Número de Expediente 2747/05

Origen Tipo Extracto
2747/05 Senado De La Nación Proyecto De Declaración PINCHETTI Y BUSSI : PROYECTO DE DECLARACION REPUDIANDO LAS AGRESIONES VERBALES Y FISICAS CONTRA TRABAJADORES DE PRENSA DE TUCUMAN PROFERIDAS POR INTEGRANTES DE ORGANIZACIONES PIQUETERAS .-
Listado de Autores
Pinchetti de Sierra Morales , Delia Norma
Bussi , Ricardo Argentino

Fechas en Dir. Mesa de Entradas

MESA DE ENTRADAS DADO CUENTA Nº DE D.A.E.
29-08-2005 07-09-2005 135/2005 Tipo: NORMAL

Fecha de Ingreso a Dir. Gral. de Comisiones

DIR. GRAL. de COMISIONES INGRESO DEL DICTAMEN A LA MESA DE ENTRADAS
31-08-2005 SIN FECHA

Giros del Expediente a Comisiones

COMISIÓN FECHA DE INGRESO FECHA DE EGRESO
DE DERECHOS Y GARANTÍAS
ORDEN DE GIRO: 1
31-08-2005 28-02-2007

EL EXPEDIENTE CADUCO EL 28-02-2007

ENVIADO AL ARCHIVO : 28-03-2007

En proceso de carga
VERSION PRELIMINAR SUSCEPTIBLE DE CORRECCION UNA VEZ CONFRONTADO CON EL ORIGINAL IMPRESO

Senado de la Nación
Secretaría Parlamentaria
Dirección Publicaciones

(S-2747/05)

PROYECTO DE DECLARACION

El Senado de la Nación

DECLARA:

Que expresa su preocupación y repudio por las agresiones verbales y físicas sufridas por los trabajadores de prensa de Tucumán, proferidas por un grupo de personas que pertenecen a Organizaciones Piqueteras, el pasado 19 de agosto de 2005, en ocasión de la visita de la Ministra de Desarrollo Social Alicia Kirchner, atropellando de esta forma a la libertad de información garantizada expresamente por nuestra Constitución Nacional.-

Delia N. Pinchetti de Sierra Morales.- Ricardo A. Bussi.-

FUNDAMENTOS

Señor Presidente:

Los hechos tuvieron lugar el viernes de 19 de agosto del corriente año, donde trabajadores de prensa de la provincia de Tucumán, se aprestaban a cubrir una nota, ante la visita de la Ministra de Desarrollo Social de la Nación Alicia Kirchner, cuando fueron maltratados por personas pertenecientes a la Agrupación Oficialista Barrios de Pie que custodiaban las puertas del Club Villa Luján. Los incidentes y atropellos se produjeron luego de que la hermana del Presidente ingresó al complejo para el acto de cierre de las Jornadas de Jóvenes Nacionales "Argentina".-

Minutos antes de ingresar al complejo deportivo, sobre la misma vereda un grupo de periodistas intentó conversar con la funcionaria, pero la labor era interrumpida por personas que se encontraban en la organización velando por la seguridad, impidiendo el desarrollo de la tarea de la prensa. Fueron evidentes los malos tratos por esta gente que empujaba y golpeaba a los trabajadores de prensa. Incluso desconocieron a un reportero gráfico de la Nación que les advertía que estaba cumpliendo con su trabajo, pero no fue escuchado en ningún momento.

El malestar se generalizó cuando se intentó ingresar por detrás de la funcionaria, y un cordón humano de supuestos organizadores no identificados impidió el paso. Hasta el secretario de Prensa y Difusión de la provincia de Tucumán fue desconocido.

La organización estuvo a cargo de las áreas sociales de la Nación y de la provincia, sin embargo se pudo observar que participaron cientos de militantes del Movimiento de Barrios de Pie.

Nuevamente con estos hechos se deja atrás el Estado de Derecho, en lo que se está volviendo una expresión tan lamentable como reiterada: el avasallamiento de la Libertad de Prensa y de Expresión.

No es nuevo que estas organizaciones, tengan el hábito incorregible de maltratar impunemente a periodistas que no opinan lo que el oficialismo quiere que opinen.

Más allá de cualquier otro análisis o consideraciones que pudiera realizarse de los acontecimientos, es necesario resaltar que agraviar la libertad de prensa es perjudicar no sólo la libertad de informar sino también al poder de decisión de los ciudadanos.

Mi pedido a este Honorable Senado para que se pronuncie contra este maltrato improcedente, injurioso y malintencionado violando nada menos que siete de los 13 postulados que conforman la "Declaración de Principios sobre la Libertad de Prensa" redactada por la Comisión Interamericana de Derechos Humanos de la Organización de Estados Americanos.

