Número de Expediente 3710/05

Origen Tipo Extracto
3710/05 Senado De La Nación Proyecto De Comunicación PINCHETTI Y BUSSI : PROYECTO DE COMUNICACION SOLICITANDO INFORMES SOBRE MEDIDAS DE CONTROL ANTE EL RESURGIMIENTO DEL MAL DE CHAGAS Y OTRAS CUESTIONES CONEXAS .
Listado de Autores
Pinchetti de Sierra Morales , Delia Norma
Bussi , Ricardo Argentino

Fechas en Dir. Mesa de Entradas

MESA DE ENTRADAS DADO CUENTA Nº DE D.A.E.
14-11-2005 23-11-2005 183/2005 Tipo: NORMAL

Fecha de Ingreso a Dir. Gral. de Comisiones

DIR. GRAL. de COMISIONES INGRESO DEL DICTAMEN A LA MESA DE ENTRADAS
21-11-2005 14-08-2006

Giros del Expediente a Comisiones

COMISIÓN FECHA DE INGRESO FECHA DE EGRESO

ORDEN DE GIRO: 1
21-11-2005 14-08-2006

ENVIADO AL ARCHIVO : 27-09-2006

Resoluciones

SENADO
FECHA DE SANCION: 06-09-2006
SANCION: ARCHIVO
COMENTARIO:
NOTA:CONJ. S. 33/05 Y 177/06

Órdenes del Día

NÚMERO DE FECHA ESTADO ANEXO
761/06 15-08-2006 APROBADA
En proceso de carga

Senado de la Nación
Secretaría Parlamentaria
Dirección Publicaciones

(S-3710/05)

PROYECTO DE COMUNICACION

El Senado de la Nación

Vería con agrado que el Poder Ejecutivo Nacional, a través de los organismos que correspondan, informe:

1.- Qué medidas de control se han tomado ante el aparente resurgimiento del Mal de Chagas.-

2.- ¿Qué campañas se implementaron a lo largo del país para la erradicación de la vinchuca en estos últimos años?

3.- Qué fondos se destinan a la prevención y profilaxis de éste flagelo.-

4.- Qué convenios internacionales se han firmado para combatir la transmisión de la enfermedad, particularmente, con países limítrofes: ¿Cuáles son? ¿Qué acciones se están implementando?

5.- Los investigadores han descubierto que por cada caso notificado hay entre 6 y 12 que no se registran. Acreditada ésta deficiencia en el sistema de registro de enfermedades, ¿Qué sistema de registro se adoptó a través de las oficinas de estadísticas de los Hospitales Públicos?

6.- Informe datos actualizados por región y características socio-económicas y habitacionales de los infectados.

Delia N. Pinchetti de Sierra Morales.- Ricardo A. Bussi.-

FUNDAMENTOS

Sr. Presidente:

La enfermedad de Chagas-Mazza es producida por un parásito unicelular microscópico, el Tripanosoma Cruzi, que se halla en la sangre y en los tejidos de las personas y animales enfermos donde se multiplica en el interior de las células de algunos órganos, por ejemplo, el corazón, a los que daña seriamente.

En la cadena de transmisión de la enfermedad hay un intermediario obligatorio que es el insecto vector.

En América se conocen varias especies capaces de transmitir la infección a través de sus deyecciones; en la Argentina, la única de importancia epidemiológica es la denominada Triatoma Infestans, conocida popularmente con el nombre de vinchuca o "chinche gaucha".

Inicialmente, el insecto tiene unos tres milímetros de largo; es muy parecido al adulto, pero carece de alas. Durante esta fase de su metamorfosis recibe el nombre de "chinche pila". Unas semanas después, la ninfa muda de piel, aumenta de tamaño, pero carece aun de alas. Estas mudas se repiten en numero de cuatro; de origen cada una de ellas a una ninfa cada vez mayor. Con la quinta muda aparece la ninfa mayor, con alas, y el insecto adquiere su aspecto definitivo. Todo este proceso dura alrededor de siete meses en condiciones optimas; la vida del adulto es de unos quince meses.

Desde su primera transformación, la vinchuca se alimenta de animales vertebrados de sangre caliente como ser gallinas, palomas, caballos, etc.

La distribución que tiene en la Argentina la vinchuca es sumamente amplia: abarca casi todo el territorio. Las zonas más afectadas son las provincias de clima cálido o templado y seco, aunque su presencia cubre tantos lugares que determinan un panorama extenso y desolador.

Los lugares que las vinchucas eligen para vivir pueden estimarse de la siguiente manera:

· viviendas humanas,
· viviendas domesticas y naturales de animales (gallineros, palomares, conejeras, dormideros protegidos de otros animales, cuevas, nidos, etc.).

Si consideramos la vivienda del hombre, vemos que no cualquiera es elegida por la vinchuca. Elige las que tengan características especiales, favorecedoras de sus hábitos.

