Número de Expediente 3635/06

Origen Tipo Extracto
3635/06 Senado De La Nación Proyecto De Comunicación SALVATORI : PROYECTO DE COMUNICACION SOLICITANDO INFORMES SOBRE LOS PROYECTOS AUTORIZADOS DURANTE LOS ULTIMOS CINCO AÑOS , DE EXPERIMENTACION DE ORGANISMOS VEGETALES O ANIMALES GENETICAMENTE MODIFICADOS .-
Listado de Autores
Salvatori , Pedro

Fechas en Dir. Mesa de Entradas

MESA DE ENTRADAS DADO CUENTA Nº DE D.A.E.
05-10-2006 01-11-2006 163/2006 Tipo: NORMAL

Fecha de Ingreso a Dir. Gral. de Comisiones

DIR. GRAL. de COMISIONES INGRESO DEL DICTAMEN A LA MESA DE ENTRADAS
17-10-2006 08-11-2006

Giros del Expediente a Comisiones

COMISIÓN FECHA DE INGRESO FECHA DE EGRESO
DE AGRICULTURA, GANADERÍA Y PESCA
ORDEN DE GIRO: 1
17-10-2006 08-11-2006

ENVIADO AL ARCHIVO : 10-01-2007

Resoluciones

SENADO
FECHA DE SANCION: 14-12-2006
SANCION: Com.Art106
COMENTARIO:
NOTA:DESP. Nº 333
En proceso de carga

Senado de la Nación
Secretaría Parlamentaria
Dirección Publicaciones

(S-3635/06)

PROYECTO DE COMUNICACION

El Senado de la Nación

Vería con agrado que el Poder Ejecutivo nacional, a través de la Secretaría de Agricultura, Ganadería, Pesca y Alimentación, informe la cantidad de autorizaciones de proyectos de experimentación y/o liberación al medio de organismos vegetales o animales genéticamente modificados durante los últimos cinco años, especificando, los cultivos y su ubicación geográfica así como las evaluaciones de impacto ambiental para los ecosistemas agrícolas.-


Pedro Salvatori.

FUNDAMENTOS

Señor Presidente:

Nuestro país adquirió en estos últimos años una conciencia cada vez mayor en lo que respecta a la problemática ambiental. Es así, como a través de campañas gubernamentales y de diversas entidades no gubernamentales, se informa a la población sobre realidades que hasta no hace mucho tiempo eran totalmente desconocidas en este tema.

En la Argentina el uso agrícola de los Organismos Genéticamente Modificados (OGN) está regulado por un complejo conjunto de disposiciones legales encuadradas en el sistema normativo general de la actividad agropecuaria. En 1991 se creó en la Secretaría de Agricultura, Ganadería y Pesca la Comisión Nacional Asesora de Biotecnología Agropecuaria (CONABIA), integrada por un grupo interdisciplinario e interinstitucional, con miembros tanto del sector público como privado, para servir de órgano de evaluación y consulta de la secretaría mencionada.

La CONABIA estableció las pautas para autorizar la liberación al medio de Organismos Genéticamente Modificados, que requiere la autorización individual de cada caso. La CONABIA evalúa cada solicitud presentada en un proceso que tiene cierta complejidad.

Las normas específicas aplicables al mecanismo de autorización de los OGM son: la ley 13.636/1949 sobre elaboración y comercialización de productos veterinarios, el Decreto-ley 6704/1963 de defensa sanitaria de la producción agrícola, la ley 20.247/1973 de semillas y creaciones fitogenéticas, la ley 25.127 sobre producción ecológica, biológica u orgánica, un conjunto de resoluciones de la SAGyP (entre ellas las 124/1991, 656/1992, 837/1993, 345/1994, 289/1997, 131/1998, 511/1998, 1265/1999, 39/2003 y 57/2003) y la resolución 412/2002 del Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (SENASA). En la tarea de verificación del comportamiento de los productos autorizados intervienen también el Instituto Nacional de Semillas (INASE) y el mencionado SENASA.

En el período 1991-2003 la SAGyP otorgó seiscientos setenta (670) permisos de liberar al ambiente organismos vegetales genéticamente modificados. Los cultivos para los que se concedió un mayor número de autorizaciones fueron maíz, girasol, soja y algodón. Hubo menos permisos para trigo, papa y arroz. Las principales características introducidas con la manipulación genética fueron tolerancia a herbicidas (principalmente glifosato) y resistencia a insectos, sobre todo a lepidópteros y, en menor escala, a coleópteros.

