Número de Expediente 2650/06
N° | Origen | Tipo | Extracto |
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2650/06 | Senado De La Nación | Proyecto De Declaración | RODRIGUEZ SAA: PROYECTO DE DECLARACION RINDIENDO HOMENAJE AL ANIVERSARIO DE LA CREACION DE LA UNIVERSIDAD DE BUENOS AIRES A CELEBRARSE EL 12 DE AGOSTO. |
Listado de Autores |
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Rodríguez Saá
, Adolfo
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Negre de Alonso
, Liliana Teresita
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Fechas en Dir. Mesa de Entradas
MESA DE ENTRADAS | DADO CUENTA | Nº DE D.A.E. |
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27-07-2006 | 02-08-2006 | 119/2006 Tipo: NORMAL |
Fecha de Ingreso a Dir. Gral. de Comisiones
DIR. GRAL. de COMISIONES | INGRESO DEL DICTAMEN A LA MESA DE ENTRADAS |
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31-07-2006 | SIN FECHA |
Giros del Expediente a Comisiones
COMISIÓN | FECHA DE INGRESO | FECHA DE EGRESO |
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ORDEN DE GIRO: 1 |
31-07-2006 | 29-02-2008 |
EL EXPEDIENTE CADUCO EL 29-02-2008
ENVIADO AL ARCHIVO : 30-06-2008
OBSERVACIONES |
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INCORPORACION FIRMA NEGRE DE ALONSO 01/08/06 |
En proceso de carga
Senado de la Nación
Secretaría Parlamentaria
Dirección de Publicaciones
(S-2650/06)
PROYECTO DE DECLARACION
El Senado de la Nación
DECLARA:
Su reconocimiento y homenaje ante un nuevo aniversario de la creación de la Universidad de Buenos Aires, inaugurada el 12 de agosto de 1821, que ha sido desde entonces el centro académico, cultural y científico por excelencia, cuna de generaciones de profesionales que han escrito páginas señeras en la Historia de nuestro país y que por su reconocimiento nacional e internacional es un orgullo para nuestra cultura.
Adolfo Rodríguez Saa.
FUNDAMENTOS
Señor Presidente:
Una vez más, como lo hace desde 185 años, la Universidad de Buenos Aires celebra un nuevo aniversario de su creación. Como desde aquel lejano 12 de Agosto de 1821, que por la idea del Dr. Bernardino Rivadavia como Ministro de Gobierno de la Provincia de Buenos Aires decidiera su apertura como Universidad Provincial y que luego en 1881 se convirtiera ya en la Universidad Nacional que hoy todos conocemos, la histórica Universidad de Buenos Aires viene desde entonces mostrando los caminos del magnífico centro académico, cultural y científico en que se convirtió con el paso de los años y el orgullo de haber forjado la enorme cantidad de generaciones de estudiantes que han pasado por esa Alta Casa de Estudios.
Tengo el honor de haber sido uno de esos miles de estudiantes que se forjaron con el conocimiento sabiamente impartido por los grandes profesores que poblaron sus aulas desde siempre, ya que he egresado como Abogado de la señera Facultad de Derecho y Ciencias Sociales de la Universidad de Buenos Aires, en el año 1971.
Ha sido la Universidad de Buenos Aires, desde su creación, un polo de irradiación cultural. Los cambios operados en el conocimiento científico europeo, en la mitad del siglo XIX, transformaron la concepción sobre la investigación científica, encontrando su lugar en la institución universitaria. Esta innovación se fue afianzando paulatinamente en la universidad argentina a medida que fue disponiendo de los medios necesarios para su desarrollo.
A través de la Universidad, hacia fines del siglo XIX se comienzan a crear institutos y museos como centros de investigación que serán fundamentales luego en el desarrollo de la universidad profesionalista y científica en que se convierte la Alta Casa de estudios. Ejemplo de ello lo tenemos en el Instituto de Patología, creado por Telémaco Susini en 1887, el Museo de Farmacobotánica creado por Juan A. Domínguez en 1900; el Instituto de Clínica Médica fundado por Luis Agote en 1913 y el de Fisiología cuyo primer director fue el Dr. Houssay en 1919.
Vivió muy temprano la Universidad de Buenos Aires los aires de la Reforma, movimiento que bregaba por la democratización de la casa de estudios y por la modernización del conocimiento. Es así como se sanciona un nuevo estatuto universitario en 1906 donde se conformaban consejos de carácter electivo, con profesores con derecho a voto, reemplazando de esa forma las antiguas estructuras de ¿academias¿ con miembros vitalicios.
En este movimiento quedaron plasmados los valores que aún hoy son parte de la tradición universitaria argentina en cuanto hace al gobierno y las funciones: autonomía y democracia; docencia, investigación científica y extensión universitaria. Es con el nuevo Estatuto que se dicta en 1918 que se adopta el aún hoy vigente sistema de representación tripartita, reivindicado por el Movimiento Estudiantil.
La Reforma de 1918 renueva planes de estudio, cambia las formas de transmisión del conocimiento y crea nuevos espacios para investigar, siendo la puerta de entrada para el establecimiento de una universidad científica que habrá de revolucionar las mentes universitarias de aquella época.
El primer rector elegido según la Reforma de 1918 fue el Dr. José Arce (1922/1926) sucedido en el Rectorado por el Dr. Ricardo Rojas.
