Número de Expediente 261/05
N° | Origen | Tipo | Extracto |
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261/05 | Senado De La Nación | Proyecto De Declaración | CAPARROS : PROYECTO DE DECLARACION ADHIRIENDO AL DIA MUNDIAL DE LUCHA CONTRA LA TUBERCULOSIS QUE SE CELEBRA EL 24 DE MARZO DE CADA AÑO . |
Listado de Autores |
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Caparrós
, Mabel Luisa
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Fechas en Dir. Mesa de Entradas
MESA DE ENTRADAS | DADO CUENTA | Nº DE D.A.E. |
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09-03-2005 | 16-03-2005 | 13/2005 Tipo: NORMAL |
Fecha de Ingreso a Dir. Gral. de Comisiones
DIR. GRAL. de COMISIONES | INGRESO DEL DICTAMEN A LA MESA DE ENTRADAS |
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14-03-2005 | 15-04-2005 |
Giros del Expediente a Comisiones
COMISIÓN | FECHA DE INGRESO | FECHA DE EGRESO |
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ORDEN DE GIRO: 1 |
15-03-2005 | 15-04-2005 |
ENVIADO AL ARCHIVO : 16-05-2005
Resoluciones
SENADO |
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FECHA DE SANCION: 25-04-2005 |
SANCION: Com.Art106 |
COMENTARIO: |
NOTA:DESPACHO 56,JUNTO C/S.-484/05 |
En proceso de carga
El Senado de la Nación
Secretaría Parlamentaria
Dirección Publicaciones
(S-261/05)
PROYECTO DE DECLARACIÓN
El Senado de la Nación
DECLARA:
1º) Su adhesión al Día Mundial de lucha contra la Tuberculosis, instituido por la
Organización Mundial de la Salud y que se celebra el 24 de marzo de cada año, con el objeto
de establecer estrategias de lucha contra esta pandémica enfermedad a nivel mundial.
2º) La necesidad de una estrecha colaboración entre los programas nacionales de control de
Tuberculosis-TBC y las comunicaciones periódicas con la comunidad sanitaria internacional
para tratar de revertir las gravísimas consecuencias de esta enfermedad, de indudable
importancia para la salud mundial.
Mabel L. Caparrós.-
FUNDAMENTOS
Señor Presidente:
La Tuberculosis aumentó en proporciones epidémicas en los últimos 15 años y esta situación
motivó que en el año 1993 se declarara una emergencia de carácter mundial. Actualmente se
calcula que, durante el decenio 1990-2000, murieron a causa de esta enfermedad unos treinta
millones de personas, de las cuales un millón doscientas mil son oriundas de América Latina
y el Caribe. Desgraciadamente y según los datos suministrados por la Organización Mundial
de la Salud y la Organización Panamericana de la Salud, la incidencia no ha variado en los
últimos años.
Por ello y con el apoyo enérgico de otros foros regionales sobre el tema como la
Organización Panamericana de la Salud, la Organización Mundial de la Salud se dispone a
celebrar nuevamente el Día Mundial de Lucha contra la Tuberculosis, el cual fuera
instituido y adoptado en la agenda internacional de Naciones Unidas el 24 de marzo de cada
año. La Tuberculosis (TBC) aparece conforme las estadísticas más recientes como una
situación de alarmantes consecuencias para la salud a nivel mundial y ello justifica las
amplias campañas de concientización y difusión de las causas, medios de transmisión y
contagio de esta terrible enfermedad.
Básicamente la estrategia consiste en el desarrollo y radiodifusión de los contenidos de la
campaña del Día Mundial de la Tuberculosis dirigido principalmente al público en general.
Esto implica que la audiencia primaria será la sociedad civil y los medios de comunicación,
mientras que los líderes gubernamentales y los tomadores de decisiones en salud serán una
audiencia secundaria. Esto implica el desarrollo de material enfocado a lograr la
participación de los medios de comunicación en la campaña que se inicia el 24 de marzo y
que se espera se prolongue durante todo el año. Finalmente se pretende revitalizar el
compromiso político regional y local a través de invitaciones dirigidas a los líderes
gubernamentales del más alto nivel para que participen en las actividades planeadas durante
toda la campaña anual.
Hasta el presente la participación de los medios de comunicación ha tenido un impacto
modesto sobre el nivel de difusión entre la comunidad y ello se ve agravado por la
circunstancia de que hasta ahora, el aporte logrado de este sector social ha sido menos que
óptimo. Los lemas de campaña han sido históricamente dirigidos a la comunidad con
tuberculosis y a las personas que participan directamente en los programas de control de la
enfermedad, pero no a la comunidad en general. Además, se ha usado terminología muy técnica
que no facilita su difusión entre el público general.
