Número de Expediente 2669/06

Origen Tipo Extracto
2669/06 Senado De La Nación Proyecto De Resolución BAR: PROYECTO DE RESOLUCION RINDIENDO HOMENAJE A MONSEÑOR ENRIQUE ANGELELLI OBISPO DE LA RIOJA, FALLECIDO EL 5 DE AGOSTO DE 1976.
Listado de Autores
Bar , Graciela Yolanda

Fechas en Dir. Mesa de Entradas

MESA DE ENTRADAS DADO CUENTA Nº DE D.A.E.
27-07-2006 02-08-2006 119/2006 Tipo: NORMAL

Fecha de Ingreso a Dir. Gral. de Comisiones

DIR. GRAL. de COMISIONES INGRESO DEL DICTAMEN A LA MESA DE ENTRADAS
31-07-2006 SIN FECHA

Giros del Expediente a Comisiones

COMISIÓN FECHA DE INGRESO FECHA DE EGRESO

ORDEN DE GIRO: 1
31-07-2006 02-08-2006
DE RELACIONES EXTERIORES Y CULTO
ORDEN DE GIRO: 2
31-07-2006 02-08-2006

ENVIADO AL ARCHIVO : 07-09-2006

Resoluciones

SENADO
FECHA DE SANCION: 02-08-2006
SANCION: APROBO
COMENTARIO: SOBRE TABLAS
APROBADO COMO: Proyecto de Declaracion
NOTA:SE AP. UN PD CONJ. S. 2685,2210,2495,2699/06
En proceso de carga

Senado de la Nación
Secretaría Parlamentaria
Dirección de Publicaciones

(S-2669/06)

PROYECTO DE RESOLUCION

El Senado de la Nación

RESOLUCION

Rinde su homenaje a Monseñor Enrique Angellelli, fallecido el 5 de agosto de 1976, en La Rioja, Obispo que tuvo un gran protagonismo religioso y social y adhiere al reclamo de Verdad y Justicia en la causa.

Graciela Bar.

FUNDAMENTOS

Señor Presidente:

El 4 de agosto de este año se cumplen treinta años del fallecimiento de monseñor Enrique Angelelli. Esta figura, este luchador, este poeta, ha logrado cada vez mayor reconocimiento dentro y fuera de la República.

Comenzó su tarea en Córdoba, donde pasó por muchas instituciones trabajando por los jóvenes católicos, por los jóvenes universitarios, por los jóvenes de los sindicatos, por los jóvenes barriales, por los humildes y por todos aquellos que de una u otra manera aspiraban por algo distinto.

Uno de los frutos de su labor fue su consagración como obispo en el año 1961. Su nombramiento constituyó un hecho inédito en la catedral de Córdoba, lugar que fue colmando y abarrotado, sobrepasada su capacidad por gente humilde, obreros y trabajadores que nunca antes habían llegado allí para ninguna de las celebraciones que normalmente se llevaban a cabo.

Fue también en Córdoba donde tuvo participación en distintas luchas gremiales y sectoriales, otro hecho sin precedentes para alguien que predicaba el culto católico en esa época. No tardó mucho tiempo en generarse algún tipo de reacción por parte de los sectores radicales y católicos más conservadores y reaccionarios de aquel entonces, quienes lo fueron minando, aislando y tratando de poner piedras en el camino de su tarea pastoral, de su Evangelio y de la forma que él tenía de interpretar la doctrina de Dios.

Luego, llegó a La Rioja, se desconoce bajo qué circunstancia, si se trató de una sanción o de una manera de aislarlo de ese movimiento que se estaba generando en torno de él en Córdoba. Llegó con un aspecto humilde, a trabajar muy arduamente; denunciando a los poderosos por los flagelos imperantes en aquellos momentos.

Pero también trabajó en el interior, en lugares donde nunca antes se había llegado, formando cooperativas y mutuales, tratando de que aquellos campesinos, trabajadores y pequeñas y medianas mutuales lograsen un mejor retorno o resultado por su trabajo.

Esto ocurrió hace cuarenta años, y fue muy cuestionado en aquel entonces. Sufrió una de las mayores persecuciones por esta prédica -que hoy ya nadie discute- de la importancia de las cooperativas de trabajadores, de las mutuales, de los objetivos que ellas tienen y de los resultados que sin duda brinda el esfuerzo mancomunado. Sin embargo, tenía un gran acompañamiento de la sociedad y de los jóvenes.

Para aislarlo de la gente se llegó a expulsarlo de algunos lugares donde iba a pregonar a favor de las cooperativas y de este tipo de trabajo; incluso, llegaron a prohibir la emisión de la misa dominical, que se difundía por LV 14 . Él sostenía que había que caminar con un oído puesto en el Evangelio, pero con el otro puesto en el pueblo. Todo eso lo llevó -en un marco de confraternidad y amor- a brindar su lucha pastoral.

Angelelli había visitado Roma en uno de los viajes motivados por su ocupación sacerdotal. Ahí le dijeron que no debía regresar al país, porque su nombre figuraba en la lista de la Triple A. Lejos de hacerles caso volvió a la Argentina. Fue ahí cuando reunió a sus colaboradores y planteó los lineamientos de trabajo para 1975. Lo hizo sobre la base de trabajar junto al pueblo, hacia el pueblo y tratando de lograr la integración y la protección de los riojanos.

Angelelli se les escapaba de las manos, con lo que él había construido. La existencia de persecuciones, de torturas, de secuestros y de cárceles lo llevaron a levantar la voz, en primer lugar, para hacer llegar esa voz y ese reclamo a la jerarquía eclesiástica de la Argentina.

Precisamente esa jerarquía miraba para otro lado, no actuó en consecuencia y no dio la cobertura que el obispo estaba pidiendo. Siguió luchando y trabajando, haciendo oír su voz ante las autoridades militares de ese entonces. Así fue que en una reunión llegó hasta el propio Luciano Benjamín Menéndez. Mientras Angelelli le planteaba la situación, el militar le respondió en un tono poco cortés y amenazante que quien debía cuidarse era él.

Dentro de ese marco logró invitaciones de muchos obispos de Latinoamérica que en cada caso le advertían que tenía que proteger su figura. Pero no les hizo caso. Reconocía su miedo pero decía que no podía dejar el Evangelio debajo de la cama.

El 4 de agosto de 1974, cuando monseñor Angelelli volvía del novenario de curas junto al padre Pinto, volcó el vehículo en el que viajaba el obispo y con posterioridad, apareció muerto. No tardó la dictadura en caratular la causa como ¿accidente automovilístico¿, cuando existe la certeza en la causa instruida por el juez Oyola, de Chamical, de que hubo un asesinato, porque existió premeditación.

El verdadero homenaje que le podemos rendir al obispo Angelelli es reabrir la causa que duerme en los juzgados federales de Córdoba y así lograr la verdad y justicia que todos buscamos para vivir en paz.

Por todo ello solicito a mis pares la aprobación del presente proyecto.

Graciela Bar.