Número de Expediente 3579/04

Origen Tipo Extracto
3579/04 Senado De La Nación Proyecto De Declaración CAPARROS : PROYECTO DE DECLARACION ADHIRIENDO AL DIA MUNDIAL DE LAS NACIONES UNIDAS .
Listado de Autores
Caparrós , Mabel Luisa

Fechas en Dir. Mesa de Entradas

MESA DE ENTRADAS DADO CUENTA Nº DE D.A.E.
21-10-2004 27-10-2004 212/2004 Tipo: NORMAL

Fecha de Ingreso a Dir. Gral. de Comisiones

DIR. GRAL. de COMISIONES INGRESO DEL DICTAMEN A LA MESA DE ENTRADAS
22-10-2004 15-11-2004

Giros del Expediente a Comisiones

COMISIÓN FECHA DE INGRESO FECHA DE EGRESO
DE RELACIONES EXTERIORES Y CULTO
ORDEN DE GIRO: 1
22-10-2004 15-11-2004

ENVIADO AL ARCHIVO : 06-01-2005

Resoluciones

SENADO
FECHA DE SANCION: 01-12-2004
SANCION: APROBO
COMENTARIO:
NOTA:SE AP.OTRO PD CONJ.S. 2957/04

Órdenes del Día

NÚMERO DE FECHA ESTADO ANEXO
1584/04 15-11-2004 APROBADA Sin Anexo
En proceso de carga
Senado de la Nación
Secretaría Parlamentaria
Dirección Publicaciones

(S-3579/04)

PROYECTO DE DECLARACIÓN

El Senado de la Nación

DECLARA:

Su adhesión al Día Mundial de las Naciones Unidas, instituido cada 24
de octubre en conmemoración al aniversario de la entrada en vigor de la
Carta de las Naciones Unidas en 1945 y en cumplimiento de la resolución
2782 de la Asamblea General que recomienda a los Estados Miembros lo
declaren día festivo oficial.

Mabel L. Caparrós.


FUNDAMENTOS

Señor Presidente:

El aniversario de la entrada en vigor de la Carta de las Naciones
Unidas (24 de octubre de 1945) se ha venido conmemorando desde 1948
como Día de las Naciones Unidas. Tradicionalmente se ha observado en
todo el mundo con la celebración de reuniones, debates y exposiciones
sobre los logros y metas de la Organización. En 1971, la Asamblea
recomendó que los Estados Miembros los declarasen día festivo oficial
por Resolución 2782 (XXVI).

De acuerdo al mensaje pronunciado por el Secretario General de la
Organización, el Día de las Naciones Unidas es un día especial para
cada miembro de la familia de las Naciones Unidas y para todos los que
creen en los ideales de la Organización. Durante el año 2001 las
Naciones Unidas han sido galardonadas con el Premio Nobel de la Paz por
su trabajo en la promoción de la paz, la defensa de los derechos
humanos y por sus esfuerzos encauzados a la lucha contra la pobreza.

Este reconocimiento está finalmente dirigido a todas las naciones del
mundo que integran el sistema de la comunidad de estados, en la cual
alientan las más encendida defensa de los derechos humanos, las
libertades individuales, la necesidad de un sistema único de paz y
seguridad mundial y fundamentalmente el análisis de los caminos
conducentes a saciar el hambre mundial allí donde no existen los
tiempos de espera.

Todos quienes trabajan e integran los distintos estamentos de la
Organización de Naciones Unidas se sienten honrados por su trabajo, el
cual desarrollan en los diferentes países del mundo con dedicación y
humildad. Saben tal vez que en el cumplimiento mesurado y silencioso
de sus objetivos y mientras siguen adelante pueden contar con la
cooperación y apoyo nuestro, los pueblos del mundo. Todas las naciones
que formamos parte de esta comunidad debemos comprender cabalmente que
las Naciones Unidas somos nosotros, y que a su vez la organización
existe para asistir y servir a sus miembros y estados parte.

En el Día de las Naciones Unidas el Secretario General ha instado a la
familia entera de las Naciones Unidas a permanecer fieles a su misión,
y a trabajar más duro que nunca para aliviar el sufrimiento en
cualquier parte del mundo. Al mismo tiempo que el mundo enfrenta un
nuevo desafío, los anteriores persisten. Las Naciones Unidas son más
primordiales que nunca en la creación de un mundo mejor y más seguro
para todos.

Este año la conmemoración del Día de las Naciones Unidas tiene un
carácter especial: la población mundial ha rebasado los seis mil
millones de personas y estamos transitando el inicio de este nuevo
milenio en un contexto de desigualdad social y conflictos bélicos que
pueden alterar el equilibrio de las naciones del orbe. Y si bien se
podría considerar desde cierto punto de vista que éstos fenómenos
siempre han existido, sin embargo constituyen un motivo de preocupación
y de reflexión atento que parece abrirse un nuevo capítulo de la
historia de la humanidad en el que debemos estar más unidos que nunca
por nuestro destino común.

En un nuevo aniversario es momento de hacer balance: hemos de pasar
revista a los logros y fracasos para después mirar hacia el futuro y
considerar el modo de lograr que cada nuevo año sea mejor que el
anterior.

Indigna pensar que cerca de la mitad de los habitantes del mundo ha
iniciado el nuevo milenio en la miseria más extrema, y que aún hoy
persisten en esa situación. Eso es algo que tenemos realmente que
cambiar. Indigna asimismo que los habitantes de muchos lugares sean
actualmente objeto de actos de violencia y de brutalidad. El siglo XX
ha sido el siglo más asesino de la historia de la humanidad. Hemos de
conseguir que el siglo XXI sea más pacífico y más humano.

Además, es preocupante que el clima mundial esté sufriendo alteraciones
que pueden entrañar la destrucción de los hogares y los medios de
subsistencia de millones de personas. Las actividades para luchar
contra ese proceso y mitigar sus efectos pueden llegar a constituir la
tarea más ardua de todas las que las Naciones Unidas han de acometer.

Todos los habitantes del planeta vuelven sus ojos a las Naciones Unidas
para que les protejan del hambre, las enfermedades, la violencia y los
desastres naturales cuando las naciones y las regiones no pueden
hacerlo individualmente por tratarse de una labor urgente. Sin embargo,
en las Naciones Unidas tampoco se puede hacer nada desde lo individual.
La fortaleza de la organización proviene inevitablemente de la
fortaleza y los esfuerzos de los Estados Miembros cuando acuerdan
actuar conjuntamente en pro del bien común.

Cuando los dirigentes de todo el mundo acudieron a Nueva York para
celebrar la Cumbre del Milenio, examinaron las tareas que era necesario
encarar y cual es la tarea que pueden hacer las Naciones Unidas al
respecto. Esos dirigentes tuvieron nuestra representación, la de los
pueblos de las Naciones Unidas, y acudieron firmemente resueltos a
adoptar decisiones que puedan culminar en una vida mejor para todos
nosotros y para nuestros hijos.

Es tarea de todos cumplir con los postulados y recomendaciones allí
emitidos, para propender a alcanzar los altos objetivos que la Carta de
las Naciones Unidas plasmara como piedra basal del progreso y el
bienestar de la comunidad internacional.

Por los motivos expuestos, solicito de mis pares la aprobación del
presente Proyecto de Declaración.

Mabel L. Caparrós.