Número de Expediente 32/07
N° | Origen | Tipo | Extracto |
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32/07 | Senado De La Nación | Proyecto De Resolución | CAPARROS : PROYECTO DE RESOLUCION ADHIRIENDO A LOS ACTOS CONMEMORATIVOS DEL DIA INTERNACIONAL DE LA MUJER , A CELEBRARSE EL 8 DE MARZO DE 2007 Y OTRAS CUESTIONES CONEXAS . |
Listado de Autores |
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Caparrós
, Mabel Luisa
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Fechas en Dir. Mesa de Entradas
MESA DE ENTRADAS | DADO CUENTA | Nº DE D.A.E. |
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01-03-2007 | 14-03-2007 | 2/2007 Tipo: NORMAL |
Fecha de Ingreso a Dir. Gral. de Comisiones
DIR. GRAL. de COMISIONES | INGRESO DEL DICTAMEN A LA MESA DE ENTRADAS |
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05-03-2007 | SIN FECHA |
Giros del Expediente a Comisiones
COMISIÓN | FECHA DE INGRESO | FECHA DE EGRESO |
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DE POBLACIÓN Y DESARROLLO HUMANO
ORDEN DE GIRO: 1 |
05-03-2007 | 14-03-2007 |
ENVIADO AL ARCHIVO : 22-03-2007
Resoluciones
SENADO |
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FECHA DE SANCION: 14-03-2007 |
SANCION: APROBO |
COMENTARIO: SOBRE TABLAS |
NOTA:TEXTO.UNIF.CONJ.4621,4625,4631,4650,4651,4659,4665,6468/06,6,32,42,52,58,66,111,135/07 |
En proceso de carga
Senado de la Nación
Secretaría Parlamentaria
Dirección Publicaciones
(S-32/07)
PROYECTO DE RESOLUCION
El Senado de la Nación
RESUELVE:
1°) Adherir a los actos conmemorativos del 8 de marzo al celebrarse mundialmente el "Día de las Naciones Unidas para los Derechos de la Mujer¿, exaltando su condición de célula fundamental de nuestra sociedad.
2°) Rendir un justo homenaje a todas y cada una de las mujeres argentinas de ayer y de hoy, que desde todos los ámbitos de su quehacer aportaron su lucha en pos del engrandecimiento de la Nación.
Mabel L. Caparros.
FUNDAMENTOS
Señor Presidente:
Cuando las mujeres de todos los continentes, a menudo separadas por fronteras nacionales y diferencias étnicas, lingüísticas, económicas, culturales y políticas, se unen para celebrar su Día, pueden contemplar una tradición de no menos de 90 anos de lucha en pro de la igualdad, la paz, el desarrollo y la justicia. La celebración de cada 8 de marzo como el Día Internacional de la Mujer pertenece a las mujeres corrientes como a las que fueran artífices de la historia y llega después de siglos de lucha plurisecular de la mujer por participar en la sociedad en pie de igualdad con el hombre.
Si quisiéramos hacer la cronología de los acontecimientos más destacados que definieron su consagración, veríamos que la idea de un Día Internacional de la Mujer surgió al final del siglo XIX, que fue, en el mundo industrializado, un período de expansión y turbulencia, crecimiento resplandeciente de la población e ideologías radicales. Por entonces, la mujer era poco más que un vientre sometido a acuerdos de familias, necesario para asegurar la descendencia y la progenie de sangre.
