Número de Expediente 3605/07
N° | Origen | Tipo | Extracto |
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3605/07 | Senado De La Nación | Proyecto De Declaración | NEGRE DE ALONSO Y RODRIGUEZ SAA : PROYECTO DE DECLARACION RINDIENDO HOMENAJE A LA LOCALIDAD DE VILLA ELENA, SAN LUIS , AL CONMEMORARSE EL SESQUICENTENARIO DE SU FUNDACION EL 8 DE FEBRERO DE 2008 . |
Listado de Autores |
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Negre de Alonso
, Liliana Teresita
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Rodríguez Saá
, Adolfo
|
Fechas en Dir. Mesa de Entradas
MESA DE ENTRADAS | DADO CUENTA | Nº DE D.A.E. |
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29-11-2007 | 05-12-2007 | 158/2007 Tipo: NORMAL |
Fecha de Ingreso a Dir. Gral. de Comisiones
DIR. GRAL. de COMISIONES | INGRESO DEL DICTAMEN A LA MESA DE ENTRADAS |
---|---|
03-12-2007 | SIN FECHA |
Giros del Expediente a Comisiones
COMISIÓN | FECHA DE INGRESO | FECHA DE EGRESO |
---|---|---|
ORDEN DE GIRO: 1 |
04-12-2007 | 19-12-2007 |
ENVIADO AL ARCHIVO : 15-02-2008
Resoluciones
SENADO |
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FECHA DE SANCION: 19-12-2007 |
SANCION: APROBO |
COMENTARIO: SOBRE TABLAS |
NOTA: |
OBSERVACIONES |
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03-12-07 : INCORPORA FIRMA SDOR. RODRIGUEZ SAA |
En proceso de carga
Senado de la Nación
Secretaría Parlamentaria
Dirección Publicaciones
(S-3605/07)
PROYECTO DE DECLARACION
El Senado de la Nación
DECLARA:
Su homenaje y reconocimiento a la localidad de Villa Elena de la Provincia de San Luis al conmemorarse, el 8 de febrero del año 2008, el sesquicentenario de su fundación, reconociendo a todos sus habitantes por su permanente esfuerzo para formar un lugar próspero y ejemplar, que redunde en un digno vivir de las generaciones actuales y futuras.
Liliana T. Negre de Alonso.-
FUNDAMENTOS
Señor Presidente:
El próximo 8 de febrero del año 2008, la localidad de Villa Elena festeja el sesquicentenario de su fundación. Es por eso que consideramos necesario adherir al mismo con la intención de brindar un merecido reconocimiento a sus habitantes quienes, por su valentía y esfuerzo, fueron un ejemplo de vida en común, ejemplo que se ha mantenido incólume a través del tiempo.
Esta localidad constituye actualmente un barrio residencial que, con el tiempo, se ha convertido en uno de los sitios preferidos de los que buscan paz.
Quebrada del Molino, su primitivo nombre, debió su denominación a la existencia de un molino, propiedad de Guillermo Devia, uno de sus primeros habitantes. Germán Ave Lallemant, en su obra ¿Memoria descriptiva de San Luis¿, nos describe a uno de esos aparatos: ¿Una pequeña rueda de aletas horizontales recibe un fuerte golpe tangencial de agua que cae por un canal inclinado de 45º a 60º, la piedra volandera está fija directamente sobre el eje de la rueda motriz, ambas piedras son fijas y se hallan dentro de un área que desembocan en una arca de harina¿.
En sus primeros tiempos la población del lugar era escasa, compuesta por descendientes de la familia Arias, entre los que se encontraba el ya citado Devia. Sin caminos que la vinculasen con Cortaderas, la localidad más cercana, se hallaba prácticamente aislada.
La llegada de Don Francisco de la Mota con sus dos pequeñas hijos, María Elena y Manuel, es el hito que marcará el comienzo de un impulso que no ha cesado de crecer.
Procedente de Villa Mercedes, en donde contrajera matrimonio con Manuela Franzini, ejerció allí la docencia hasta que enviudó. Entonces decidió buscar nuevos horizonte y se dirigió al Valle del Conlara. Ya en la Quebrada del Molino, se aloja en lo de don Guillermo Devia. De inmediato la tranquilidad del entorno despierta su entusiasmo. Decide comprar tierras entonces a don Ruperto Mansilla, otro descendiente de la familia Arias y manda a levantar una casa a la que, por cariño a su hija, denomina ¿Villa Elena¿. El entusiasmo de don Francisco por el lugar es contagioso y poco a poco sus familiares comienzan a construir sus viviendas en el lugar. Es así como surgen ¿La Emilia¿, propiedad de doña Emilia Puccio de Franzini, suegra de don Francisco, conocida como ¿Mamavecha¿. Luego se construye ¿La Minga¿, propiedad de Enrique Julio Franzini y de Julia de la Mota. Les siguen las propiedades de Alfredo Franzini, del mercedino Ciro Galán. Las viviendas pasan a otras manos, pero siempre quedan entre los vecinos integrantes de aquellas primeras familias.
