Número de Expediente 3237/05
N° | Origen | Tipo | Extracto |
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3237/05 | Senado De La Nación | Proyecto De Declaración | FALCO : PROYECTO DE DECLARACION DECLARANDO DE INTERES LA REALIZACION DEL DOCUMENTAL SOBRE LA HISTORIA DEL INGENIO SAN LORENZO ENTRE LOS AÑOS 1920 Y 1940 EN LA PCIA. DE RIO NEGRO . |
Listado de Autores |
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Falco
, Luis
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Fechas en Dir. Mesa de Entradas
MESA DE ENTRADAS | DADO CUENTA | Nº DE D.A.E. |
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29-09-2005 | 02-11-2005 | 158/2005 Tipo: NORMAL |
Fecha de Ingreso a Dir. Gral. de Comisiones
DIR. GRAL. de COMISIONES | INGRESO DEL DICTAMEN A LA MESA DE ENTRADAS |
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05-10-2005 | 18-11-2005 |
Giros del Expediente a Comisiones
COMISIÓN | FECHA DE INGRESO | FECHA DE EGRESO |
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ORDEN DE GIRO: 1 |
05-10-2005 | 30-11-2005 |
ENVIADO AL ARCHIVO : 12-01-2006
Resoluciones
SENADO |
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FECHA DE SANCION: 30-11-2005 |
SANCION: APROBO |
COMENTARIO: SOBRE TABLAS |
NOTA: |
Órdenes del Día
NÚMERO | DE FECHA | ESTADO | ANEXO |
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1571/05 | 23-11-2005 | APROBADA |
En proceso de carga
Senado de la Nación
Secretaría Parlamentaria
Dirección Publicaciones
(S-3237/05)
PROYECTO DE DECLARACION
El Senado de la Nación
DECLARA:
De Interés Parlamentario la realización del documental sobre la historia del Ingenio San Lorenzo, empresa azucarera que operó entre los años 1920 y 1940 en la zona de General Conesa, Provincia de Río Negro.
Luis A. Falcó.
FUNDAMENTOS
Señor Presidente:
En el año 1929, se inauguró un ingenio azucarero a 15 kilómetros de la localidad de General Conesa, provincia de Río Negro, a orillas de dicho río, más específicamente en la colonia San Lorenzo.
Se trató de un importante emprendimiento no sólo para la región, ya que las condiciones ambientales se pronosticaban más que óptimas como para una futura zona azucarera, sino también por el tamaño de semejante inversión en un lugar casi despoblado (se instalaron cientos de inmigrantes europeos) y por la inclusión en el país de una novedosa industria para la elaboración de azúcar en el país.
Es considerable aclarar que en ese año los grandes problemas económicos no sólo afectaban al país, sino al mundo entero luego de la famosa caída de la bolsa en los Estados Unidos.
Juan Pegassano y Benito Lorenzo Raggio fueron los grandes inversores "visionarios", provenientes de diferentes empresas de Capital Federal, quienes junto con otros accionistas de distintos lugares de la provincia de Buenos Aires, implantaron en tierras de su propiedad las instalaciones de la fábrica.
Además de la fabricación de imponentes edificios para la elaboración del producto, se trajo una magnífica maquinaria Skoda de Checoslovaquia y se construyeron canales y obras secundarias para regar 4.000 hectáreas y radicar y dar empleo a más de 350 familias. Verdaderos complejos se construyeron en las colonias San Lorenzo, La Luisa y San Juan donde entre otras construcciones poseían: viviendas (para obreros, empleados, chacareros y administradores), usinas, depósitos y galpones, hotel, talleres mecánicos, estación de policía, granjas, panaderías y proveedurías.
En 1933, luego de las primeras zafras que iban en aumento, la compañía instaló un ramal de ferrocarril económico (trocha angosta) con una extensión de 107 kilómetros, desde la estación Vintter (entre la capital provincial de Viedma y la localidad portuaria de San Antonio Oeste), para favorecer no solo el traslado del azúcar, materiales para el mantenimiento y de pasajeros, fuera de la zona, sino también de la materia prima dentro de las colonias.
El rendimiento obtenido alcanzó casi el 15% en el año 1935, donde también alcanzó su máxima cosecha (32.811.522 toneladas). Dicho rendimiento comparado con los de caña azucarera en las provincias del norte (Tucumán, Jujuy y Salta entre otras) era superado ampliamente, ya que en esos años apenas si sobrepasaba el 9%.
El clima templado del sur argentino, húmedo en el sureste bonaerense y con riego en los valles de los ríos Colorado y Negro, en Villarino y Patagones y con suelos adecuados, podía permitir la creación, con el tiempo, de una nueva región azucarera, más cercana a la zona consumidora del Gran Buenos Aires y con un centro portuario en Bahía Blanca, que hasta podría lanzar a la exportación rápidamente, y con menor recorrido, los sobrantes productivos.
