Número de Expediente 3533/03

Origen Tipo Extracto
3533/03 Senado De La Nación Proyecto De Declaración CAPARROS: PROYECTO DE DECLARACION ADHIRIENDO AL "DIA MUNDIAL DEL AGUA"
Listado de Autores
Caparrós , Mabel Luisa

Fechas en Dir. Mesa de Entradas

MESA DE ENTRADAS DADO CUENTA Nº DE D.A.E.
25-02-2004 18-03-2004 212/2003 Tipo: NORMAL

Fecha de Ingreso a Dir. Gral. de Comisiones

DIR. GRAL. de COMISIONES INGRESO DEL DICTAMEN A LA MESA DE ENTRADAS
26-02-2004 23-03-2004

Giros del Expediente a Comisiones

COMISIÓN FECHA DE INGRESO FECHA DE EGRESO
DE AMBIENTE Y DESARROLLO SUSTENTABLE
ORDEN DE GIRO: 1
26-02-2004 23-03-2004

ENVIADO AL ARCHIVO : 07-05-2004

Resoluciones

SENADO
FECHA DE SANCION: 14-04-2004
SANCION: APROBO
COMENTARIO:
NOTA:SE AP.OTRO PD CONJ.S. 3418/03

Órdenes del Día

NÚMERO DE FECHA ESTADO ANEXO
57/04 29-03-2004 CADUCA POR RENOV. TOTAL Sin Anexo
En proceso de carga
Senado de la Nación
Secretaría Parlamentaria
Dirección Publicaciones

(S-3533/03)

PROYECTO DE DECLARACIÓN

El Senado de la Nación

DECLARA:

Su calurosa adhesión al "Día Mundial del Agua" instituido por la
Asamblea General de las Naciones Unidas, a celebrarse el día 22 de
marzo del corriente año y que ayudará decididamente a promover una
conciencia colectiva en la utilización racional y la valoración mundial
de este recurso esencial para el desarrollo de la humanidad.

Mabel L. Caparrós.-

FUNDAMENTOS

Señor Presidente:

Absolutamente necesariamente para la
continuidad de la vida animal y vegetal, el agua es el componente más
abundante en la estructura de los seres vivos. Si bien cubre las tres
cuartas partes de la superficie terrestre este recurso vital se
encuentra inequitativamente distribuido y no es inagotable. Hoy en el
mundo existen más de mil doscientos millones de personas que viven en
zonas rurales de países no desarrollados donde el suministro de agua es
insuficiente, su consecución costosa y su existencia escasa.

Atento la importancia que el agua tiene para
nuestra subsistencia y en un valioso intento por llamar al mundo a la
reflexión acerca de la importancia de este antiguo elemento de la
naturaleza, la Asamblea General de Naciones Unidas ha instituído dentro
de su agenda internacional al día 22 de marzo de cada año como "Día
Internacional del Agua".

La Asamblea General de Naciones Unidas, la
UNESCO, la Organización de Estados Americanos y los distintos foros
internacionales y regionales de política ambiental, han encarado desde
hace años una tenaz campaña destinada a concientizar a los Estados y
por su intermedio a su población, acerca de la urgente necesidad de
optimizar el uso del agua a través de un aprovechamiento racional y un
consumo acorde a las necesidades básicas de cada región.

Nuestro afán por lograr un medio ambiente
saludable es un proceso incesante, cotidiano y debe formar parte
integral de nuestro estilo de vida y cada acto individual, estatal o
colectivo debe ser un oportuno recordatorio de la función que cada uno
de nosotros desempeñamos en el ecosistema. Cada individuo debe generar
un sentimiento y un espíritu común, la torna de conciencia de que
estamos todos conectados a pesar de las diferencias geográficas,
culturales o económicas. En nuestras vidas diarias, no siempre es fácil
reconocer cuan estrechamente vinculados estarnos con nuestros
semejantes. No obstante, reconocemos cada vez más que lo que vincula a
cada hombre o mujer del planeta, dondequiera que se encuentre y sea
cual fuere su actividad y estándar de vida, es el medio ambiente y el
ecosistema en que vivimos.

Cuando hablamos del agua y su problemática,
debemos reconocer que sus futuras implicancias no pueden ser ignoradas
si el concierto de naciones desea encarar acciones responsables para
encauzar el fenómeno: Las reservas hídricas del planeta se tornan más
escasas con el transcurso del tiempo debido a la curva ascendente del
desarrollo demográfico mundial. A ello es necesario agregar la
desertificación de extensas selvas y bosques naturales, ocurrida por la
acción depredadora del hombre.

Así mientras en algunas regiones del planeta el
agua es prácticamente un agobio por el desborde de ríos, cíclicas
inundaciones o violentas marejadas, para otras es un escasísimo
elemento cuya obtención demanda gran cantidad de recursos económicos y
esfuerzos colectivos que apelan a la autorresponsabilidad de los
habitantes de esas regiones carenciadas en su racional utilización.