Difíciles fueron esos años en el proceso reformista de la Universidad de Buenos Aires. Las Facultades de Medicina y Derecho lideraron siempre los cambios, pero por supuesto no se tuvo un camino directo hacia la creación de conocimientos, sino uno lleno de avances y retrocesos, de pujas de intereses marcados por la resistencia al cambio e incluso por la intervención del poder político. Se tuvo también el apoyo de intelectuales y científicos extranjeros que, como Ortega y Gasset, Le Corbousier y Luis Jiménez de Asua, ayudaron en el proceso de modernización de la Universidad. De la aparente convivencia de los años anteriores se pasa a una intransigencia a los cambios que se hace más evidente a partir del golpe del año 1930.
En ese entonces, a pesar de la crisis política y económica que atravesaba el país, la Universidad de Buenos Aires tiene la capacidad de mantenerse viva, permitiendo el desarrollo de los espacios de innovación construidos y la realización de proyectos como el nuevo edificio de la Facultad de Medicina y el inicio de la sede neoclásica de la Facultad de Derecho, inaugurada por el General Juan D. Perón en su primera Presidencia.
Gracias a esas políticas modernistas, la Universidad de Buenos Aires muestra únicamente progresos a partir de ese período: la creación de las Facultades de Odontología en 1946, de Arquitectura en 1947 y de Ingeniería en 1952 es una muestra de ello.
Ha sido históricamente la Universidad de Buenos Aires cuna de luchas y de conflictos políticos que han comprendido la práctica totalidad de los gobiernos que se han sucedido en nuestro país desde 1943. Sin embargo, como un acuerdo básico, siempre la necesidad de modernización ha permitido el trabajo conjunto y fecundo de todos sus integrantes.
Mantuvo la Universidad de Buenos Aires un acelerado ritmo de actualización científica que abarcó la actualización de todas sus bibliotecas, la creación de nuevas carreras y el desarrollo de nuevos planes de estudio que implicaron la creación de equipos de investigación en institutos y el reforzamiento de áreas de conocimiento poco desarrolladas en nuestro país.
La renovación pedagógica, la modernización científica, el impulso dado a la extensión universitaria han tenido un lugar relevante con la creación de la Editorial Universitaria (EUDEBA) como así también las creaciones institucionales no universitarias como el Instituto Nacional de Tecnología Agrícola (INTA), el de Tecnología Industrial (INTI) y el Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (CONICET).
La creación de la carrera de Investigador Científico que ofreció la posibilidad de la profesionalización en la materia, resultó en la conformación de una fuerte identificación institucional. Se llegó así al nuevo perfil del investigador-docente y al compromiso de las autoridades con la modernización, al establecimiento de becas que propiciaron la formación a nivel nacional e internacional de los egresados, a la organización del trabajo académico que permitiera con mayor facilidad la formación de equipos logrando de esa forma contactos e intercambios que favorecieron la articulación entre docencia e investigación.
Con el pleno apoyo del Rector Risieri Frondizi, emblema de la modernización de los ¿60, se construye el hoy edificio de la Ciudad Universitaria de Nuñez, y se avanza en materia tecnológica con la llegada de ¿Clementina¿, la primera computadora, que instalada en el Instituto del Cálculo habría de marcar un hito en la renovación y actualización del material científico.
Fue la Universidad de Buenos Aires cabeza de la Resistencia a las dictaduras que asolaran el país. En tal sentido recordamos la intervención violenta de los militares en la Universidad, conocida como ¿La Noche de los Bastones Largos¿ que quebró brutalmente la experiencia de la transformación y modernización universitaria de la época, ocurrida en el golpe de Estado de 1966.
Tristemente vimos también como la dictadura militar de 1976 impuso la represión en los claustros universitarios, con desaparecidos, presos y exiliados; con libros de texto prohibidos y destruidos, con teorías e ideas censuradas y anuladas.
Los últimos 23 años de democracia en nuestro país han mostrado una Universidad de Buenos Aires que ha debido reorganizar su gobierno universitario como su reconstrucción académica. Los gobiernos democráticos devuelven a las Universidades Nacionales su autonomía y co-gobierno. Se normaliza la institución. Se eligen sus autoridades democráticamente a través de sus claustros.
Se han renovado en estos últimos años los planes de estudio, se crearon nuevas carreras como Ciencias Políticas y Ciencias de la Comunicación, Sociología, Trabajo Social y Relaciones de Trabajo que hoy conforman la Facultad de Ciencias Sociales. Se eleva la carrera de Psicología a la categoría de Facultad. Se diversificó la oferta educativa adecuándola a las nuevas tecnologías. Se han multiplicado los cursos de Posgrado, una vieja deuda de la Universidad.
Ha vuelto a ser la Universidad de Buenos Aires un centro de investigación por excelencia, lo que diera paso a la creación de la Secretaría de Ciencia y Técnica, la implementación de becas para graduados y los financiamientos para investigación.
En suma: es la Universidad de Buenos Aires un motivo de orgullo para todos nosotros, un ejemplo para toda América Latina y para el mundo. Un lugar donde estudiantes de diversos países llegan con sus ilusiones para forjarse un futuro mejor, posible por la excelencia de sus cuadros de profesores e investigadores, por su desarrollo tecnológico y por la diversidad de las carreras que en esta Universidad se dictan.
Todos estos motivos hacen que este nuevo Aniversario de la creación de la Universidad de Buenos Aires merezca nuestro homenaje y es por ello que pedimos a nuestros Pares que nos acompañen con la aprobación del Proyecto de Declaración que acompañamos.
Adolfo Rodríguez Saa.