Número de Expediente 270/07

Origen Tipo Extracto
270/07 Senado De La Nación Proyecto De Declaración CAPARROS : PROYECTO DE DECLARACION ADHIRIENDO AL DIA MUNDIAL DE LA METEOROLOGIA , A CELEBRARSE EL 23 DE MARZO DE CADA AÑO Y OTRAS CUESTIONES CONEXAS .
Listado de Autores
Caparrós , Mabel Luisa

Fechas en Dir. Mesa de Entradas

MESA DE ENTRADAS DADO CUENTA Nº DE D.A.E.
14-03-2007 28-03-2007 12/2007 Tipo: NORMAL

Fecha de Ingreso a Dir. Gral. de Comisiones

DIR. GRAL. de COMISIONES INGRESO DEL DICTAMEN A LA MESA DE ENTRADAS
20-03-2007 SIN FECHA

Giros del Expediente a Comisiones

COMISIÓN FECHA DE INGRESO FECHA DE EGRESO

ORDEN DE GIRO: 1
20-03-2007 28-03-2007

ENVIADO AL ARCHIVO : 10-05-2007

Resoluciones

SENADO
FECHA DE SANCION: 28-03-2007
SANCION: APROBO
COMENTARIO: SOBRE TABLAS
NOTA:SE AP. TEXTO UNIF. CONJ. S. 203, 366/07
En proceso de carga
Senado de la Nación
Secretaría Parlamentaria
Dirección Publicaciones

(S-270/07)

PROYECTO DE DECLARACIÓN

El Senado de la Nación

DECLARA:

1°) Su entusiasta adhesión al ¿Día Mundial de la Meteorología¿ a celebrarse el 23 de marzo de cada año, e instituído por la Asamblea General de las Naciones Unidas en reconocimiento al aporte de esta ciencia en el desarrollo de la humanidad y en ocasión de cumplirse el 57° Aniversario de la creación de la Organización Meteorológica Mundial.

2°) Su reconocimiento a los hombres y mujeres argentinos que integran el Servicio Meteorológico Nacional, quienes contribuyen con su esfuerzo a la prevención de desastres y aportan su profesionalismo para el desarrollo de esta ciencia en nuestro país.

Mabel L. Caparros.

FUNDAMENTOS

Señor Presidente:

Grande ha sido el aporte de la meteorología en el desarrollo de la humanidad al punto de ser innumerables los desastres y fracasos sufridos por los países que intentaron llevar adelante planes no evaluados en su factibilidad técnica por meteorólogos.

De acuerdo con la Organización Meteorológica Mundial se estima que los desastres naturales cobran anualmente cerca de 250.000 vidas humanas y producen daños materiales que oscilan entre 50 mil y 100 mil millones de dólares. Tan sólo en 2005 la Organización de las Naciones Unidas (ONU) reportó que más del 89 por ciento de las víctimas obedecieron a catástrofes relacionadas con sequías, inundaciones y vendavales.

Los daños por inundación, se acentúan por la presencia de asentamiento humanos en zonas propensas a inundaciones como los cauces naturales en zonas bajas, y son más severos porque el agua se concentra rápidamente y en mayor volumen a consecuencia de la pérdida de la cobertura vegetal originada por la deforestación. En contraste, cuando la escasez de lluvia se mantiene durante períodos prolongados se generan sequías que afectan el abastecimiento de agua a las poblaciones, produciendo daños a la agricultura, ganadería y otras actividades económicas.


Ante este panorama, impulsar una cultura de la prevención es fundamental, porque las personas requieren conocer cuáles fenómenos meteorológicos u oceanográficos pueden afectar cada año la región donde viven y qué medidas de seguridad habrán de tomar ante el embate de éstos. En ese sentido, la observación y monitoreo del estado del tiempo, así como los programas preventivos realizados por la Organización Meteorológica Mundial y los Servicios Meteorológicos e Hidrológicos Nacionales -como el Servicio Meteorológico Nacional en el caso de Argentina- adquieren especial relevancia, ya que posibilitan alertar oportunamente a las autoridades y ciudadanía sobre el origen, evolución, intensidad y trayectoria de los fenómenos hidro- meteorológicos extremos.

Desde tiempos pretéritos el hombre ha sabido conjugar su sed de progreso y conocimiento con la necesidad de comprobación científica respecto de sus teorías y postulados. Mientras que la ignorancia afirma o niega rotundamente, la ciencia duda, replantea y cuestiona para finalmente convertirse en la estética de la inteligencia. Sin duda, ciencia, tecnología, comunicación y educación son los cuatro pilares básicos donde se asienta el desarrollo de las naciones y sus pueblos.

