Número de Expediente 259/04
N° | Origen | Tipo | Extracto |
---|---|---|---|
259/04 | Senado De La Nación | Proyecto De Comunicación | FALCO: PROYECTO DE COMUNICACION SOLICITANDO INFORMES ACERCA DE LA IMPORTACION DE AGROQUIMICOS FOSFORADOS Y CLORADOS |
Listado de Autores |
---|
Falco
, Luis
|
Fechas en Dir. Mesa de Entradas
MESA DE ENTRADAS | DADO CUENTA | Nº DE D.A.E. |
---|---|---|
09-03-2004 | 18-03-2004 | 21/2004 Tipo: NORMAL |
Fecha de Ingreso a Dir. Gral. de Comisiones
DIR. GRAL. de COMISIONES | INGRESO DEL DICTAMEN A LA MESA DE ENTRADAS |
---|---|
10-03-2004 | SIN FECHA |
Giros del Expediente a Comisiones
COMISIÓN | FECHA DE INGRESO | FECHA DE EGRESO |
---|---|---|
ORDEN DE GIRO: 1 |
10-03-2004 | 28-02-2006 |
DE AMBIENTE Y DESARROLLO SUSTENTABLE
ORDEN DE GIRO: 2 |
10-03-2004 | 28-02-2006 |
EL EXPEDIENTE CADUCO EL 28-02-2006
ENVIADO AL ARCHIVO : 13-09-2006
En proceso de carga
Senado de la Nación
Secretaría Parlamentaria
Dirección Publicaciones
(S-0259/04)
PROYECTO DE COMUNICACIÓN
El Senado de la Nación,
Se dirige al Poder Ejecutivo Nacional para que, por intermedio de la
Dirección Nacional de Aduanas, tenga a bien remitir información en
atención a los siguientes puntos relacionados con la importación de
agroquímicos fosforados y clorados:
1. Cantidad total de agroquímicos fosforados importados durante los
años 2000 ,2001, 2002 y 2003.
2. Valuación económica total declarada para las importaciones
correspondientes a cada uno de estos períodos.
3. Sírvase detallar si entre los agroquímicos que se han importado
figuran algunos de las siguientes marcas o principios activos. En caso
afirmativo, discrimine la cantidad de cada uno de ellos ingresada al
país, su valor económico declarado, el país de procedencia, el nombre
del laboratorio o compañía química fabricante, el nombre del importador
y, si constare en los registros, la razón, utilidad o destino final de
empleo esgrimido para su importación.
3.1. DDT
3.2. Diazinon
3.3. Azinfos-metil, Gusathion
3.4. Clorpirifos Dursban, Lorsban
3.5. Diclorvos DDVP, Dedevap, Nogos
3.6. Perfekthion
3.7. Fenamiphos, Nemacur
3.8. Sumithion, Folithion, Thodothion
3.9. Malathion
3.10. Metamidofos Tamaron, Monitor
3.11. Stermin, Gusadrin, Mefos Plus, Rondero
3.12. Monocrotofos Azodrin, Nuvacron
3.13. Parathion etílico, Folidol E605
3.14. Parathion metílico, Foplidol 2,5% PS
3.15. Metacide
3.16. Paramet
3.17. Temefar
3.18. Ometoato
3.19. Clofenvinfos
3.20. Fenamifos
3.21. Quinalfos
3.22. Triclorfon
3.23. Metiliazinfos
3.24. Dimetoato
3.25. Metidatión
3.26. Fenthión
3.27. Fenitrothión.-
Luis A. Falcó.-
FUNDAMENTOS
Señor presidente:
Los agroquímicos fosforados y clorados son productos tóxicos de extrema
peligrosidad que se emplean como plaguicidas.
Los órgano-fosforados son ésteres del ácido fosfórico (unión de un
ácido y un alcohol) y una variedad de alcoholes, generalmente
liposolubles. Poseen baja presión de vapor, con excepción de algunos
pocos (por ejemplo, Diclorvos). Esto los hace poco volátiles. La
principal forma de degradación en el ambiente es la hidrólisis,
especialmente bajo condiciones alcalinas, lo que tiene importancia en
el proceso de destrucción del plaguicida.
El potencial cancinogenético de ambos es importante siendo mucho mayor
la toxicidad aguda en el caso de los órgano-fosforados.
Su toxicidad radica en el hecho de que se trata de poderosos agentes
anticolinesterasa, es decir, que inhiben a la enzima colinesterasa, la
que actúa sobre la acetilcolina a nivel del sistema nervioso,
produciendo daños irreversibles que en general son mortales.