Viola el Principio Segundo, que establece: "Toda persona tiene el derecho a buscar, recibir y difundir información y opiniones libremente en los términos que estipula el artículo 13 de la Convención Americana sobre Derechos Humanos. Todas las personas deben contar con igualdad de oportunidades para recibir, buscar e impartir información por cualquier medio de comunicación sin discriminación, por ningún motivo, inclusive los de raza, color, religión, sexo, idioma, opiniones políticas o de cualquier otra índole, origen nacional o social, posición económica, nacimiento o cualquier otra condición social".

Viola el Principio Quinto, que establece: "La censura previa, interferencia o presión directa o indirecta sobre cualquier expresión, opinión o información difundida a través de cualquier medio de comunicación oral, escrito, artístico, visual o electrónico, debe estar prohibida por la ley. Las restricciones en la circulación libre de ideas y opiniones, como así también la imposición arbitraria de información y la creación de obstáculos al libre flujo informativo, violan el derecho a la libertad de expresión".

Viola el Principio Séptimo, que establece: "Condicionamientos previos, tales como veracidad, oportunidad o imparcialidad por parte de los Estados son incompatibles con el derecho a la libertad de expresión reconocido en los instrumentos internacionales".

Viola el Principio Noveno, que establece: "(...) La intimidación y amenaza a los comunicadores sociales (...) viola los derechos fundamentales de las personas y coarta severamente la libertad de expresión. Es deber de los Estados prevenir e investigar estos hechos, sancionar a sus autores y asegurar a las víctimas una reparación adecuada".

Viola el Principio Undécimo, que establece: "Los funcionarios públicos están sujetos a un mayor escrutinio por parte de la sociedad (...)".

Por todo esto, viola además el primero y más básico de estos principios, que establece: "La libertad de expresión, en todas sus formas y manifestaciones, es un derecho fundamental e inalienable, inherente a todas las personas. Es, además, un requisito indispensable para la existencia misma de una sociedad democrática".

Pasar por alto este atropello, y no condenar la conducta, sería también pasar por alto la Declaración Americana sobre los Derechos y Deberes del Hombre y la Convención Americana sobre Derechos Humanos, la Declaración Universal de Derechos Humanos, la Resolución 59(I) de la Asamblea General de las Naciones Unidas, la Resolución 104 adoptada por la Conferencia General de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, La Ciencia y la Cultura (UNESCO), el Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos, así como en otros instrumentos internacionales y, por supuesto y nada menos que nuestra propia Constitución Nacional. Todos estos grandes digestos reconocen que la libertad de expresión es un derecho fundamental.

Sería no reconocer que los principios del Artículo 13 de la Convención Americana sobre Derechos Humanos, ya citada, representan el marco legal al que se encuentran sujetos los Estados Miembros de la Organización de Estados Americanos.

Sería no reafirmar a ese Artículo 13 de la Convención Americana sobre Derechos Humanos, que establece que el derecho a la libertad de expresión comprende la libertad de buscar, recibir y difundir informaciones e ideas sin consideración de fronteras y por cualquier medio de transmisión.

Sería no considerar la importancia de la libertad de expresión para el desarrollo y protección de los derechos humanos; ni el papel fundamental que le asigna la Comisión Interamericana de Derechos Humanos; ni el pleno apoyo con que contó la creación de la Relatoría para la Libertad de Expresión, como instrumento fundamental para la protección de este derecho en el hemisferio, en la Cumbre de las Américas celebrada en Santiago de Chile.

Sería no reafirmar que los principios de la Declaración de Chapultepec constituyen un documento básico que contempla las garantías y la defensa de la libertad de expresión, la libertad e independencia de la prensa y el derecho a la información.

Y sería no reconocer la necesidad de proteger efectivamente la libertad de expresión en nuestro país ni en las provincias que la componen.

Pero, y fundamentalmente, que este honorable Senado guarde silencio frente a este hecho ominoso, equivale a decir a que tampoco nos importan los vergonzantes atentados contra la libertad de prensa.

Esta nueva agresión a la prensa nos exige un firme y decidido compromiso de investigar y repudiar los actos vandálicos, determinando quiénes son los responsables de estas agresiones, los que deberán responder sus culpas ante la Justicia y la sociedad.

Sólo así podremos descansar con la conciencia tranquila por estar contribuyendo desde las acciones del presente a garantizar el porvenir de las futuras generaciones.

Por consiguiente, se hace necesario enarbolar la bandera de la libertad y defender los principios y garantías consagrados en nuestra Constitución Nacional; tratando de realizar todas las acciones tendientes a esta situación de inseguridad a la que muchas veces es sometida la ciudadanía, por estas acciones, manifiestamente delictivas y que provienen de grupos intolerantes que todavía no han aprendido el valor de la democracia

La intolerancia de los que abusan del poder no puede ser mirada de reojo por este cuerpo. La solidaridad con las víctimas de esos intolerantes no puede esperar hasta mañana. Por eso ruego a mis pares que me acompañen con su voto favorable el presente proyecto de declaración.

Delia N. Pinchetti de Sierra Morales.- Ricardo A. Bussi.-