Número de Expediente 3332/05

Origen Tipo Extracto
3332/05 Senado De La Nación Proyecto De Comunicación FALCO : PROYECTO DE COMUNICACION SOLICITANDO LA INCORPORACION DE LA TECNICA DE SIEMBRA DIRECTA A LA AGENDA DE NEGOCIACIONES EN EL EARTH COUNCIL DE LA ORGANIZACION DE LAS NACIONES UNIDAS .
Listado de Autores
Falco , Luis

Fechas en Dir. Mesa de Entradas

MESA DE ENTRADAS DADO CUENTA Nº DE D.A.E.
11-10-2005 02-11-2005 164/2005 Tipo: NORMAL

Fecha de Ingreso a Dir. Gral. de Comisiones

DIR. GRAL. de COMISIONES INGRESO DEL DICTAMEN A LA MESA DE ENTRADAS
13-10-2005 14-11-2005

Giros del Expediente a Comisiones

COMISIÓN FECHA DE INGRESO FECHA DE EGRESO
DE RELACIONES EXTERIORES Y CULTO
ORDEN DE GIRO: 1
20-12-2005 28-02-2007
DE RELACIONES EXTERIORES Y CULTO
ORDEN DE GIRO: 1
13-10-2005 14-11-2005

EL EXPEDIENTE CADUCO EL 28-02-2007

ENVIADO AL ARCHIVO : 13-07-2007

Órdenes del Día

NÚMERO DE FECHA ESTADO ANEXO
1498/05 16-11-2005 APROBADA
En proceso de carga

Senado de la Nación
Secretaría Parlamentaria
Dirección Publicaciones

(S-3332/05)

PROYECTO DE COMUNICACION

El Senado de la Nación

Solicita al Poder Ejecutivo nacional, gestione por intermedio del Ministerio de Relaciones Exteriores y Culto, la incorporación de la Técnica de Siembra Directa a la Agenda de Negociaciones en el EARTH COUNCIL de la Organización de las Naciones Unidas.

Luis A. Falcó.-

FUNDAMENTOS

Señor Presidente:

Con el número de expediente S-4551/05, el 24 de febrero del corriente año, presente un proyecto de comunicación, solicitando al PEN informe si realizó gestiones ante el organismo mundial pertinente, a efectos de que la técnica de labranza denominada Siembra Directa sea incorporada como Mecanismo de Desarrollo Limpio (MDL) por el Protocolo de Kyoto por su calidad de actividad secuestrante de carbono (C).

Este proyecto fue aprobado por este H. Senado el 4 de mayo del corriente año. Hasta el día de la fecha, la Jefatura de Gabinete de Ministros no se ha dignado a responder dicha comunicación. Seguramente no resulta relevante para el PEN el tema.

Me inclino a opinar que sí, el tema es sumamente relevante y que además resulta ocioso mencionar los problemas climáticos que el calentamiento global está generando ante los acontecimientos meteorológicos de dominio público, ocurridos últimamente en el mundo.

No tan ampliamente conocida como lo anterior, pero si muy celebrada en los sectores agrícolas mundiales son las bondades y el extraordinario desarrollo alcanzado en Argentina por el Sistema conocido como Siembra Directa (SD), al punto de haberse transformado en tecnología de exportación.

Ambos hechos, confluyen, a su vez, en un punto. El calentamiento global es producto de la acción del hombre por su desmesurada generación de gases efecto invernadero (dióxido de carbono-CO2). La SD es una técnica o sistema de labranza que favorece la captación al suelo de ese carbono.

La revista Nature acaba de publicar un estudio reciente realizado en Inglaterra y Gales, el mismo determinó que sus suelos están perdiendo fenomenales cantidades de carbono, debido al aumento de las temperaturas de esas regiones, a causa del efecto invernadero.

La investigación estima que el suelo británico está perdiendo 13 millones de toneladas de carbono al año, equivalente al 8,2% de las emisiones de dióxido de carbono que produjo en 2004 Gran Bretaña.

