Número de Expediente 3365/03
N° | Origen | Tipo | Extracto |
---|---|---|---|
3365/03 | Senado De La Nación | Proyecto De Declaración | DANIELE : PROYECTO DE DECLARACION EXPRESANDO BENEPLACITO ANTE LA DETERMINACION TOMADA POR LOS GOBIERNOS DEL MERCOSUR DE EMPRENDER UNA LUCHA COORDINADA CONTRA LA PLAGA DEL PICUDO ALGODONERO Y OTRAS CUESTIONES CONEXAS |
Listado de Autores |
---|
Daniele
, Mario Domingo
|
Fechas en Dir. Mesa de Entradas
MESA DE ENTRADAS | DADO CUENTA | Nº DE D.A.E. |
---|---|---|
09-02-2004 | 24-02-2004 | 202/2003 Tipo: NORMAL |
Fecha de Ingreso a Dir. Gral. de Comisiones
DIR. GRAL. de COMISIONES | INGRESO DEL DICTAMEN A LA MESA DE ENTRADAS |
---|---|
10-02-2004 | 28-04-2004 |
Giros del Expediente a Comisiones
COMISIÓN | FECHA DE INGRESO | FECHA DE EGRESO |
---|---|---|
DE RELACIONES EXTERIORES Y CULTO
ORDEN DE GIRO: 1 |
11-02-2004 | 28-04-2004 |
DE AGRICULTURA, GANADERÍA Y PESCA
ORDEN DE GIRO: 2 |
11-02-2004 | 28-04-2004 |
ENVIADO AL ARCHIVO : 15-06-2004
Resoluciones
SENADO |
---|
FECHA DE SANCION: 19-05-2004 |
SANCION: APROBO |
COMENTARIO: |
NOTA: |
Órdenes del Día
NÚMERO | DE FECHA | ESTADO | ANEXO |
---|---|---|---|
291/04 | 05-05-2004 | APROBADA | Sin Anexo |
En proceso de carga
Senado de la Nación
Secretaría Parlamentaria
Dirección Publicaciones
(S-3365/03)
PROYECTO DE DECLARACION
El Senado de la Nación
DECLARA:
Su beneplácito ante la determinación tomada por los gobiernos de la
Argentina, Bolivia, Brasil y Paraguay de emprender una lucha coordinada
contra la plaga Picudo del Algodonero, así como el reconocimiento al
Sr. Secretario de Agricultura, Ganadería, Pesca y Alimentos, Ing. Agr.
Miguel Santiago Campos, por haber tomado la iniciativa de proponer esta
acción conjunta.
Mario D. Daniele.
FUNDAMENTOS
Sr. Presidente:
El Picudo del Algodonero (Anthonomus grandis) constituye la plaga más
destructiva del cultivo del algodón en el continente americano. Una
hembra de picudo destruye por lo menos 100 botones florales y frutos
sólo para colocar sus huevos, en un período de 30 días aproximadamente,
a los que deben agregarse los órganos destruidos con fines de
alimentación, estimándose que bajo condiciones favorables pueden
desarrollarse hasta siete generaciones anuales de este insecto.
Por lo tanto, el establecimiento de esta plaga en el país tendría como
efecto inmediato una drástica reducción de los márgenes brutos de las
explotaciones y una significativa disminución de las áreas cultivadas,
causando un grave impacto económico social en la zona productora
algodonera reflejado en la posible desaparición de un importante sector
de pequeños productores, la posible paralización de plantas
desmotadoras e hilanderías, la pérdida de mercados externos y de
competitividad del sector, así como una menor percepción de ingresos
fiscales al tesoro nacional provenientes de esta agroindustria.
El Picudo irrumpe en América del Sur alrededor de 1950 en Venezuela y
Colombia. En un principio se pensó que la selva amazónica funcionaría
como una barrera ecológica que impediría su paso hacia las regiones
algodoneras de Brasil pero, en 1983 aparece en los Estados de Paraíba,
San Pablo, Pará y Pernambuco; en 1985 se detectaba su presencia en el
municipio de Maringá en el Estado de Paraná, el mayor productor
brasileño de fibra de algodón.
