Número de Expediente 2827/03

Origen Tipo Extracto
2827/03 Senado De La Nación Proyecto De Declaración CAPARROS : PROYECTO DE DECLARACION ADHIRIENDO A LA CELEBRACION DEL DIA INTERNACIONAL DE LOS DERECHOS HUMANOS A CELEBRARSE EL 10 DE DICIEMBRE .-
Listado de Autores
Caparrós , Mabel Luisa

Fechas en Dir. Mesa de Entradas

MESA DE ENTRADAS DADO CUENTA Nº DE D.A.E.
06-11-2003 19-11-2003 165/2003 Tipo: NORMAL

Fecha de Ingreso a Dir. Gral. de Comisiones

DIR. GRAL. de COMISIONES INGRESO DEL DICTAMEN A LA MESA DE ENTRADAS
07-11-2003 19-05-2004

Giros del Expediente a Comisiones

COMISIÓN FECHA DE INGRESO FECHA DE EGRESO
DE DERECHOS Y GARANTÍAS
ORDEN DE GIRO: 1
07-11-2003 19-05-2004

ENVIADO AL ARCHIVO : 05-07-2004

Resoluciones

SENADO
FECHA DE SANCION: 23-06-2004
SANCION: APROBO
COMENTARIO:
NOTA:Conj. C/S-2555-3060-3087-32117/03
OBSERVACIONES
CONJ. CON S. 2555 , 3060 , 3087 Y 3217/03

Órdenes del Día

NÚMERO DE FECHA ESTADO ANEXO
420/04 27-05-2004 APROBADA Sin Anexo
En proceso de carga
Senado de la Nación
Secretaría Parlamentaria
Dirección Publicaciones

(S-2827/03)

PROYECTO DE DECLARACIÓN

El Senado de la Nación

DECLARA:

Su entusiasta adhesión a la celebración del Día Internacional de los
Derechos Humanos, que se conmemora cada 10 de diciembre y que fuera
instituído por la Asamblea General de Naciones Unidas en recordación a
la fecha en que fuera aprobada la Declaración Universal de Derechos
Humanos.

Mabel L. Caparrós























FUNDAMENTOS

Señor Presidente:

Desde hace tres décadas la bandera más
importante de la lucha social que la sociedad civil ha asumido, es la
defensa y respeto a los derechos humanos. Incluso los gobiernos han
tenido que aceptarlos como un marco de referencia en la política,
incluso en aquellos países donde los derechos políticos y laborales no
se reconocen como derechos humanos. Es de resaltarse el hecho de que
organismos como la Comisión de Derechos Humanos de la ONU y la Comisión
Interamericana de Derechos Humanos, hagan reiterados informes respecto
a diversos países en que se denuncia el atraso en la procuración de
derechos humanos, y las campañas de acoso que sufren los defensores de
los derechos humanos.

Este ha sido uno de los logros más importantes
de la sociedad civil que ha llevado la problemática a nivel
internacional, pero también es un hecho que la violencia y corrupción
que amenaza a algunos países latinoamericanos, pone en mayor peligro el
trabajo y la vida de los activistas a favor de estos derechos.

"Cuanto más conozcan los pueblos sus propios
derechos y respeten los derechos de los demás, mayor probabilidad habrá
de que vivan juntos en paz. Sólo si instruimos a la gente acerca de los
derechos humanos podremos aspirar a evitar la violación de esos
derechos y, con ello, aspirar también a evitar los conflictos." Estas
palabras pronunciadas por el Secretario General de Naciones Unidas
ponen de relieve la importancia de enseñar a las sociedades a vivir
estos derechos para aprender a exigir su respeto y obediencia.

La histórica Declaración Universal de Derechos
Humanos, que consagró expresamente en el año 1948 y como necesaria
reacción a los horrores de la guerra, los valuartes fundamentales de
dignidad y respeto de todo ser humano en cualquier país del mundo,
sentó así las bases fundamentales del respeto a la persona humana. No
por consabidos resulta menos necesario reproducir solo cinco de los
treinta artículos de que consta la Declaración Universal de Derechos
Humanos.