Este año la OMS intenta acercar a todas las personas hacia la conciencia real de la
problemática y el riesgo, para que el acto de respirar sea tan esencial como valorado por
todos. Existe una conexión inseparable entre el acto de respirar y la vida misma. En
efecto, la respiración es un acto humano fundamental, pero adicionalmente, el acto de
respirar está asociado estrechamente con la tuberculosis. Los esfuerzos internacionales
están encaminados a transmitir el sentido de urgencia y poner de manifiesto el riesgo al
que todos estamos expuestos, debiendo efectuarse en el tratamiento del tema los ajustes
necesarios a los contextos locales y prioridades nacionales de cada país.
Los objetivos que la OMS intenta alcanzar son esencialmente tres: Transmitir un sentido de
urgencia al movimiento mundial que lucha contra la tuberculosis y acelerar los esfuerzos de
todos los interesados para alcanzar las metas hacia finales del 2005; catalizar y estimular
la participación de la sociedad civil y así construir un mayor compromiso social para la
lucha contra la enfermedad -la cual es muy importante si se pretende luchar efectivamente
contra la tuberculosis- y conseguir una participación más activa de los medios de
comunicación tomando esta tarea como un desafío prioritario.
La situación pandémica declarada por la OMS tiene entre las razones principales de
recrudecimiento de la Tuberculosis no solo la falta de financiamiento para programas
internacionales de lucha contra la enfermedad, sino también el deterioro y los cambios en
el nivel de vida de cada vez más amplios sectores de la sociedad, y esencialmente la
coinfección con el HIV. En efecto, la inmunodepresión progresiva que induce el virus del
Sida, favorece la activación de la infección tuberculosa latente y el rápido progreso de
las lesiones activas. A su vez la Tuberculosis agrava el curso de la infección por HIV.
De esta manera, la coinfección complica el tratamiento y el control de estas dos epidemias,
no solo por su evolución clínica sino por la resistencia bacteriana que se establece en
estos cuadros, generando un serio peligro epidemiológico, ya que el contagio a personas que
no padecen Sida se produce por un bacilo de Koch altamente resistente a los medicamentos
antituberculosos.
Por estos motivos de gravedad inusitada, la Organización Mundial de la Salud anunció hacia
fines del año pasado este plan mundial para expandir la colaboración entre los programas
nacionales de lucha contra la Tuberculosis y los programas mundiales de lucha contra el HIV
para frenar la pandemia creciente de coinfectados por estas dos enfermedades. También la
OMS ordena focalizar los esfuerzos en África, donde viven el 70% de los 14 millones de
personas coinfectadas que existen en el mundo.
Tomadas en forma conjunta, las dos epidemias representan un masivo riesgo para la salud
pública. Cuarenta millones de personas están actualmente infectadas con HIV, y cinco
millones más se infectan cada año. De acuerdo con las estadísticas de la Organización
Mundial de la Salud, un tercio de esta población mundial se encuentra infectada con el
bacilo de la Tuberculosis, con más de ocho millones de personas que desarrollan lesiones
activas y dos millones muriendo por ello cada año. Sin duda, la gravedad de la situación
es pasmosa y por ello debemos apoyar la campaña mundial también en nuestro país, que por
supuesto no es ajeno a esta curva pandémica ascendente.
Según datos aportados por la Organización Panamericana de la Salud (OPS) desde su área
específica de Tuberculosis y de la Cátedra de Tisioneumonología de la Facultad de Ciencias
Médicas de la Universidad de Buenos Aires, ya en 1992 se registraba un aumento de la tasa
de morbilidad por TBC, que fue más acentuado en personas jóvenes y en las grandes ciudades,
especialmente Buenos Aires y el conurbano bonaerense. El 82% de los habitantes menores de
34 años que fallecieron a fines de 1990, presentaron Sida asociado con Tuberculosis.
También en Buenos Aires 9 a 10% de los pacientes de Tuberculosis con o sin infección por
HIV muestran una importante resistencia inicial a los medicamentos antituberculosos, lo que
significa un alto riesgo epidemiológico en lo que se refiere a la transmisión de la
enfermedad y las dificultades asociadas a su tratamiento. En Buenos Aires, el porcentaje de
pacientes tuberculosos con pruebas serológicas positivas aumento del 3,1% en 1988 al 21,1%
en 1992, manteniéndose estable hasta el año 2003. Por otra parte cerca del 20% de los
enfermos de Sida tienen Tuberculosis, que es la segunda infección en importancia de este
grupo.
Las estadísticas son por demás elocuentes respecto a la gravedad que representa la
Tuberculosis, por lo que si no se toman urgentemente medidas de fondo, puede transformarse
en un mal incontrolable. Es por ello evidente la necesidad de una estrecha colaboración
entre los programas nacionales de control de Tuberculosis-TBC, y las comunicaciones
periódicas con la comunidad sanitaria internacional para tratar de revertir este problema
gravísimo de indudable importancia para la salud de la población.
Por los motivos expuestos, solicito de mis pares la aprobación del presente Proyecto de
Declaración.
Mabel L. Caparrós.-