A pesar de las medidas dispuestas por las autoridades brasileñas de
sanidad vegetal para su erradicación, el avance de esta destructiva
plaga no pudo ser detenido. Frente a la falta de éxito de las medidas
de erradicación, la estrategia adoptada por el Gobierno de Brasil ha
sido la de convivir con la plaga, a partir de un programa de manejo de
las poblaciones y la reducción del número de adultos en la época entre
cosechas. La plaga continúa avanzando en progresión norte-sur; cabe
señalar que el área algodonera brasileña finaliza a escasos 20
kilómetros de la ciudad de Foz de Iguazú.
En el Paraguay el Picudo se detectó oficialmente en el año 1991 y,
avanzó rápidamente ya que, en 1993 el área afectada se estimaba en
50.000- 60.000 hectáreas. Actualmente, el temido insecto amenaza a la
zona algodonera argentina, a través de la infestación existente en los
Departamentos de Ñeembucú e Itapúa.
La plaga también está presente en Bolivia, declarándose la Emergencia
Fitosanitaria en nuestra región fronteriza con este país en diciembre
de 1997 (Resolución SENASA Nº 1118/97).
En la Argentina, el primer ejemplar de Picudo se detectó en 1993 en
Misiones en áreas no cultivadas con algodón. En mayo de 1994 se
registraron las primeras capturas en la Provincia de Formosa en
Clorinda y, en junio de ese mismo año ya se encontraba en los
Departamentos de Pilcomayo y Pilagás en cultivo de productores. En
1996, se detectó la presencia de la plaga en la Provincia de
Corrientes, en los Departamentos de Santo Tomé e Ituzaingó, todas
capturas en trampas fuera de la zona de cultivo.
En noviembre del 2002 se detectó la plaga en el Chaco (Departamento de
Bermejo), la principal provincia productora de algodón en el país, lo
que puso en alerta roja a la autoridad sanitaria argentina. En mayo del
2003, se produjeron nuevas capturas en trampas ubicadas en la Isla del
Cerrito y la zona de Margarita Belén, a escasos kilómetros de la
localidad de Resistencia y, en agosto fueron capturados cuatro
ejemplares en los Departamentos de Bermejo y Libertad.
Hasta ese momento, la "zona roja" declarada se circunscribía a la
Provincia de Formosa pero, este status debió ampliarse a los
Departamentos chaqueños de: Libertad, Dónovan, 1º de Mayo y Bermejo.
Desde un principio, la Argentina adoptó una política de evitar la
propagación de esta plaga y propender a su definitiva erradicación.
Para ello desde el año 1993 se puso en marcha el Programa Nacional de
Prevención y Erradicación del Picudo del Algodonero -conducido por el
SENASA con el aporte de fondos por parte de productores y del BID- en
el marco del cual se realizan intensas labores de monitoreo,
capacitación y difusión a productores sobre medidas preventivas y de
control, el Programa Binacional Paraguayo-Argentino, el establecimiento
de corredores y barreras fitosanitarias y, el dictado de normativas que
deben acatar productores, desmotadores y transportistas para evitar la
difusión de la plaga, entre otras.
Pero, todas estas acciones pueden resultar insuficientes al mantener
los países limítrofes una política fitosanitaria distinta que acepte
convivir con la plaga.
A partir de la reciente creación del Consejo Agropecuario del Sur
(CAS), que involucra a los países miembros del MERCOSUR ampliado, se
está avanzando en la armonización de políticas agrícolas convergentes a
corto, mediano y largo plazo en materia de sanidad animal y vegetal, de
comercialización y de negociaciones internacionales.
Un primer logro de ello y, producto también de las gestiones en el seno
del CAS del Sr. Secretario de Agricultura, Ganadería, Pesca y
Alimentos, Ing. Agr. Miguel Santiago Campos, fue la firme decisión y
compromiso asumido por los países de la región de avanzar en el
Programa Regional para la Erradicación de la Fiebre Aftosa, enfermedad
que puede ocasionar graves pérdidas económicas a los ganaderos debido
al cierre de los mercados internacionales en caso de ocurrencia de
brotes.
Según señaló el Secretario Campos en su visita a la Comisión de
Agricultura, Ganadería y Pesca del H. Senado de la Nación del día 6 de
agosto del 2003, "el acuerdo en materia sanitaria alcanzado en cuanto a
la fiebre aftosa podría extenderse también a la lucha contra el Picudo
del Algodonero ya que, la expansión de la plaga en nuestro país se dio
por la falta de armonización de las políticas sanitarias de los países
de la región pues, nuestros vecinos habían decidido convivir con la
plaga, mientras que Argentina no deseaba la presencia de la misma."
