Número de Expediente 3279/03
N° | Origen | Tipo | Extracto |
---|---|---|---|
3279/03 | Senado De La Nación | Proyecto De Comunicación | FALCO : PROYECTO DE COMUNICACION SOLICITANDO INORMES ACERCA DEL CONSUMO DE ALIMENTOS TRANSGENICOS . |
Listado de Autores |
---|
Falco
, Luis
|
Fechas en Dir. Mesa de Entradas
MESA DE ENTRADAS | DADO CUENTA | Nº DE D.A.E. |
---|---|---|
11-12-2003 | 17-12-2003 | 193/2003 Tipo: NORMAL |
Fecha de Ingreso a Dir. Gral. de Comisiones
DIR. GRAL. de COMISIONES | INGRESO DEL DICTAMEN A LA MESA DE ENTRADAS |
---|---|
12-12-2003 | 17-05-2004 |
Giros del Expediente a Comisiones
COMISIÓN | FECHA DE INGRESO | FECHA DE EGRESO |
---|---|---|
DE DERECHOS Y GARANTÍAS
ORDEN DE GIRO: 1 |
15-12-2003 | 17-05-2004 |
ENVIADO AL ARCHIVO : 15-06-2004
Resoluciones
SENADO |
---|
FECHA DE SANCION: 02-06-2004 |
SANCION: Com.Art106 |
COMENTARIO: |
NOTA:DESPACHO N° 85 |
PRESIDENCIA/OFICIALES VARIOS
ORIGEN | TIPO | NUMERO | FECHA | AR |
---|---|---|---|---|
PE | RP | 160/05 | 03-06-2005 |
En proceso de carga
Senado de la Nación
Secretaría Parlamentaria
Dirección Publicaciones
(S-3279/03)
PROYECTO DE COMUNICACIÓN
El Senado de la Nación,
Vería con agrado que el Poder Ejecutivo Nacional, a través de
la Secretaría de Agricultura Ganadería, Pesca y Alimentos de la Nación,
remita a esta honorable cámara, un pormenorizado informe sobre consumo
de alimentos con Organismos Genéticamente Manipulados en la República
Argentina.
Luis A. Falcó.
FUNDAMENTOS
Señor Presidente:
Nuestros cuerpos, plantas y animales; nuestro aire, tierra y suelo no
son manipulables al libre albedrío, no son pasibles de patentamiento y
no están en venta.
Cuando un sistema de producción de alimentos viola los derechos de los
ciudadanos y el orden natural de los ecosistemas del planeta, es
fundamental que nosotros, los señores Legisladores, hagamos uso de
nuestro inalienable poder conferido por el pueblo, para corregir tales
abusos.
El tema de los Alimentos Transgénicos u Organismos Genéticamente
Manipulados se presenta, por parte de aquellos que lo defienden, como
siendo el próximo e inevitable paso por el proceso de modernización de
la agricultura argentina, capaz de situar al país en una posición de
mayor destaque todavía, en el panorama mundial, en lo que se refiere al
mercado internacional de productos agrícolas.
Señor Presidente, la lista de "beneficios" es muy amplia, casi tanto
como las "desventajas" que en estos productos encuentran
ambientalistas, ganaderos, productores, pero principalmente los
indefensos e ignorantes consumidores. Los cultivos Transgénicos son el
resultado de modernas técnicas de ingeniería genética, que permiten que
ciertos genes sean retirados de una especie y transferidos a otra.
Estos genes extranjeros, rompen la secuencia de ADN (que contiene todas
las características básicas de un ser vivo) del organismo receptor, que
sufre una nueva programación, tornándose capaz de producir nuevas
sustancias.
Lamentablemente, no son un invento de ciencia ficción, ya están aquí en
nuestros platos y en nuestros campos. Los cultivos transgénicos cubren
millones de hectáreas en la Argentina y en el mundo. Son sorprendentes,
cereales resistentes a la sequía o que crecen en suelos salinos,
tomates que aguantan las heladas porque tienen genes de un pez del
Ártico; soja resistente al ataque de los insectos o a los herbicidas;
algodón con copos de colores, que no necesitan teñido; maíz que produce
sustancias plásticas; frutos con genes de luciérnaga que cuando
florecen se mantiene encendidos...