A pesar de este impulso, era necesario comunicar esa incipiente villa con Cortaderas. Es de destacar el esfuerzo de los pobladores por construir un camino que comunique las dos localidades. Esto sucede hacia 1932. El costo total del esfuerzo es de 303.000 $ entre materiales y mano de obra, que son costeados por partes iguales entre Enrique Franzini, Elena y Manuel de la Mota, Hortensia de la Mota, Alfredo Franzini, Miguel Franzini, Mercedes de Ramallo y el general Aníbal Vernengo.
El nombre de Villa Elena se extiende a toda la población, que luego atrae a sacerdotes de la zona y comienzan a efectuarse allí misas y primeras comuniones.
Don Enrique Franzini compra 400 hectáreas más hasta llegar a la Ruta Provincial Nº 1. Su hijo manda a construir posteriormente una Capilla, donde se encuentran los restos de don Enrique y de Doña Julia.
En 1958 se coloca una placa conmemorativa de los cincuenta años de Villa Elena, con una misa celebrada por Monseñor Di Pascuo. En las palabras de María Inés Franzini surgen aquellas figuras que infundieron su vida y esfuerzos a Villa Elena. Y allí figuran entonces Ruperto Mansilla, Daniel Quiñonez y otros personajes tradicionales, que, amparados por las laderas aterciopeladas de los Comechingones, eran protagonistas entrañables del lugar: Doña Gala, conocida por su tinajas de barro, doña Verista Gauna, quesera, Don Girard, quien fabricaba él mismo el vino y aguardiente de la zona. Todos ellos personajes semejantes a los que rescata nuestro Antonio Esteban Agüero en sus poemas.
Poco a poco el progreso fue llegando y la población pudo acceder al agua corriente, la luz eléctrica, el asfalto y el teléfono.
Actualmente Villa Elena es la zona turística de Cortaderas. Allí se han establecido hosterías y hoteles que albergan a los que llegan huyendo del ruido y del trajín de la gran ciudad. Entre ellas se encuentran ¿La Posada del Sol¿, el ¿Hostal de la Quebrada¿ y numerosas cabañas de alquiler. En plena actividad veraniega se realiza la Fiesta del Turismo de la Costa. El sábado de Semana Santa, tienen lugar la Fiesta del Caballo, que incluye todo tipo de destrezas criollas, domas plateadas y folklore.
La naturaleza privilegiada de Villa Elena es un poderoso imán para los turistas. Sus manantiales, arroyos, bosques de talas, molles chañares, jarillas y, por supuesto cortaderas, son un poderoso imán para aquellos que necesitan reencontrar sus perdidas energías en el diario trajín. Como decía Antonio Esteban Agüero:
¿Que el alma se nos llene de este vino oloroso;
gocemos cada sombra, cada luz, el sonoro
regalo de la brisa con palomas y tordos¿.
Digamos por último que consideramos necesario resaltar la importancia de este rincón de nuestro país, producto del esfuerzo de sus pobladores, que hizo de él un de los parajes más acogedores y entrañables de la Provincia y de todo el territorio argentino.
Es por todas estas razones que solicitamos a nuestros pares, la aprobación del presente Proyecto de Declaración.
Liliana T. Negre de Alonso.-
Secretaría Parlamentaria
Dirección Publicaciones
(S-3605/07)
PROYECTO DE DECLARACION
El Senado de la Nación
DECLARA:
Su homenaje y reconocimiento a la localidad de Villa Elena de la Provincia de San Luis al conmemorarse, el 8 de febrero del año 2008, el sesquicentenario de su fundación, reconociendo a todos sus habitantes por su permanente esfuerzo para formar un lugar próspero y ejemplar, que redunde en un digno vivir de las generaciones actuales y futuras.
Liliana T. Negre de Alonso.-
FUNDAMENTOS
Señor Presidente:
El próximo 8 de febrero del año 2008, la localidad de Villa Elena festeja el sesquicentenario de su fundación. Es por eso que consideramos necesario adherir al mismo con la intención de brindar un merecido reconocimiento a sus habitantes quienes, por su valentía y esfuerzo, fueron un ejemplo de vida en común, ejemplo que se ha mantenido incólume a través del tiempo.
Esta localidad constituye actualmente un barrio residencial que, con el tiempo, se ha convertido en uno de los sitios preferidos de los que buscan paz.
Quebrada del Molino, su primitivo nombre, debió su denominación a la existencia de un molino, propiedad de Guillermo Devia, uno de sus primeros habitantes. Germán Ave Lallemant, en su obra ¿Memoria descriptiva de San Luis¿, nos describe a uno de esos aparatos: ¿Una pequeña rueda de aletas horizontales recibe un fuerte golpe tangencial de agua que cae por un canal inclinado de 45º a 60º, la piedra volandera está fija directamente sobre el eje de la rueda motriz, ambas piedras son fijas y se hallan dentro de un área que desembocan en una arca de harina¿.