Tanto los agroquímicos fosforados como los clorados poseen poder
mutagénico elevado. Su estructura química los hace inocuos en corto
tiempo al combinarse con el agua presente en la atmósfera. Son
potencialmente muy peligrosos solo para aquellos que los manipulan,
quienes deben usar máscara hermética con aporte de oxígeno y vestimenta
apropiada, impermeable a ellos.
En la mayoría de los países del denominado "tercer mundo", los
agroquímicos órgano-fosforados son la primera causa de intoxicación por
plaguicidas, lo que muestra a las claras que el manejo de estas
sustancias debe ser realizado con gran prudencia, extremando toda
medida de seguridad y control.
Estos productos se presentan frecuentemente en forma líquida,
acompañados con distintos tipos de solventes, generalmente
hidrocarburos derivados del petróleo como el tolueno y el xileno, lo
que favorece la absorción del principio activo. Estas presentaciones
reciben el nombre de concentrados emulsionables. Existen además
presentaciones sólidas en forma de polvos, polvos mojables, gránulos,
que son menos tóxicas por la forma de presentación, dada la menor
absorción.
Estos plaguicidas también se emplean para uso doméstico en
concentraciones mucho menores, generalmente del orden del 0,5% a 5% y
se presentan generalmente en forma de aerosoles y cintas repelentes.
La Organización Panamericana de la Salud clasifica a los productos
órgano-fosforados según su nivel de toxicidad, de la siguiente manera:
CATEGORÍA I (DL 50: 0-50 mg/kg) Dicrotofos, DDVP (vapona), Parathión
etílico, Metamidofos, Metiliazinfos, Monocrotofos, Ometoato, Quinalfos,
Fenamifos, Clofenvinfos.
CATEGORÍA II (DL 50: 50-500 mg/kg). Diazinón, Dimetoato, Fenthión,
Metidatión, Parathión metílico, Triclorfón, Ethión, Clorpirifos,
Fenitrothión y otros.
CATEGORÍA III (DL 50: más de 500 mg/kg). Mercaptothión, Malathión.
Como vemos, se trata de productos de cuidado, elaborados según
estrictas normas de seguridad, cuyo fraccionamiento, manipulación y
empleo requieren gran responsabilidad.
Sabemos que la Argentina importa grandes cantidades de este tipo de
plaguicidas para emplear en sus campos en apoyo a la producción rural.
Lo que no sabemos a ciencia cierta es la cantidad de productos de esta
naturaleza que entran al país, la magnitud económica de estas
importaciones y su origen.
La información que solicitamos mediante este proyecto de comunicación
servirá para echar un poco de luz al respecto y coadyuvar, desde la
perspectiva parlamentaria, al debido control que el Estado debe ejercer
sobre el ingreso de este tipo de sustancias.
De este modo, podremos calcular cuáles de estos productos que ingresan
al país son los más requeridos por volumen y monto económico, conocer
quiénes son sus fabricantes, importadores y destinatarios finales. Todo
ello como un primer paso para llegar un control efectivo de estas
sustancias químicas potencialmente peligrosas.
Por estas razones presentamos esta iniciativa, que sometemos a
consideración de nuestros pares a los que le solicitamos su pronta
aprobación.
Luis A. Falcó.-
Secretaría Parlamentaria
Dirección Publicaciones
(S-0259/04)
PROYECTO DE COMUNICACIÓN
El Senado de la Nación,
Se dirige al Poder Ejecutivo Nacional para que, por intermedio de la
Dirección Nacional de Aduanas, tenga a bien remitir información en
atención a los siguientes puntos relacionados con la importación de
agroquímicos fosforados y clorados:
1. Cantidad total de agroquímicos fosforados importados durante los
años 2000 ,2001, 2002 y 2003.
2. Valuación económica total declarada para las importaciones
correspondientes a cada uno de estos períodos.
3. Sírvase detallar si entre los agroquímicos que se han importado
figuran algunos de las siguientes marcas o principios activos. En caso
afirmativo, discrimine la cantidad de cada uno de ellos ingresada al
país, su valor económico declarado, el país de procedencia, el nombre
del laboratorio o compañía química fabricante, el nombre del importador
y, si constare en los registros, la razón, utilidad o destino final de
empleo esgrimido para su importación.
