Número de Expediente 3470/03
N° | Origen | Tipo | Extracto |
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3470/03 | Senado De La Nación | Proyecto De Declaración | ISIDORI: PROYECTO DE DECLARACION RINDIENDO HOMENAJE A DOMINGO FAUSTINO SARMIENTO EN UN NUEVO ANIVERSARIO DE SU NACIMIENTO |
Listado de Autores |
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Isidori
, Amanda Mercedes
|
Fechas en Dir. Mesa de Entradas
MESA DE ENTRADAS | DADO CUENTA | Nº DE D.A.E. |
---|---|---|
19-02-2004 | 24-02-2004 | 209/2003 Tipo: NORMAL |
Fecha de Ingreso a Dir. Gral. de Comisiones
DIR. GRAL. de COMISIONES | INGRESO DEL DICTAMEN A LA MESA DE ENTRADAS |
---|---|
20-02-2004 | 31-03-2004 |
Giros del Expediente a Comisiones
COMISIÓN | FECHA DE INGRESO | FECHA DE EGRESO |
---|---|---|
ORDEN DE GIRO: 1 |
20-02-2004 | 31-03-2004 |
ENVIADO AL ARCHIVO : 07-05-2004
Resoluciones
SENADO |
---|
FECHA DE SANCION: 21-04-2004 |
SANCION: APROBO |
COMENTARIO: |
NOTA:Conj. C/ S-3393/03 |
Órdenes del Día
NÚMERO | DE FECHA | ESTADO | ANEXO |
---|---|---|---|
159/04 | 12-04-2004 | APROBADA | Sin Anexo |
En proceso de carga
Senado de la Nación
Secretaría Parlamentaria
Dirección Publicaciones
(S-3470/03)
PROYECTO DE DECLARACION
El Senado de la Nación:
DECLARA:
Rendir homenaje al educador, periodista y político Domingo Faustino
Sarmiento, con motivo de haberse cumplido, el 15 de febrero próximo
pasado, un nuevo aniversario de su nacimiento.
Amanda M. Isidori.-
FUNDAMENTOS
Señor presidente:
Es casi insoslayable recurrir a los datos biográficos que permiten
establecer relaciones con la acción como educador, periodista y
políti-co de Domingo Faustino Sarmiento.
Sarmiento nació el 15 de febrero de 1811 en un barrio humilde de San
Juan. Fue introducido en la alfabetización, de manera no sis-temática,
por su padre y uno de sus tíos, y a los cinco años ingresó a una de las
"Escuelas de la Patria" fundadas por gobiernos de la Re-volución.
Contrarió el deseo de su madre, que lo quería sacerdote, y tra-mitó una
beca -que no obtuvo- en Buenos Aires, motivo por el cual permaneció en
San Juan, y pudo así ser testigo de las guerras civiles en la
provincia.
Exiliado en San Luis, fundó junto con su tío José de Oro una es-cuela
en la que se ejercitó, por primera vez, en la docencia.
De regreso en San Juan -como escribió en "Recuerdos de Pro-vincia"-
dedicó cuanto momento libre le dejaba el despacho de ali-mentos en la
tienda de una tía, a la lectura ávida de todo papel impre-so o
manuscrito que cayera en sus manos.
Antes de cumplir veinte años y debido a la ocupación de San Juan por
las milicias de Facundo Quiroga, Sarmiento se declaró su enemigo y se
alistó en las filas del General José María Paz. En el sub-siguiente
exilio en Chile comenzó su trabajo como maestro, primero en una escuela
donde sus ideas innovadoras en materia educativa no fueron aceptadas, y
luego en otra, que él mismo creó.
Como cita el historiador Felipe Pigna, nuevamente en San Juan fundó, en
1838, "El Zonda", experiencia periodística que se interrumpió dos años
más tarde, ante la imposibilidad de pagar un elevado im-puesto
determinado por el gobernador como sanción encubierta ante las críticas
que el periódico publicaba.
Ello motivó un nuevo exilio en Chile, esta vez con gran suceso como
editor periodístico y como asesor educativo gubernamental.
En el país trasandino publicó "Facundo. Civilización o barbarie",
novela-ensayo que ha generado las mayores polémicas en la
historio-grafía y en la literatura de nuestro país, y que contiene, ya
en su título, la antinomia que, bajo diversos nombres, llega hasta la
actualidad.
Más adelante en el tiempo, dos nuevas publicaciones le resulta-ron
funcionales como tribuna antirrosista.
