Número de Expediente 2970/03
N° | Origen | Tipo | Extracto |
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2970/03 | Senado De La Nación | Proyecto De Ley | MAZA : PROYECTO DE LEY DISPONIENDO EL TRASLADO DE LOS RESTOS DE FACUNDO QUIROGA A LA RIOJA .- |
Listado de Autores |
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Maza
, Ada Mercedes
|
Fechas en Dir. Mesa de Entradas
MESA DE ENTRADAS | DADO CUENTA | Nº DE D.A.E. |
---|---|---|
19-11-2003 | 26-11-2003 | 175/2003 Tipo: NORMAL |
Fecha de Ingreso a Dir. Gral. de Comisiones
DIR. GRAL. de COMISIONES | INGRESO DEL DICTAMEN A LA MESA DE ENTRADAS |
---|---|
21-11-2003 | 25-03-2004 |
Giros del Expediente a Comisiones
COMISIÓN | FECHA DE INGRESO | FECHA DE EGRESO |
---|---|---|
ORDEN DE GIRO: 1 |
21-11-2003 | 25-03-2004 |
EL EXPEDIENTE CADUCO EL 28-02-2006
ENVIADO AL ARCHIVO : 24-07-2006
Resoluciones
SENADO |
---|
FECHA DE SANCION: 28-04-2004 |
SANCION: APROBO |
COMENTARIO: |
NOTA:PASA A DIP. |
OBSERVACIONES |
---|
SE REMITE AL ARCHIVO POR ISP- 116/06 |
Órdenes del Día
NÚMERO | DE FECHA | ESTADO | ANEXO |
---|---|---|---|
90/04 | 31-03-2004 | CADUCA POR RENOV. TOTAL | Sin Anexo |
En proceso de carga
Senado de la Nación
Secretaría Parlamentaria
Dirección Publicaciones
(S 2970/03)
Proyecto de Ley
El Senado y Cámara de Diputados,...
Artículo. 1°.- Dispónese el traslado de los restos mortales del
Brigadier General Don Juan Facundo Quiroga, desde el cementerio de La
Recoleta, en la Ciudad de Buenos Aires, hasta la localidad de San
Antonio Pcia. de La Rioja, República Argentina.
Art. 2°.- El Gobierno de la provincia de La Rioja, se hará cargo de los
gastos que demande dicho traslado, como así también del monumento y su
manutención continua en donde se depositarán los restos del caudillo
Art. 3°.- Al momento de cumplirse con lo ordenado por esta ley, se
rendirá homenaje oficial al General Quiroga, antes de la partida y se
declarará de interés legislativo la ceremonia a realizarse.
Art.4º: Derógase toda disposición que se oponga a la presente.
Art. 5º: Comuníquese al Poder Ejecutivo.-
Ada Maza.-
FUNDAMENTOS
SEÑOR PRESIDENTE:
Es bien sabido que los homenajes deben procurarse en vida si ello fuera
posible, pero en este caso que nos ocupa se trata de una figura que
muchas décadas después de muerta, sigue despertando hasta en la
actualidad en los riojanos y en casi todo el país federal sentimientos
de admiración de respeto y hasta diría yo de adoración por parte del
pueblo que represento.
El regreso de los restos mortales del Brigadier General Don Juan
Facundo Quiroga a la tierra que lo vio nacer, es un viejo anhelo de
todos los riojanos y una promesa inconclusa por un motivo u otro.
La figura del mítico caudillo y su fervorosa lucha por el federalismo
hacen de él una leyenda que con el paso del tiempo se agiganta día a
día hasta cobrar una actualidad inusitada si se piensa en la delicadeza
de sus principios el defender una causa la " Federal" por respeto al
pueblo que representaba, nos habla de la dimensión de su espíritu
forjado en los áridos suelos riojanos.
Lo cierto es que su rica personalidad y sus diferentes matices fue el
marco adecuado para que el pueblo de La Rioja y el interior todo del
país se identificara con su pensamiento acerca de cómo debía
organizarse la Nación.
