Número de Expediente 3420/06

Origen Tipo Extracto
3420/06 Senado De La Nación Proyecto De Declaración BAR : PROYECTO DE DECLARACION EXPRESANDO BENEPLACITO POR LA RECUPERACION POR PARTE DE LA ASOCIACION DE ABUELAS DE PLAZA DE MAYO DEL NIETO NUMERO 84 .
Listado de Autores
Bar , Graciela Yolanda

Fechas en Dir. Mesa de Entradas

MESA DE ENTRADAS DADO CUENTA Nº DE D.A.E.
22-09-2006 27-09-2006 154/2006 Tipo: NORMAL

Fecha de Ingreso a Dir. Gral. de Comisiones

DIR. GRAL. de COMISIONES INGRESO DEL DICTAMEN A LA MESA DE ENTRADAS
28-09-2006 26-10-2006

Giros del Expediente a Comisiones

COMISIÓN FECHA DE INGRESO FECHA DE EGRESO
DE DERECHOS Y GARANTÍAS
ORDEN DE GIRO: 1
28-09-2006 26-10-2006

ENVIADO AL ARCHIVO : 10-01-2007

Resoluciones

SENADO
FECHA DE SANCION: 22-11-2006
SANCION: APROBO
COMENTARIO:
NOTA:

Órdenes del Día

NÚMERO DE FECHA ESTADO ANEXO
1075/06 27-10-2006 APROBADA Con Anexo
En proceso de carga

Senado de la Nación
Secretaría Parlamentaria
Dirección Publicaciones


(S-3420/06)

PROYECTO DE DECLARACIÓN

El Senado de la Nación

DECLARA

Su beneplácito por la recuperación por parte de la Asociación Abuelas de Plaza de Mayo del nieto número 84.

Graciela Bar.

FUNDAMENTOS

Sr. Presidente:

Después de 28 años de búsqueda, la Asociación Abuelas de Plaza de Mayo logró identificar al hijo de una pareja de desaparecidos durante la última dictadura militar argentina, con lo cual el número de hijos de desaparecidos a los cuales se les restituyó su verdadero origen biológico asciende a 84.

Alejandro, como lo llamaron sus apropiadores, es hijo de Liliana Clelia Fontana y Pedro Fabián Sandoval, quienes fueron secuestrados el 1° de julio de 1977, cuando la mujer estaba embarazada de dos meses y medio.

Liliana tenía 20 años y era estudiante de peluquería, Pedro tenía 33 y era albañil. Ambos eran oriundos de la provincia de Entre Ríos, pero fueron secuestrados de su casa de Caseros, provincia de Buenos Aires, donde vivían junto a los padres de ella.

La recuperación del hijo de la pareja Sandoval-Fontana tuvo un antecedente en 1988, cuando los padres de Liliana reclamaban por su supuesta nieta Juliana, hija de padres desaparecidos, en poder del matrimonio Treviño, en Paraguay. Finalmente, un informe de genes realizado en París desestimó tal relación.

Este hecho no desalentó a las familias Fontana y Sandoval y ambas continuaron en la búsqueda.

Inicialmente, Alejandro se negó a realizarse la extracción de sangre, motivo por el cual la Justicia debió intervenir y ordenó recoger elementos personales de su domicilio para extraer las muestras de ADN. Sin embargo, luego de que la ciencia consiguiera determinar su identidad biológica, el joven quiso conocer a su familia biológica. Así, decidió concurrir a la sede de ¿Abuelas¿ para conocer a su abuela, Chela Fontana.
El nuevo método que se utiliza para demostrar la filiación, que consiste en utilizar muestras no hemáticas, es considerado una efectiva herramienta, válida para aliviar a los jóvenes del peso de la decisión de someterse a la extracción de sangre, respetando igualmente el derecho de los familiares a conocer su identidad.

De todas las crueles consecuencias que dejó el terrorismo de Estado, la que más llega a la sensibilidad colectiva es la de los niños desaparecidos, nacidos en cautiverio. Paradójicamente, es la que resume, también, la esperanza de la sociedad de poder reparar, en parte, los tiempos del horror.

Por las razones expuestas, y porque considero necesario reivindicar, una vez más, la tarea de las Abuelas de Plaza de Mayo en su lucha y en su búsqueda incansable, solicito a mis pares la aprobación del presente proyecto.


Graciela Bar.