Número de Expediente 2822/03
N° | Origen | Tipo | Extracto |
---|---|---|---|
2822/03 | Senado De La Nación | Proyecto De Declaración | CAPARROS :PROYECTO DE DECLARACION ADHIRIENDO A LA CELEBRACION DEL DIA DE LOS VOLUNTARIOS PARA EL DESARROLLO ECONOMICO Y SOCIAL .- |
Listado de Autores |
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Caparrós
, Mabel Luisa
|
Fechas en Dir. Mesa de Entradas
MESA DE ENTRADAS | DADO CUENTA | Nº DE D.A.E. |
---|---|---|
06-11-2003 | 19-11-2003 | 164/2003 Tipo: NORMAL |
Fecha de Ingreso a Dir. Gral. de Comisiones
DIR. GRAL. de COMISIONES | INGRESO DEL DICTAMEN A LA MESA DE ENTRADAS |
---|---|
07-11-2003 | SIN FECHA |
Giros del Expediente a Comisiones
COMISIÓN | FECHA DE INGRESO | FECHA DE EGRESO |
---|---|---|
DE POBLACIÓN Y DESARROLLO HUMANO
ORDEN DE GIRO: 1 |
10-11-2003 | 28-02-2005 |
EL EXPEDIENTE CADUCO EL 28-02-2005
ENVIADO AL ARCHIVO : 23-01-2006
En proceso de carga
Senado de la Nación
Secretaría Parlamentaria
Dirección Publicaciones
(S-2822/03)
PROYECTO DE DECLARACIÓN
El Senado de la Nación
DECLARA:
Su entusiasta adhesión al Día Internacional de los Voluntarios para el
Desarrollo Económico y Social, instituido por la Asamblea General de
Naciones Unidas el día 5 de diciembre, como estímulo para las personas
de toda condición que ofrecen sus servicios como voluntarios y con el
objeto de generar una mayor conciencia de la importante contribución
del voluntariado tanto en sus países de origen como en el extranjero.
Mabel L. Caparrós
FUNDAMENTOS
Señor Presidente:
En el mundo actual, convulsionado por
conflictos y catástrofes, no es fácil detener la marcha para ver hacia
dónde nos dirigimos. La comunidad mundial de la que somos parte y en la
que dependemos unos de otros está tan atareada enfrentando crisis y
tratando de encontrar soluciones temporales que pierde de vista las
metas fijadas. Sin embargo, es esencial que hagamos una pausa para
reflexionar y este año, el Día Internacional de los Voluntarios nos
brinda una excelente oportunidad para hacerlo.
El voluntariado adquiere diferentes formas y
significados según el entorno. Está muy influenciado por la historia,
la política, la religión y la cultura de una región. Lo que puede ser
visto como voluntariado en un país, puede ser descartado como trabajo
mal pago o gran densidad de mano de obra en otro. Aún así y a pesar de
la gran variedad de interpretaciones, es posible identificar algunas
características básicas de lo que constituye la actividad voluntaria.
Hay tres elementos clave que caracterizan el
voluntariado. En primer lugar, la actividad no se debe emprender
principalmente por una remuneración, si bien se puede permitir el
reembolso de gastos y algún pago simbólico. En segundo lugar, se debe
emprender la actividad voluntariamente, conforme a la libre voluntad de
la persona, a pesar de que aquí también hay zonas grises, ya que
algunos planes escolares de servicios comunitarios motivan, y a veces
requieren, a los estudiantes a participar en trabajo voluntario y en
programas del tipo Comida por Trabajo, donde hay un intercambio
explícito entre compromiso comunitario y asistencia en alimentos. En
tercer lugar, la actividad debe beneficiar a una persona que no sea el
propio voluntario, o a la sociedad en general, a pesar de que está
claro que el voluntariado aporta también un beneficio significativo
para el voluntario.
Dentro de este amplio marco conceptual es
posible identificar por lo menos cuatro tipos de actividad voluntaria:
ayuda mutua o autoayuda, filantropía o servicio para otros,
participación o compromiso cívico, promoción y realización de campañas.