3.1. DDT
3.2. Diazinon
3.3. Azinfos-metil, Gusathion
3.4. Clorpirifos Dursban, Lorsban
3.5. Diclorvos DDVP, Dedevap, Nogos
3.6. Perfekthion
3.7. Fenamiphos, Nemacur
3.8. Sumithion, Folithion, Thodothion
3.9. Malathion
3.10. Metamidofos Tamaron, Monitor
3.11. Stermin, Gusadrin, Mefos Plus, Rondero
3.12. Monocrotofos Azodrin, Nuvacron
3.13. Parathion etílico, Folidol E605
3.14. Parathion metílico, Foplidol 2,5% PS
3.15. Metacide
3.16. Paramet
3.17. Temefar
3.18. Ometoato
3.19. Clofenvinfos
3.20. Fenamifos
3.21. Quinalfos
3.22. Triclorfon
3.23. Metiliazinfos
3.24. Dimetoato
3.25. Metidatión
3.26. Fenthión
3.27. Fenitrothión.-
Luis A. Falcó.-
FUNDAMENTOS
Señor presidente:
Los agroquímicos fosforados y clorados son productos tóxicos de extrema
peligrosidad que se emplean como plaguicidas.
Los órgano-fosforados son ésteres del ácido fosfórico (unión de un
ácido y un alcohol) y una variedad de alcoholes, generalmente
liposolubles. Poseen baja presión de vapor, con excepción de algunos
pocos (por ejemplo, Diclorvos). Esto los hace poco volátiles. La
principal forma de degradación en el ambiente es la hidrólisis,
especialmente bajo condiciones alcalinas, lo que tiene importancia en
el proceso de destrucción del plaguicida.
El potencial cancinogenético de ambos es importante siendo mucho mayor
la toxicidad aguda en el caso de los órgano-fosforados.
Su toxicidad radica en el hecho de que se trata de poderosos agentes
anticolinesterasa, es decir, que inhiben a la enzima colinesterasa, la
que actúa sobre la acetilcolina a nivel del sistema nervioso,
produciendo daños irreversibles que en general son mortales.
Tanto los agroquímicos fosforados como los clorados poseen poder
mutagénico elevado. Su estructura química los hace inocuos en corto
tiempo al combinarse con el agua presente en la atmósfera. Son
potencialmente muy peligrosos solo para aquellos que los manipulan,
quienes deben usar máscara hermética con aporte de oxígeno y vestimenta
apropiada, impermeable a ellos.
En la mayoría de los países del denominado "tercer mundo", los
agroquímicos órgano-fosforados son la primera causa de intoxicación por
plaguicidas, lo que muestra a las claras que el manejo de estas
sustancias debe ser realizado con gran prudencia, extremando toda
medida de seguridad y control.
Estos productos se presentan frecuentemente en forma líquida,
acompañados con distintos tipos de solventes, generalmente
hidrocarburos derivados del petróleo como el tolueno y el xileno, lo
que favorece la absorción del principio activo. Estas presentaciones
reciben el nombre de concentrados emulsionables. Existen además
presentaciones sólidas en forma de polvos, polvos mojables, gránulos,
que son menos tóxicas por la forma de presentación, dada la menor
absorción.
Estos plaguicidas también se emplean para uso doméstico en
concentraciones mucho menores, generalmente del orden del 0,5% a 5% y
se presentan generalmente en forma de aerosoles y cintas repelentes.
La Organización Panamericana de la Salud clasifica a los productos
órgano-fosforados según su nivel de toxicidad, de la siguiente manera:
CATEGORÍA I (DL 50: 0-50 mg/kg) Dicrotofos, DDVP (vapona), Parathión
etílico, Metamidofos, Metiliazinfos, Monocrotofos, Ometoato, Quinalfos,
Fenamifos, Clofenvinfos.
CATEGORÍA II (DL 50: 50-500 mg/kg). Diazinón, Dimetoato, Fenthión,
Metidatión, Parathión metílico, Triclorfón, Ethión, Clorpirifos,
Fenitrothión y otros.
CATEGORÍA III (DL 50: más de 500 mg/kg). Mercaptothión, Malathión.
Como vemos, se trata de productos de cuidado, elaborados según
estrictas normas de seguridad, cuyo fraccionamiento, manipulación y
empleo requieren gran responsabilidad.
Sabemos que la Argentina importa grandes cantidades de este tipo de
plaguicidas para emplear en sus campos en apoyo a la producción rural.
Lo que no sabemos a ciencia cierta es la cantidad de productos de esta
naturaleza que entran al país, la magnitud económica de estas
importaciones y su origen.
La información que solicitamos mediante este proyecto de comunicación
servirá para echar un poco de luz al respecto y coadyuvar, desde la
perspectiva parlamentaria, al debido control que el Estado debe ejercer
sobre el ingreso de este tipo de sustancias.
De este modo, podremos calcular cuáles de estos productos que ingresan
al país son los más requeridos por volumen y monto económico, conocer
quiénes son sus fabricantes, importadores y destinatarios finales. Todo
ello como un primer paso para llegar un control efectivo de estas
sustancias químicas potencialmente peligrosas.
Por estas razones presentamos esta iniciativa, que sometemos a
consideración de nuestros pares a los que le solicitamos su pronta
aprobación.
Luis A. Falcó.-