En forma suscinta debemos destacar la consagración de derechos
esenciales tales como que todos los seres humanos nacen libres e
iguales en dignidad y derechos; toda persona tiene todos los derechos y
libertades proclamadas en la Declaración, sin distinción alguna de
raza, color, sexo, idioma, religión, opinión política; todo individuo
tiene derecho a la vida, a la libertad y a la seguridad de su persona;
nadie estará sometido a esclavitud ni a servidumbre y nadie será
sometido a torturas ni a penas o tratos crueles, inhumanos o
degradantes.


El 22 de noviembre de 1995, la Asamblea General
hizo un llamamiento a los gobiernos para que contribuyeran a la
ejecución del Plan de Acción para el Decenio de las Naciones Unidas
para la educación en la esfera de los derechos humanos y, en
particular, para que establecieran un centro nacional de coordinación
(Comité Nacional) para la educación sobre derechos humanos y un centro
nacional de recursos y capacitación para la educación sobre derechos
humanos (resolución 50/177). El Alto Comisionado de las Naciones Unidas
para los Derechos Humanos sería el encargado de coordinar el Plan de
Acción.

La Asamblea declaró que la educación en la
esfera de los derechos humanos debía constituir un proceso que se
prolongara toda la vida, mediante el cual las personas aprendieran a
respetar la dignidad del prójimo. Hizo un llamamiento a los gobiernos
para que orientaran la educación hacia el pleno desarrollo de la
personalidad humana y el fortalecimiento del respeto por los derechos
humanos y las libertades fundamentales. La Asamblea General proclamó el
Decenio, que comenzó el l° de enero de 1995, y acogió con satisfacción
el Plan de Acción para el Decenio presentado por el Secretario General
(resolución 49/184). Asimismo, instó a los organismos docentes
gubernamentales y no gubernamentales a que formularan programas de
educación en la esfera de los derechos humanos.

El Decenio de las Naciones Unidas para la
Educación en la esfera de los derechos humanos fue proclamado hace ya
ocho años, con el ánimo de alentar a todos los sectores -los gobiernos,
las organizaciones internacionales, las agrupaciones públicas y
privadas, las asociaciones profesionales, las escuelas y universidades
y los ciudadanos comunes- a participar en la tarea de difundir el
conocimiento y una mejor comprensión de los derechos humanos.

A tantos años vista y habiendo transcurrido
casi el Decenio, hoy encontramos que los resultados distan de ser los
esperados y que todavía queda un largo camino por recorrer. Según datos
emanados de los organismos pertinentes de la Asamblea General, sólo
unos cuantos países han establecido estrategias nacionales eficaces
para la educación en la esfera de los derechos humanos, y los recursos
destinados efectivamente a estos fines no están a la altura de las
promesas efectuadas en relación con el Decenio.

En esta instancia del análisis cabe preguntarse
por qué es tan importante la educación relativa a los derechos humanos.
Y la respuesta la hallaremos en la Constitución de la UNESCO, que
dice: "...puesto que las guerras nacen en la mente de los hombres, es
en la mente de los hombres donde deben erigirse los baluartes de la
paz". De hecho y pese a la aparente inactividad a nivel gubernamental,
las organizaciones no gubernamentales han emprendido una intensa
actividad en esta esfera. Los gobiernos deben colaborar más
estrechamente con ellas y aprender de su experiencia.

Efectivamente en muchos países de América en
particular, todavía no han sido erradicadas prácticas inaceptables como
la desaparición forzada, las ejecuciones extralegales, la tortura y
otros tratos y penas crueles, inhumanos o degradantes. Tampoco se ha
eliminado en varios países de la región la aplicación de la inhumana e
irrazonable pena capital, y perduran muchos casos de abierta impunidad
que perjudican el acceso de las víctimas a la justicia y socavan la
confianza en el Estado de derecho. "Frente a esta situación es preciso
que los gobiernos actúen con carácter de urgencia en concertación con
varios otros actores sociales, entre ellos los defensores de los
derechos humanos, cuyo valioso aporte es fundamental en asegurar la
eficacia de los mecanismos nacionales e interamericanos de protección
de los derechos humanos," manifestó en su momento Amnistía
Internacional.

