Número de Expediente 3447/07

Origen Tipo Extracto
3447/07 Senado De La Nación Proyecto De Ley SALVATORI : PROYECTO DE LEY SOBRE REDUCCION DE LAS RETENCIONES A LAS EXPORTACIONES FRUTIHORTICOLA .
Listado de Autores
Salvatori , Pedro

Fechas en Dir. Mesa de Entradas

MESA DE ENTRADAS DADO CUENTA Nº DE D.A.E.
08-11-2007 14-11-2007 151/2007 Tipo: NORMAL

Fecha de Ingreso a Dir. Gral. de Comisiones

DIR. GRAL. de COMISIONES INGRESO DEL DICTAMEN A LA MESA DE ENTRADAS
13-11-2007 SIN FECHA

Giros del Expediente a Comisiones

COMISIÓN FECHA DE INGRESO FECHA DE EGRESO
DE PRESUPUESTO Y HACIENDA
ORDEN DE GIRO: 1
14-11-2007 28-02-2009

EL EXPEDIENTE CADUCO EL 28-02-2009

ENVIADO AL ARCHIVO : 09-11-2009

En proceso de carga
Senado de la Nación
Secretaría Parlamentaria
Dirección Publicaciones

(S-3447/07)

PROYECTO DE LEY

El Senado y Cámara de Diputados,...

REDUCCION DE LAS RETENCIONES A LAS EXPORTACIONES FRUTICOLAS

Artículo 1°-. Redúzcase del 10% (diez por ciento) al 5% (cinco por ciento) el derecho a la exportación para consumo de las mercaderías comprendidas en las posiciones de la Nomenclatura Común del Mercosur (NCM) que se detallan a continuación y con posterioridad, redúzcase el 1% (uno por ciento) anual hasta su total extinción:

0806.10.00 Uvas frescas
0808.10.00 Manzanas frescas
0808.20.10 Peras Frescas
0808.20.20 Membrillos Frescos
0809.10.00 Damascos Frescos
0809.20.00 Cerezas Frescas
0809.30.10 Duraznos Frescos
0809.40.00 Ciruelas Frescas
0810.10.00 Frutillas Frescas
0810.20.00 Frambuesa
0810.30.00 Grosellas Frescas
0810.40.00 Arándanos y otros frescos

Articulo 2°.- Comuníquese al Poder Ejecutivo.

Pedro Salvatori.-

FUNDAMENTOS

Sr. Presidente:

El contexto de crisis en el que se establecieron los derechos a la exportación para consumo de diversas mercaderías, comprendidas en la Nomenclatura Común del MERCOSUR, dista mucho de la realidad económica actual. Como consecuencia de esta crisis, el país se encontró en una situación de fuerte deterioro en los ingresos fiscales. Es por ello que, con el objetivo de revertir esa tendencia, se instrumentaron una serie de medidas para poner fin a una de las recesiones más largas de nuestra historia.

En el mes de enero del año 2002, con la sanción de la Ley 25.561, se declaró el estado de Emergencia Pública en materia social, económica, administrativa, financiera y cambiaria. Una vez declarada la emergencia, el gobierno tuvo un amplio margen de maniobra en cuanto al establecimiento de políticas económicas, las cuales incluyeron retenciones a las exportaciones que en algunos casos superaron el 20%.

Al mismo tiempo, la coyuntura económica de la Argentina sufrió un fuerte y severo cambio, lo que llevó a que, luego de 10 años, se rompa la paridad cambiaria existente ($1/u$s1), devaluándose la moneda nacional en una relación de $1,40/u$s1. Posteriormente, por el juego de la oferta y la demanda, nuestra moneda se depreció a prácticamente el triple de su valor en la época de la convertibilidad.

De esta forma, la combinación tipo de cambio elevado-retenciones impuestas a las exportaciones, permitieron al gobierno mejorar considerablemente sus ingresos fiscales. El contexto mundial, altamente favorable, también jugó un rol de suma importancia, contribuyendo en gran medida a esta mejora. Los precios máximos históricos de los commodities, la excesiva liquidez en los mercados, y el buen clima para las inversiones en general, permitió que la Argentina obtenga recursos extraordinarios.