A mediados de los años cuarenta, comisionado por el gobierno chileno,
recorrió diversos países de América y de Europa y en todos ellos se
interesó por los respectivos sistemas de educación y por el desarrollo
de las comunicaciones; fruto de sus observaciones fue la obra "Viajes
por Europa, Africa y América".
Una cuestión que ha puesto a Sarmiento en el centro de encen-didos
debates es su concepción del progreso, que asimila a los fenó-menos
urbanos y a la vida en la ciudad, que representan la "civiliza-ción",
opuesta al concepto de "barbarie".-
Respecto de los conceptos recién vertidos, es indudable la rela-ción
entre su producción literaria y su pensamiento político. En
"Fa-cundo...", su obra tal vez más conocida, analizada y discutida,
hace del Facundo- personaje la representación más clara del concepto de
civilización opuesto al de barbarie.-".
Otra faceta de sus preocupaciones aparece en "Argirópolis", de 1850,
obra en la que propone la formación de un bloque regional inte-grado
por las actuales Argentina, Uruguay y Paraguay, que bien po-dría
considerarse como remotos antecedentes del Mercado Común del Sur
(MERCOSUR).
En lo que atañe a la educación, sabida es su permanente in-quietud por
mejorar la calidad y cantidad de la enseñanza, intenciones que no
fueron meramente declarativas porque recibieron su empuje en la
práctica, a través de iniciativas desarrolladas durante el desempeño de
diversos cargos públicos. Así lo demuestran -siendo gobernador- el
impulso de una Ley Orgánica de Educación Pública con enseñanza primaria
obligatoria y escuelas para los diferentes niveles, el Colegio
Preparatorio, llamado posteriormente Colegio Nacional de San Juan, y la
Escuela de Señoritas, para la formación de maestras.
En 1864 viajó hacia Estados Unidos, en carácter de embajador
plenipotenciario designado por el presidente Mitre. Allí fue honrado
como Doctor Honoris Causa de diversas universidades, entre ellas la de
Michigan. Permanecía en dicho país cuando, en 1868, un grupo de
políticos lo eligió como candidato para las elecciones presidenciales
que tendrían lugar en abril de ese año. Ganó los comicios y fue
con-sagrado por el Congreso, para el período 1868-1874, mientras
retor-naba a la Argentina. Asumió la Primera Magistratura el 12 de
octubre de 1868.
Sería largo de enumerar todas las obras que Sarmiento llevó a cabo en
ese lapso pero, a modo de síntesis, baste recordar la promo-ción de la
agricultura y la minería, la mejora en las condiciones de hi-giene
-sobre todo después de la epidemia de fiebre amarilla que asoló Buenos
Aires en 1871-, la realización del primer Censo Nacional -cu-yos
resultados permitieron apreciar el alto porcentaje de analfabetismo y
la desigual distribución de la riqueza-, la aprobación del Código Civil
redactado por Vélez Sarsfield. Asimismo, fomentó la inmigración, que
debía provenir de los países sajones, ya que, de acuerdo con sus
con-cepciones, contribuiría a lograr el desarrollo industrial y a
mejorar la calidad intelectual de la población.
No obstante, los migrantes nativos de esos países prefirieron, en
líneas generales, destinos en ese momento más promisorios, como Estados
unidos, con mejores ofertas laborales en la industria. De to-das
maneras, los primeros contingentes que arribaron, integrados
ma-yoritariamente por españoles, italianos, franceses y rusos, dieron
ori-gen a las primeras colonias agrícolas en nuestro territorio.
La preocupación, ya mencionada, por las comunicaciones, llevó a
Sarmiento a concretar emprendimientos tales como el tendido de 5.000
kilómetros de cable telegráfico, la inauguración de la primera lí-nea
telegráfica con Europa y el tendido de líneas férreas, ya que esta-ba
convencido de la importancia de este medio para agilizar el comer-cio
interior. Lamentablemente la extensión de las líneas ferroviarias no
respondió de manera total al deseo de Sarmiento, pues la confluencia de
las diversas líneas en Buenos Aires favoreció la satisfacción de
demandas del mercado internacional.
En el plano educativo, inquietud constante en la vida de Sar-miento,
durante su Presidencia se fundaron alrededor de 800 escuelas en todo el
país, las primeras escuelas para sordomudos, el Colegio Militar y el
Liceo Naval.
