Número de Expediente 3518/05

Origen Tipo Extracto
3518/05 Senado De La Nación Proyecto De Declaración CAPARROS : PROYECTO DE DECLARACION ADHIRIENDO AL DIA MUNDIAL DE LA TELEVISION INSTITUIDO EL 21 DE NOVIEMBRE DE CADA AÑO .
Listado de Autores
Caparrós , Mabel Luisa

Fechas en Dir. Mesa de Entradas

MESA DE ENTRADAS DADO CUENTA Nº DE D.A.E.
28-10-2005 02-11-2005 174/2005 Tipo: NORMAL

Fecha de Ingreso a Dir. Gral. de Comisiones

DIR. GRAL. de COMISIONES INGRESO DEL DICTAMEN A LA MESA DE ENTRADAS
08-11-2005 24-11-2005

Giros del Expediente a Comisiones

COMISIÓN FECHA DE INGRESO FECHA DE EGRESO
DE SISTEMAS, MEDIOS DE COMUNICACIÓN Y LIBERTAD DE EXPRESIÓN
ORDEN DE GIRO: 1
09-11-2005 24-11-2005

ENVIADO AL ARCHIVO : 12-12-2005

Resoluciones

SENADO
FECHA DE SANCION: 01-12-2005
SANCION: Com.Art106
COMENTARIO:
NOTA:DESPACHO N° 450
En proceso de carga

Senado de la Nación
Secretaría Parlamentaria
Dirección Publicaciones

(S-3518/05)

PROYECTO DE DECLARACION

El H. Senado de la Nación

DECLARA:

1º) Su adhesión al Día Mundial de la Televisión, instituído por la Asamblea General de Naciones Unidas el 21 de noviembre de cada año, en conmemoración de la fecha en que se celebró en 1996 el primer Foro Mundial de Televisión, con el objeto de alentar intercambios mundiales de programas de televisión referentes a cuestiones de la paz, la seguridad, el desarrollo económico y social y la profundización de los intercambios culturales.

2º) Su reconocimiento a quienes, desde la televisión argentina, promueven la información, formación y divertimento de nuestros ciudadanos, alcanzando recónditos parajes de nuestro país y mostrando nuestra cultura y modo de ser al mundo.

Mabel L. Caparrós.

FUNDAMENTOS

Señor Presidente:

Hoy en día, la prensa y los medios de comunicación electrónica, como la televisión, "descubren" y ponen en evidencia los comportamientos, decisiones y acciones de los distintos actores de la sociedad, lo cual sirve como un instrumento más de pesos y contrapesos del sistema democrático. Los medios de comunicación masiva se convierten en un instrumento "vigilante" de los asuntos públicos, generando a través de la información, la opinión y la comunicación un fenómeno vulgarmente conocido como opinión pública. Aunque no sea necesariamente una consecuencia intencionada de este proceso, los medios permiten una mayor transparencia en algunas actividades de la esfera pública que, de otro modo, sería difícil de lograr.

En vista de este proceso de importancia gravitacional y que desde su invención ha cobrado niveles de interés internacional, el 17 de diciembre de 1996 la Asamblea General proclamó Día Mundial de la Televisión el 21 de noviembre, en conmemoración de la fecha en que se celebró en 1996 el primer Foro Mundial de Televisión en las Naciones Unidas. En su Resolución 51/205 se invitó a los Estados Miembros a observar el Día alentando intercambios mundiales de programas de televisión referentes a cuestiones de la paz, la seguridad, el desarrollo económico y social y la profundización de los intercambios culturales.

La importancia de la comunicación en el estudio de los procesos sociales es sin duda un fenómeno de inconmensurable dimensión. Debido a que la comunicación es el medio por el cual una persona influye sobre otra y es a su vez influída por ella, se convierte en el portador real del proceso social. Hace posible la interacción. A través de la comunicación los hombres se convierten y se conservan como seres sociales. Sin ella, no podrían unirse, emprender obras en cooperativa, ni impulsar su dominio físico. Como los inventos y los descubrimientos casi siempre dependen de la acumulación de información y de un desarrollo gradual de los conceptos transmitidos de una generación a la siguiente, sin comunicación sólo habrían podido lograrse los inventos más elementales y los procesos de pensamiento más rudimentarios.

Cuando comparamos lo que hemos aprendido de la experiencia directa, con lo adquirido por medio de la comunicación de los demás (palabras impresas, conversaciones, y toda la gama de la comunicación) el alcance de nuestra propia experiencia parece asombrosamente limitado. La comunicación hace posible para un individuo sacar provecho de lo que se ha llamado "experiencia de los sistemas nerviosos de otros" y aprender de esta manera lo que su propio sistema nervioso puede haber pasado por alto. Gracias a que el hombre tiene la habilidad de comunicarse, las sociedades humanas pueden ser consideradas como intrincados sistemas nerviosos cooperativos.

En general, tomamos como una cosa natural y concedida tanto nuestra habilidad para comunicarnos, como las formas de comunicación. Adquirimos hábitos de comunicarnos, a tan temprana edad, tan gradual y fácilmente que no nos damos cuenta del aprendizaje y no recordamos la época en que no podíamos hacernos comprender. Si una persona repentinamente quedara aislado de toda comunicación con sus semejantes, pasados o presentes, su vida sería completamente solitaria, puesto que es sólo a través de la comunicación que puede establecer y mantener contacto con otros individuos. Ningún mensaje, de ninguna especie le llegaría. No tendría ningún sentimiento de "pertenencia", de que forma parte de un grupo. No podría tener la emoción de la vida en la comunidad, ni podría, en ninguna situación, obtener ayuda. Sin poder servir ni ser servido, es muy probable que en poco tiempo no pudiera ni siquiera continuar existiendo.