Luego de analizar las solicitudes de liberación al ambiente de OGM, la CONABIA obtiene conclusiones sobre las que la SAGyP (hoy Agricultura, Ganadería, Pesca y Alimentación, SAGPyA) concede o deniega el permiso. La evaluación y el permiso abarcan dos etapas, una encaminada a permitir liberaciones restringidas a título experimental y otra a conceder permisos de liberación extensiva. La segunda (también llamada fase de flexibilización) busca establecer que el OGM considerado no producirá cambios ambientales apreciablemente mayores que la variedad no modificada. Cumplida la segunda etapa de autorización, y las eventuales condiciones que de ella pudiesen resultar, se requiere un permiso adicional para poner el OGM en el comercio, lo cual implica una evaluación por parte de la CONABIA, por no menos de dos años, de los riesgos para los ecosistemas agrícolas del cultivo comercial del OGM.

Hasta ahora, la mayor parte de los genes que se han incorporado a las variedades de interés agronómico (por ej., algodón, soja y maíz) han sido de interés para el agricultor porque confieren resistencia a herbicidas y a insectos, lo que traería aparejado una reducción en los costos de producción. Sin embargo, las variedades que se liberen para la comercialización en un futuro no muy lejano tendrán transgenes que controlarán características de interés para las industrias alimentaria y farmacéutica (por ej., producción de almidones, de plásticos, de aceites, de hormonas, etc.) y para el mismo consumidor (por ej., alimentos que contengan determinados nutrientes esenciales, antibióticos, vacunas, etc.), dado que las empresas privadas están trabajando activamente en esta segunda etapa (Dutton, 1997; Holzmen, 1999). De ese modo, los cultivos se irán convirtiendo en verdaderas fábricas de productos químicos, al igual que los rebaños de cabras y de ovejas transgénicas que producen metabolitos secundarios en la leche (Mc Kown, 1999).

Las posibilidades de esta tecnología son muy grandes porque, como se dijo, se amplía notablemente el número potencial de genes que el fitomejorador tendría a su disposición; sin embargo, su aplicación no está libre de riesgos. Por eso se requieren estudios específicos de evaluación de riesgos desde el punto de vista de la salud humana y de la salud animal, así como de los posibles efectos sobre los ecosistemas agrícolas y naturales.

La Argentina es centro de diversidad genética de la papa, ya que desde el norte del país hasta el centro de la provincia de Buenos Aires; crecen especies silvestres emparentadas que producen tubérculos, y que constituyen una importantísima fuente de genes de resistencia a factores bióticos y abióticos adversos (Camadro 1996). Asimismo, en las provincias de Buenos Aires, La Pampa y Córdoba crecen poblaciones asilvestradas de especies emparentadas con el girasol cultivado, y en el sudeste de la provincia de Buenos Aires es de muy amplia distribución una especie denominada comúnmente "nabo", que fue originalmente cultivada para producción de aceites livianos y que actualmente es una de las malezas más importantes de la zona; esta maleza se hibrida naturalmente con la colza, uno de los primeros cultivos en los que se obtuvieron variedades transgénicas en Canadá, porque pertenecen al mismo género y especie .

El flujo génico entre especies y géneros emparentados ha ocurrido durante toda la domesticación de las plantas y sigue ocurriendo en un número importante de especies en los que la floración es sincrónica. Por eso, los riesgos de los OGM para los ecosistemas agrícolas y naturales tienen que ser evaluados caso por caso, en los ambientes en los que se planifica liberarlos. Debido a las complejas interacciones que se dan en los ecosistemas, los resultados obtenidos en los distintos ambientes no son extrapolables sino que sólo pueden servir como guía ante la falta de información científica.

Cuando se evalúa el riesgo que presenta la liberación de dichos organismos para los ecosistemas, para la salud humana y para la salud animal, es necesario contar, entonces, con el interés sostenido y el apoyo económico de organimos estatales, organizaciones no gubernamentales y empresas privadas para realizar estudios de impacto ecológico en el mediano y en el largo plazo que, sobre serias bases científicas, permitan ir estableciendo estrategias para reducir los riesgos del flujo génico, como pueden ser el establecimiento de distancias de aislamiento de los cultivos transgénicos, el empleo de determinados métodos culturales para evitar la floración simultánea con otros cultivos o con especies emparentadas, o la introducción de androesterilidad en las variedades transgénicas.

Debido a los poderosos intereses económicos generados por el desarrollo y la aplicación de esta nueva tecnología, es función indelegable del Estado incentivar y apoyar económicamente el desarrollo de investigaciones básicas en el área y de llevar adelante estudios de bioseguridad en la poscomercialización de OGM, que incluyan el monitoreo de las liberaciones al medio con la participación de las empresas privadas.

La evaluación de impacto ambiental debería acompañar cualquier ensayo de nuevas tecnologías, pero es especialmente importante en los relacionados con biotecnología agrícola.

Por las razones expuestas solicito la aprobación del presente proyecto.-


Pedro Salvatori.