Después de recorrer un largo camino en la historia de cada comunidad, sociedad, pueblo y nación, podemos encontrar el origen de la fecha en Estados Unidos el último día de febrero de 1908. Ese día las organizaciones de mujeres socialistas llamaron a manifestarse públicamente para luchar por el derecho de la mujer al voto y por sus derechos políticos y económicos. Esta convocatoria comenzó a realizarse cada año como un día de manifestación femenina. En la Segunda Conferencia de Mujeres Socialistas que tuvo lugar en Copenhague, Dinamarca, el 27 de agosto de 1910, se estableció el 8 de marzo como Día Internacional de la Mujer. La propuesta señalaba: "En unión organizaciones de clase, partidos políticos y sindicatos proletarios en cada país, las mujeres socialistas del mundo celebrarán cada año un Día de la Mujer. Su objetivo principal será obtener el derecho a voto de la mujer. Esta demanda debe ser levantada dentro del contexto global de los asuntos concernientes a las mujeres de acuerdo a los principios socialistas. El Día de la Mujer debe tener un carácter internacional y deber ser preparado cuidadosamente."
Se escoge el día 8 de marzo finalmente en recordación a las 129 obreras textiles que fueron quemadas en la fábrica Cotton de Nueva York cuando se declararon en huelga demandando el derecho de unirse a los sindicatos, reducción de la jornada laboral de 10 horas, descanso dominical y mejores salarios.
Durante todo el siglo XX las mujeres lucharon tanto por sus derechos laborales, contra la explotación industrial femenina, por los derechos civiles, en particular el derecho al voto, y aún luchan por sus derechos humanos, en tanto la igualdad con los hombres en diferentes planos socio-laborales y la lucha contra la no-violencia. Si bien ha habido un avance en la consolidación de los derechos de la mujer en el mundo, a principios del siglo XXI todavía no puede decirse que las mujeres ocupen una posición igualitaria frente a los hombres. Por todo ello y desde esos primeros años, el Día Internacional de la Mujer ha adquirido una nueva dimensión mundial para las mujeres de los países desarrollados y en desarrollo.
El Día Internacional de la Mujer es cada vez más una ocasión para reflexionar sobre los avances conseguidos, exigir cambios y celebrar los actos de valor y decisión de mujeres comunes que han desempeñado una función extraordinaria en la historia de los derechos de la mujer. En ocasión de este día saludamos a la mujer argentina hija, hermana, esposa y madre, agradeciéndole su valiosa presencia y aportación femenina a nuestra Nación, tanto ayer como hoy.
Como lo expresara con claridad meridiana el Concilio Vaticano II, en su mensaje a todas las mujeres les dice: "Pero llega la hora, ha llegado la hora en que la vocación de la mujer llega a su plenitud, la hora en que la mujer ha adquirido en el mundo una influencia, un peso, un poder jamás tenido hasta ahora. Por eso, en este momento en que la humanidad conoce una mutación tan profunda, las mujeres llenas del espíritu del Evangelio pueden ayudar tanto a la humanidad a que no decaiga."
Hoy en día, la importancia de la participación de la mujer en todos los ámbitos de la vida social, económica, cultural, artística y política, está fuera de discusión. Mediante la indispensable aportación que da a la elaboración de una cultura capaz de conciliar razón y sentimiento, a una concepción de la vida siempre abierta al sentido del "misterio", a la edificación de estructuras económicas y políticas más ricas de humanidad, la mujer ingresa de pleno a un proyecto preciso en donde queda claro el principio de la ayuda no unilateral, sino recíproca entre ambos: la mujer es el complemento del hombre, como el hombre es el complemento de la mujer: mujer y hombre son entre sí complementarios. La femineidad realiza lo "humano" tanto como la masculinidad, pero con una modulación diversa y complementaria. En este contexto, "ayuda" no se refiere solamente al ámbito del obrar, sino también, y sobre todo, al del ser. Femineidad y masculinidad son entre sí complementarias no sólo desde el punto de vista físico y psíquico, sino ontológico. Sólo gracias a la dualidad de lo "masculino" y de lo "femenino" lo "humano" se realiza plenamente, es posible el amor y la vida y un desarrollo con rostro humano.