Frente a estas amenazas y cifras, tan objetivas, es fácil deducir la molestia ocasionada en los poderosos intereses del empresariado azucarero del Norte, aliados a los más altos niveles políticos de ese tiempo en que la oligarquía agro-exportadora reinaba poderosa.
La presión que este monopolio ejercía era tal que lograron la implementación, por parte del gobierno, de una ley azucarera que fijó una mezquina cuota de 2000 toneladas anuales para Río Negro, contra unas 5000 que producía. El sur del país incluyendo el sur de Mendoza consumía unas 80.000 toneladas anuales.
Junto a este gran impedimento del crecimiento de la producción de azúcar de remolacha, se sumaron otros factores, como la aparición de un virus que afectaba las plantaciones (Raggio y Pegassano contrataron de E.E.U.U un ingeniero que le diera la solución al tema), el aumento de los costos del transporte, ya que la compañía estuvo obligada a recurrir a zonas más lejanas, la inconclusión de la infraestructura de riego, que estaba proyectada para la zona por el gobierno nacional, y la falta de apoyo por parte del mismo, ya que Río Negro no era aún provincia.
Dichas presiones y factores provocaron la decisión de sus dueños de dejar el negocio en el año 1941, vendiendo todas sus instalaciones. Luego de un remate, una compañía azucarera del Norte se hizo cargo del edificio y se llevó parte de las máquinas, y otra empresa proveniente de Uruguay se apropió de otra gran parte de éstas.
La empresa del norte demolió al poco tiempo las instalaciones del ingenio. Con el tiempo, ya en la presidencia de Frondizi, también se levantó el ramal ferroviario construido, logrando al final con todo esto la postergación de toda la región y de una industria que sin dudas era próspera para el país, que aún así en el transcurso de las décadas, si bien hubo algunos intentos de otras provincias por incursionar en ella, nunca más se retomó.
En "Leyendas y Tradiciones de Río Negro", Pablo Fermín Oreja relata que en 1961, cuando era legislador nacional, expuso en la Cámara de Diputados de la Nación la experiencia rionegrina, cuando se discutía la Ley de Creación del Instituto Nacional del Azúcar.
Junto a otros diputados de Entre Ríos y Buenos Aires, propuso que se aceptara el antecedente y se analizaran sus pormenores, a fin de no entorpecer, en el futuro, el fomento de una industria que podía exitosamente complementar a la de la caña de azúcar, pero la iniciativa no prosperó.
Rafael Ontiveros, un joven de General Conesa, está realizando un documental sobre la historia del Ingenio San Lorenzo y mostrará el potencial actual de la zona.
En febrero de 2005 se rodó la mitad del proyecto y se prevé rodar la segunda parte en noviembre próximo. El trabajo estaría terminado y listo para su exhibición a principios del 2006, en distintos puntos del país y paralelamente se desarrollará una muestra fotográfica sobre el tema.
El staff de realizadores y colaboradores es encabezado por Bruno Manca de Mar del Plata, Federico Menna de Venado Tuerto (Santa Fe) y Rafael Ontiveros de la localidad rionegrina de General Conesa.
También componen el equipo el profesor de la cátedra de Taller de Sonido de la carrera de Comunicación Audiovisual de la Facultad de Bellas Artes de la Universidad Nacional de La Plata (UNLP), José Gramático; Juan Uriz de General Roca y Melina Aramburú, en fotografía.
Rafael Ontiveros es estudiante de la carrera de Comunicación Audiovisual en la UNLP. Desde el año 2002 intenta filmar un documental de una herida abierta de su pueblo, el Ingenio Azucarero San Lorenzo que en 1929 se puso en actividad y diez años más tarde cesó en su producción por intereses políticos y económicos, según se recuerda.
A fines del año 2002 Ontiveros comentó la idea al profesor Gramático, que conocía el tema y se interesó muchísimo. Ese verano empezaron a delinear el proyecto. También habló con Inés Frantz de Luna -una historiadora autodidacta conesina- quien le aportó los primeros datos.
En Julio del 2003 se hizo el primer relevamiento con miras a iniciar meses más tarde la filmación del proyecto que agrega en formato audiovisual, un eslabón a la historia local. Se hicieron entrevistas que guardaron en formato de audio y que aún conservan, de gente que ya no está.
El municipio local ayudó con cassettes de video, rollos fotográficos y cassettes de audio. A fines de 2004 la iniciativa fue declarada de Interés Municipal por la nueva gestión de gobierno.
Los realizadores han creado un sitio web con motivo del documental que están trabajando: http://www.documental-ingenio-sanlorenzo.8m.com/index.htm.
La idea del documental es un rescate de la memoria, aunque se pretende ir un poco más allá y no hacer sólo una mirada histórica, sino una muestra actual de la realidad de la localidad de General Conesa, exponiendo su potencia para el desarrollo.
Por lo expuesto, solicito a los señores senadores la aprobación del Proyecto de Declaración que pongo a consideración.
Luis A. Falcó.