Estas plantas parecen inofensivas y al ojo del neófito resultan
indistinguibles de sus primos los cultivos comunes. Pero su repentina
presencia en los surcos de todo el planeta y en los productos
alimenticios que día a día ingerimos por ignorancia o falta de control,
son una realidad. La Argentina presenta la segunda superficie del mundo
sembrada con estas variedades y hoy se comercializan en nuestro país
cinco de esos productos que directa o indirectamente llegan a las
familias argentinas.
Los beneficios de estas nuevas variedades son obvios, aumentan la
producción de alimentos en un mundo hambriento y cuyos campos pronto
serán insuficientes para una humanidad en expansión. Además, algunos de
estos cultivos tienen propiedades nuevas y valiosas, producen vacunas,
plásticos, nuevas fibras etc.. Pero los cultivos transgénicos presentan
aristas de difícil interpretación ya que se convierten en alimentos
para los ciudadanos de todo el mundo.
Según los interesados es la "agricultura del futuro" y tales
interesados parecen ser al día de hoy principalmente las empresas
químicas y agroalimentarias. Estas son las que promueven y financian
muchas investigaciones que se hacen al respecto, que son una fuente de
jugosos dividendos, puesto que además de comercializarlos seguirán
siendo propietarios de sus patentes por un cuarto de siglo. Nos ofrecen
mejorar el medio ambiente modificando vegetales para convertirlos en
veneno para las pestes y calmar el hambre de los argentinos con
cultivos o ganados cuyo nuevo diseño genético los hará más productivos.
El tema de los cultivos y alimentos transgénicos, objeto del presente
proyecto de ley, en lugar de generar euforia ha creado la lógica
preocupación en analistas, científicos, ingenieros, biólogos y
"gobiernos independientes", no condicionados por intereses comerciales
o empresarios. El pasado año Alemania se destruyeron campos donde se
experimentaba con cultivos genéticamente manipulados y en Suiza,
Austria y Suecia, se ha prohibido su comercialización. Entonces la
respuesta es...por algo debe ser.
El Partido de la Ley Natural, fuerza política mundial que propugna la
utilización de los recursos de la inteligencia de la naturaleza para la
solución de los problemas de los gobiernos en el mundo y pionero en
alertar sobre los peligros de la manipulación genética ganó
recientemente un juicio en Holanda contra la cadena de supermercados
Albert Heinj, la más grande de los Países Bajos. Esta compañía había
dado una descripción inexacta y engañosa de la soja genéticamente
manipulada en su revista publicitaria de distribución gratuita con 1.8
millones de ejemplares. Hoy en los Países Bajos se exige un etiquetado
completo y claro que permita a los consumidores escoger lo que
realmente comen y permitiendo a los médicos encontrar la fuente de los
problemas que se originan en estos alimentos en estos alimentos. El 18
de Junio de 1997 el Parlamento Noruego votó que todos los Alimentos
Genéticamente Modificados deben etiquetarse. Además, puso en vigor la
prohibición de liberar todo tipo de organismo genéticamente modificado
al medio ambiente.
Hace unos años una soja modificada con un gen proveniente de una nuez
del Brasil, produjo una fuerte reacción en varias personas alérgicas a
dicha nuez, que la comieron sin saber qué estaban consumiendo. Esa soja
fue retirada del mercado, pero planteó una serie de dudas: ¿las
cosechas transgénicas deben etiquetarse y comercializarse por separado,
o deben mezclarse con las convencionales?, ¿las cosechas transgénicas,
una vez que se convierten en productos elaborados, pueden rastrearse en
toda su línea de elaboración sin que contengan un claro y preciso
etiquetado?.