Es algo universalmente admitido que Cristo fue ante sus contemporáneos el promotor de la verdadera dignidad de la mujer y de la vocación correspondiente a esta dignidad. A veces esto provocaba estupor, sorpresa, incluso llegaba hasta el límite del escándalo. En los Evangelios vemos cómo fue el trato de Jesús a las mujeres: Él, superando las normas vigentes en la cultura de su tiempo, tuvo hacia las mujeres una actitud de apertura, de respeto, de acogida y de ternura: "Se sorprendían de que hablara con una mujer" (Jn 4, 27) porque este comportamiento era diverso del de los israelitas de su tiempo" (Mulieris dignitatem, 12).
Hoy las mujeres toman una fuerte conciencia de su dignidad y de su vocación, de sus derechos y responsabilidades. La Comunidad Internacional en su conjunto, valorándolas en la grandeza de su dignidad, debe lamentar y denunciar las expresiones culturales que atentan contra esa dignidad como por ejemplo el machismo, la explotación de las niñas y mujeres en la prostitución, el menosprecio a su maternidad que las discrimina en el campo del trabajo, las diferencias injustas en la participación en beneficios de salarios o prestaciones, el imponerles injustamente por la fuerza relaciones sexuales, el dejarla sola con en decisiones importantes de la vida como la educación de los hijos, el no reconocer el valor de su trabajo doméstico: La mujer no puede convertirse en "objeto" de "dominio" y de "posesión" masculina.
En 1995, la Plataforma de Acción de Beijing determinó que la mujer en el ejercicio del poder y la adopción de decisiones era una de sus esferas de especial preocupación y esbozó medidas concretas que habían de adoptar los gobiernos, el sector privado, las instituciones académicas, los órganos regionales y las organizaciones no gubernamentales, así como el sistema de las Naciones Unidas, para lograr un mayor acceso y una participación plena de la mujer en las estructuras de poder y la adopción de decisiones.
En la mayoría de los países, las mujeres se están enfrentando a los problemas que entraña el liderazgo, y están contribuyendo a modificar sus comunidades, sus países y el escenario internacional de forma muy real. Las mujeres han ocupado cargos públicos en diversos niveles de gobierno, han puesto en marcha y dirigido organizaciones comunitarias y están presentes en casi todos los ámbitos profesionales y el sector privado.
No obstante, aunque se está progresando en el logro de la igualdad entre mujeres y hombres en la adopción de decisiones a todos los niveles, el ritmo es lento. Las mujeres siguen estando muy poco representadas a todos los niveles de la adopción de decisiones y sus logros siguen sin cobrar visibilidad y reconocimiento, además de que sus voces pasan desapercibidas. Aún queda mucho por hacer, no sólo para acelerar la inclusión de la mujer en los órganos oficiales de adopción de decisiones, sino también para incrementar su impacto en la adopción de decisiones.
¿La participación igualitaria de la mujer en la adopción de decisiones no sólo es una exigencia básica de justicia o democracia sino que puede considerarse una condición necesaria para que se tengan en cuenta los intereses de la mujer. Sin la participación activa de la mujer y la incorporación del punto de vista de la mujer a todos los niveles del proceso de adopción de decisiones no se podrán conseguir los objetivos de igualdad, desarrollo y paz."- Plataforma de Acción de Beijing.
Al sentar unas bases firmes para el liderazgo y unas redes sólidas, al representar las perspectivas de la mujer en los círculos de adopción de decisiones y aprovechar las oportunidades para el cambio, las mujeres están haciendo frente a los desafíos, generando cambios necesarios para lograr la igualdad con los hombres en la adopción de decisiones a todos los niveles.
A nivel mundial, existe una deuda social con las mujeres que necesita urgentemente ser reparada. No será posible que los países se desarrollen sanamente y se capitalicen mientras no se elimine ese cepo llamado "Discriminación Femenina", que equivale a desperdiciar nada menos que un valioso 50% de la capacidad productiva mundial.
