Número de Expediente 2921/03

Origen Tipo Extracto
2921/03 Senado De La Nación Proyecto De Comunicación ISIDORI : PROYECTO DE COMUNICACION SOLICITANDO INFORMES ACERCA DEL USO DE LA LENGUA ESPAÑOLA EN LOS MEDIOS DE COMUNICACION Y OTRAS CUESTIONES CONEXAS .
Listado de Autores
Isidori , Amanda Mercedes

Fechas en Dir. Mesa de Entradas

MESA DE ENTRADAS DADO CUENTA Nº DE D.A.E.
14-11-2003 19-11-2003 171/2003 Tipo: NORMAL

Fecha de Ingreso a Dir. Gral. de Comisiones

DIR. GRAL. de COMISIONES INGRESO DEL DICTAMEN A LA MESA DE ENTRADAS
17-11-2003 10-11-2004

Giros del Expediente a Comisiones

COMISIÓN FECHA DE INGRESO FECHA DE EGRESO
DE SISTEMAS, MEDIOS DE COMUNICACIÓN Y LIBERTAD DE EXPRESIÓN
ORDEN DE GIRO: 1
17-11-2003 10-11-2004

ENVIADO AL ARCHIVO : 06-01-2005

Resoluciones

SENADO
FECHA DE SANCION: 01-12-2004
SANCION: APROBO
COMENTARIO:
NOTA:SE AP.UN PC CONJ.S. 2640/03 Y 1848 Y 2554/04

Órdenes del Día

NÚMERO DE FECHA ESTADO ANEXO
1563/04 11-11-2004 APROBADA Sin Anexo
En proceso de carga
Senado de la Nación
Secretaría Parlamentaria
Dirección Publicaciones

(S-2921/03)

PROYECTO DE COMUNICACIÓN

El Senado de la Nación:

Vería con agrado que el Poder Ejecutivo Nacional informe, a través del
organismo que corresponda, sobre los siguientes puntos relacionados con
el uso de la lengua española en los medios de comunicación social y con
los contenidos e imágenes que transmiten dichos medios:

1. Si se prevé convocar o se ha convocado ya a los organismos
gubernamentales, no gubernamentales, instituciones del ámbito académico
y a los responsables de los diversos medios de comunicación, a fin de
elaborar el diagnóstico de la situación.
2. Qué tipo de medidas, y cuáles, se han adoptado o están en vías de
ser adoptadas a la brevedad.
3. Mecanismos a través de los cuales se constata el cumplimiento del
horario de protección al menor.
4. Qué pasos se han seguido para verificar el cumplimiento del acuerdo
entre el gobierno nacional y autoridades de la radiodifusión,
concretado en el mes de noviembre de 2002, referido al régimen de
sanciones para radio y televisión.

Amanda Isidori.-

FUNDAMENTOS

Señor presidente:

Ha tomado estado público, a través de una carta dirigida recientemente
por la Mesa Directiva de la Academia Argentina de Letras al actual
director del Comité Federal de Radiodifusión (COMFER), la preocupación
de dicho organismo ante el "lenguaje soez empleado en los medios de
radiodifusión, al que se suma la procacidad, cuando no pornografía, de
ciertos programas, inclusive durante el horario de protección al
menor". Al mismo tiempo, la nota solicita la aplicación de la Ley de
Radiodifusión y el cumplimiento estricto del Horario de Protección al
Menor, en el entendimiento de que es obligación de los medios de
difusión ofrecer al público una programación que estimule el
enriquecimiento cultural y el esparcimiento sano.

Esta doble preocupación de la Academia Argentina de Letras -la que se
vincula con su finalidad principal como órgano rector del cuidado en el
uso de la lengua y la que apela a la mediocridad y empobrecimiento de
buena parte de la oferta comunicacional- remite, en realidad, a la
consideración de que ambas cuestiones, visualizadas como problemas,
están reflejando la situación crítica por la que atraviesa nuestro
país, cuestiones que deben ser tratadas rápidamente y con el mayor de
los cuidados.

Las responsabilidades corresponden, según la Academia Argentina de
Letras y tal como se expresa en otro párrafo de la carta, no sólo a los
medios de difusión -gráficos, radiales y televisivos- sino también al
área educativa, a los institutos que forman locutores y a las carreras
universitarias dedicadas a la comunicación, ya que el problema excede
los límites de la aplicación de la normativa vigente, representada, en
estos casos, por la Ley Federal de Educación y la Ley de Radiodifusión.