Había nacido en el corazón mismo de los llanos riojanos, en un pequeño
caserío denominado San Antonio, apasionado de carácter, noble de
sentimientos, supo interpretar a la base de su poder político, que
estaban integradas por pequeños propietarios peones y arrieros, supo
observar, cada gesto, cada esperanza de su gente y las circunstancias
políticas de la época calando hasta lo más hondo que tiene el hombre
sencillo de estas tierras "la religión". La amistad para Quiroga era
señorío, y el buen porte galantía.
El General San Martín quien intercambió correspondencia con Quiroga lo
llamó "paisano y amigo", "buen patriota y hombre de coraje", "aprecio a
Ud. por su patriotismo y buen modo de conducirse". Tales fueron sus
conceptos.
En 1822, el gobierno de La Rioja inició una política que tenía como
objetivo instalar una Casa de Moneda con el fin de acuñar los metales
que pudiesen extraerse del cerro Famatina. Como las transacciones
comerciales se hacían en metálico, la acuñación de moneda tendía a
complementar las restantes actividades económicas de la provincia.
Esta empresa tuvo en Quiroga a uno de sus principales protagonistas,
lo que le trajo luego los problemas por todos conocidos con Rivadavia.
Las batallas "El Tala", "El Rincón", "La Tablada", "Ciudadela" y
"Oncativo", nos hablan de su bravura y coraje sin límites que llevó a
que lo apoderarán "El Tigre de los llanos", hombres y mujeres del
interior a lo largo y ancho del país, siguieron a él como la
encarnación viva de la "santa causa federal"; y lo hicieron con
profunda convicción y ardor hasta las últimas consecuencias.
Toda su existencia estuvo plagada de tormentos, en sus últimos días, a
pesar de que se le advertía en cada posta del peligro "apenas cruce la
raya de Córdoba" siguió incolumne en busca de su destino, un bello
poema de Jorge Luis Borges refleja el ambiente de fatalidad que se
respiraba por esos días (El General Quiroga va en coche al muere), lo
encontró la muerte cobardemente asesinado en Barranca Yaco (Pcia. de
Córdoba), a su regreso de una misión de pacificación al norte argentino
un caluroso 16 de febrero de 1835. Sin Quiroga, la historia fue otra.
De pié fue enterrado por voluntad propia, y de pié seguirá
alumbrándonos con la llama de su ardiente espíritu, hasta la eternidad
de los siglos.
Señor Presidente: Creo ciegamente al igual que el heroico pueblo de la
provincia que represento en este honorable Senado de la Nación, que el
regreso post-morten de las personalidades ilustres a su lugar de origen
es un acto de estricta justicia, de reconocimiento y valorización,
gesto que nuestra gente riojana espera con ansiedad y al mismo tiempo
orgullo, allá donde miles de generaciones seguirán su ejemplo, la
tierra lo esta aguardando para siempre. Y tal vez si ya más cerca
podamos contestarle al unísono todos juntos la pregunta que solía
hacerle su fiel lugarteniente, Dr. Tomás Ortíz, cuando miraba el
firmamento: ¿Cuál es la estrella más brillante?. ¡Es Usted, nuestro
General, es Usted!.
Ada Maza.-
Secretaría Parlamentaria
Dirección Publicaciones
(S 2970/03)
Proyecto de Ley
El Senado y Cámara de Diputados,...
Artículo. 1°.- Dispónese el traslado de los restos mortales del
Brigadier General Don Juan Facundo Quiroga, desde el cementerio de La
Recoleta, en la Ciudad de Buenos Aires, hasta la localidad de San
Antonio Pcia. de La Rioja, República Argentina.
Art. 2°.- El Gobierno de la provincia de La Rioja, se hará cargo de los
gastos que demande dicho traslado, como así también del monumento y su
manutención continua en donde se depositarán los restos del caudillo
Art. 3°.- Al momento de cumplirse con lo ordenado por esta ley, se
rendirá homenaje oficial al General Quiroga, antes de la partida y se
declarará de interés legislativo la ceremonia a realizarse.
Art.4º: Derógase toda disposición que se oponga a la presente.
Art. 5º: Comuníquese al Poder Ejecutivo.-
Ada Maza.-
FUNDAMENTOS
SEÑOR PRESIDENTE:
Es bien sabido que los homenajes deben procurarse en vida si ello fuera
posible, pero en este caso que nos ocupa se trata de una figura que
muchas décadas después de muerta, sigue despertando hasta en la
actualidad en los riojanos y en casi todo el país federal sentimientos
de admiración de respeto y hasta diría yo de adoración por parte del
pueblo que represento.