En diciembre del año 2003, en un encuentro realizado en Ciudad del
Este, representantes de los países miembros del MERCOSUR ampliado
evaluaron la situación en los cultivos de algodón de la región en
búsqueda de controles consensuados para combatir la plaga, recomendando
la elaboración conjunta de un Programa Regional de Control del Picudo
del Algodonero que contemple acciones específicas. Este programa será
presentado al través del COSAVE (Consejo de Sanidad Vegetal) a los
Ministros y Secretarios de Agricultura del CAS.
Esta iniciativa que comienza a concretarse que traspasa nuestras
fronteras, contribuirá a reforzar las acciones que ya se están
desarrollando en el ámbito local, a promover la competitividad del
cultivo del algodón preservándolo de esta temible plaga y, constituye
un paso más en la efectiva integración de los países de la región.
Por todos los factores expuestos, solicito a mis pares que me acompañen
en la sanción del presente proyecto.
Mario D. Daniele.
Secretaría Parlamentaria
Dirección Publicaciones
(S-3365/03)
PROYECTO DE DECLARACION
El Senado de la Nación
DECLARA:
Su beneplácito ante la determinación tomada por los gobiernos de la
Argentina, Bolivia, Brasil y Paraguay de emprender una lucha coordinada
contra la plaga Picudo del Algodonero, así como el reconocimiento al
Sr. Secretario de Agricultura, Ganadería, Pesca y Alimentos, Ing. Agr.
Miguel Santiago Campos, por haber tomado la iniciativa de proponer esta
acción conjunta.
Mario D. Daniele.
FUNDAMENTOS
Sr. Presidente:
El Picudo del Algodonero (Anthonomus grandis) constituye la plaga más
destructiva del cultivo del algodón en el continente americano. Una
hembra de picudo destruye por lo menos 100 botones florales y frutos
sólo para colocar sus huevos, en un período de 30 días aproximadamente,
a los que deben agregarse los órganos destruidos con fines de
alimentación, estimándose que bajo condiciones favorables pueden
desarrollarse hasta siete generaciones anuales de este insecto.
Por lo tanto, el establecimiento de esta plaga en el país tendría como
efecto inmediato una drástica reducción de los márgenes brutos de las
explotaciones y una significativa disminución de las áreas cultivadas,
causando un grave impacto económico social en la zona productora
algodonera reflejado en la posible desaparición de un importante sector
de pequeños productores, la posible paralización de plantas
desmotadoras e hilanderías, la pérdida de mercados externos y de
competitividad del sector, así como una menor percepción de ingresos
fiscales al tesoro nacional provenientes de esta agroindustria.
El Picudo irrumpe en América del Sur alrededor de 1950 en Venezuela y
Colombia. En un principio se pensó que la selva amazónica funcionaría
como una barrera ecológica que impediría su paso hacia las regiones
algodoneras de Brasil pero, en 1983 aparece en los Estados de Paraíba,
San Pablo, Pará y Pernambuco; en 1985 se detectaba su presencia en el
municipio de Maringá en el Estado de Paraná, el mayor productor
brasileño de fibra de algodón.
A pesar de las medidas dispuestas por las autoridades brasileñas de
sanidad vegetal para su erradicación, el avance de esta destructiva
plaga no pudo ser detenido. Frente a la falta de éxito de las medidas
de erradicación, la estrategia adoptada por el Gobierno de Brasil ha
sido la de convivir con la plaga, a partir de un programa de manejo de
las poblaciones y la reducción del número de adultos en la época entre
cosechas. La plaga continúa avanzando en progresión norte-sur; cabe
señalar que el área algodonera brasileña finaliza a escasos 20
kilómetros de la ciudad de Foz de Iguazú.
En el Paraguay el Picudo se detectó oficialmente en el año 1991 y,
avanzó rápidamente ya que, en 1993 el área afectada se estimaba en
50.000- 60.000 hectáreas. Actualmente, el temido insecto amenaza a la
zona algodonera argentina, a través de la infestación existente en los
Departamentos de Ñeembucú e Itapúa.
La plaga también está presente en Bolivia, declarándose la Emergencia
Fitosanitaria en nuestra región fronteriza con este país en diciembre
de 1997 (Resolución SENASA Nº 1118/97).