Una vez concluido el mandato presidencial prosiguió su actua-ción en la
esfera pública: fue Director de Escuelas de la Provincia de Buenos
Aires, senador por San Juan, ministro del Interior de la Nación por un
breve lapso, Superintendente General de Escuelas del Consejo Nacional
de Educación. En 1882 logró la sanción de la Ley 1.420, de educación
gratuita, laica y obligatoria.
Su muerte se produjo el 11 de septiembre de 1888, en Paraguay.
Señor presidente: a lo largo del tiempo se ha ensalzado o de-nostado,
de manera maniquea, la figura de Sarmiento; actualmente parece cobrar
fuerza una visión crítica que señala las "fortalezas" y "debilidades"
de su ideario, tratando de resaltar aquellos valores que unen y no los
que dividen.
Atento a los motivos expuesto, solicito a mis pares que den su voto
favorable al presente proyecto de declaración.
Amanda M. Isidori.-
Secretaría Parlamentaria
Dirección Publicaciones
(S-3470/03)
PROYECTO DE DECLARACION
El Senado de la Nación:
DECLARA:
Rendir homenaje al educador, periodista y político Domingo Faustino
Sarmiento, con motivo de haberse cumplido, el 15 de febrero próximo
pasado, un nuevo aniversario de su nacimiento.
Amanda M. Isidori.-
FUNDAMENTOS
Señor presidente:
Es casi insoslayable recurrir a los datos biográficos que permiten
establecer relaciones con la acción como educador, periodista y
políti-co de Domingo Faustino Sarmiento.
Sarmiento nació el 15 de febrero de 1811 en un barrio humilde de San
Juan. Fue introducido en la alfabetización, de manera no sis-temática,
por su padre y uno de sus tíos, y a los cinco años ingresó a una de las
"Escuelas de la Patria" fundadas por gobiernos de la Re-volución.
Contrarió el deseo de su madre, que lo quería sacerdote, y tra-mitó una
beca -que no obtuvo- en Buenos Aires, motivo por el cual permaneció en
San Juan, y pudo así ser testigo de las guerras civiles en la
provincia.
Exiliado en San Luis, fundó junto con su tío José de Oro una es-cuela
en la que se ejercitó, por primera vez, en la docencia.
De regreso en San Juan -como escribió en "Recuerdos de Pro-vincia"-
dedicó cuanto momento libre le dejaba el despacho de ali-mentos en la
tienda de una tía, a la lectura ávida de todo papel impre-so o
manuscrito que cayera en sus manos.
Antes de cumplir veinte años y debido a la ocupación de San Juan por
las milicias de Facundo Quiroga, Sarmiento se declaró su enemigo y se
alistó en las filas del General José María Paz. En el sub-siguiente
exilio en Chile comenzó su trabajo como maestro, primero en una escuela
donde sus ideas innovadoras en materia educativa no fueron aceptadas, y
luego en otra, que él mismo creó.
Como cita el historiador Felipe Pigna, nuevamente en San Juan fundó, en
1838, "El Zonda", experiencia periodística que se interrumpió dos años
más tarde, ante la imposibilidad de pagar un elevado im-puesto
determinado por el gobernador como sanción encubierta ante las críticas
que el periódico publicaba.
Ello motivó un nuevo exilio en Chile, esta vez con gran suceso como
editor periodístico y como asesor educativo gubernamental.
En el país trasandino publicó "Facundo. Civilización o barbarie",
novela-ensayo que ha generado las mayores polémicas en la
historio-grafía y en la literatura de nuestro país, y que contiene, ya
en su título, la antinomia que, bajo diversos nombres, llega hasta la
actualidad.
Más adelante en el tiempo, dos nuevas publicaciones le resulta-ron
funcionales como tribuna antirrosista.
A mediados de los años cuarenta, comisionado por el gobierno chileno,
recorrió diversos países de América y de Europa y en todos ellos se
interesó por los respectivos sistemas de educación y por el desarrollo
de las comunicaciones; fruto de sus observaciones fue la obra "Viajes
por Europa, Africa y América".
Una cuestión que ha puesto a Sarmiento en el centro de encen-didos
debates es su concepción del progreso, que asimila a los fenó-menos
urbanos y a la vida en la ciudad, que representan la "civiliza-ción",
opuesta al concepto de "barbarie".-
Respecto de los conceptos recién vertidos, es indudable la rela-ción
entre su producción literaria y su pensamiento político. En
"Fa-cundo...", su obra tal vez más conocida, analizada y discutida,
hace del Facundo- personaje la representación más clara del concepto de
civilización opuesto al de barbarie.-".
