Número de Expediente 2699/06
N° | Origen | Tipo | Extracto |
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2699/06 | Senado De La Nación | Proyecto De Declaración | MENEM : PROYECTO DE DECLARACION ADHIRIENDO AL HOMENAJE EN MEMORIA DE MONSEÑOR ENRIQUE A . ANGELELLI , FALLECIDO EL 4 DE AGOSTO DE 1976 , EN LA RIOJA .- |
Listado de Autores |
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Menem
, Carlos Saúl
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Fechas en Dir. Mesa de Entradas
MESA DE ENTRADAS | DADO CUENTA | Nº DE D.A.E. |
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01-08-2006 | 09-08-2006 | 121/2006 Tipo: NORMAL |
ENVIADO AL ARCHIVO : 07-09-2006
Resoluciones
SENADO |
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FECHA DE SANCION: 02-08-2006 |
SANCION: APROBO |
COMENTARIO: SOBRE TABLAS |
APROBADO COMO: Proyecto de Declaracion |
NOTA:SE AP. UN PD CONJ. S. 2685,2210,2495,2669/06 |
En proceso de carga
Senado de la Nación
Secretaría Parlamentaria
Dirección de Publicaciones
(S-2699/06)
PROYECTO DE DECLARACIÓN
El Senado de la Nación
DECLARA:
Su adhesión al homenaje a la memoria de Monseñor Enrique Ángel Angelelli, fallecido el 4 de agosto de 1976 en la Provincia de La Rioja.
Carlos S. Menem.-
FUNDAMENTOS:
Señor Presidente:
Enrique Angel Angelelli nació el 17 de julio de 1923 en la Provincia de Córdoba. A los 15 años, ingresó al Seminario Metropolitano Ntra. Señora de Loreto y al iniciar el segundo año de teología, fue enviado a Roma para completar sus estudios. En 1949 fue ordenado sacerdote y continuó sus estudios en la Pontificia Universidad Gregoriana de Roma hasta obtener la Licenciatura en Derecho Canónico. De regreso a Córdoba comenzó su labor pastoral como Vicario Cooperador en la Parroquia San José de Bº Alto Alberdi y como Capellán del hospital Clínicas. El encuentro con la realidad de los marginados fue haciendo crecer en él la predilección por el servicio a los pobres.
El 12 de diciembre de 1960 fue designado por el Papa Juan XXIII, Obispo Titular de Listra y Auxiliar de Córdoba, y el 20 del mismo mes fue nombrado Vicario general de la Arquidiócesis. El 12 de marzo de 1961 recibió su consagración episcopal en la Catedral de Córdoba, que se vio abarrotada de obreros y gente humilde.
En agosto de 1968 fue designado por Pablo VI como Obispo de La Rioja, el mismo día en que se iniciaban las deliberaciones en Medellín del Episcopado Latinoamericano. Angelelli quiso ser un riojano más y lo consiguió visitando continuamente instituciones, comunidades, barrios y poblados riojanos.
Luego del golpe de estado del 24 de marzo de 1976 se produjo un control y seguimiento a los miembros de la iglesia, en el marco de la represión desatada por la dictadura militar. Monseñor Angelelli levantó su voz para denunciar las violaciones a los derechos humanos e hizo conocer al episcopado la persecución de que era objeto la iglesia en La Rioja. Hizo gestiones ante las autoridades militares, incluso ante el Comandante del III Cuerpo de Ejército, Luciano B. Menéndez. "El que se tiene que cuidar es usted", amenazó el militar. Ante la inseguridad, Angelelli aconsejó a sacerdotes, religiosos y laicos abandonar la Diócesis para protegerlos, pero no aceptó la invitación de Obispos latinoamericanos para un encuentro en Quito, Ecuador. "Tengo miedo, pero no se puede esconder el Evangelio debajo de la cama", confesó
sus familiares que vislumbraban el trágico final.
Según lo expuesto por el juez instructor, el día 4 de agosto de 1976, el obispo Angelelli emprendió el regreso en una camioneta desde la ciudad de Chamical, acompañado por el sacerdote Arturo Pinto. El juez de la causa dio por probado que la camioneta que guiaba el obispo fue alcanzada por un automóvil de color claro, aparentemente un Peugeot 404, sobre la Ruta Nacional N° 38 Km. 106, en las cercanías de la localidad de Punta de los Llanos, siendo alrededor de las 15 horas.
Según manifestaciones del sacerdote acompañante, el citado automóvil realizó una maniobra brusca, como si tratara de encerrar al vehículo donde viajaban, produciéndose pocos instantes después una explosión.
De acuerdo a lo que concluye el juez interviniente, la camioneta se desplazó a la banquina derecha, para volver a la ruta unos 80 metros más adelante, y terminar volcando. A consecuencia de ello se produjo la muerte del Padre Obispo Angelelli, quedando tendido el cuerpo a unos veinticinco metros del lugar en que quedó la camioneta.
Es indudable que las circunstancias de su muerte fueron absolutamente confusas, existiendo serios indicio de que se trató de un homicidio.
Pero lo fundamental es que se perdió a un religioso consustanciado con la problemática social e injustamente perseguido por la dictadura, por lo que resulta necesario rendir homenaje a su memoria.
Por las razones expuestas solicito la aprobación del presente Proyecto de Declaración.
Carlos S. Menem.-