El estudio financiado por el gobierno británico, ha descubierto que las pérdidas de carbón afectaron todo tipo de suelos, y afirma ¿"El hecho de que las pérdidas parecen estar sucediendo ¿ independientemente del uso del suelo, sugiere una relación con el cambio climático" y agrega que en el período de 25 años examinado, la temperatura media de Inglaterra y Gales aumentó 0,5ºC(0,9ºF). "Los microbios en el suelo son más activos a temperaturas más calientes" dijo el co-autor del informe Guy Kira del Instituto Nacional de los Recursos del Suelo (NSRI) de la Universidad de Cranfield de Londres.

Por otra parte, es frecuente escuchar sobre los efectos negativos en el medio ambiente de la producción agrícola (monocultivo, deforestación, etc.), pero pocas veces se hace mención de sus efectos positivos. Nuestro país ha avanzado enormemente con respecto a la siembra directa constituyéndose en uno de los más adelantados sobre esta modalidad de trabajo de la tierra, por ello es importante mencionar a algunas de esas ventajas menos conocidas, especialmente las referidas al 'secuestro de carbono'.

En la revista de "Márgenes Agropecuarios" (setiembre de 2005) se publicó un excelente artículo titulado "Secuestro de carbono en siembra directa" cuyo autoría es del Ing. Agr. Agustín Bianchini. Dice el ingeniero que... "para entender este proceso conviene comenzar repasando una ley física que dice que todos los cuerpos emiten radiaciones cuya longitud de onda es inversamente proporcional a la temperatura del cuerpo. En términos sencillos, un cuerpo que tenga alta temperatura emitirá radiación de onda corta; en tanto, que un cuerpo con menos temperatura emitirá radiación de onda larga. Siguiendo con el razonamiento, la radiación solar es de onda corta, y logra atravesar la atmósfera, ya que los gases presentes son transparentes a este tipo de radiación. Cuando llegan al suelo los rayos son absorbidos, produciendo su calentamiento. Luego, en función a su temperatura, el suelo emite radiación de onda larga hacia la atmósfera. Pero, a diferencia de lo que ocurría con los rayos solares, algunos gases presentes (como el dióxido de carbono) son opacos a este tipo de rayos, reflejándose y volviendo al suelo. Dado que la concentración de este tipo de gases viene aumentando, el efecto final es que al no permitir la salida de la irradiación emitida por el suelo haga un efecto de espejo recalentando la atmósfera".

De lo anterior se deduce que aquellas actividades que sean capaces de captar CO2 del aire y secuestrarlo en el suelo deben ser favorecidas. Dos de esas actividades son la forestación y la siembra directa. Sigue diciendo Bianchini que "las plantas naturalmente realizan, en presencia de la luz solar, un proceso denominado fotosíntesis mediante el cual generan los diferentes tejidos que las forman. Para ello toman agua y nutrientes del suelo, y dióxido de carbono de la atmósfera. Cuando mueren, los restos vegetales -ricos en carbono- quedan sobre la superficie del suelo y son descompuestos por diferentes organismos en forma sucesiva. En este proceso biológico de transformación, parte de ellos pasan a formar la materia orgánica del suelo, esa materia orgánica se convierte en un reservorio de carbono, ya que este elemento estaba presente como parte constitutiva de las plantas".

