Número de Expediente 2870/04

Origen Tipo Extracto
2870/04 Senado De La Nación Proyecto De Declaración ROSSI : PROYECTO DE DECLARACION ADHIRIENDO A LA CONMEMORACION DEL 135 ANIVERSARIO DE LA ACADEMIA NACIONAL DE CIENCIAS DE CORDOBA .
Listado de Autores
Rossi , Carlos Alberto

Fechas en Dir. Mesa de Entradas

MESA DE ENTRADAS DADO CUENTA Nº DE D.A.E.
08-09-2004 15-09-2004 178/2004 Tipo: NORMAL

Fecha de Ingreso a Dir. Gral. de Comisiones

DIR. GRAL. de COMISIONES INGRESO DEL DICTAMEN A LA MESA DE ENTRADAS
09-09-2004 28-12-2004

Giros del Expediente a Comisiones

COMISIÓN FECHA DE INGRESO FECHA DE EGRESO

ORDEN DE GIRO: 1
09-09-2004 28-12-2004

ENVIADO AL ARCHIVO : 18-05-2005

Resoluciones

SENADO
FECHA DE SANCION: 16-03-2005
SANCION: APROBO
COMENTARIO:
NOTA:

Órdenes del Día

NÚMERO DE FECHA ESTADO ANEXO
1967/04 28-12-2004 APROBADA Sin Anexo
En proceso de carga
Senado de la Nación
Secretaría Parlamentaria
Dirección Publicaciones

(S-2870/04)

PROYECTO DE DECLARACIÓN

El Senado de la Nación:

D E C L A R A

Su adhesión a la conmemoración del 135º Aniversario de
la Academia Nacional de Ciencias de Córdoba, Fundada por Domingo
Faustino Sarmiento el 11 de septiembre de 1869.

Carlos A. Rossi.-

FUNDAMENTOS

Señor Presidente:

La Academia Nacional de Ciencias (con sede en Córdoba)
fundada por el Presidente Domingo Faustino Sarmiento, es una
corporación científica sostenida por el gobierno de la Nación Argentina
y que por la fecha de su fundación, se la reconoce como la primera
Academia Nacional dependiente del gobierno federal.

El antecedente más inmediato de su creación es la Ley
322 del 11 de Setiembre de 1869, la cual autorizaba al Poder Ejecutivo
a "...contratar dentro y/o fuera del país hasta veinte profesores, que
serán destinados a la enseñanza de ciencias especiales en la
Universidad de Córdoba y en los colegios nacionales...". Sin embargo,
recién en 1870 se establecieron en Córdoba los primeros docentes
extranjeros, que en su mayoría provenían de Alemania. El personal
contratado por el gobierno tenía la responsabilidad de formar
profesores en ciencias naturales y exactas y de llevar a cabo la
investigación científica del territorio nacional.

Sarmiento encomendó al director del Museo de Buenos Aires, Burmeister,
las gestiones para incorporar al país el primer núcleo de esos
profesores.

Con el propósito de fundar en la Universidad de Córdoba una
Facultad de ciencias, ese primer núcleo debía componerse de dos
profesores de matemáticas y una de cada de las especialidades: física,
química, botánica, zoología, mineralogía y geología. Entre 1870 y 1873
fueron llegando los profesores contratados y a mediados de este último
año se fundaba la Academia de Ciencias de Córdoba, bajo la dirección de
Burmeister; institución científica y docente, pues sus miembros estaban
obligados a dictar clase en la Universidad.
La Academia, en 1875, se incorporaba a la "Universidad como una
Facultad, y los profesores de ella pasaron a formar parte del claustro
universitario. Luego, por decreto de 1878 se resolvió separar
totalmente a la Academia, como cuerpo científico de la Universidad,
dejando en ésta su cuerpo docente bajo forma de una Facultad de
ciencias físico-matemáticas.

Así, luego de algunos intentos fallidos, el 22 de junio de 1878
el Poder Ejecutivo aprobó; por decreto el reglamento de la Academia
Nacional de Ciencias, que le dio su forma definitiva como corporación
científica, separada de la Universidad Nacional de Córdoba y sin
responsabilidades en tareas docentes.

Desde aquella fecha, la Academia Nacional de Ciencias se
orientó al desarrollo y divulgación de las ciencias exactas y
naturales, al estudio y exploración del territorio del país y a
asesorar al gobierno en los temas de su especialidad. Asimismo,
difundió y dio a conocer los resultados científicos de la labor de sus
miembros y de otros hombres de ciencias, a través de sus publicaciones
(Actas, Boletín, Misceláneas y Fuera de Serie).

De acuerdo a ese nuevo reglamento, la Academia Nacional de
Ciencias es una corporación científica sostenida por el gobierno de la
Nación Argentina y cuyos objetos son los siguientes: Servir de consejo
consultivo al gobierno en los asuntos referentes a las ciencias que
cultiva el Instituto, explorar y estudiar todas las ramificaciones de
la naturaleza del país.

Como se ve, el centro de gravedad de los estudios científicos
de la Academia se desplazaba de las ciencias exactas a las ciencias
naturales, y en verdad fue en éstas donde se concentró la labor más
importante de la Academia.

Las publicaciones de la Academia fueron iniciadas de inmediato
por su primer director Burmeister. En 1874 apareció el primer tomo del
Boletín de la Academia y en 1875 el de sus Actas. Estas publicaciones
aparecieron regularmente hasta 1890. Así, la Academia publicó los
trabajos científicos presentados por sus académicos o por
investigadores independientes, previo referato efectuado por dos o tres
referís designados por la Academia. Los trabajos debían encuadrarse
dentro de las disciplinas que cultiva la Academia y que son:
Matemática, Astronomía, Física, Química, Geología, Paleontología,
Biología, Botánica, Zoología y Antropología.