Posibles Riesgos de la utilización de Alimentos Transgénicos u
Organismos Genéticamente Manipulados
- Dada la enorme complejidad del código genético, incluso en organismos
muy simples como las bacterias, nadie puede predecir las consecuencias
de introducir nuevos genes en cualquier organismo o planta. Estos es
así porque el gen transferido puede actuar en forma diferente cuando
funciona dentro de su nuevo organismo, la inteligencia original del
organismo receptor será quebrada, la nueva combinación de los genes
del organismo receptor y del gen transferido tendrán efectos
impredecibles, y por lo tanto no hay forma de conocer los efectos
globales y a largo plazo de estos alimentos sobre la salud de aquellos
que los consumimos.
- Las transferencias innaturales de genes de unas especies a otras
como entre peces y tomates, o entre otras especies sin relación alguna
entre sí, no ocurrirían en la naturaleza sin la intervención de la
ingeniería genética y no crearían las nuevas toxinas, enfermedades y
debilidades que actualmente ocasionan. Claro está, en este peligroso
experimento, los "conejillos de indias" somos nosotros.
- La investigación genética demuestra que muchas debilidades de las
plantas, animales y humanos tiene su origen en minúsculas
imperfecciones en el código genético, por lo tanto los efectos
secundarios y los accidentes son inevitables, y renombrados científicos
han asegurado que los riesgos son ilimitados.
- Los procesos de ingeniería genética pueden introducir peligrosos
nuevos alérgenos y toxinas fatales en alimentos que previamente eran
naturalmente seguros y sanos. Un claro y patético ejemplo de esto es un
suplemento alimenticio llamado Triptófano, producido por vía de
manipulación genética que causó la muerte en Estados Unidos de 37
personas y otras 1.500 quedaron inválidas por consumir esta nueva
modalidad.
- Se estima que un 57% de la investigación de las empresa de
biotecnología es para el desarrollo de plantas resistentes a los
herbicidas y que estos conduciría a un uso tres veces mayor de los
mismos, con el resultado de todavía mayores concentraciones de químicos
en los alimentos y el agua potable.
- Al contrario que la contaminación química o nuclear, los efectos de
la polución genética nunca podrán ser eliminados, pasando los errores
genéticos a todas las generaciones futuras de una especie.
La transferencia de genes de animales a plantas plantea importantes
problemas éticos a vegetarianos y grupos religiosos y puede también
implicar experimentos con animales inaceptables para muchas personas.
- Al introducirse nueva información genética en plantas, bacterias,
insectos u otros animales, ésta puede fácilmente viajar a organismos
relacionados, a través de procesos como la polinización cruzada. Este
proceso ya ha creado las Super Malezas.
- Los cultivos están siendo codificados ahora para producir sus propios
pesticidas, esto provocará la rápida aparición de insectos resistentes
y conducirá a la destrucción excesiva de insectos útiles y organismos
del suelo.
Señor Presidente, la introducción de Organismos Genéticamente
Manipulados equivale a un peligroso experimento Internacional de las
grandes Multinacionales de la biotecnología que controlan importantes
segmentos del abastecimiento mundial de alimentos, empresas de semillas
y otros aspectos de la cadena de distribución alimenticia. Está
previsto que más de un centenar de alimentos transgénicos serán
comercializados en el siglo XXI. Se está anteponiendo la ganancia
acorto plazo a la salud y seguridad de toda la población. No hay
justificación científica y biológica para repentinamente transformar
casi todos los alimentos por medio de manipulaciones genéticas
irreversibles. La estructura genética natural de las plantas ha estado
alimentando durante milenios a la humanidad. Alterar el código genético
de los alimentos sin que los consumidores puedan saberlo legítimamente
es una temeridad e irresponsabilidad, una arrogancia científica que
supone una seria amenaza para la vida. Existe ya una enorme
justificación científica para una prohibición inmediata de todos los
organismos manipulados genéticamente con el objeto de preservar nuestra
salud. Debe exigirse a las autoridades de todo el mundo que se
encarguen de ejercer los mecanismos de control, que realicen su trabajo
sin ceder ante los imperativos comerciales y políticos.
