Número de Expediente 3386/07

Origen Tipo Extracto
3386/07 Senado De La Nación Proyecto De Declaración ABRAMETO : PROYECTO DE DECLARACION DECLARANDO DE INTERES CULTURAL EL CICLO DE UNITARIOS TELEVISIVOS " TELEVISION POR LA IDENTIDAD " A INICIATIVA DE ABUELAS DE PLAZA DE MAYO Y APOYO DE TELEFE .
Listado de Autores
Abrameto , Jacobo Alberto

Fechas en Dir. Mesa de Entradas

MESA DE ENTRADAS DADO CUENTA Nº DE D.A.E.
06-11-2007 14-11-2007 149/2007 Tipo: NORMAL

Fecha de Ingreso a Dir. Gral. de Comisiones

DIR. GRAL. de COMISIONES INGRESO DEL DICTAMEN A LA MESA DE ENTRADAS
13-11-2007 SIN FECHA

Giros del Expediente a Comisiones

COMISIÓN FECHA DE INGRESO FECHA DE EGRESO

ORDEN DE GIRO: 1
14-11-2007 28-11-2007
DE DERECHOS Y GARANTÍAS
ORDEN DE GIRO: 2
14-11-2007 28-11-2007

ENVIADO AL ARCHIVO : 05-02-2008

Resoluciones

SENADO
FECHA DE SANCION: 28-11-2007
SANCION: APROBO
COMENTARIO: SOBRE TABLAS
NOTA:SE AP. TEXTO UNIF. CONJ. S. 3550/07
En proceso de carga

Senado de la Nación
Secretaría Parlamentaria
Dirección Publicaciones

(S-3386/07)

PROYECTO DE DECLARACIÓN

El Senado de la Nación,

DECLARA:

De interés cultural el ciclo de unitarios televisivos ¿Televisión por la Identidad¿, una iniciativa de Abuelas de Plaza de Mayo con el apoyo de la emisora Telefé, que en cada capítulo retrata la lucha permanente de las Abuelas de Plaza de Mayo y su militancia por la recuperación de la identidad de los niños apropiados durante la última dictadura militar. ¿

Jacobo A. Abrameto.-

FUNDAMENTOS

Señor presidente:

La emisora Telefé viene presentando una iniciativa de Abuelas de Plaza de Mayo. Un ciclo de unitarios de ficción basados en hechos reales, sumándose así a los homenajes que se realizaron durante octubre por los treinta años de Abuelas de Plaza de Mayo.

La primera historia fue la de Tatiana Sfiligoy, una nena que a los 5 años fue testigo del secuestro de sus padres y quedó abandonada junto a su hermana recién nacida en una plaza de Villa Ballester. Las dos hermanas fueron separadas y derivadas a distintos orfanatos hasta que un matrimonio las adoptó legalmente y se volvieron a encontrar. El caso de Tatiana y su hermana Laura fue el primero en la lista de los nietos encontrados por las Abuelas de Plaza de Mayo. Por tal motivo, este primer capítulo cuenta la vida de Tatiana y, paralelamente, refleja la gestación y los primeros pasos de la fundación Abuelas de Plaza de Mayo.

La lucha por recuperar los chicos secuestrados por la dictadura o nacidos en cautiverio, que fueron apropiados por los mismos represores, cumple tres décadas. En los últimos treinta años, la institución buscó a los niños secuestrados durante la dictadura o nacidos en cautiverio. Muchos de aquellos bebés que hoy rondan los treinta años tocan ahora la puerta de la casa de las Abuelas para buscar su historia.

Desde 1977 hasta hoy, las Abuelas recuperaron la identidad de 88 chicos, pero más de 400 jóvenes siguen desaparecidos. "Cada caso es un triunfo de la verdad sobre la mentira. Nos faltan muchos nietos. Nos faltan la verdad y la justicia plenas, pero mientras caminamos cada vez falta menos", asegura Estela Carlotto, presidenta de Abuelas.

La agrupación se gestó en La Plata, en los encuentros entre Licha de la Cuadra y Chicha Mariani, las primeras presidentas de la institución. Salió a la luz con la visita del entonces secretario de Estado de Estados Unidos, Cyrus Vance. Allí fueron las mujeres a manifestarse junto con las Madres de Plaza de Mayo y llevaron carpetas en las que relataban las historias de sus nietos secuestrados o nacidos en cautiverio.

Durante la dictadura, el mayor reto fue conseguir información y comenzar a organizarse. "Al principio creíamos que nos iban a devolver a los chicos. Muchas preparamos un ajuar o dejamos de trabajar con la idea de que íbamos a dedicarnos a criarlos. Hubo que asumir riesgos y anteponer el amor y la necesidad de encontrara a los hijos y nietos. Sabíamos que buscarlos era peligroso pero era un mandato del corazón. Lo bueno fue hacerlo juntas, darnos la mano", dice Carlotto.