Otra faceta de sus preocupaciones aparece en "Argirópolis", de 1850,
obra en la que propone la formación de un bloque regional inte-grado
por las actuales Argentina, Uruguay y Paraguay, que bien po-dría
considerarse como remotos antecedentes del Mercado Común del Sur
(MERCOSUR).
En lo que atañe a la educación, sabida es su permanente in-quietud por
mejorar la calidad y cantidad de la enseñanza, intenciones que no
fueron meramente declarativas porque recibieron su empuje en la
práctica, a través de iniciativas desarrolladas durante el desempeño de
diversos cargos públicos. Así lo demuestran -siendo gobernador- el
impulso de una Ley Orgánica de Educación Pública con enseñanza primaria
obligatoria y escuelas para los diferentes niveles, el Colegio
Preparatorio, llamado posteriormente Colegio Nacional de San Juan, y la
Escuela de Señoritas, para la formación de maestras.
En 1864 viajó hacia Estados Unidos, en carácter de embajador
plenipotenciario designado por el presidente Mitre. Allí fue honrado
como Doctor Honoris Causa de diversas universidades, entre ellas la de
Michigan. Permanecía en dicho país cuando, en 1868, un grupo de
políticos lo eligió como candidato para las elecciones presidenciales
que tendrían lugar en abril de ese año. Ganó los comicios y fue
con-sagrado por el Congreso, para el período 1868-1874, mientras
retor-naba a la Argentina. Asumió la Primera Magistratura el 12 de
octubre de 1868.
Sería largo de enumerar todas las obras que Sarmiento llevó a cabo en
ese lapso pero, a modo de síntesis, baste recordar la promo-ción de la
agricultura y la minería, la mejora en las condiciones de hi-giene
-sobre todo después de la epidemia de fiebre amarilla que asoló Buenos
Aires en 1871-, la realización del primer Censo Nacional -cu-yos
resultados permitieron apreciar el alto porcentaje de analfabetismo y
la desigual distribución de la riqueza-, la aprobación del Código Civil
redactado por Vélez Sarsfield. Asimismo, fomentó la inmigración, que
debía provenir de los países sajones, ya que, de acuerdo con sus
con-cepciones, contribuiría a lograr el desarrollo industrial y a
mejorar la calidad intelectual de la población.
No obstante, los migrantes nativos de esos países prefirieron, en
líneas generales, destinos en ese momento más promisorios, como Estados
unidos, con mejores ofertas laborales en la industria. De to-das
maneras, los primeros contingentes que arribaron, integrados
ma-yoritariamente por españoles, italianos, franceses y rusos, dieron
ori-gen a las primeras colonias agrícolas en nuestro territorio.
La preocupación, ya mencionada, por las comunicaciones, llevó a
Sarmiento a concretar emprendimientos tales como el tendido de 5.000
kilómetros de cable telegráfico, la inauguración de la primera lí-nea
telegráfica con Europa y el tendido de líneas férreas, ya que esta-ba
convencido de la importancia de este medio para agilizar el comer-cio
interior. Lamentablemente la extensión de las líneas ferroviarias no
respondió de manera total al deseo de Sarmiento, pues la confluencia de
las diversas líneas en Buenos Aires favoreció la satisfacción de
demandas del mercado internacional.
En el plano educativo, inquietud constante en la vida de Sar-miento,
durante su Presidencia se fundaron alrededor de 800 escuelas en todo el
país, las primeras escuelas para sordomudos, el Colegio Militar y el
Liceo Naval.
Una vez concluido el mandato presidencial prosiguió su actua-ción en la
esfera pública: fue Director de Escuelas de la Provincia de Buenos
Aires, senador por San Juan, ministro del Interior de la Nación por un
breve lapso, Superintendente General de Escuelas del Consejo Nacional
de Educación. En 1882 logró la sanción de la Ley 1.420, de educación
gratuita, laica y obligatoria.
Su muerte se produjo el 11 de septiembre de 1888, en Paraguay.
Señor presidente: a lo largo del tiempo se ha ensalzado o de-nostado,
de manera maniquea, la figura de Sarmiento; actualmente parece cobrar
fuerza una visión crítica que señala las "fortalezas" y "debilidades"
de su ideario, tratando de resaltar aquellos valores que unen y no los
que dividen.
Atento a los motivos expuesto, solicito a mis pares que den su voto
favorable al presente proyecto de declaración.
Amanda M. Isidori.-