Puesto que en los países de Europa ya están prohibiendo esta clase de
productos, es muy probable que estas compañías (como viene sucediendo)
busquen mercado en países más permeables como los "sudamericanos", dada
la predominante falta de información sobre el tema.
Por los motivos expuestos es que mediante el presente Proyecto de
Comunicación se le solicita al Poder Ejecutivo Nacional, a través de
la Secretaría de Agricultura Ganadería, Pesca y Alimentos de la Nación,
que remita a esta honorable cámara, un pormenorizado informe sobre
consumo de Alimentos con Organismos Genéticamente Manipulados en la
República Argentina, y a mis pares los señores legisladores, la pronta
aprobación de esta iniciativa.
Luis A. Falcó.
Secretaría Parlamentaria
Dirección Publicaciones
(S-3279/03)
PROYECTO DE COMUNICACIÓN
El Senado de la Nación,
Vería con agrado que el Poder Ejecutivo Nacional, a través de
la Secretaría de Agricultura Ganadería, Pesca y Alimentos de la Nación,
remita a esta honorable cámara, un pormenorizado informe sobre consumo
de alimentos con Organismos Genéticamente Manipulados en la República
Argentina.
Luis A. Falcó.
FUNDAMENTOS
Señor Presidente:
Nuestros cuerpos, plantas y animales; nuestro aire, tierra y suelo no
son manipulables al libre albedrío, no son pasibles de patentamiento y
no están en venta.
Cuando un sistema de producción de alimentos viola los derechos de los
ciudadanos y el orden natural de los ecosistemas del planeta, es
fundamental que nosotros, los señores Legisladores, hagamos uso de
nuestro inalienable poder conferido por el pueblo, para corregir tales
abusos.
El tema de los Alimentos Transgénicos u Organismos Genéticamente
Manipulados se presenta, por parte de aquellos que lo defienden, como
siendo el próximo e inevitable paso por el proceso de modernización de
la agricultura argentina, capaz de situar al país en una posición de
mayor destaque todavía, en el panorama mundial, en lo que se refiere al
mercado internacional de productos agrícolas.
Señor Presidente, la lista de "beneficios" es muy amplia, casi tanto
como las "desventajas" que en estos productos encuentran
ambientalistas, ganaderos, productores, pero principalmente los
indefensos e ignorantes consumidores. Los cultivos Transgénicos son el
resultado de modernas técnicas de ingeniería genética, que permiten que
ciertos genes sean retirados de una especie y transferidos a otra.
Estos genes extranjeros, rompen la secuencia de ADN (que contiene todas
las características básicas de un ser vivo) del organismo receptor, que
sufre una nueva programación, tornándose capaz de producir nuevas
sustancias.
Lamentablemente, no son un invento de ciencia ficción, ya están aquí en
nuestros platos y en nuestros campos. Los cultivos transgénicos cubren
millones de hectáreas en la Argentina y en el mundo. Son sorprendentes,
cereales resistentes a la sequía o que crecen en suelos salinos,
tomates que aguantan las heladas porque tienen genes de un pez del
Ártico; soja resistente al ataque de los insectos o a los herbicidas;
algodón con copos de colores, que no necesitan teñido; maíz que produce
sustancias plásticas; frutos con genes de luciérnaga que cuando
florecen se mantiene encendidos...
Estas plantas parecen inofensivas y al ojo del neófito resultan
indistinguibles de sus primos los cultivos comunes. Pero su repentina
presencia en los surcos de todo el planeta y en los productos
alimenticios que día a día ingerimos por ignorancia o falta de control,
son una realidad. La Argentina presenta la segunda superficie del mundo
sembrada con estas variedades y hoy se comercializan en nuestro país
cinco de esos productos que directa o indirectamente llegan a las
familias argentinas.