Con respecto a los usos idiomáticos, y dado que el lenguaje es un
elemento constitutivo fundamental de la humanidad, rasgo privilegiado
de la herencia cultural y, por lo tanto, de la identidad de los
pueblos, es el medio de comunicación por excelencia y se halla
indisolublemente ligado a la estructura de pensamiento y a la facultad
de elaborar conceptos.

Resulta imprescindible, entonces, que el tema sea abordado en
profundidad por las áreas pertinentes del Poder Ejecutivo Nacional,
convocando a tal fin a los sectores académicos, empresariales y de la
sociedad civil.

En este sentido, cabe consignar que el III Congreso de la Lengua
Española, que tendrá lugar en noviembre de 2004 en nuestro país, estará
dedicado, de manera excluyente, a los aspectos sociales de la identidad
lingüística.

Debe considerarse, asimismo, que la inserción de un país en el mundo no
deviene exclusivamente de su mayor o menor penetración en los mercados
mundiales o del grado de desarrollo científico tecnológico, sino
también del estado saludable de su idioma como forma expresiva central,
sin perjuicio del reconocimiento de la indiscutible transformación que
el uso -el habla- provoca en las formas lingüísticas cuando son,
precisamente, lenguas vivas.

A la hora de considerar la calidad de la vida democrática deben tenerse
en cuenta no sólo los aspectos estéticos -evitando caer en el error de
considerar elitista el empleo correcto del idioma- sino, y de manera
primordial, las cuestiones éticas, porque se vinculan íntimamente al
corpus axiológico que los medios de comunicación transmiten a la
sociedad.

La exigencia de evitar el deterioro en el uso de nuestra lengua en los
medios de difusión masiva surge también de la esfera gubernamental,
como muestran las expresiones, en tal sentido, del Secretario de
Cultura de la Nación, cuando se refiere a la altísima frecuencia de
propuestas comunicacionales en las que se vierten expresiones
incorrectas -no sólo desde el punto de vista lingüístico- sino también
ligeras e irrespetuosas, inclusive en los horarios en que deberían
extremarse el cuidado en el vocabulario y en la presentación de
imágenes.

En cuanto al no cumplimiento del horario de protección al menor se
refiere, corresponde tomar en consideración la responsabilidad de las
distintas partes involucradas. En el caso de emisoras de radio y/o de
televisión, y más allá de la responsabilidad legal que cabe a sus
titulares, estos deberían analizar cuidadosamente el papel que
desempeñan y el que deberían desempeñar los medios como agentes
sociales formadores de opinión. Son ellos quienes diseñan la oferta
comunicacional, a través de las respectivas propuestas, cuando
correspondería, por el contrario, que buscaran las vías para mejorar la
calidad de vida de los destinatarios sin recurrir a intromisiones en la
programación o en la opinión de los conductores.

Lo recién expresado cobra mayor validez aún, si se piensa en el público
infantil y adolescente que permanece durante muchas horas frente al
televisor, especialmente cuando ese medio se convierte en la única
posibilidad de esparcimiento.

Por su parte, el Estado debería ejercer su competencia velando por el
cumplimiento de las normas -que en este caso existen- y no recurriendo
a la censura.

Cabe señalar, a esta altura, que no obstante haber transcurrido casi un
año desde la firma de un acuerdo entre las máximas autoridades del
gobierno nacional de ese momento y representantes de las radiodifusoras
y canales de televisión, en referencia a un sistema de sanciones para
los infractores a la limitación de emisiones de contenidos e imágenes
inapropiados, en ese lapso se ha verificado una mayor recurrencia a la
sordidez y la vulgaridad -término que suele confundirse con "popular"-
en un llamativo porcentaje de la programación, tanto en los contenidos
cuanto en las imágenes, en buena medida determinado por la necesidad de
captar público, y especialmente entre niños y jóvenes.

En síntesis, no se trata de defenestrar a los medios de comunicación en
sí mismos sino de lograr su compromiso en la construcción de un
proyecto de país que, de cara al futuro, haga todos los esfuerzos
posibles para mejorar la calidad de la vida democrática de su
población.

Señor Presidente: por los motivos expuestos, solicito a mis pares que
den su voto favorable al presente proyecto de comunicación.

Amanda Isidori.-