Estos tres tipos de acción voluntaria se presentan en todas partes del
mundo, pero la forma que cada tipo adquiere y el balance o la
combinación entre diferentes tipos difiere notablemente de un país a
otro. Entre los factores que influencian la naturaleza del voluntariado
se encuentran la estructura económica, social y política del país de
que se trate así como su etapa de desarrollo.
Los voluntarios tienen la valentía de luchar
por sus ideales y se dedican de cuerpo y alma a prestar servicio a los
demás. De este modo, dan esperanza a los que reciben asistencia y
pueden también darles la fortaleza necesaria para superar sus
dificultades. Su recompensa es la certeza de que verdaderamente
influyen en la vida de aquellos a quienes ayudan. Su valor y dedicación
deben ser un ejemplo que todos debemos imitar.
Los voluntarios pueden ayudar a transformar
todas las sociedades en beneficio de todos y cada uno de sus miembros.
Sin embargo, para que esto ocurra, es necesario que cada sociedad
promueva el voluntariado como actividad de reconocido valor y facilite
el trabajo de los voluntarios tanto en sus propios países como en el
extranjero. También debemos explorar nuevas posibilidades de acción
para los voluntarios. En este contexto es que Naciones Unidas procedió
a la creación de un cuerpo de voluntarios que, en los países en
desarrollo, se ocuparía de proporcionar capacitación en el empleo y la
aplicación de la tecnología de la información en pro del desarrollo
humano.
Estos voluntarios poseen las mismas cualidades
que los 4.500 profesionales que trabajan como voluntarios de las
Naciones Unidas en sus respectivos países o en el extranjero. Más de
dos tercios de estos voluntarios proceden de países en desarrollo y
trabajan en Estados vecinos o en otros países. Su labor es un verdadero
exponente de la cooperación interestadual. Al igual que los
incontables voluntarios que trabajan en todo el mundo, tienen la
capacidad de adaptación y la flexibilidad requeridas para atender a las
necesidades de los vulnerables y los desfavorecidos en un mundo que
evoluciona rápidamente. A medida que se acelera el ritmo de la vida
moderna, el mundo necesita más y más voluntarios.
El voluntariado juega un papel significativo en
el bienestar y progreso de los países industrializados y en desarrollo
y es la base de mucha de la actividad de las organizaciones no
gubernamentales, asociaciones profesionales, sindicatos y servicios
gubernamentales descentralizados. Además, es el vehículo a través del
cual grupos sociales, como los de los jóvenes, ancianos, discapacitados
y las familias, participan en la vida social, cultural y económica de
las naciones. Sin embargo, se ha registrado muy poca información sobre
el alcance y el impacto de la acción voluntaria, y el efecto de las
medidas de política sobre la buena disposición y capacidad de las
personas para servir como voluntario ha recibido hasta la fecha muy
poca consideración en el ámbito nacional e internacional.
La comunidad internacional, al centrarse en el
comportamiento voluntario, tiene una oportunidad de fortalecer los
medios y capacidades de las personas que componen una sociedad para que
se comprometan con actividades cívicas en beneficio de sus naciones, de
sus comunidades y de ellos mismos. El voluntariado adquiere distintas
formas según los diferentes contextos nacionales y regionales, desde
autoayuda hasta participación en el suministro de servicios y
realización de campañas. Los beneficios del voluntariado para la
sociedad en general y para el voluntario como individuo abarcan las
tres áreas prioritarias clave de la Declaración y el Programa de acción
de Copenhague: integración social, erradicación de la pobreza y pleno
empleo.
En la Cumbre del Milenio los dirigentes del
mundo entero aprobaron una declaración en la que afirmaban que la
libertad, la igualdad de los individuos y los pueblos, la solidaridad,
la tolerancia, el respeto por la naturaleza y la responsabilidad común
eran seis valores fundamentales que debían caracterizar a las
relaciones internacionales en el siglo XXI. Es de esperar que los
gobiernos harán honor a los compromisos que han contraído en apoyo de
esos valores. Entre tanto, los millones de voluntarios que trabajan en
todo el mundo ya ponen plenamente en práctica esos valores.
