de los originales de ese año.
El 16 de noviembre de 1959, superado por una enfermedad terminal luego de una infructuosa operación, Florencio Molina Campos murió en Buenos Aires. Sus restos permanecieron en la bóveda familiar de la Recoleta hasta que, en la década del 70, fueron al Cementerio de Moreno, en donde permanecen.
Por su estilo personal, la obra de Florencio Molina Campos es representativa de nuestro país y de su gente. Siempre pintó a sus contemporáneos, representó a los paisanos como él los veía. Pero nunca utilizó modelos ni preparó la escena de sus cuadros.
Fue la imagen de Florencio la del típico argentino, simpático, entrador, audaz, excelente bailarín, con un envidiable carisma del que se valía para amenizar las reuniones a las que concurría. Poseía un fuerte carácter, que rasaba en ocasiones el mal humor. Era amante de la música clásica, que escuchaba durante las noches mientras pintaba. No tuvo una visión comercial de lo que hacía. Pintaba porque le gustaba pintar.
Cuando por la guerra no entraba al país papel canson que utilizaba, pintó sobre cajas de ravioles, cuyo material reunía buenas cualidades como soporte de su arte. Jamás proyectó su obra a futuro. Vendía sus pinturas a precios sumamente módicos para la época, que sólo le permitieron vivir decorosamente. Pintó infinidad de cuadros, probando con diversas técnicas.
Autodidacta, sin una estrecha sino casual relación con los maestros de la época, pudo armar una originalísima forma de dicción apoyada en una excepcional capacidad comunicativa.
Esas extraordinarias pinturas que, tocadas por la magia de la gracia, enunciaban sin declamaciones la sobriedad y el esfuerzo, la rectitud y la alegría, acompañaron día a día, a lo largo de muchos años, la vida de millones de argentinos. Hoy forman parte del patrimonio artístico de la república.
Es por todos estos motivos que solicitamos a nuestros pares la aprobación del presente proyecto de declaración.
Adolfo Rodríguez Saa.- Liliana T. Negre de Alonso.-