Número de Expediente 2943/06

Origen Tipo Extracto
2943/06 Senado De La Nación Proyecto De Declaración GIRI : PROYECTO DE DECLARACION ADHIRIENDO A LA CONMEMORACION DEL DIA NACIONAL DE LA SOLIDARIDAD Y LA RESPONSABILIDAD SOCIAL EL 26 DE AGOSTO , EN RECORDACION DEL NATALICIO DE LA MADRE TERESA DE CALCUTA .
Listado de Autores
Giri , Haide Delia

Fechas en Dir. Mesa de Entradas

MESA DE ENTRADAS DADO CUENTA Nº DE D.A.E.
22-08-2006 30-08-2006 133/2006 Tipo: NORMAL

Fecha de Ingreso a Dir. Gral. de Comisiones

DIR. GRAL. de COMISIONES INGRESO DEL DICTAMEN A LA MESA DE ENTRADAS
24-08-2006 SIN FECHA

Giros del Expediente a Comisiones

COMISIÓN FECHA DE INGRESO FECHA DE EGRESO

ORDEN DE GIRO: 1
24-08-2006 29-02-2008

EL EXPEDIENTE CADUCO EL 29-02-2008

ENVIADO AL ARCHIVO : 30-06-2008

En proceso de carga
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Senado de la Nación
Secretaría Parlamentaria
Dirección Publicaciones


(S-2943/06)

PROYECTO DE DECLARACION

El Senado de la Nación

DECLARA:

Su adhesión a la conmemoración del Día Nacional de la Solidaridad y la Responsabilidad Social instituido en 1998 en conmemoración del natalicio de la Madre Teresa de Calcuta, a celebrarse el 26 de Agosto del corriente.

Haide Giri.

FUNDAMENTOS

Sr. Presidente:

La Madre Teresa de Calcuta nació en Skopje, Yugoslavia (hoy Macedonia), bajo el nombre de Agnes Gonxha Bojaxhiu. En 1928 decidió convertirse en monja y viajó a Dublín, Irlanda, para unirse a las Hermanas de Loreto. Luego de estudiar en el convento por menos de un año, viajó a otro convento de Loreto en la ciudad de Darjeeling, en el noroeste de la India. En Mayo 24 de 1931 tomó el nombre de Teresa en homenaje a Santa Teresa de Avila, una monja española del siglo dieciséis.

En 1929 fue enviada a enseñar en un colegio secundario de Calcuta, al sur de Darjeeling. En esa época las calles de Calcuta estaban atiborradas de mendigos, leprosos y desamparados. Al observar la muerte en las calles, la Madre Teresa decidió salir del convento a recorrer la ciudad. Pidió permiso a las autoridades eclesiásticas pero se lo negaron. Teresa siguió insistiendo, y ante la obstinación, el Arzobispo de Calcuta le puso como condición para salir por las calles que dejara de ser monja para convertirse en una laica. No se dio por vencida y elevó su pedido al Vaticano. Finalmente, en julio de 1948, recibió la autorización desde Roma, para recorrer las calles de Calcuta, sin perder su condición de monja.

En 1948 en Papa Pío XII le dió su permiso para vivir como monja independiente. El mismo año se convirtió en ciudadana de la India. Luego de estudiar enfermería con las Misioneras Médicas Americanas en la ciudad India de Patna, volvió a Calcuta para fundar las Misioneras de la Caridad.

La Madre Teresa enfocó sus esfuerzos iniciales en los niños pobres que hallaba en las calles, enseñándoles a leer y a cuidarse por sí mismos. En 1949 se le unió su primer recluta. En 1952 su orden recibió permiso de las autoridades de Calcuta para usar una parte de un templo abandonado de la diosa Kali, la diosa hindú de la muerte y la destrucción. Allí fundó el Hogar de Moribundos Kalighat. Ella y sus compañeras recogieron hindúes moribundos de las calles de Calcuta y los llevaron a este Hogar para cuidarlos durante lo que les quedara de vida.

Hacia mediados de los '50, la Madre Teresa comenzó a ayudar a los leprosos. El gobierno Indio le otorgó a las Misioneras de la Caridad una porción de tierra cerca de la ciudad de Asansol. Bajo la tutela de la Madre Teresa se estableció allí una colonia de leprosos, llamada Shanti Nagar (Ciudad de la Paz). Por su trabajo entre los indios, el gobierno le otorgó el Premio Padmashree (Loto Magnífico) en Septiembre de 1962.

En 1965 el Papa Paulo VI puso a las Misioneras de la Caridad bajo el control directo del papado. También autorizó a la Madre Teresa a expandir la orden fuera de la India. Pronto se abrieron centros para cuidar y tratar leprosos, ciegos, inválidos, ancianos y moribundos en todo el mundo, incluído uno en Roma, en 1968. La Madre Teresa también organizó escuelas y orfanatos para pobres. Los Hermanos de la Caridad, compañeros varones de las Hermanas de la Caridad, fueron creados hacia mediados de los '60 para dirigir los hogares para moribundos.

En 1971 el Papa Paulo VI honró a la Madre Teresa con el primer Premio Juan XXIII de la Paz. Al año siguiente, el gobierno de la India le entregó el Premio Jawaharlal Nehru de la Comprensión Internacional. En 1979 recibió su más grande lauro: el Premio Nobel de la Paz. La Madre Teresa aceptó todos estos premios en nombre de los pobres, usando cualquier dinero recibido para fundar sus centros. Para 1990, más de 3000 monjas pertenecían a las Misioneras de la Caridad, ocupándose de centros en 25 países.

En 1986 logró ser recibida en Cuba. Se entrevistó con Fidel Castro e instaló su orden, a pesar de haber afirmado que no había visto pobres en la isla. Recién en 1988 se le permitió entrar en la ex Unión Soviética, cuando ocurrió la tragedia del terremoto de Armenia.

A partir de 1990 le empezó a fallar el corazón, entonces le pusieron un marcapasos que la volvió a levantar y, si bien el Papa Juan Pablo II llegó a pedirle personalmente que no trabajara tanto, ella no le hizo caso. La Madre Teresa falleció el viernes 5 de septiembre de 1997, a los 87 años de edad, víctima de un paro cardíaco. Miles de personas de todo el mundo se congregaron forman largas filas en la Iglesia de Santo Tomás para despedirse de quien es considerada una de las personalidades más influyentes del siglo XX.

Desde 1998, en nuestro país se celebra el 26 de Agosto el Día de la Solidaridad y la Responsabilidad Social, recordando el ejemplo de esta gran mujer y con el objetivo de acrecentar la conciencia solidaria de toda la sociedad.

Con esta celebración se espera multiplicar las iniciativas que favorezcan la participación de la gente en el área social incrementando las acciones solidarias; al mismo tiempo generar un proceso transformador de las actitudes que, basadas en el respeto y el amor al prójimo, tiendan a lograr una mayor equidad que dignifique y ennoblezca las relaciones humanas.

El desafío de desarrollar la cultura del dar y, a la vez, incrementar las acciones solidarias en forma personal y organizada que reviertan el individualismo no pasa sólo por hacer donaciones materiales sino por generar un auténtico espíritu de servicio, el trabajo en equipo y la confianza mutua.

Por estos argumentos solicito a mis pares la aprobación del presente proyecto.

Haide Giri.