En la Argentina, el primer ejemplar de Picudo se detectó en 1993 en
Misiones en áreas no cultivadas con algodón. En mayo de 1994 se
registraron las primeras capturas en la Provincia de Formosa en
Clorinda y, en junio de ese mismo año ya se encontraba en los
Departamentos de Pilcomayo y Pilagás en cultivo de productores. En
1996, se detectó la presencia de la plaga en la Provincia de
Corrientes, en los Departamentos de Santo Tomé e Ituzaingó, todas
capturas en trampas fuera de la zona de cultivo.
En noviembre del 2002 se detectó la plaga en el Chaco (Departamento de
Bermejo), la principal provincia productora de algodón en el país, lo
que puso en alerta roja a la autoridad sanitaria argentina. En mayo del
2003, se produjeron nuevas capturas en trampas ubicadas en la Isla del
Cerrito y la zona de Margarita Belén, a escasos kilómetros de la
localidad de Resistencia y, en agosto fueron capturados cuatro
ejemplares en los Departamentos de Bermejo y Libertad.
Hasta ese momento, la "zona roja" declarada se circunscribía a la
Provincia de Formosa pero, este status debió ampliarse a los
Departamentos chaqueños de: Libertad, Dónovan, 1º de Mayo y Bermejo.
Desde un principio, la Argentina adoptó una política de evitar la
propagación de esta plaga y propender a su definitiva erradicación.
Para ello desde el año 1993 se puso en marcha el Programa Nacional de
Prevención y Erradicación del Picudo del Algodonero -conducido por el
SENASA con el aporte de fondos por parte de productores y del BID- en
el marco del cual se realizan intensas labores de monitoreo,
capacitación y difusión a productores sobre medidas preventivas y de
control, el Programa Binacional Paraguayo-Argentino, el establecimiento
de corredores y barreras fitosanitarias y, el dictado de normativas que
deben acatar productores, desmotadores y transportistas para evitar la
difusión de la plaga, entre otras.
Pero, todas estas acciones pueden resultar insuficientes al mantener
los países limítrofes una política fitosanitaria distinta que acepte
convivir con la plaga.
A partir de la reciente creación del Consejo Agropecuario del Sur
(CAS), que involucra a los países miembros del MERCOSUR ampliado, se
está avanzando en la armonización de políticas agrícolas convergentes a
corto, mediano y largo plazo en materia de sanidad animal y vegetal, de
comercialización y de negociaciones internacionales.
Un primer logro de ello y, producto también de las gestiones en el seno
del CAS del Sr. Secretario de Agricultura, Ganadería, Pesca y
Alimentos, Ing. Agr. Miguel Santiago Campos, fue la firme decisión y
compromiso asumido por los países de la región de avanzar en el
Programa Regional para la Erradicación de la Fiebre Aftosa, enfermedad
que puede ocasionar graves pérdidas económicas a los ganaderos debido
al cierre de los mercados internacionales en caso de ocurrencia de
brotes.
Según señaló el Secretario Campos en su visita a la Comisión de
Agricultura, Ganadería y Pesca del H. Senado de la Nación del día 6 de
agosto del 2003, "el acuerdo en materia sanitaria alcanzado en cuanto a
la fiebre aftosa podría extenderse también a la lucha contra el Picudo
del Algodonero ya que, la expansión de la plaga en nuestro país se dio
por la falta de armonización de las políticas sanitarias de los países
de la región pues, nuestros vecinos habían decidido convivir con la
plaga, mientras que Argentina no deseaba la presencia de la misma."
En diciembre del año 2003, en un encuentro realizado en Ciudad del
Este, representantes de los países miembros del MERCOSUR ampliado
evaluaron la situación en los cultivos de algodón de la región en
búsqueda de controles consensuados para combatir la plaga, recomendando
la elaboración conjunta de un Programa Regional de Control del Picudo
del Algodonero que contemple acciones específicas. Este programa será
presentado al través del COSAVE (Consejo de Sanidad Vegetal) a los
Ministros y Secretarios de Agricultura del CAS.
Esta iniciativa que comienza a concretarse que traspasa nuestras
fronteras, contribuirá a reforzar las acciones que ya se están
desarrollando en el ámbito local, a promover la competitividad del
cultivo del algodón preservándolo de esta temible plaga y, constituye
un paso más en la efectiva integración de los países de la región.
Por todos los factores expuestos, solicito a mis pares que me acompañen
en la sanción del presente proyecto.
Mario D. Daniele.