Este tipo de impuestos, de fácil recaudación, aportó a las arcas nacionales, desde su instauración hasta el mes de julio de 2007, más de 61.700 millones de pesos. Lamentablemente, estos fondos no se reinvirtieron en ayudar a las economías regionales ni en otorgarles financiamiento a los productores. Tampoco se cumplió lo establecido en los considerandos de los decretos que las instauraron, los cuales establecían que ¿su aplicación será de carácter transitorio¿.

La mejora en la recaudación nos demuestra que nos encontramos ante un escenario favorable para tomar medidas tendientes a aliviar la carga tributaria de este sector e impulsar su crecimiento.

Las retenciones aplicadas al sector frutícola, en particular al de frutas de carozo y pepita, son malas porque constituyen un impuesto ¿discriminatorio¿ para el sector, teniendo en cuenta que al sector de los cítricos se lo eximió de este gravamen. También son discriminatorios porque se aplica solamente a un sector de la economía y no a los otros.

El esquema de retenciones a la producción nacional exportable es consecuencia de una ineficiente política tributaria y de administración del gasto público, que no permiten desarrollar a los sectores productivos que, como el de la fruticultura, es permanente generador de empleos por su necesidad de mano de obra intensiva, y por su potencialidad en ampliar los mercados externos.

Sr. Presidente, luego del análisis de la situación en la que se establecieron las retenciones, es conveniente hacer un detalle del esquema de la normativa vigente.

En el mes de febrero de 2002, el Poder Ejecutivo nacional estableció el Decreto 310/2002, bajo la premisa que ¿resulta necesaria la adopción de urgentes medidas de carácter fiscal que permitan atender, al menos parcialmente, las erogaciones presupuestarias con recursos genuinos¿. En virtud de ello, se instituyeron retenciones del 20% para los aceites crudos de petróleo o de mineral bituminoso, entre otros, y del 5% para los aceites de combustibles, aceites de minerales blandos, mezclas de alquilidenos, entre otros, excluidas las naftas.

Posteriormente, en marzo del mismo año, el Ministerio de Economía, mediante la Resolución 11/2002, fijó un derecho del 10% a la exportación para consumo de las mercaderías comprendidas en la Nomenclatura Común del MERCOSUR (NCM) detalladas en las SEIS (6) planillas del anexo de dicha resolución. Para el resto de las mercaderías comprendidas en la NCM se estableció un derecho de exportación del 5%, excluyendo a los hidrocarburos y sus derivados comprendidos dentro de los alcances del Decreto Nº 1589 del 27 de diciembre de 1989, y los incluidos en el Decreto N° 310/2002.

Los exportadores de manzanas y peras en fresco, conjuntamente con los citricultores, realizaron una presentación ante el Ministerio de Economía de la Nación con el objeto de reducir los niveles de los derechos de exportación del 10% al 5%. Finalmente, la Resolución N° 307/2002 del día 16/08/2002 eliminó las retenciones del 10% a las hortalizas y cítricos, y suprimió las retenciones del 20% para aceites y desechos de aluminio.

Esta medida, por demás inequitativa, crea distorsiones y favorece a ciertas explotaciones frutícolas (naranjas, mandarinas, pomelos, etc.) en detrimento de otras como las manzanas, peras, etc.

El contexto de la devaluación permitió que el sector sea competitivo en los mercados internacionales. Sin embargo, esta recuperación no ha sido fácil, ya que los mercados son cada vez más exigentes respecto del producto y sus envases. Para ello se requiere de inversiones en tecnología para obtener una mejor calidad del producto, en la conversión de los bosques frutales y en asesoramiento técnico. Las retenciones son una traba adicional que afecta negativamente la recuperación de la producción nacional tan castigada desde la época de la convertibilidad.

La rápida respuesta del sector ha permitido la incorporación de trabajadores, debido a que se trata de explotaciones de mano de obra de intensiva. Esta eficiencia lograda también trajo aparejado un incremento en los ingresos de la región, en forma directa tanto al sector privado (productores, empacadores, proveedores, etc.) como al sector publico nacional, provincial y municipal, por los mayores ingresos a través de los impuestos.