Recorrieron juzgados, iglesias, hospitales, institutos de menores y despachos militares. En Europa y Brasil, donde viajaron para denunciar al terrorismo de Estado, recibieron los primeros testimonios sobre los partos clandestinos. Sobre mujeres -sus hijas, sus nueras- que habían dado a luz encadenadas y con los ojos vendados, que eran separadas de sus bebés recién nacidos y luego "trasladadas", es decir, asesinadas. La suma de relatos de sobrevivientes de los diferentes centros clandestinos permitió que se dejara de hablar de casos "aislados" y se desentrañara el plan sistemático para apropiarse de los hijos de desaparecidos.

La llegada de la democracia no allanó el camino de las Abuelas. "Pensábamos que el Estado se iba a hacer cargo de recomponer la situación y que nosotras íbamos a ser colaboradoras indirectas. Fuimos de una ingenuidad muy grande. Y finalmente nos dimos cuenta de que teníamos que seguir siendo las actoras principales en la búsqueda", recuerda Carlotto. Encontraron en la ciencia su gran aliada, ya que lograron que se elaborara "el índice de abuelidad", que permitía establecer con una muestra de sangre la pertenencia de los niños a un grupo familiar aun cuando faltaran los padres. Luego, el ADN facilitó las cosas. En cambio, tuvieron que padecer campañas mediáticas que sostenían que era mejor no remover el pasado ya que si bien las desapariciones habían sido "lamentables", no había por qué "sacar" a los niños de sus "nuevas familias".

A pesar de que el escenario no era el que imaginaban, las Abuelas siguieron con su trabajo hormiga. Para su 20º aniversario, las Abuelas organizaron un recital de rock y colgaron en la Plaza de Mayo un enorme cartel con la leyenda "¿Vos sabés quién sos?", lo que marcó el inicio del acercamiento a los chicos que podrían ser sus nietos desde otro lado. Hijos e hijas de desaparecidos que buscaban a sus hermanos o jóvenes que ya habían sido restituidos se habían sumado al trabajo activo del organismo de derechos humanos. Las Abuelas entendieron que ya no debían rastrear a niños, sino que su búsqueda debía orientarse a adolescentes y adultos. Se propusieron interpelarlos directamente. De hecho, hicieron que una generación entera se preguntara por su historia.

A fines de la década del ¿90, la satisfacción de ver a los primeros jóvenes que se acercaban solos a la institución fue seguida por otra alegría: el regreso a prisión de los dictadores Jorge Rafael Videla y Emilio Eduardo Massera y otros represores acusados de ser los responsables del plan sistemático para robar a los hijos de desaparecidos y convertirlos en parte del "botín de guerra".

La Abuelas provocaron, a fuerza de necesidad, el avance de la ciencia en la identificación de personas: la creación del Banco Nacional de Datos Genéticos, la incorporación del Derecho a la Identidad en la Convención Internacional del Derecho del Niño aprobada por las Naciones Unidas y la formación de la Comisión Nacional por el Derecho a la Identidad.

Hoy, los años de soledad pasaron. Deportistas, escritores, dibujantes, músicos, plásticos, actores, periodistas, colaboraron con concursos literarios, festivales de música, confección de afiches, obras de teatro y películas, videos y campañas publicitarias en apoyo de Abuelas. Todavía hay más de 400 historias inconclusas. Las más difíciles de completar son aquellas en las que militares o miembros de las fuerzas de seguridad se quedaron con los niños y los criaron como hijos propios. Por eso las Abuelas piden que el examen genético sea obligatorio cuando haya sospechas fundadas de que un nieto o nieta está cerca. Por eso buscan vías alternativas al pinchazo, como la recolección de ADN en cepillos de dientes o restos de pelos en toallas y sábanas.

La reacción de los chicos -hoy jóvenes adultos- que recuperan su identidad sigue siendo el motor central de las Abuelas. "Me di cuenta de que inconscientemente tenía un peso que no percibía. Ahora me siento más completa, más tranquila. Ahora no soy parte de una mentira", le dijo en una entrevista a Página/12 Claudia Poblete en 2004. "No existe verdadero hombre sin verdadera identidad", aseguró Horacio Pietragala en la conferencia de prensa en que se anunció su reencuentro. "La mentira pesa y si alguien te quiere, te quiere ver feliz, y para ser feliz uno tiene que saber quién es", aseguró Victoria Donda en un reportaje. Dos meses después de conocer su historia Juan Cabandié habló en el acto que se realizó el 24 de marzo de 2003 en la ESMA. Allí definió: "La verdad es la libertad absoluta".

Por lo expuesto hasta aquí y considerando que el presente proyecto pretende erigirse en un reconocimiento a la labor de una agrupación cada vez más extendida, que da pruebas sobradas de un trabajo cotidiano y mancomunado de concientización y derecho a la identidad, solicito a mis pares la aprobación del mismo.-

Jacobo A. Abrameto.-