Los primeros miembros de la Academia fueron:
· Paul G. Lorentz, el primer "académico" botánico que llegó al país en
1870 de la Universidad de Munich. Las plantas recogidas por Lorentz en
el centro de la Argentina constituyen la base de los conocimientos
sistemáticos de la flora argentina.
· El zoólogo holandés H. Weyenberg, quien estuvo pocos años en la
Argentina publicando varios trabajos en la publicaciones de la
Academia.
· Adolfo Doering, naturalista que se dedicó a diversas ramas:
fitoquímica, geología, mineralogía, participando además de la
expedición al Río Negro.
Sin duda, han sido las ciencias geológicas las que recibieron el mayor
impulso de los hombres de la Academia de Córdoba. Entre sus miembros
fundadores, uno de los primeros en llegar fue el profesor de
mineralogía y geología Alfredo Stelzner, de la Academia de minas de
Freiberg. No obstante su breve estada en la Argentina (1871-1874),
realizó dos largos viajes por el noroeste y oeste del territorio
argentino que le permitieron reconocer las grandes unidades geológicas
de los terrenos observados.

Stelzner, que era ante todo mineralogista, dejó
instalado el museo mineralógico de la Universidad. El sucesor de
Stelzner fue Luis Brackebusch, quien estuvo en la Argentina más de diez
años desde 1874. Recorrió, realizando estudios mineralógicos y
geológicos, las provincias de Córdoba, Catamarca, Salta y Jujuy. Es el
autor de los primeros trabajos sobre geología argentina aparecidos en
las publicaciones de la Academia, dando en 1879 el primer catálogo
científico ordenado y descriptivo de los minerales argentinos.

Una obra de mayor importancia para el país fue la
desarrollada por Guillermo Bodenbender, quizá el geólogo que más ha
recorrido el territorio argentino. Llegado a la Argentina en 1885,
permaneció en ella más de treinta años, y, fuera de su actividad
docente en la Universidad de Córdoba, realizó numerosas investigaciones
geológicas y mineralógicas con preferencia en la cordillera y en las
provincias centrales.

Citemos por último a Oscar Doering, profesor de
matemáticas desde 1875 en la Universidad de Córdoba y luego de física,
y a quien se deben numerosas observaciones meteorológicas,
hipsométricas y magnéticas. Fue O. Doering quien realizó en la
Argentina el mayor número de observaciones magnéticas, proponiendo en
1882 la creación de un Observatorio Magnético Nacional de acuerdo con
las sugestiones del Congreso Internacional de Meteorología de Roma de
1879.

El edificio de la Academia Nacional de Ciencias
inaugurado en 1897 fue declarado Monumento Histórico por Ley No.24.414
el año 1994.

La Comisión Directiva de la Academia Nacional de
Ciencias (2004-2008) está conformada por el Dr. Alberto P. Maiztegui
(Presidente), Dr. Eduardo Staricco (Vicepresidente), Dr. Pedro J.
Depetris (Académico Secretario), Dr. Luis Beaugé (Prosecretario), y los
doctores Alfredo Cocucci, Enrique Bucher, Juan Tirao y Roberto Miatello
(vocales titulares). Vocales Suplentes doctores: Roberto Rossi, Jorge
Vargas, Héctor Barra, Antonio Blanco, Samuel Taleisnik, Hugo Maccioni,
Reinaldo Gleiser y Víctor Hamity.

La Academia cuenta con una Biblioteca que se empieza a
formar a fines del siglo pasado, con el material donado por los sabios
contratados por el Presidente Domingo F. Sarmiento y su Ministro de
Instrucción Pública, Nicolás Avellaneda. Los primeros de ellos fueron
Max Siewert (químico); Pablo Lorentz (botánico); Alfredo Stelzner
(geólogo); Hendrik Weyenbergh (zoólogo); Augusto Vogler (matemático).

Actualmente su fondo bibliográfico consta de 12.000
libros de consulta, de historia y de filosofía de la ciencia, con obras
de Aristóteles, Platón, Descartes, Newton, Berzelius, Kekulé, Malpighi,
Gmelin, Darwin, Quatregagey de obras especiales y antiguas como
Euclides, edición 1558; Biblia Naturae de Swammerdam, 1737-38;
Severinum, 1737-38; Libros del Saber de Astronomía de Alfonso el Sabio,
Azara; EI Kosmos de Humboldt etc.

También cuenta con una importante Hemeroteca, con
60.000 volúmenes, encuadernados, de importantes colecciones completas
de las más valiosas instituciones científicas, como por ej.: Annalen
der Physik und Chemie (llamado corrientemente Anales de Poggendorff,
conocida también como Poggendorff`s Annalen der Phisik) desde 1824;
Journal für Chemie und Physik, desde 1811; Annales des Mines ou Recueil
de Mémoires sur l`exploitation des Mines, 3 sèrie desde 1833; Jahrbuch
für Mineralogie, Geognosie, Geologie und Petrefaktenkunde desde 1830. Y
también debemos destacar su Mapoteca que conserva hasta la fecha 2320
cartas topográficas, geológicas, físicas, botánicas, etc.

Por las razones expuestas y la importancia que para la
Ciencia Argentina mantuvo y mantiene la Academia Nacional de Ciencias
de Córdoba solicito, Señor Presidente, la aprobación del presente
proyecto.

Carlos A. Rossi.-