Número de Expediente 3664/07
N° | Origen | Tipo | Extracto |
---|---|---|---|
3664/07 | Senado De La Nación | Proyecto De Comunicación | NAIDENOFF : PROYECTO DE COMUNICACION SOLICITANDO INFORMES SOBRE DIVERSOS ASPECTOS RELACIONADOS CON EL ACUERDO PARA ELEVAR LA PARTICIPACION ESTATAL EN AEROLINEAS ARGENTINAS . |
Listado de Autores |
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Petcoff Naidenoff
, Luis Carlos
|
Fechas en Dir. Mesa de Entradas
MESA DE ENTRADAS | DADO CUENTA | Nº DE D.A.E. |
---|---|---|
12-12-2007 | 19-12-2007 | 161/2007 Tipo: NORMAL |
Fecha de Ingreso a Dir. Gral. de Comisiones
DIR. GRAL. de COMISIONES | INGRESO DEL DICTAMEN A LA MESA DE ENTRADAS |
---|---|
14-12-2007 | SIN FECHA |
Giros del Expediente a Comisiones
COMISIÓN | FECHA DE INGRESO | FECHA DE EGRESO |
---|---|---|
DE INFRAESTRUCTURA, VIVIENDA Y TRANSPORTE
ORDEN DE GIRO: 1 |
17-12-2007 | 28-02-2009 |
EL EXPEDIENTE CADUCO EL 28-02-2009
ENVIADO AL ARCHIVO : 09-11-2009
En proceso de carga
Senado de la Nación
Secretaría Parlamentaria
Dirección Publicaciones
(S-3664/07)
PROYECTO DE COMUNICACIÓN
El Senado de la Nación
Vería con agrado que el Poder Ejecutivo Nacional por intermedio del Jefe de Gabinete de Ministros, en relación al acuerdo suscripto en noviembre pasado respecto de elevar la participación estatal en Aerolíneas Argentinas al 20% del capital, informe a este cuerpo a través del organismo que corresponda, lo siguiente:
¿Cuál es el precio fijado del paquete accionario?
¿Con qué recursos se adquirirá el mismo?
Considerando la situación actual de Aerolíneas Argentinas, que como es de público y notorio conocimiento, cuenta con una flota escasa y casi obsoleta y con programas de vuelos quebrantados, que entre otras cosas demandaría millonarias inversiones ¿Cuál cree y pretende el Estado Nacional que sea su incidencia con la nueva composición accionaria?
Luis P. Naidenoff.-
FUNDAMENTOS
Señor Presidente:
Aerolíneas Argentinas tiene un valor de mercado próximo a los 1400 millones de dólares, según sostienen en la compañía. En su último balance, del 2006, ese monto se reduce a casi 400 millones de dólares. Después de varias crisis, y aún con más del 85 por ciento del mercado de cabotaje en su poder, la privatizada es un gigante enfermo. Tiene una estructura sobredimensionada y programas de vuelos quebrantados por los recurrentes conflictos gremiales y una flota escasa y antigua, que sólo puede revitalizarse con millonarias inversiones. A los desaciertos históricos de sus gerenciadores privados, se suman ahora los mismos problemas que aquejan al resto de las competidoras que operan en el mercado doméstico: costos dolarizados en alza e ingresos en pesos. Uno de los grandes interrogantes es cómo, una vez más, el Estado acudirá en su auxilio.
El problema ahora es que la empresa que dirigen los españoles Gerardo Díaz Ferrán y Gonzalo Pascual sigue perdiendo un mínimo de 100 millones de pesos por año. El dato, tiene especial envergadura en la actual coyuntura, cuando el Estado anunció que elevará su actual participación del 5 al 20 por ciento en la compañía.
La mayor dificultad no es fijar el precio de ese paquete adicional. Un poco más difícil será acordar cómo pagará el Estado esas acciones
La flota de Aerolíneas es poca y antigua, lo que la obliga a hacer cuantiosas inversiones para renovarla y poder competir . El 50 por ciento de los ingresos totales de Aerolíneas provienen de los vuelos internacionales, con precios libres y dolarizados. Pero con las limitaciones de flota, la compañía no puede aprovechar esa situación. A pesar de que sus pocos vuelos al exterior suelen ir completos, no está en condiciones de atender la demanda insatisfecha a destinos tan solicitados como Madrid o Roma.
Una restricción similar enfrenta en el mercado doméstico, que domina ampliamente. Hoy existe un 20 por ciento menos de pasajeros que hace diez años, pero esta plaza ofrece una gran potencialidad, en particular por la creciente afluencia de turistas extranjeros. Aquí el margen de maniobra comercial es menor, ya que las tarifas están reguladas por el sistema de bandas, con precios máximos y mínimos.
Otro obstáculo para mejorar las cifras del renglón utilidades del balance lo ofrece el combustible aéreo, cuyo precio fluctúa libremente. Tras la devaluación aumentó más que el dólar, y tiene valores muy heterogéneos dentro del país y en relación a otras naciones. Hoy resulta más caro abastecerse en Calafate que en Estados Unidos, por ejemplo.