Los beneficios de estas nuevas variedades son obvios, aumentan la
producción de alimentos en un mundo hambriento y cuyos campos pronto
serán insuficientes para una humanidad en expansión. Además, algunos de
estos cultivos tienen propiedades nuevas y valiosas, producen vacunas,
plásticos, nuevas fibras etc.. Pero los cultivos transgénicos presentan
aristas de difícil interpretación ya que se convierten en alimentos
para los ciudadanos de todo el mundo.
Según los interesados es la "agricultura del futuro" y tales
interesados parecen ser al día de hoy principalmente las empresas
químicas y agroalimentarias. Estas son las que promueven y financian
muchas investigaciones que se hacen al respecto, que son una fuente de
jugosos dividendos, puesto que además de comercializarlos seguirán
siendo propietarios de sus patentes por un cuarto de siglo. Nos ofrecen
mejorar el medio ambiente modificando vegetales para convertirlos en
veneno para las pestes y calmar el hambre de los argentinos con
cultivos o ganados cuyo nuevo diseño genético los hará más productivos.
El tema de los cultivos y alimentos transgénicos, objeto del presente
proyecto de ley, en lugar de generar euforia ha creado la lógica
preocupación en analistas, científicos, ingenieros, biólogos y
"gobiernos independientes", no condicionados por intereses comerciales
o empresarios. El pasado año Alemania se destruyeron campos donde se
experimentaba con cultivos genéticamente manipulados y en Suiza,
Austria y Suecia, se ha prohibido su comercialización. Entonces la
respuesta es...por algo debe ser.
El Partido de la Ley Natural, fuerza política mundial que propugna la
utilización de los recursos de la inteligencia de la naturaleza para la
solución de los problemas de los gobiernos en el mundo y pionero en
alertar sobre los peligros de la manipulación genética ganó
recientemente un juicio en Holanda contra la cadena de supermercados
Albert Heinj, la más grande de los Países Bajos. Esta compañía había
dado una descripción inexacta y engañosa de la soja genéticamente
manipulada en su revista publicitaria de distribución gratuita con 1.8
millones de ejemplares. Hoy en los Países Bajos se exige un etiquetado
completo y claro que permita a los consumidores escoger lo que
realmente comen y permitiendo a los médicos encontrar la fuente de los
problemas que se originan en estos alimentos en estos alimentos. El 18
de Junio de 1997 el Parlamento Noruego votó que todos los Alimentos
Genéticamente Modificados deben etiquetarse. Además, puso en vigor la
prohibición de liberar todo tipo de organismo genéticamente modificado
al medio ambiente.
Hace unos años una soja modificada con un gen proveniente de una nuez
del Brasil, produjo una fuerte reacción en varias personas alérgicas a
dicha nuez, que la comieron sin saber qué estaban consumiendo. Esa soja
fue retirada del mercado, pero planteó una serie de dudas: ¿las
cosechas transgénicas deben etiquetarse y comercializarse por separado,
o deben mezclarse con las convencionales?, ¿las cosechas transgénicas,
una vez que se convierten en productos elaborados, pueden rastrearse en
toda su línea de elaboración sin que contengan un claro y preciso
etiquetado?.
Posibles Riesgos de la utilización de Alimentos Transgénicos u
Organismos Genéticamente Manipulados
- Dada la enorme complejidad del código genético, incluso en organismos
muy simples como las bacterias, nadie puede predecir las consecuencias
de introducir nuevos genes en cualquier organismo o planta. Estos es
así porque el gen transferido puede actuar en forma diferente cuando
funciona dentro de su nuevo organismo, la inteligencia original del
organismo receptor será quebrada, la nueva combinación de los genes
del organismo receptor y del gen transferido tendrán efectos
impredecibles, y por lo tanto no hay forma de conocer los efectos
globales y a largo plazo de estos alimentos sobre la salud de aquellos
que los consumimos.