Sin embargo, la aplicación de las retenciones, entre otros tantos impuestos distorsivos, no han permitido que esta mayor renta se traduzca en inversiones. Estos mayores ingresos, por el contrario, son capitalizados por el sector público nacional deteriorando la relación insumo-producto, lo que afecta la utilización de agroquímicos, el asesoramiento técnico o la renovación de los bosques frutales.

Desde el año 1997 hasta fines del año 2001, cuando se deja el régimen de convertibilidad, la fruticultura ha atravesado una crisis que ha sido superada como consecuencia de la devaluación de la moneda.

El cambio en la paridad de la moneda hizo posible que la producción frutícola pudiera competir con la de otros países productores que participan de este negocio, pero aún existen problemas coyunturales que deben ser superados en el corto plazo para hacer sustentable el complejo frutícola.

Las regulaciones establecidas en el contexto internacional hacen que debamos efectuar cambios en forma urgente. Estados Unidos ha establecido estrictas normas a través de la Agencia de Protección Ambiental, respecto de la tolerancia de plaguicidas en alimentos, estableciendo un plazo hasta Agosto de 2006, para rever nuevos y más rígidos procedimientos en esta materia.

La unión Europea realiza muestreos de productos agrícolas al ingresar a sus mercados para comprobar si los residuos de agroquímicos se encuentran dentro de las tolerancias, es decir que no superen el límite máximo de residuos. Las exportaciones hacia los países del lejano oriente requieren de costos adicionales, ya que se requiere de un tratamiento especial de fumigación con bromuro de metilo.

Los requerimientos del comercio exterior hacen necesaria una reconversión productiva, respecto de las calidades de fruta como así también en los cambios tecnológicos en los procedimientos para combatir las plagas. Estos dos elementos son imprescindibles para mantenerse en los mercados internacionales.

Para salvar estos inconvenientes, el SENASA implementó programas de lucha contra las plagas en la región por medio de un auto arancelamiento específico para ayudar a que todos los productores cumplan con las exigencias fitosanitarias establecidas por los compradores del exterior. Nuevamente, estos costos son soportados por el sector privado sin ayuda del Estado.

El desafío de la producción frutícola está en expandir las fronteras de producción y ganar nuevos mercados. Ello tendrá como consecuencia mayores posibilidades de trabajo y mejores condiciones para los habitantes de la región.

Cuando analizamos el nivel de empleos, encontramos sesenta mil puestos de trabajo que genera la producción regional, con tres mil setecientos productores involucrados en Río Negro. Pero, cuando lo analizamos en términos macroregionales, esto se multiplica aún más.

El sector participa aproximadamente con el 25 por ciento del producto bruto geográfico de cada una de las jurisdicciones provinciales. Esto se da, principalmente, en Río Negro y el Neuquén, pero también en Mendoza.

Al analizar esta iniciativa, además del costo fiscal, se debe tener en cuenta el impacto social que produce en la economía regional. De esta forma, la relación entre costo fiscal y efecto en términos de economía regional es ínfima, por lo tanto, una medida de estas características es de suma importancia.

La mejora en la recaudación nos demuestra que nos encontramos ante un escenario favorable para tomar medidas tendientes a aliviar la carga tributaria de este sector e impulsar su crecimiento.

Es por ello que esta iniciativa para la reducción de las retenciones hasta su total extinción es de vital importancia para un sector que ha sido castigado duramente durante muchos años. Estos ingresos deben llegar a los productores para mejorar sus montes mediante el implante de plantas cuyas variedades de frutas estén de acuerdo con los parámetros del consumo internacional, y para que utilicen los procedimientos para combatir las plagas que se adapten a las exigencias de esos mercados.

Para resolver los problemas del sector frutícola deben redoblarse los esfuerzos. El camino para llevarlo a cabo requiere de acciones acordadas de todos los integrantes del complejo frutícola. Se requiere del compromiso de todos los que los componen, productores, empresarios, técnicos, políticos y de la sociedad en su conjunto. Debemos fortalecer la cadena de producción en la que incluyo a las actividades que complementan la actividad, de esta forma podremos superar los obstáculos.

Por lo expuesto solicito a los Señores Senadores la aprobación del presente proyecto.

Pedro Salvatori.-