Luis Pasteur dijo en una oportunidad que la ciencia era el alma de la prosperidad de las naciones y la fuente de vida de todo progreso. Pese a ello, uno de los problemas acuciantes a nivel mundial en el momento actual, es la indefinición acerca de cómo hacer un uso eficaz de los recursos científicos y tecnológicos para acelerar el desarrollo socioeconómico. Un ejemplo palmario es el desaprovechamiento de la ciencia meteorológica y de su tecnología, debido al desconocimiento que existe acerca de sus alcances y de su rol preponderante como factor de expansión económica.

La Asamblea General de la Organización de Naciones Unidas ha efectuado un audaz relevamiento cuyo resultado resulta cuanto menos alarmante. Los países con menor grado de desarrollo no tienen plena conciencia del soporte que la meteorología puede brindar para aminorar e inclusive evitar desequilibrios socioeconómicos producidos por un desastre natural. En cambio, los países altamente industrializados tienen en claro las ingentes pérdidas que el eficaz aprovechamiento de la meteorología puede evitar, así como las ganancias que su correcto uso puede llegar a redituar. Así se acepta totalmente la contribución de esta ciencia para racionalizar la agricultura, para el aprovechamiento del agua o para la ejecución de grandes obras de infraestructura.

Con el objeto de rediseñar políticas encaminadas a facilitar el acceso de todos los países del orbe al aprovechamiento de esta rama del conocimiento científico, de vital importancia para la optimización de los recursos económicos y naturales de las naciones, la Asamblea General de las Naciones Unidas ha instituído el día 23 de marzo como ¿Día Mundial de la Meteorología¿. Ello en conmemoración de la firma en 1950 del Convenio de creación de la Organización Meteorológica Mundial (OMM), como organismo intergubernamental especializado de Naciones Unidas, para asegurar la cooperación internacional en materia meteorológica. Precisamente se celebrará en el 2007 el 57° Aniversario de la creación de la Organización Meteorológica Mundial.

Fenómenos meteorológicos como el Niño, la Niña, huracanes, ciclones tropicales, sequías, nevadas e inundaciones son eventos que golpean sin distinción las diversas regiones del planeta, y al presentarse cíclicamente, sus efectos devastadores ponen de manifiesto que la humanidad sigue siendo vulnerable frente a ellos.

Dan cuenta de esto el dramático e irreparable error cometido en la destrucción de la selva amazónica; los intentos fallidos de cultivos intensivos de especies en lugares inadecuados; la destrucción de obras por la acción de fuertes vientos, colapsos de represas y obras hidroeléctricas por causa de ríos en crecida, etc. En la mayoría de los países se han instalado industrias pesadas o asentamientos urbanos sin tener en cuenta aspectos meteorológicos tales como la radiación, fuentes contaminantes o vientos prevalecientes.

Esta falta de previsión y de asesoramiento adecuado lleva a quienes diseñan políticas urbanísticas y sociales a trabajar en contra de los fenómenos meteorológicos en lugar de tratar de estudiarlos y de ajustarse a ellos. Las estadísticas de muerte y destrucción por catástrofes naturales demuestran que las decisiones tardías no sirven para evitar las altas pérdidas que muchas veces afectan a toda una nación. Así por falta de asesoramiento nuestro país ha privatizado las líneas ferroviarias, sin prever quién se hará cargo de las redes de observación pluviométricas que funcionaban en las estaciones ferroviarias, monitoreando las escalas de precipitaciones en todo el territorio nacional.

En el otro extremo, existen determinados países donde la obligatoriedad del asesoramiento meteorológico tiene fuerza legal. En Israel, por ejemplo, las compañías aseguradoras exigen el aval de un informe meteorológico para el aseguramiento de cosechas en determinados lugares.

Esto demuestra que en muchos países existe una conciencia clara del aporte benéfico de esta ciencia en el desarrollo y progreso socio económico de las naciones. Es necesario que ese conocimiento se expanda y sus beneficios puedan ser aquilatados aún por las naciones menos desarrolladas del mundo, quienes a través de tristes experiencias, saben que cuesta mucho menos prever un desastre que tratar de solucionarlo o mitigar sus consecuencias, una vez que éste se ha producido.

Por los motivos expuestos y haciendo propicia esta ocasión para rendir un merecido homenaje a los hombres y mujeres que integran nuestro Servicio Meteorológico Nacional, solicito de mis pares la aprobación del presente Proyecto de Declaración.


Mabel L. Caparros.