Número de Expediente 3712/06

Listado de Autores
Rodríguez Saá , Adolfo
Negre de Alonso , Liliana Teresita
Basualdo , Roberto Gustavo

En proceso de carga

Senado de la Nación
Secretaría Parlamentaria
Dirección Publicaciones

(S-3712/06)

PROYECTO DE DECLARACIÓN

El Senado de la Nación

DECLARA

Su adhesión a la conmemoración del Día Internacional para la Tolerancia, a celebrarse el 16 de noviembre de 2006, por representar el reconocimiento y respeto hacia los derechos y libertades de los demás, por encima de la insensibilidad y el desprecio que se ven manifiestos en la ignorancia, el prejuicio y la discriminación.

Adolfo Rodríguez Saa.- Liliana T. Negre de Alonso.- Roberto Basualdo

FUNDAMENTOS

Señor Presidente:

El 12 de diciembre de 1996, la Asamblea General invitó a los Estados Miembros para que todos los 16 de noviembre de cada año recuerden el Día Internacional para la Tolerancia con actividades dirigidas tanto a los centros de enseñanza como al público en general (resolución 51/95); con el objetivo de progresar hacia la comprensión universal, erradicando la intolerancia, que alimenta el odio y hasta el derrame de sangre entre las personas o comunidades.

Esta resolución se aprobó tras la celebración en 1995 del ¿Año de las Naciones Unidas para la Tolerancia¿, proclamado por la Asamblea general en 1993 (resolución 48/126). Por iniciativa de la Conferencia General de la UNESCO, el 16 de noviembre de 1995, los Estados miembros de la UNESCO habían aprobado la Declaración de Principios sobre la Tolerancia y el Plan de Acción de Seguimiento del Año.

Dentro de los desafíos más importantes que enfrenta la comunidad mundial se encuentra la intolerancia, un flagelo que arrastra consecuencias fatales, como lo demuestra de manera constante la historia.

La transformación de nuestras sociedades mediante la globalización y las migraciones, continúa poniendo a prueba la habilidad que tiene la gente para convivir, especialmente cuando la ignorancia y el miedo hacia el "otro" siguen siendo abordadas, fomentando el odio y justificando la exclusión. Resulta difícil encontrar un lugar en el mundo que no esté caracterizado por la diversidad, en consecuencia, la creciente intolerancia representa la principal amenaza para la democracia, la paz y la seguridad.

La tolerancia implica algo más que la coexistencia pacífica de diferentes culturas. Implica una actitud activa y positiva, basada en el reconocimiento y el respeto hacia los derechos y libertades de los demás. Este ejercicio debe ser abordado por la ética, encargada que la integridad del ser humano se apoye en nuestra lealtad.

El significado de la palabra tolerancia evidentemente no parece tan claro para nosotros, tal es el punto que deberíamos preguntarnos: ¿Es tolerancia hacerse el distraído ante las actitudes racistas? ¿Es tolerancia ignorar a nuestros compañeros inmigrantes? ¿Es tolerancia pensar que hagan lo que quieran mientras no nos afecte?

El alemán Bertolt Brecht en su poema ¿Ahora me llevan a mí¿, en referencia al desarrollo del nazismo previo a la Segunda Guerra Mundial, decía lo siguiente:

"Primero vinieron a buscar a los comunistas
y no dije nada porque yo no era un comunista.

Luego vinieron por los judíos
y no dije nada porque yo no era un judío.

Luego vinieron por los obreros y no dije
Nada porque no era ni obrero ni sindicalista.

Luego vinieron por los católicos
y no dije nada porque yo era protestante.

Y cuando finalmente vinieron por mí,
no quedaba nadie para protestar".

Bertolt Brecht

Una de las primeras nociones históricas de tolerancia fue defendida por John Locke en su Carta sobre la tolerancia, donde se encuentra la expresión "dejad de combatir lo que no se puede cambiar".

Esto se debe entender desde la convivencia social, aún no compartiendo aquello que es contrario o diferente a la ética o moral del grupo. En este marco, la tolerancia no es un valor individual, sino un dinamismo que evoluciona entre la recepción de la regla y la aptitud del poder para hacer que se respete la misma.

La noción de tolerancia depende de la manera en que el poder concibe su relación con la verdad y de los medios que esta dispuesto a realizar para hacer valer esta concepción.

La sociedad contemporánea debe fundarse sobre la base de la tolerancia, el respeto por la diferencia y el pluralismo ideológico. Desde los diferentes enfoques del pensamiento, la vida se hace más humana y sensible al fundar una sociedad que promueva la defensa de los derechos humanos, construida desde un pluralismo político e ideológico en una acción orientada a la creación de espacios de consenso y participación.

La relación entre los individuos debe desarrollarse entre los matices que permitan dejar de lado los extremos que definen la intolerancia. Es necesario pensar dentro de una racionalidad comunicativa, generando un mínimo entendimiento que le de sentido a la interacción de la sociedad y los individuos.

En la Argentina desde hace mucho tiempo convive la discriminación por motivos étnicos, políticos, religiosos y económicos, que propagan o impulsan nuevas formas de marginación e intolerancia. El Gobierno Nacional debería elaborar e implementar Políticas eficientes y eficaces destinadas a reducir la discriminación que padecen los indígenas, migrantes, refugiados, solicitantes de asilo y las personas con discapacidad.

La tolerancia no implica hacer concesiones, pero tampoco la indiferencia. La tolerancia es el mutuo respeto y entendimiento. La intolerancia no es algo genético, el miedo y la ignorancia son sus raíces.

En el Día Internacional para la Tolerancia, comprometámonos con una tolerancia activa que permita a los seres humanos aceptarse, respetarse y vivir en paz los unos con los otros. Luchar contra la intolerancia es la única manera de evitar que, algún día, podamos acabar como el personaje del poema de Bertolt Brecht.

Por las razones expuestas, solicitamos a Nuestros Pares la aprobación del presente Proyecto de Declaración.

Adolfo Rodríguez Saa.- Liliana T. Negre de Alonso.- Roberto Basualdo.