Actualmente, el 95% del total de la superficie mundial bajo producción agrícola se realiza en labranza convencional. Así analizada la agricultura puede ser vista -y de hecho lo es- como una actividad netamente emisora de CO2. Al roturar en forma recurrente el suelo la agricultura tradicional promueve -por un lado- una oxigenación violenta y -por otro- deja expuestas fracciones lábiles de la materia orgánica a la acción de la biomasa microbiana. Y si bien es cierto que parte de ese carbono vuelve a través de los rastrojos, el balance final de C en el suelo es negativo. Esto provoca una disminución de los tenores de materia orgánica, la cual se pierde en forma de CO2 a la atmósfera, con resultados negativos para la productividad del suelo y para el ambiente en su sentido más amplio". Pero este proceso de agricultura tradicional ha sido contrarrestado, en los últimos veinte años, por el desarrollo de la siembra directa, la que no necesita de las labranzas. "Manejada criteriosamente -esto es con rotación de cultivos y reposición de nutrientes- la SD contribuye a aumentar los porcentajes de materia orgánica del suelo, favoreciendo el secuestro de carbono y mitigando, en consecuencia, el efecto invernadero. Los residuos de los cultivos al no ser perturbados son descompuestos lentamente por los organismos del suelo, haciendo que se acumule materia orgánica. Por otro lado, la ausencia de laboreo no solo hace que esa materia orgánica no caiga drásticamente, sino que propicia su aumento".

Las conclusiones del informe destacan el importante aporte del sistema de siembra directa en la captación de C en el suelo. Los resultados de este trabajo, que es parcial ya que considera sólo la agricultura de tres provincias, es que el secuestro estaría en el orden de los 200 millones de toneladas métricas de carbono en el período de 20 años considerado" (Se cita un trabajo de Montico y Nardone, de 1999).

En un reciente Congreso de Economía de Santa Fe 2015, otro agrónomo, el ing. Victor Trucco, dijo que de 29 millones de hectáreas cultivadas en nuestro país, 16 millones se realizan con siembra directa. Recordemos que a raíz de la quema masiva de combustibles fósiles y la emisión de gases con efecto invernadero (GEI) la temperatura media en el planeta se ha incrementado en alrededor de 0,5 ° C en el último siglo y podrían subir a 3 o 4°C en el corriente siglo. Por esta razón, los países miembro de las Naciones Unidas firmaron en 1992 la Convención por el Cambio Climático. Posteriormente, en 1997, se firmó el protocolo de Kyoto por el cual los países desarrollados se comprometieron a reducir sus emisiones de GEI en un 5% por debajo de lo que emitían en 1990.

También el INTA Castelar se ha manifestado en igual sentido, tal el comentario de Roberto Casas, del Instituto de Suelos, "las buenas prácticas en el manejo del suelo deberán incorporarse al Protocolo de Kyoto". "Esto representa una excelente oportunidad para la Argentina en función de la difusión de siembra directa, que alcanza actualmente 15 millones de hectáreas. Este sistema permitió mejorar la calidad de los suelos incrementando el stock de carbono orgánico con mejoras en la fertilidad, en la economía del agua y en la disminución drástica de la tasa de erosión". "En un proyecto entre el Instituto de Suelos del INTA y la Asociación Argentina de Productores en Siembra Directa (AAPRESID) se comprobó que en los suelos pampeanos de texturas más arcillosas del sector oriental el contenido de materia orgánica crece a un ritmo de 1,2 toneladas por ha/año, durante los primeros 6 a 7 años, para luego declinar a 0,7 toneladas por ha/año hacia el décimo año. En texturas más arenosas, hacia el oeste de la región, el incremento anual inicial es de 1,6 toneladas/ha, para decaer a 0,8 tonelada/ha después del sexto año. En suelos de texturas finas (arcillosos) aumenta la proporción de materia humificada de alta estabilidad a la degradación microbiana, lo cual asegura el secuestro prácticamente permanente de carbono en el suelo...Un cálculo simple indica que si la siembra directa con rotación de cultivos se extendiera en 10 millones de ha, se fijarían alrededor de 20 millones de toneladas de CO2 por año, con beneficios para los productores y para el medio ambiente", aseguró Casas.

La falta de respuesta por parte del gobierno a mi proyecto anterior y la abundante información vertida en estos fundamentos, hablan por sí solos de la necesidad de que mis pares me acompañen en la aprobación del presente proyecto.

Luis A. Falcó.-