Al ser el agua un recurso no renovable y de
desigual distribución en el mundo, es absolutamente necesario encarar
políticas concretas en que cada Estado, cada Organización No
Gubernamental, cada familia, cada ser humano se plantee la posibilidad
concreta de no contar con este vital recurso en un futuro cercano. La
conciencia individual precede a la colectiva, por ello cada hombre
deberá enfrentar mentalmente el desafío de pensar cómo sería un día de
su vida sin agua, y seguramente, le será difícil encontrar una
respuesta.

Especialmente en el siglo pasado la humanidad
ha tomado conciencia de que nunca se había hecho tanto, en tan corto
tiempo, para destruir el maravilloso ecosistema que nos brinda sustento
y las generaciones venideras sentirán las repercusiones de nuestras
destructivas acciones. Celebramos el Día Mundial del Agua conscientes
de que las cuestiones ambientales están inexorablemente vinculadas a
las relacionadas con la coexistencia pacífica, la cooperación
Internacional y el desarrollo económico. Y a pesar de los grandes
avances logrados en el reconocimiento de que el desarrollo debe
coexistir con el medio ambiente, continuamos procurando el progreso
económico de maneras que erosionan los cimientos ecológicos de nuestra
existencia. Nuestra supervivencia misma como especie tal vez dependa de
nuestra capacidad para conciliar el progreso tecnológico con el
progreso moral en términos de equidad y desarrollo sustentable.

En materia de contaminación y daños al medio
ambiente, las consecuencias de nuestros actos no se limitan
exclusivamente a la esfera individual sino que, de hecho, esas
consecuencias se han de sentir en todos los rincones del planeta.
Estas son algunas de las cuestiones más apremiantes a que la humanidad
se enfrenta: muchas partes del mundo están sufriendo una grave escasez
de agua. Alrededor del 20% de la gente del planeta no tiene acceso al
agua potable y el 50% carece de servicios de saneamiento adecuados. En
todo el mundo los fenómenos climáticos se están volviendo con
frecuencia violentos e inexplicables. Está disminuyendo la fertilidad
de la tierra y aumentando su degradación. A causa del rápido
crecimiento de la urbanización hay una contaminación masiva del aire.

La contaminación por compuestos nitrogenados
está poniendo en peligro los ecosistemas terrestres y acuáticos y
contribuyendo al calentamiento de la atmósfera. Más del 80% de los
bosques del planeta están destruidos o degradados, una cuarta parte de
las especies mamíferas del mundo está en grave peligro de extinción y
la diversidad biológica está desapareciendo a una velocidad alarmante.
Más de la mitad de los arrecifes de coral se ven amenazados por las
actividades del hombre y la recolección excesiva de las poblaciones de
peces marinos es tal que es posible que no puedan recuperarse en forma
rápida.

La población del mundo ha superado los 6.000
millones de personas y la mayoría de éstas viven en la pobreza. Al
mismo tiempo, también está aumentando la proporción de los recursos del
planeta que utiliza la minoría opulenta. Estas dos cuestiones, la
pobreza de la mayoría y el consumo excesivo de la minoría, están
impulsando la degradación ambiental.


Ya en el año 1978 los responsables del programa
hidrológico internacional de la UNESCO habían sostenido que hacia
principios del siglo XXI la existencia del agua dulce disponible en las
regiones habitadas del planeta, estaría al borde del agotamiento. El
avance urbanístico y los cambios en los hábitos cotidianos del hombre
han elevado el consumo por cápita de agua en una proporción dramática y
preocupante. Prueba de ello es que mientras entre 1900 y 1985 la
población mundial creció 2,2 veces, el consumo mundial de agua se
multiplicó por siete, a la vez que la desertificación continúa ganando
terreno frente a la indiferencia de insensatos gobiernos y
desaprensivos empresarios.

Por ello los esfuerzos de todos los Estados
deben encaminarse a un racional y mejor aprovechamiento de todos los
recursos naturales. Esta es la piedra basal en que se asienta el
principio de desarrollo sustentable, es decir, para todos, para el
futuro, para las generaciones venideras. El crecimiento y progreso de
los países desarrollados o en vías de serlo no puede bajo ningún
concepto producirse a costa del equilibrio ecológico y la dilapidación
de los elementos básicos para la vida en el planeta.

Por eso saludamos y adherimos entusiastas a esta
celebración, que ayudará decididamente a promover una conciencia
colectiva en la utilización racional y la valoración mundial de este
recurso esencial para el desarrollo de la humanidad.

Por las razones expuestas, solicito de mis
pares la aprobación del presente Proyecto de Declaración.

Mabel L. Caparrós.-