En sus primeros tiempos la población del lugar era escasa, compuesta por descendientes de la familia Arias, entre los que se encontraba el ya citado Devia. Sin caminos que la vinculasen con Cortaderas, la localidad más cercana, se hallaba prácticamente aislada.
La llegada de Don Francisco de la Mota con sus dos pequeñas hijos, María Elena y Manuel, es el hito que marcará el comienzo de un impulso que no ha cesado de crecer.
Procedente de Villa Mercedes, en donde contrajera matrimonio con Manuela Franzini, ejerció allí la docencia hasta que enviudó. Entonces decidió buscar nuevos horizonte y se dirigió al Valle del Conlara. Ya en la Quebrada del Molino, se aloja en lo de don Guillermo Devia. De inmediato la tranquilidad del entorno despierta su entusiasmo. Decide comprar tierras entonces a don Ruperto Mansilla, otro descendiente de la familia Arias y manda a levantar una casa a la que, por cariño a su hija, denomina ¿Villa Elena¿. El entusiasmo de don Francisco por el lugar es contagioso y poco a poco sus familiares comienzan a construir sus viviendas en el lugar. Es así como surgen ¿La Emilia¿, propiedad de doña Emilia Puccio de Franzini, suegra de don Francisco, conocida como ¿Mamavecha¿. Luego se construye ¿La Minga¿, propiedad de Enrique Julio Franzini y de Julia de la Mota. Les siguen las propiedades de Alfredo Franzini, del mercedino Ciro Galán. Las viviendas pasan a otras manos, pero siempre quedan entre los vecinos integrantes de aquellas primeras familias.
A pesar de este impulso, era necesario comunicar esa incipiente villa con Cortaderas. Es de destacar el esfuerzo de los pobladores por construir un camino que comunique las dos localidades. Esto sucede hacia 1932. El costo total del esfuerzo es de 303.000 $ entre materiales y mano de obra, que son costeados por partes iguales entre Enrique Franzini, Elena y Manuel de la Mota, Hortensia de la Mota, Alfredo Franzini, Miguel Franzini, Mercedes de Ramallo y el general Aníbal Vernengo.
El nombre de Villa Elena se extiende a toda la población, que luego atrae a sacerdotes de la zona y comienzan a efectuarse allí misas y primeras comuniones.
Don Enrique Franzini compra 400 hectáreas más hasta llegar a la Ruta Provincial Nº 1. Su hijo manda a construir posteriormente una Capilla, donde se encuentran los restos de don Enrique y de Doña Julia.
En 1958 se coloca una placa conmemorativa de los cincuenta años de Villa Elena, con una misa celebrada por Monseñor Di Pascuo. En las palabras de María Inés Franzini surgen aquellas figuras que infundieron su vida y esfuerzos a Villa Elena. Y allí figuran entonces Ruperto Mansilla, Daniel Quiñonez y otros personajes tradicionales, que, amparados por las laderas aterciopeladas de los Comechingones, eran protagonistas entrañables del lugar: Doña Gala, conocida por su tinajas de barro, doña Verista Gauna, quesera, Don Girard, quien fabricaba él mismo el vino y aguardiente de la zona. Todos ellos personajes semejantes a los que rescata nuestro Antonio Esteban Agüero en sus poemas.
Poco a poco el progreso fue llegando y la población pudo acceder al agua corriente, la luz eléctrica, el asfalto y el teléfono.
Actualmente Villa Elena es la zona turística de Cortaderas. Allí se han establecido hosterías y hoteles que albergan a los que llegan huyendo del ruido y del trajín de la gran ciudad. Entre ellas se encuentran ¿La Posada del Sol¿, el ¿Hostal de la Quebrada¿ y numerosas cabañas de alquiler. En plena actividad veraniega se realiza la Fiesta del Turismo de la Costa. El sábado de Semana Santa, tienen lugar la Fiesta del Caballo, que incluye todo tipo de destrezas criollas, domas plateadas y folklore.
La naturaleza privilegiada de Villa Elena es un poderoso imán para los turistas. Sus manantiales, arroyos, bosques de talas, molles chañares, jarillas y, por supuesto cortaderas, son un poderoso imán para aquellos que necesitan reencontrar sus perdidas energías en el diario trajín. Como decía Antonio Esteban Agüero:
¿Que el alma se nos llene de este vino oloroso;
gocemos cada sombra, cada luz, el sonoro
regalo de la brisa con palomas y tordos¿.
Digamos por último que consideramos necesario resaltar la importancia de este rincón de nuestro país, producto del esfuerzo de sus pobladores, que hizo de él un de los parajes más acogedores y entrañables de la Provincia y de todo el territorio argentino.
Es por todas estas razones que solicitamos a nuestros pares, la aprobación del presente Proyecto de Declaración.
Liliana T. Negre de Alonso.-