- Las transferencias innaturales de genes de unas especies a otras
como entre peces y tomates, o entre otras especies sin relación alguna
entre sí, no ocurrirían en la naturaleza sin la intervención de la
ingeniería genética y no crearían las nuevas toxinas, enfermedades y
debilidades que actualmente ocasionan. Claro está, en este peligroso
experimento, los "conejillos de indias" somos nosotros.
- La investigación genética demuestra que muchas debilidades de las
plantas, animales y humanos tiene su origen en minúsculas
imperfecciones en el código genético, por lo tanto los efectos
secundarios y los accidentes son inevitables, y renombrados científicos
han asegurado que los riesgos son ilimitados.
- Los procesos de ingeniería genética pueden introducir peligrosos
nuevos alérgenos y toxinas fatales en alimentos que previamente eran
naturalmente seguros y sanos. Un claro y patético ejemplo de esto es un
suplemento alimenticio llamado Triptófano, producido por vía de
manipulación genética que causó la muerte en Estados Unidos de 37
personas y otras 1.500 quedaron inválidas por consumir esta nueva
modalidad.
- Se estima que un 57% de la investigación de las empresa de
biotecnología es para el desarrollo de plantas resistentes a los
herbicidas y que estos conduciría a un uso tres veces mayor de los
mismos, con el resultado de todavía mayores concentraciones de químicos
en los alimentos y el agua potable.
- Al contrario que la contaminación química o nuclear, los efectos de
la polución genética nunca podrán ser eliminados, pasando los errores
genéticos a todas las generaciones futuras de una especie.
La transferencia de genes de animales a plantas plantea importantes
problemas éticos a vegetarianos y grupos religiosos y puede también
implicar experimentos con animales inaceptables para muchas personas.
- Al introducirse nueva información genética en plantas, bacterias,
insectos u otros animales, ésta puede fácilmente viajar a organismos
relacionados, a través de procesos como la polinización cruzada. Este
proceso ya ha creado las Super Malezas.
- Los cultivos están siendo codificados ahora para producir sus propios
pesticidas, esto provocará la rápida aparición de insectos resistentes
y conducirá a la destrucción excesiva de insectos útiles y organismos
del suelo.
Señor Presidente, la introducción de Organismos Genéticamente
Manipulados equivale a un peligroso experimento Internacional de las
grandes Multinacionales de la biotecnología que controlan importantes
segmentos del abastecimiento mundial de alimentos, empresas de semillas
y otros aspectos de la cadena de distribución alimenticia. Está
previsto que más de un centenar de alimentos transgénicos serán
comercializados en el siglo XXI. Se está anteponiendo la ganancia
acorto plazo a la salud y seguridad de toda la población. No hay
justificación científica y biológica para repentinamente transformar
casi todos los alimentos por medio de manipulaciones genéticas
irreversibles. La estructura genética natural de las plantas ha estado
alimentando durante milenios a la humanidad. Alterar el código genético
de los alimentos sin que los consumidores puedan saberlo legítimamente
es una temeridad e irresponsabilidad, una arrogancia científica que
supone una seria amenaza para la vida. Existe ya una enorme
justificación científica para una prohibición inmediata de todos los
organismos manipulados genéticamente con el objeto de preservar nuestra
salud. Debe exigirse a las autoridades de todo el mundo que se
encarguen de ejercer los mecanismos de control, que realicen su trabajo
sin ceder ante los imperativos comerciales y políticos.
Puesto que en los países de Europa ya están prohibiendo esta clase de
productos, es muy probable que estas compañías (como viene sucediendo)
busquen mercado en países más permeables como los "sudamericanos", dada
la predominante falta de información sobre el tema.
Por los motivos expuestos es que mediante el presente Proyecto de
Comunicación se le solicita al Poder Ejecutivo Nacional, a través de
la Secretaría de Agricultura Ganadería, Pesca y Alimentos de la Nación,
que remita a esta honorable cámara, un pormenorizado informe sobre
consumo de Alimentos con Organismos Genéticamente Manipulados en la
República Argentina, y a mis pares los señores legisladores, la pronta
aprobación de esta iniciativa.
Luis A. Falcó.