Hace alrededor de un siglo y una vez que se pudieron enviar tanto señales telegráficas, voz y música a través del teléfono, varias personas empezaron a considerar la posibilidad de enviar imágenes por medios eléctricos, o sea, lo que hoy en día hace la televisión. Sin embargo, había mucho escepticismo al respecto. Un editorial de la revista técnica inglesa, The Electrician se preguntaba "¿Veremos alguna vez imágenes mediante la electricidad?"

En 1884, el alemán Paul Nipkow solicitó una patente para un sistema de televisión que él denominó "telescopio eléctrico". Este burdo aparato era en esencia un dispositivo electromecánico que utilizaba una fotocelda para transformar luz en corriente eléctrica. La imagen era muy burda, sin que se pudiesen reproducir los detalles finos. Variaciones de este dispositivo se diseñaron hasta 1930 sin que realmente tuviesen éxito. En una reunión de la Sociedad Roentgen, efectuada en Inglaterra en 1911, el ingeniero eléctrico A. A. Campbell Swinton presentó un esquema de sistema de televisión, que es el que se usa en la actualidad. La escena que se desea transmitir se enfocaría sobre una placa hecha de material no conductor de electricidad, por ejemplo de mica, la cual se encuentra dentro de un tubo de rayos catódicos. Este tubo fue inventado a mediados del siglo XIX por William Crookes para estudiar las propiedades de las corrientes eléctricas a través de gases y consiste en un tubo de vidrio al vacío, dentro del cual hay un cátodo frente a un ánodo. Al conjunto de ánodo, cátodo y placas se le llama cañón electrónico, y por medio de éste se puede hacer incidir el haz de electrones en cualquier punto del fondo del tubo. De esta manera se va generando una secuencia de voltajes que se van transmitiendo, y así se transforma una señal luminosa en una señal eléctrica. El amplificador va pasando las señales a un circuito que las transmite en forma de ondas electromagnéticas. Este dispositivo forma la cámara de televisión.

Fue Vladimir Zworykin (1889-1982), un ingeniero ruso inmigrado a Estados Unidos en 1919 quien construyó la primera cámara práctica. En 1924 mostró a la compañía Westinghouse una versión primitiva, pero que funcionaba, de un sistema de televisión. Las imágenes eran débiles y vagas, casi sombras. Los directivos de la empresa no se impresionaron tampoco cuando Zworykin les mostró una versión mejorada en 1929. A quien sí impresionó Zworykin fue a David Sarnoff, director de otra compañía, la RCA Victor, quien creía en la promesa comercial de la televisión. En 1923 Sarnoff había dicho a la mesa directiva de la RCA: "Puede ser que, en el futuro, cada aparato de radio para uso doméstico esté equipado con una televisión[...] que, además de oír, hará posible ver lo que ocurre en la estación emisora."

En su primera reunión con Zworykin, Sarnoff le preguntó cuánto costaría perfeccionar el sistema de televisión. "Alrededor de unos cien mil dólares", respondió Zworykin. Años después Sarnoff relataba que la RCA llegó a gastar 50 millones de dólares en el proyecto de la televisión antes de ver un centavo de ganancia. Zworykin fue contratado en 1930 por la RCA como director de investigación electrónica y en 1933 finalmente convenció a Sarnoff de que su cámara, a la que llamó iconoscopio (del griego iekon, imagen, y skopon, ver), y su cinescopio eran satisfactorios.

La RCA probó por primera vez un sistema completo en 1933. Transmitió imágenes de 240 líneas a una distancia de siete kilómetros en Colligswood, Nueva Jersey. Después aumentaron el número de líneas; actualmente se usan 525. En 1938 la RCA, después de mejorar varios detalles, tuvo listo un sistema de televisión en funcionamiento. Sin embargo, por problemas burocráticos el gobierno no aprobó la licencia de funcionamiento sino hasta julio de 1941. Varios aparatos de televisión se produjeron y vendieron, pero con la entrada de Estados Unidos en la segunda Guerra Mundial se detuvo su producción. Durante los años de la guerra, un grupo de científicos e ingenieros dirigidos por Zworykin desarrollaron una cámara 100 veces más sensible que el iconoscopio y al terminar la guerra, la RCA reinició sus trabajos en el campo de la televisión.

En el otoño de 1946 un aparato de televisión con una pantalla de 10 pulgadas se ofreció a la venta por 375 dólares. A partir de
ese momento la vida en todo el mundo inició un cambio drástico.

Lo antes expuesto revela la fuerza que tienen las necesidades personales que impulsan a un individuo a comunicarse con los demás. Cuando se le priva de la posibilidad de tener acceso a un medio existente de comunicación, trata de crear uno propio. La breve explicación de este fenómeno inherente a la naturaleza del hombre explica la importancia de la televisión como medio masivo de comunicación y acción sobre una comunidad y los individuos que la integran.

Finalmente es menester expresar el reconocimiento de este cuerpo legislativo a los hombres y mujeres que, en el pasado y en el presente, hacen la televisión argentina, y desde la pantalla chica promueven la información, formación y divertimento millones de argentinos en los más recónditos parajes de nuestro país. La televisión argentina es sin duda, un canal de cultura, arte y expresiones artísticas, asumiendo la defensa de la información veraz y siendo a su vez, sostén del divertimento y unión de las familias.

Por todos los motivos expuestos y en cumplimiento de la recomendación emanada de la Asamblea General de Naciones Unidas, solicito la aprobación de este cuerpo del presente Proyecto de Declaración.

Mabel L. Caparrós.