Número de Expediente 3711/06

Origen Tipo Extracto
3711/06 Senado De La Nación Proyecto De Declaración RODRIGUEZ SAA Y OTROS : PROYECTO DE DECLARACION ADHIRIENDO AL RECUERDO DEL BOXEADOR JOSE MARIA GATICA " EL MONO GATICA " AL CUMPLIRSE EL 12 DE NOVIEMBRE PROXIMO , EL 43 ANIVERSARIO DE SU FALLECIMIENTO .-
Listado de Autores
Rodríguez Saá , Adolfo
Basualdo , Roberto Gustavo
Negre de Alonso , Liliana Teresita

Fechas en Dir. Mesa de Entradas

MESA DE ENTRADAS DADO CUENTA Nº DE D.A.E.
11-10-2006 01-11-2006 166/2006 Tipo: NORMAL

Fecha de Ingreso a Dir. Gral. de Comisiones

DIR. GRAL. de COMISIONES INGRESO DEL DICTAMEN A LA MESA DE ENTRADAS
17-10-2006 SIN FECHA

Giros del Expediente a Comisiones

COMISIÓN FECHA DE INGRESO FECHA DE EGRESO

ORDEN DE GIRO: 1
17-10-2006 22-11-2006

ENVIADO AL ARCHIVO : 10-01-2007

Resoluciones

SENADO
FECHA DE SANCION: 22-11-2006
SANCION: APROBO
COMENTARIO: SOBRE TABLAS
NOTA:
En proceso de carga

Senado de la Nación
Secretaría Parlamentaria
Dirección Publicaciones

(S-3711/06)

PROYECTO DE DECLARACIÓN

El Senado de la Nación

DECLARA

Su adhesión en el recuerdo de José Maria Gatica, ¿el Mono Gatica¿, recordado boxeador villa mercedino, al conmemorarse el próximo 12 de noviembre el 43º Aniversario de su fallecimiento, al haber sido uno de los máximos ídolos populares que brindó la historia del deporte argentino de los puños.

Adolfo Rodríguez Saa.- Liliana T. Negre de Alonso.- Roberto Basualdo.

FUNDAMENTOS

Señor Presidente:

José Maria Gatica ¿el Mono¿ nació en la ciudad de Villa Mercedes, San Luis, el 25 de Mayo de 1925. A los siete años llegó a Buenos Aires, con su madre y un hermano mayor.

A los diez años habiendo ganado un lugar en Plaza Constitución, arrodillado y mirando siempre desde abajo, lustraba zapatos. Ese privilegio tuvo que defenderlo muchas veces con sus puños frente a competidores tan desesperados como él. Un peluquero que vivía por allí lo vio pelear varias veces y quedó impresionado por su agresividad.

¿The Sailor's Home¿ era la casa de la misión inglesa para marineros, ubicada en Paseo Colón y San Juan. Allí paraban los hombres que habían perdido sus barcos en los extravíos de una borrachera, los desertores, los enfermos, los malandras sin cuchillo. Todo era resuelto a puñetazos. En ese lugar, un hombre de agallas podía ganarse veinte pesos si era capaz de vencer en tres rounds al marinero más fuerte.
Lázaro Koczi, un hombre relacionado con el boxeo profesional, le mostró el ring y le habló de los veinte pesos, dando inicio a su carrera como boxeador. Ganó varias peleas, lo que le permitió dejar su trabajo en Plaza Constitución.

El 7 de diciembre de 1945 debutó en el Luna Park, en lo que significó un año de gran importancia en la historia argentina, por el arribo a la Presidencia del General Perón. Al ¿Mono¿ le bastó un golpe para que Mayorano, su rival, fuera a la lona. En poco tiempo ganó dos peleas más y los empresarios pusieron sus ojos en él. Al año siguiente ganó las siete peleas que hizo, una de ellas contra Alfredo Prada, quien fué su eterno rival.

En una noche en la que se enfrentaron los Campeones Sandy y Brion en el Luna Park, el extravagante Mono enfundado en un impecable esmoquin negro, camisa blanca de seda, sombrero bombín y zapatos negros con polainas blancas hizo su irrupción en el Coliseo, seguido por las luces de los flashes de los fotógrafos. Se dirigió directamente hacia Perón y cuando lo tuvo de frente, extendiéndole la mano le dijo ¿ General, dos potencias se saludan ¿ y se fue....Perón no atinó a pronunciar palabra alguna...