Al fin y al cabo, si las mujeres representan el 51% de la fuerza laboral del mundo, el 53% del electorado, y el 47% son jefas de familia, la mejor manera de empezar es respetar la aritmética para retomar el buen camino. De hecho, cuántos avances en el mundo han producido las mujeres, con su mente lúcida, constante y comprometida. Afortunadamente las mujeres son distintas a los hombres, pero todo aquel que crea que por ello son inferiores se insulta a sí mismo y a la especie humana.
Desde siempre las mujeres argentinas se plantaron mano a mano junto a los hombres y ofrecieron su capacidad de lucha y su inteligencia para producir un mundo mejor para las generaciones venideras. El sexo nunca fue impedimento para que Juana Azurduy empuñara sus armas en pos de la libertad y la independencia. Mujeres excepcionales como Machaca Guemes, Mariquita Sánchez de Thompson, Encarnación Ezcurra, Alicia Moreau de Justo y tantas otras, escribieron páginas de la historia argentina a fuerza de valor, entrega y coraje. Hoy nadie puede discutir la figura de la señora Eva Perón, quien levantó la bandera de la reivindicación de los derechos políticos de la mujer, reconociéndoles los derechos que una sociedad machista e insensible les negaba. La mujer argentina accedió al voto a través de ella y gracias a ella, dándoles a las mujeres no solo el derecho al sufragio sino también a estar sentadas en las bancas del Congreso Nacional, de las provincias, de los Consejos Deliberantes y de cualquier otra estructura política o partidaria.
Esta participación femenina en la actividad política afortunadamente tiene lugar en todo el mundo, y cada vez con mayor intensidad. Con satisfacción debemos reconocer que la Argentina hoy está ubicada dentro de los índices más altos de participación de la mujer en política de todos los países de América Latina. Este es un orgullo concreto en primer lugar para las mujeres argentinas, porque significa que su larga lucha ha dado sus frutos, logrando la sanción de la Ley de Cupos Femeninos para ocupar un mínimo del 30% de los cargos electivos. Este sistema, imperante solo en una decena de países del mundo, fue necesario atento que, pese al reconocimiento de los derechos civiles de la mujer en 1947, la representación femenina en las Cámaras del Congreso y en las Legislaturas provinciales fue disminuyendo sensiblemente en cada instancia electoral.
La Reforma a nuestra Carta Magna también marcó un hito, al incorporar expresamente con rango constitucional la "Convención sobre la Eliminación de todas las formas de Discriminación contra la Mujer", así como la consagración en el artículo 37 de la igualdad de oportunidades para ocupar cargos electivos, y la acción de Amparo contra cualquier forma de discriminación. Asimismo, por el artículo 75 inciso 22, tienen rango constitucional todos los Tratados y Convenciones de Derechos Humanos, lo cual constituye un avance extraordinario que coloca a nuestra carta fundamental en una situación de avanzada respecto al constitucionalismo mundial.
Cuando luego de una guerra devastadora los países del mundo se unieron para formar las Naciones Unidas, uno de sus objetivos fue lograr que los derechos de la mujer sean universales, por entender que la discriminación contra la mujer impide el progreso de todo tipo de desarrollo económico y social. La Organización de Naciones Unidas en resguardo de los derechos de la mujer, ha generado Tratados y Convenciones internacionales que, al ser divulgadas y reconocidas mundialmente, han obligado a más de cien países a efectuar ajustes en sus leyes nacionales para adaptarlas a estas normas de derecho internacional.
Nadie puede a esta altura negar que han sido los hombres quienes manejaron el mundo desde el inicio de la historia. Ni tampoco que han provocado guerras, holocaustos, devastación e inequidad. En lo personal creo sin temor a equivocarme que serán las mujeres en general quienes tendrán en sus manos el inmenso desafío de dotar a este nuevo siglo de un contenido ético, donde los valores esenciales del ser humano puedan manifestarse y expresarse.
Por las razones expuestas solicito de mis pares la aprobación del presente Proyecto de Resolución.
Mabel L. Caparros.