Para AA el mayor desvelo de coyuntura es cómo contentar a los trabajadores nucleados en siete gremios, con los que las distintas conducciones empresarias celebraron alianzas que luego terminaron vulnerándose.
La aerolínea que gozó de mucho prestigio en la era estatal, vuelve a estar en problemas. Y bajo esta situación cobran cuerpo las sospechas de vaciamiento, que se sucedieron desde la privatización cuando empezó su caída.-
Una de las privatizaciones más escandalosa de la década del noventa sigue ofreciendo capítulos para una historia de despropósitos.
Luis P. Naidenoff.-
Secretaría Parlamentaria
Dirección Publicaciones
(S-3664/07)
PROYECTO DE COMUNICACIÓN
El Senado de la Nación
Vería con agrado que el Poder Ejecutivo Nacional por intermedio del Jefe de Gabinete de Ministros, en relación al acuerdo suscripto en noviembre pasado respecto de elevar la participación estatal en Aerolíneas Argentinas al 20% del capital, informe a este cuerpo a través del organismo que corresponda, lo siguiente:
¿Cuál es el precio fijado del paquete accionario?
¿Con qué recursos se adquirirá el mismo?
Considerando la situación actual de Aerolíneas Argentinas, que como es de público y notorio conocimiento, cuenta con una flota escasa y casi obsoleta y con programas de vuelos quebrantados, que entre otras cosas demandaría millonarias inversiones ¿Cuál cree y pretende el Estado Nacional que sea su incidencia con la nueva composición accionaria?
Luis P. Naidenoff.-
FUNDAMENTOS
Señor Presidente:
Aerolíneas Argentinas tiene un valor de mercado próximo a los 1400 millones de dólares, según sostienen en la compañía. En su último balance, del 2006, ese monto se reduce a casi 400 millones de dólares. Después de varias crisis, y aún con más del 85 por ciento del mercado de cabotaje en su poder, la privatizada es un gigante enfermo. Tiene una estructura sobredimensionada y programas de vuelos quebrantados por los recurrentes conflictos gremiales y una flota escasa y antigua, que sólo puede revitalizarse con millonarias inversiones. A los desaciertos históricos de sus gerenciadores privados, se suman ahora los mismos problemas que aquejan al resto de las competidoras que operan en el mercado doméstico: costos dolarizados en alza e ingresos en pesos. Uno de los grandes interrogantes es cómo, una vez más, el Estado acudirá en su auxilio.
El problema ahora es que la empresa que dirigen los españoles Gerardo Díaz Ferrán y Gonzalo Pascual sigue perdiendo un mínimo de 100 millones de pesos por año. El dato, tiene especial envergadura en la actual coyuntura, cuando el Estado anunció que elevará su actual participación del 5 al 20 por ciento en la compañía.
La mayor dificultad no es fijar el precio de ese paquete adicional. Un poco más difícil será acordar cómo pagará el Estado esas acciones
La flota de Aerolíneas es poca y antigua, lo que la obliga a hacer cuantiosas inversiones para renovarla y poder competir . El 50 por ciento de los ingresos totales de Aerolíneas provienen de los vuelos internacionales, con precios libres y dolarizados. Pero con las limitaciones de flota, la compañía no puede aprovechar esa situación. A pesar de que sus pocos vuelos al exterior suelen ir completos, no está en condiciones de atender la demanda insatisfecha a destinos tan solicitados como Madrid o Roma.
Una restricción similar enfrenta en el mercado doméstico, que domina ampliamente. Hoy existe un 20 por ciento menos de pasajeros que hace diez años, pero esta plaza ofrece una gran potencialidad, en particular por la creciente afluencia de turistas extranjeros. Aquí el margen de maniobra comercial es menor, ya que las tarifas están reguladas por el sistema de bandas, con precios máximos y mínimos.
Otro obstáculo para mejorar las cifras del renglón utilidades del balance lo ofrece el combustible aéreo, cuyo precio fluctúa libremente. Tras la devaluación aumentó más que el dólar, y tiene valores muy heterogéneos dentro del país y en relación a otras naciones. Hoy resulta más caro abastecerse en Calafate que en Estados Unidos, por ejemplo.
Para AA el mayor desvelo de coyuntura es cómo contentar a los trabajadores nucleados en siete gremios, con los que las distintas conducciones empresarias celebraron alianzas que luego terminaron vulnerándose.
La aerolínea que gozó de mucho prestigio en la era estatal, vuelve a estar en problemas. Y bajo esta situación cobran cuerpo las sospechas de vaciamiento, que se sucedieron desde la privatización cuando empezó su caída.-
Una de las privatizaciones más escandalosa de la década del noventa sigue ofreciendo capítulos para una historia de despropósitos.
Luis P. Naidenoff.-