El insecto se refugia principalmente en las grietas de los pisos y paredes, detrás de muebles u objetos nunca cambiados de lugar, zonas que no son periódicamente aseadas, debajo de la cubierta de techos o paredes que ofrezcan resquicios, especialmente entre el "empajado" de quinchos y ranchos y en las soluciones de continuidad de paredes de adobe mal embarradas o sin revocar. Los depósitos poco removidos, donde se guardan aparejos, cojinillos diversos, baúles y cajones, gozan también de su predilección.

Durante las mudanzas o cambios se favorece la dispersión de la vinchuca, que llega así a nuevas casas que se suponen relativamente aisladas. En las viviendas, la presencia de la vinchuca es relativamente fácil de descubrir: numerosas deyecciones de color blanco amarillento y negro salpican las paredes.

Para vivir, la vinchuca se alimenta, desde que nace hasta que muere, exclusivamente con sangre humana o de animal de sangre caliente. Para obtener su ración alimenticia, llega hasta su presa, que generalmente esta inmóvil por el sueño, despliega su trompa e inserta los estiletes bucales en la piel de la víctima. Como la picadura es indolora, el insecto dispone de tranquilidad para sorber durante todo el tiempo que le sea necesario la cantidad de sangre hasta hartarse (que es de alrededor de medio centímetro cúbico por vez).

Como absorbe hasta que esta repleta, es incapaz de volar; por eso regresa caminando lenta y torpemente hasta su refugio habitual. Es impresionante calcular la cantidad de sangre humana o animal que hace falta para alimentar diariamente a los millones de vinchucas que infestan el país. La ingestión de estos insectos tiene una particularidad: se efectúa únicamente de noche. En efecto, las vinchucas solamente cenan. El motivo de este hábito es que rehuyen la luz.

De día nunca salen de sus escondrijos. Se explica de esta manera una frecuente costumbre que se ve en viviendas de zonas rurales: la presencia de luz para ahuyentar las vinchucas.

La enfermedad de Chagas-Mazza no es contagiosa entre las personas directamente. Solamente se transmite mediante la intervención de la vinchuca. Cuando uno de estos insectos pica a una persona enferma, junto con la sangre que chupa absorbe los parásitos; estos se multiplican en el intestino del insecto, para salir al exterior con las materias fecales, que se han tornado así en vehículo de infección.

Cuando una vinchuca infectada, en su diaria búsqueda de alimentos, pica a una persona sana, inicia el mecanismo de contagio de la siguiente manera: al atiborrarse la sangre, defeca; esta deyección que deposita sobre la piel esta repleta de tripanosomas que se introducen en el organismo a través de soluciones de continuidad de la piel (heridas, escoriaciones al rascarse, la misma picadura) o por perforación de las mucosas (ocular, nasal, bucal).

Una vez en la sangre, los tripanosomas continúan su crecimiento y al poco tiempo comienzan a reproducirse en forma extraordinaria y veloz.

Un resumen de todo esto es:

1. Cuando la vinchuca se alimenta con sangre de un organismo enfermo con el mal de. Chagas-Mazza, ingiere también una gran cantidad de tripanosomas .
2. Estos tripanosomas se multiplican rápida y abundantemente en el intestino del insecto.
3. La vinchuca, infectada, pero no enferma, se convierte así en un potencial y permanente agente transmisor de tripanosomas.
4. Siempre que la vinchuca chupa la sangre de una persona o animal efectúa deposiciones sobre la piel; estas deyecciones contienen millares de tripanosomas con capacidad de causar enfermedad.
5. El leve escozor producido por la picadura induce al individuo a rascarse la zona molesta. La acción de las uñas provoca insignificantes soluciones de continuidad en la piel. Rota así esta barrera de defensa, se abren las puertas para que los tripanosomas se introduzcan en el organismo a través de los vasos sanguíneos.

La enfermedad evoluciona en tres periodos:

AGUDO o de comienzo que dura alrededor de 20 a 30 días.
INTERMEDIO o de LATENCIA, cuya duración es variable y puede alcanzar varios años; y
CRONICO, con una duración que depende de la gravedad que alcance el proceso.

Periodo agudo. La mayor parte de los afectados por la enfermedad son niños, no porque estos sean mas susceptibles que los adultos, sino simplemente por estar más expuestos a ser infectados por la vinchuca.

Periodo de latencia. Pasado el primer mes, el enfermo entra en un segundo periodo, o de latencia; este periodo puede durar años y durante ese tiempo no hay ningún síntoma; solamente se puede poner en evidencia la enfermedad por medio del análisis de sangre en la que se comprueba las alteraciones provocadas por la enfermedad o también (aunque mas difícilmente), viendo los tripanosomas.

La mayor parte de las personas permanece en este periodo todo el resto de sus vidas, y aun hay quienes han curado espontáneamente.

Periodo crónico, por lo general es una manifestación tardía de la infección. Se la encuentra en casi un 15% de quienes han padecido el contagio y sus manifestaciones están en relación directa con las alteraciones del corazón.