Todos los países del mundo deben ser
observados y acompañados en el inexorable proceso que los inste a
avanzar en la protección y promoción de los derechos humanos, tal como
lo declarara Amnistía Internacional, reiterando su profunda convicción
en que la relación entre derechos humanos y democracia es inescindible
y ésta no se puede sostener sin el pleno respeto de aquéllos. La
declaración se produjo en vistas de la sesión de la Asamblea General de
la Organización de Estados Americanos (OEA) que se llevara a cabo en
San José de Costa Rica del 3 al 5 de junio de 2000. "El reto de
mejorar la situación de los derechos humanos en el Continente es
ineludible, ya que éstos se ven violados y denegados para muchos
sectores de los pueblos americanos," continuó la organización.

Lamentablemente, en diversos países del mundo e
incluso en nuestro continente, los defensores de los derechos humanos
enfrentan a diario serios riesgos y obstáculos que les impiden llevar a
cabo su imprescindible labor. Aunque la importancia del papel
desempeñado por los defensores de los derechos humanos ha sido
reconocida, tanto en el marco del sistema de las Naciones Unidas como
en el de la OEA, Amnistía Internacional consideró que esto no es
suficiente y exhortó a la Asamblea General de la OEA a que dicte una
resolución proponiendo a la Comisión Interamericana que realice un
estudio sobre la situación de los defensores de los derechos humanos e
incluya el tema de los defensores como capítulo permanente en sus
informes anuales.

Con el fin de promover avances en el sistema de
protección de los derechos humanos en nuestro continente, Amnistía
Internacional exhorta en primer lugar a los Estados a que adopten
medidas destinadas a asegurar la plena vigencia de todos los tratados
interamericanos de derechos humanos, muy especialmente la Convención
Americana sobre Derechos Humanos y los dos protocolos a la misma,
relativos respectivamente a la abolición de la pena de muerte y a los
derechos económicos, sociales y culturales.

La organización también instó a los gobiernos a
que hagan avances en la elaboración de una Convención Interamericana
contra el Racismo y Toda Forma de Discriminación e Intolerancia, y
adopten el Protocolo Facultativo a la Convención de Derechos del Niño,
relativo a la participación de niños en los conflictos armados, el cual
prevé que los Estados puedan declarar su compromiso de rechazar toda
forma de reclutamiento antes de los 18 años y de que, a partir de esa
edad, sólo quepa el reclutamiento voluntario.

Para encarar esta ardua tarea será necesario
promover nuevos marcos de referencia: el derecho a comunicar, el
derecho de las generaciones por venir, el derecho a un medio ambiente
sano y sustentable, el derecho a la diversidad, entre otros. Una buena
forma adherir a esta histórica conmemoración puede ser dar un salto en
la concepción de los derechos humanos. La noción de dignidad humana nos
encuentra e incluye a todos por igual, a diferencia del derecho que
establece que tu derecho termina donde empieza el mío. El desafío
radica precisamente en la atención de los derechos humanos colectivos y
no sólo de los meramente individuales, entender que nadie puede ser
excluído del proceso de desarrollo al que todos tenemos derecho, como
seres humanos que vivimos en el mismo espacio del mismo planeta.

En este contexto, el reto es lograr la plena
vigencia de los derechos colectivos como los derechos económicos,
políticos y sociales sobre todo para los más pobres, los más
desprotegidos, y los excluidos.

En virtud de la importancia que los derechos
humanos revisten en el entramado social de toda nación independiente y
democrática, en el año 1950 la Asamblea General invitó a todos los
Estados y organizaciones interesadas a que el 10 de diciembre
observaran el Día Internacional de los Derechos Humanos, en
conmemoración de la aprobación por la Asamblea General de la
Declaración Universal de Derechos Humanos, en 1948.

En cumplimiento de ese mandato explícito de la
Organización de Naciones Unidas, debemos demostrar que honramos la
memoria de las víctimas de nuestra historia reciente. Debemos dar
señales claras y cotidianas de que el respeto a los derechos humanos se
ha internalizado no solo en nuestra legislación escrita, sino en la
forma de vivir y sentir de cada uno de nosotros.

En virtud de lo expuesto solicito de mis pares
la aprobación del presente Proyecto de Declaración.


Mabel L. Caparrós