Una nueva forma de voluntariado que ha cobrado
fuerza en todo el mundo es la promoción y realización de campañas
instigadas y mantenidas por voluntarios, a veces llamados activistas,
para, por ejemplo, ejercer presión para que un gobierno modifique la
legislación que perjudica los derechos de las personas con
discapacidad, o presionar para lograr la prohibición mundial de las
minas terrestres, o para introducir medidas contra el racismo. Los
voluntarios prepararon el terreno para la introducción de nuevos
servicios sociales en el campo del VIH y el SIDA, aumentaron la
sensibilidad pública sobre abusos de los derechos humanos y destrucción
del medio ambiente, y participaron activamente en el movimiento de las
mujeres y en campañas de democracia en muchas partes del mundo. El
alcance de algunas campañas es local, el de otras es mundial. Se estima
que en la campaña en contra de las minas terrestres, por ejemplo,
intervinieron más de 300 millones de voluntarios de más de 100 países.
Es de destacar que el voluntariado realiza una
importante contribución económica a la sociedad. Se estima que en los
pocos países donde se estudió el voluntariado empíricamente la
contribución constituyó entre un 8 y un 14% del Producto Interno Bruto.
Dado el impacto de muchas leyes sobre la buena disposición y capacidad
de las personas a aportar voluntariamente su tiempo (tal como la
duración de la semana laboral, la edad de finalización de los estudios
y de jubilación, y medidas que afectan la participación de las mujeres
en la fuerza de trabajo), existen definitivamente razones económicas
para que el gobierno deba considerar medidas que hagan propicia la
promoción de un entorno favorable para el voluntariado en todos los
sectores y por parte de todos los ciudadanos.
Asimismo es de destacar que la participación ha
sido vista por mucho tiempo como un elemento esencial de buen gobierno
y desarrollo. El voluntariado es un medio clave a través del cual las
personas expresan sus compromisos como ciudadanos, y al crear confianza
y reciprocidad entre los ciudadanos contribuye a formar una sociedad
más unida y estable.
Finalmente es necesario reconocer que la acción
del voluntariado ayuda a integrar a la sociedad a la gente excluida o
marginada. Por ejemplo, para las personas con discapacidad la
participación en servicios voluntarios desafía el estereotipo negativo
de que las personas con discapacidad son receptoras pasivas de
asistencia. De la misma manera, el voluntariado ofrece para la gente
joven oportunidades de desarrollo personal y proporciona una base para
la participación ciudadana. Para los ancianos, el voluntariado
contribuye positivamente al proceso de "envejecer activamente" al
ayudar a los recién jubilados a ajustarse a la vida sin la estructura
del lugar de trabajo y al mejorar su bienestar físico y mental.
Con ocasión de celebrarse este Día
Internacional de los Voluntarios corresponde que expresemos nuestro
reconocimiento y gratitud por la extraordinaria contribución de los
voluntarios al bienestar de la sociedad y al mejoramiento de las
condiciones de vida en todo el mundo.
Por las razones expuestas solicito de mis pares la
aprobación del presente Proyecto de Declaración.
Mabel L. Caparrós
Secretaría Parlamentaria
Dirección Publicaciones
(S-2822/03)
PROYECTO DE DECLARACIÓN
El Senado de la Nación
DECLARA:
Su entusiasta adhesión al Día Internacional de los Voluntarios para el
Desarrollo Económico y Social, instituido por la Asamblea General de
Naciones Unidas el día 5 de diciembre, como estímulo para las personas
de toda condición que ofrecen sus servicios como voluntarios y con el
objeto de generar una mayor conciencia de la importante contribución
del voluntariado tanto en sus países de origen como en el extranjero.
Mabel L. Caparrós
FUNDAMENTOS
Señor Presidente:
En el mundo actual, convulsionado por
conflictos y catástrofes, no es fácil detener la marcha para ver hacia
dónde nos dirigimos. La comunidad mundial de la que somos parte y en la
que dependemos unos de otros está tan atareada enfrentando crisis y
tratando de encontrar soluciones temporales que pierde de vista las
metas fijadas. Sin embargo, es esencial que hagamos una pausa para
reflexionar y este año, el Día Internacional de los Voluntarios nos
brinda una excelente oportunidad para hacerlo.
El voluntariado adquiere diferentes formas y
significados según el entorno. Está muy influenciado por la historia,
la política, la religión y la cultura de una región. Lo que puede ser
visto como voluntariado en un país, puede ser descartado como trabajo
mal pago o gran densidad de mano de obra en otro. Aún así y a pesar de
la gran variedad de interpretaciones, es posible identificar algunas
características básicas de lo que constituye la actividad voluntaria.