Sus síntomas mas comunes son: palpitaciones, disnea (sed de aire), dolores referidos al área cardiaca, dolor en la zona hepática, y sobre todo, manifestaciones típicas que se observan en el electrocardiograma, aunque no haya síntomas clínicos. La mayor parte de los síntomas son indicación de daño cardiaco, que cuando es importante lleva a grados variables de insuficiencia cardiaca.

La gravedad del proceso es variable, pero lo que le da la característica alarmante es la frecuencia con que el daño cardiaco se produce.

Si tenemos en cuenta que hay regiones en la Argentina en las cuales la mayor parte de la población esta infectada con Tripanozoma Curzi, el porcentaje que resulta con lesión cardiaca da una cifra que justifica todo esfuerzo para combatir el mal de Chagas.

Otro dato ha tener en cuenta es que la cardiopatía chagásica se produce en personas que son jóvenes; es decir que, teniendo un organismo relativamente sano y terminan presentando invalidez para la vida normal debido a la lesión del corazón.

A pesar del portentoso avance de las ciencias médicas, todavía no se ha encontrado el remedio ideal para curar la enfermedad. En realidad el problema es grave: porque una vez instaladas las lesiones en el organismo, lesiones que son destructivas, ya nunca más se puede alcanzar la restitución integral de la zona afectada. A lo más que se llega muchas veces es a aminorar los síntomas determinados por dicha lesión, que persistirá durante toda la vida de la persona enferma.

La enfermedad de Chagas-Mazza es actualmente la endémica de principal importancia sanitaria en la Argentina.

Esta situación surge, principalmente:

· del extenso ámbito correspondiente a su influencia;
· del gran número de infectados;
· de su incidencia en la mortalidad infantil y en los adultos jóvenes;
· del cuantioso agravio económico y social que provoca, con enormes pérdidas en jornales de productividad y alto costo de la asistencia medica requerida.
· No es menor su repercusión sobre los aspectos afectivos y sociales de los enfermos y de la sociedad a la que pertenecen.

A pesar del avance de las zonas urbanizadas, el Mal de Chagas sigue expandiéndose. La Asociación de Medicina Interna de Tucumán afirmaron: ¿Hay una reactivación de la enfermedad, debido a la falta de control en la lucha vectorial. Esto no sólo preocupa a Latinoamérica, sino también a los países de Europa y a los EE.UU., debido a las corrientes emigratorias¿.

La idea de controlar la Enfermedad de Chagas tiene su antecedente en el año 1.940 y sus primeros resultados persuadieron al Ministerio de Salud de la Nación a organizar, en 1.962, el Servicio Nacional de Control de Chagas y el Instituto Nacional de Diagnóstico de la Enfermedad de Chagas.

Durante los años siguientes el Programa de Control fue implementado a lo largo de todo el país para cubrir la totalidad del área endémica.

Estas instituciones desarrollaron su accionar en forma ininterrumpida por 37 años logrando disminuir la prevalencia por infección por el Tripanosoma Cruzi (virus chagásico).-

Si bien es cierto, en el 2001, La Pampa, Río Negro, Neuquén y Jujuy certificaron la interrupción de la transmisión vectorial del Tripanosoma Cruzi, en otras 16 provincias se han detectado zonas endémicas, de las cuales las más afectadas son: Santiago del Estero, sur de La Rioja, oeste de Córdoba, gran parte de Chaco y Formosa.

Con este cuadro las perspectivas para el año 2.003 eran más que favorables ya que hubiese sido posible controlar la transmisión vectorial (picadura de vinchuca) en todo el territorio del país.-

Según los estados arrojados por estas instituciones al año 2.003 se puede estimar que existirían en nuestro país más de 2.047.000 personas infectadas por este virus.-

Y lo más importante para destacar es que el 50% de los infectados se encuentran en centros urbanos o altamente poblados. Esta distribución actualmente observada establece una nueva dificultad obligando a un cambio en la estrategia de control y prevención del Mal de Chagas.-

No olvidemos lo que decía el doctor Carlos Chagas: "Es necesario ante todo, alejar toda posibilidad de procreación de los insectos en la vivienda del hombre, cuyas paredes deben ser revocadas y libres de hendiduras y cuyo revestimiento debe ser cuidado en función de dicho objetivo. En las zonas de infección crónica, las casas de paredes de barro no perfectamente lisas y cubiertas de musgo son absolutamente condenables, dado que las vinchucas encuentran allí las condiciones mas propicias para su existencia".

Señores senadores creo que corresponde conocer las medidas que se tomaron para combatir esta enfermedad desde su base, que es el contagio, a fin de sugerir acciones positivas en ese sentido.

Por todo lo expuesto es que les solicito me acompañen en la siguiente iniciativa.

Delia N. Pinchetti de Sierra Morales.- Ricardo A. Bussi.-