Número de Expediente 2911/03

Origen Tipo Extracto
2911/03 Senado De La Nación Proyecto De Declaración ISIDORI : PROYECTO DE DECLARACION ADHIRIENDO A LA CONMEMORACION DEL DIA INTERNACIONAL DE LA NO VIOLENCIA CONTRA LAS MUJERES , EL 25 DE NOVIEMBRE .
Listado de Autores
Isidori , Amanda Mercedes

Fechas en Dir. Mesa de Entradas

MESA DE ENTRADAS DADO CUENTA Nº DE D.A.E.
14-11-2003 19-11-2003 171/2003 Tipo: NORMAL

Fecha de Ingreso a Dir. Gral. de Comisiones

DIR. GRAL. de COMISIONES INGRESO DEL DICTAMEN A LA MESA DE ENTRADAS
14-11-2003 SIN FECHA

Giros del Expediente a Comisiones

COMISIÓN FECHA DE INGRESO FECHA DE EGRESO

ORDEN DE GIRO: 1
17-11-2003 26-11-2003

EL EXPEDIENTE CADUCO EL 28-02-2005

ENVIADO AL ARCHIVO : 31-01-2006

Resoluciones

SENADO
FECHA DE SANCION: 26-11-2003
SANCION: APROBO
COMENTARIO: SOBRE TABLAS
NOTA:Conj. con S-2574-2675-2749-2993/03
En proceso de carga
Senado de la Nación
Secretaría Parlamentaria
Dirección Publicaciones

(S-2911/03)

PROYECTO DE DECLARACION

El Senado de la Nación

DECLARA

Su adhesión a la conmemoración del Día Internacional de la No Violencia
contra las Mujeres, el 25 de noviembre, y su homenaje y reconocimiento
a las mujeres que luchan y lucharon por la reivindicación de sus
derechos.

Amanda Isidori.-


FUNDAMENTOS

Sr. Presidente:

La Convención Interamericana para prevenir, sancionar y erradicar la
violencia contra la mujer, Convención de Belém do Pará adoptada por Ley
Nº 24.632, establece en su art. 1º que "Para los efectos de esta
Convención debe entenderse por violencia contra la mujer cualquier
acción o conducta, basada en su género, que cause muerte, daño o
sufrimiento físico, sexual o psicológico a la mujer, tanto en el ámbito
público como en el privado."

El 25 de noviembre fue establecido oficialmente por la ONU como el Día
Internacional de la No Violencia Contra las Mujeres en 1999. La
propuesta original para celebrar este día se hizo en el primer
Encuentro Feminista de Latinoamérica y del Caribe, realizado en
Bogotá, Colombia, en julio de 1981. No por original sino por necesario,
una vez más debemos llamar la atención sobre esta fecha.

Para quienes piensan que la violencia ejercida hacia la población
femenina es una cuestión del pasado es necesario recordar que en
Argentina hay violencia en una de cada cinco parejas. En el 42% de los
casos de mujeres asesinadas, el crimen fue consumado por su propia
pareja; el 37% de las mujeres golpeadas por sus esposos lleva 20 años o
más soportando abusos de ese tipo; el 25% de las mujeres argentinas es
víctima de violencia; y es posible establecer estadísticamente que el
50% de las mujeres ha pasado o pasará por alguna situación violenta en
algún momento de su vida. En todos los casos esta violencia es ejercida
por quienes se sienten poseedores de derechos sobre la mujer con la que
comparten o han compartido su vida.

También hay violencia en las formas cotidianas de destrucción de la
vida por el hambre y enfermedades prevenibles, la discriminación en el
acceso a bienes y servicios, a la educación, la salud, a la propiedad.
En nuestro propio ámbito, la no ratificación del Protocolo Facultativo
de la Convención para la Eliminación de todas las Formas de
Discriminación contra la Mujer constituye una forma sutil de
discriminación.

Es contradictorio celebrar que la humanidad transita por un periodo de
enormes de avances de la técnica y de la investigación y observar a la
vez la persistencia de violencia de género. Una sociedad no puede
declararse avanzada mientras el respeto, la equidad y la libertad no
formen parte de la vida de los hombres y las mujeres que la conforman.
En una sociedad donde aprendemos que la posesión y la fuerza son
recursos más eficaces y certeros que el diálogo, la solidaridad o el
respeto, difícilmente se puede desterrar la violencia.

Erradicar la violencia de género en particular, y la resolución
violenta de conflictos en general, constituye una responsabilidad
compartida por todos los estamentos sociales. Para ello, destacamos el
valor incuestionable de una educación no sexista, que reconozca y
contemple los valores inherentes a la dignidad y el derecho para todos
y todas sin forma alguna de discriminación. La discriminación es
violencia y constituye una vergüenza histórica para la sociedad

Nosotros, nuestra sociedad y las instituciones políticas que la
representan, tenemos la responsabilidad de adoptar todas las medidas
políticas encaminadas a potenciar la libertad, garantizar la seguridad,
sancionar todo tipo de discriminaciones, favorecer todos los cauces
para la participación de las mujeres en condiciones de equidad y
difundir valores igualitarios que conformen hombres y mujeres libres,
personas respetuosas con el resto de la sociedad y con lo diferente y
capaces de superar los conflictos a través del diálogo y la no
violencia.

Valga entonces para todos recordar una vez más que los Derechos de las
Mujeres son Derechos Humanos tomando para ello las ideas plasmadas en
la Convención por la Eliminación de toda forma de Discriminación contra
la Mujer, que hoy son parte de nuestra Constitución:

§ "Eliminar prácticas e ideas basadas en la inferioridad o superioridad
de los sexos,

§ Garantizar que la educación familiar tenga en cuenta la maternidad
como función social y la responsabilidad de hombres y mujeres en el
desarrollo y educación de los hijos,

§ Garantizar a la igualdad de oportunidades políticas, sociales y
culturales,

§ Tomar las medidas apropiadas para eliminar la discriminación contra
la mujer practicada por personas, organizaciones o empresas,

§ Adoptar las medidas necesarias para modificar o derogar leyes y
prácticas que constituyen discriminación contra la mujer,

§ Incluir en las constituciones nacionales la igualdad entre los sexos,

§ Establecer la protección jurídica de los derechos de la mujer,

§ Otorgar a la mujer los mismos derechos que el hombre con respecto a
la nacionalidad de sus hijos,

§ Adoptar leyes que prohiban la discriminación contra la mujer".


Es por esto que invitamos a la sociedad en su conjunto, y a las
instituciones políticas que la representamos, a examinar con ojos
críticos nuestras actitudes cotidianas hacia la pareja, la hija, la
compañera de trabajo o de estudio, a trabajar activamente en defensa de
la vida, de la equidad y de la paz para terminar con esta guerra no
declarada contra la mitad de la población.

La convivencia en equidad entre hombres y mujeres significara algún día
una conquista extraordinaria para la libertad y la democracia y, en
definitiva, para el logro de una vida más plena y digna para unas y
otros.

Por todo lo anterior, solicitamos la aprobación de este proyecto de
declaración.

Amanda Isidori.-