Desde entonces, adhirió con gran fervor al peronismo donde su esplendor y caída coincidieron en el almanaque, levantando sus brazos en 1945 y bajándolos vencidos, en 1956. Fue siempre, el boxeador preferido de Perón. Aficionado al boxeo, el Presidente apoyó el viaje de Gatica a Estados Unidos en busca de una pelea con el campeón mundial de los livianos. En cuatro rounds venció a Terence Young y esta victoria le abrió las puertas a la pelea con Ike Williams, dueño de la corona mundial, en 1951. El país estuvo pendiente de la suerte del Mono que se batió en el Madison Square Garden de Nueva York, donde perdería rápidamente. Cuando subió a la lona, vociferó: ¿a ese Negro le voy a sacar la cabeza..no saquen primera fila porque la sangre del grone los va a salpicar..vayan preparando los festejos...le dedicaré el triunfo a mi amigo el General Perón...¿

Cuando Alfredo Prada lo venció en 1953, en su última pelea, no dejó de caer. Siguió tres años más, pero estaba acabado como boxeador. Como hombre le faltaba recorrer la parte más dura: el odio y el desprecio de la clase adinerada, para la cual era, un analfabeto, un "lumpen". Perdió todo lo que tenía pero jamás se lamentó. Fue noticia para los diarios el día que una inundación se llevó lo poco que le quedaba. Entonces, fue fotografiado en camiseta, lleno de mugre y mereció crónicas colmadas de gran compasión. Sin embargo, el ¿Mono¿ sonreía.

Su última derrota ocurrió el 12 de noviembre de 1963, bajo las ruedas de un colectivo. Tirado en la calle Herrera, de Avellaneda, manchado de sangre, con los ojos abiertos puestos en otro vendedor de muñecos, repitió: "No me dejés solo, hermano; levantáme, no quiero estar tirado". Gatica se aferraba al pedazo de vida que se le iba. Lo rodeaba una multitud de extraños que lo habían visto caer bajo las ruedas de un colectivo, a la salida de la cancha de Independiente. Pocos ojos entre los que miraban esa piltrafa cercana a la muerte habrán reconocido el cuerpo de José María Gatica, uno de los mayores ídolos que tuvo el boxeo argentino.

No tuvo amigos. Apenas dos o tres compañeros de aventuras en los momentos en que regalaba su pequeña fortuna. Contestaba con monosílabos, recuerdan algunos, para escapar de los adulones y los ambiciosos.

Cuando murió, La Prensa dijo: "La popularidad que adquirió Gatica por sus éxitos y por su característico estilo de infatigable peleador, fue utilizada por el régimen, que lo adoptó como en el caso de otros campeones deportivos como instrumento de propaganda. Y esta publicidad extradeportiva y el aplauso obsecuente de personajes encumbrados no fueron ajenos por cierto a que él cayera en actos de inconducta dentro y fuera del ring".

Fué un recuerdo político, cargado de desprecio. Tanto al comentarista, como a otros hombres de traje gris, le hubiera gustado ver al ¿Mono¿ domado. Pero no; aún muerto sería molesto: nunca llegó tanta gente a la Federación Argentina de Box como para su velatorio. Hombres y mujeres hicieron una colecta y compraron una corona que decía: "El pueblo a su ídolo". El féretro tardó siete horas en llegar al cementerio de Avellaneda. Cuando la última palada de tierra cubrió el modesto cajón, los cronistas anotaron esta frase de Jesús Gatica: "La única miseria que vivió mi hermano fue consecuencia de su desesperado afán de querer vivir la vida".

El 12 de Noviembre de 2006, se cumplen 43 años de aquél momento en el que un colectivo venciera por ¿knockout ¿ a quién fué uno de los máximos ídolos de la historia del boxeo Argentino. Todos los ídolos merecen ser recordados. Es entonces, un momento oportuno para que ¿El Mono¿ José Maria Gatica sea recordado por el aporte realizado a nuestra historia deportiva.

Por los fundamentos expuestos, solicitamos a Nuestros Pares la aprobación del presente Proyecto de Declaración.

Adolfo Rodríguez Saa.- Liliana T. Negre de Alonso.- Roberto Basualdo.-