Hay tres elementos clave que caracterizan el
voluntariado. En primer lugar, la actividad no se debe emprender
principalmente por una remuneración, si bien se puede permitir el
reembolso de gastos y algún pago simbólico. En segundo lugar, se debe
emprender la actividad voluntariamente, conforme a la libre voluntad de
la persona, a pesar de que aquí también hay zonas grises, ya que
algunos planes escolares de servicios comunitarios motivan, y a veces
requieren, a los estudiantes a participar en trabajo voluntario y en
programas del tipo Comida por Trabajo, donde hay un intercambio
explícito entre compromiso comunitario y asistencia en alimentos. En
tercer lugar, la actividad debe beneficiar a una persona que no sea el
propio voluntario, o a la sociedad en general, a pesar de que está
claro que el voluntariado aporta también un beneficio significativo
para el voluntario.
Dentro de este amplio marco conceptual es
posible identificar por lo menos cuatro tipos de actividad voluntaria:
ayuda mutua o autoayuda, filantropía o servicio para otros,
participación o compromiso cívico, promoción y realización de campañas.
Estos tres tipos de acción voluntaria se presentan en todas partes del
mundo, pero la forma que cada tipo adquiere y el balance o la
combinación entre diferentes tipos difiere notablemente de un país a
otro. Entre los factores que influencian la naturaleza del voluntariado
se encuentran la estructura económica, social y política del país de
que se trate así como su etapa de desarrollo.
Los voluntarios tienen la valentía de luchar
por sus ideales y se dedican de cuerpo y alma a prestar servicio a los
demás. De este modo, dan esperanza a los que reciben asistencia y
pueden también darles la fortaleza necesaria para superar sus
dificultades. Su recompensa es la certeza de que verdaderamente
influyen en la vida de aquellos a quienes ayudan. Su valor y dedicación
deben ser un ejemplo que todos debemos imitar.
Los voluntarios pueden ayudar a transformar
todas las sociedades en beneficio de todos y cada uno de sus miembros.
Sin embargo, para que esto ocurra, es necesario que cada sociedad
promueva el voluntariado como actividad de reconocido valor y facilite
el trabajo de los voluntarios tanto en sus propios países como en el
extranjero. También debemos explorar nuevas posibilidades de acción
para los voluntarios. En este contexto es que Naciones Unidas procedió
a la creación de un cuerpo de voluntarios que, en los países en
desarrollo, se ocuparía de proporcionar capacitación en el empleo y la
aplicación de la tecnología de la información en pro del desarrollo
humano.
Estos voluntarios poseen las mismas cualidades
que los 4.500 profesionales que trabajan como voluntarios de las
Naciones Unidas en sus respectivos países o en el extranjero. Más de
dos tercios de estos voluntarios proceden de países en desarrollo y
trabajan en Estados vecinos o en otros países. Su labor es un verdadero
exponente de la cooperación interestadual. Al igual que los
incontables voluntarios que trabajan en todo el mundo, tienen la
capacidad de adaptación y la flexibilidad requeridas para atender a las
necesidades de los vulnerables y los desfavorecidos en un mundo que
evoluciona rápidamente. A medida que se acelera el ritmo de la vida
moderna, el mundo necesita más y más voluntarios.
El voluntariado juega un papel significativo en
el bienestar y progreso de los países industrializados y en desarrollo
y es la base de mucha de la actividad de las organizaciones no
gubernamentales, asociaciones profesionales, sindicatos y servicios
gubernamentales descentralizados. Además, es el vehículo a través del
cual grupos sociales, como los de los jóvenes, ancianos, discapacitados
y las familias, participan en la vida social, cultural y económica de
las naciones. Sin embargo, se ha registrado muy poca información sobre
el alcance y el impacto de la acción voluntaria, y el efecto de las
medidas de política sobre la buena disposición y capacidad de las
personas para servir como voluntario ha recibido hasta la fecha muy
poca consideración en el ámbito nacional e internacional.