El regreso de los restos mortales del Brigadier General Don Juan
Facundo Quiroga a la tierra que lo vio nacer, es un viejo anhelo de
todos los riojanos y una promesa inconclusa por un motivo u otro.
La figura del mítico caudillo y su fervorosa lucha por el federalismo
hacen de él una leyenda que con el paso del tiempo se agiganta día a
día hasta cobrar una actualidad inusitada si se piensa en la delicadeza
de sus principios el defender una causa la " Federal" por respeto al
pueblo que representaba, nos habla de la dimensión de su espíritu
forjado en los áridos suelos riojanos.
Lo cierto es que su rica personalidad y sus diferentes matices fue el
marco adecuado para que el pueblo de La Rioja y el interior todo del
país se identificara con su pensamiento acerca de cómo debía
organizarse la Nación.
Había nacido en el corazón mismo de los llanos riojanos, en un pequeño
caserío denominado San Antonio, apasionado de carácter, noble de
sentimientos, supo interpretar a la base de su poder político, que
estaban integradas por pequeños propietarios peones y arrieros, supo
observar, cada gesto, cada esperanza de su gente y las circunstancias
políticas de la época calando hasta lo más hondo que tiene el hombre
sencillo de estas tierras "la religión". La amistad para Quiroga era
señorío, y el buen porte galantía.
El General San Martín quien intercambió correspondencia con Quiroga lo
llamó "paisano y amigo", "buen patriota y hombre de coraje", "aprecio a
Ud. por su patriotismo y buen modo de conducirse". Tales fueron sus
conceptos.
En 1822, el gobierno de La Rioja inició una política que tenía como
objetivo instalar una Casa de Moneda con el fin de acuñar los metales
que pudiesen extraerse del cerro Famatina. Como las transacciones
comerciales se hacían en metálico, la acuñación de moneda tendía a
complementar las restantes actividades económicas de la provincia.
Esta empresa tuvo en Quiroga a uno de sus principales protagonistas,
lo que le trajo luego los problemas por todos conocidos con Rivadavia.
Las batallas "El Tala", "El Rincón", "La Tablada", "Ciudadela" y
"Oncativo", nos hablan de su bravura y coraje sin límites que llevó a
que lo apoderarán "El Tigre de los llanos", hombres y mujeres del
interior a lo largo y ancho del país, siguieron a él como la
encarnación viva de la "santa causa federal"; y lo hicieron con
profunda convicción y ardor hasta las últimas consecuencias.
Toda su existencia estuvo plagada de tormentos, en sus últimos días, a
pesar de que se le advertía en cada posta del peligro "apenas cruce la
raya de Córdoba" siguió incolumne en busca de su destino, un bello
poema de Jorge Luis Borges refleja el ambiente de fatalidad que se
respiraba por esos días (El General Quiroga va en coche al muere), lo
encontró la muerte cobardemente asesinado en Barranca Yaco (Pcia. de
Córdoba), a su regreso de una misión de pacificación al norte argentino
un caluroso 16 de febrero de 1835. Sin Quiroga, la historia fue otra.
De pié fue enterrado por voluntad propia, y de pié seguirá
alumbrándonos con la llama de su ardiente espíritu, hasta la eternidad
de los siglos.
Señor Presidente: Creo ciegamente al igual que el heroico pueblo de la
provincia que represento en este honorable Senado de la Nación, que el
regreso post-morten de las personalidades ilustres a su lugar de origen
es un acto de estricta justicia, de reconocimiento y valorización,
gesto que nuestra gente riojana espera con ansiedad y al mismo tiempo
orgullo, allá donde miles de generaciones seguirán su ejemplo, la
tierra lo esta aguardando para siempre. Y tal vez si ya más cerca
podamos contestarle al unísono todos juntos la pregunta que solía
hacerle su fiel lugarteniente, Dr. Tomás Ortíz, cuando miraba el
firmamento: ¿Cuál es la estrella más brillante?. ¡Es Usted, nuestro
General, es Usted!.
Ada Maza.-