La comunidad internacional, al centrarse en el
comportamiento voluntario, tiene una oportunidad de fortalecer los
medios y capacidades de las personas que componen una sociedad para que
se comprometan con actividades cívicas en beneficio de sus naciones, de
sus comunidades y de ellos mismos. El voluntariado adquiere distintas
formas según los diferentes contextos nacionales y regionales, desde
autoayuda hasta participación en el suministro de servicios y
realización de campañas. Los beneficios del voluntariado para la
sociedad en general y para el voluntario como individuo abarcan las
tres áreas prioritarias clave de la Declaración y el Programa de acción
de Copenhague: integración social, erradicación de la pobreza y pleno
empleo.
En la Cumbre del Milenio los dirigentes del
mundo entero aprobaron una declaración en la que afirmaban que la
libertad, la igualdad de los individuos y los pueblos, la solidaridad,
la tolerancia, el respeto por la naturaleza y la responsabilidad común
eran seis valores fundamentales que debían caracterizar a las
relaciones internacionales en el siglo XXI. Es de esperar que los
gobiernos harán honor a los compromisos que han contraído en apoyo de
esos valores. Entre tanto, los millones de voluntarios que trabajan en
todo el mundo ya ponen plenamente en práctica esos valores.
Una nueva forma de voluntariado que ha cobrado
fuerza en todo el mundo es la promoción y realización de campañas
instigadas y mantenidas por voluntarios, a veces llamados activistas,
para, por ejemplo, ejercer presión para que un gobierno modifique la
legislación que perjudica los derechos de las personas con
discapacidad, o presionar para lograr la prohibición mundial de las
minas terrestres, o para introducir medidas contra el racismo. Los
voluntarios prepararon el terreno para la introducción de nuevos
servicios sociales en el campo del VIH y el SIDA, aumentaron la
sensibilidad pública sobre abusos de los derechos humanos y destrucción
del medio ambiente, y participaron activamente en el movimiento de las
mujeres y en campañas de democracia en muchas partes del mundo. El
alcance de algunas campañas es local, el de otras es mundial. Se estima
que en la campaña en contra de las minas terrestres, por ejemplo,
intervinieron más de 300 millones de voluntarios de más de 100 países.
Es de destacar que el voluntariado realiza una
importante contribución económica a la sociedad. Se estima que en los
pocos países donde se estudió el voluntariado empíricamente la
contribución constituyó entre un 8 y un 14% del Producto Interno Bruto.
Dado el impacto de muchas leyes sobre la buena disposición y capacidad
de las personas a aportar voluntariamente su tiempo (tal como la
duración de la semana laboral, la edad de finalización de los estudios
y de jubilación, y medidas que afectan la participación de las mujeres
en la fuerza de trabajo), existen definitivamente razones económicas
para que el gobierno deba considerar medidas que hagan propicia la
promoción de un entorno favorable para el voluntariado en todos los
sectores y por parte de todos los ciudadanos.
Asimismo es de destacar que la participación ha
sido vista por mucho tiempo como un elemento esencial de buen gobierno
y desarrollo. El voluntariado es un medio clave a través del cual las
personas expresan sus compromisos como ciudadanos, y al crear confianza
y reciprocidad entre los ciudadanos contribuye a formar una sociedad
más unida y estable.
Finalmente es necesario reconocer que la acción
del voluntariado ayuda a integrar a la sociedad a la gente excluida o
marginada. Por ejemplo, para las personas con discapacidad la
participación en servicios voluntarios desafía el estereotipo negativo
de que las personas con discapacidad son receptoras pasivas de
asistencia. De la misma manera, el voluntariado ofrece para la gente
joven oportunidades de desarrollo personal y proporciona una base para
la participación ciudadana. Para los ancianos, el voluntariado
contribuye positivamente al proceso de "envejecer activamente" al
ayudar a los recién jubilados a ajustarse a la vida sin la estructura
del lugar de trabajo y al mejorar su bienestar físico y mental.
Con ocasión de celebrarse este Día
Internacional de los Voluntarios corresponde que expresemos nuestro
reconocimiento y gratitud por la extraordinaria contribución de los
voluntarios al bienestar de la sociedad y al mejoramiento de las
condiciones de vida en todo el mundo.
Por las razones expuestas solicito de mis pares la
aprobación del presente Proyecto de Declaración.
Mabel L. Caparrós