Número de Expediente 256/05

Origen Tipo Extracto
256/05 Senado De La Nación Proyecto De Ley PRADES : REPRODUCE EL PROYECTO DE LEY SUSTITUYENDO EL ART. 9º DEL CODIGO ELECTORAL RESPECTO AL CARACTER DEL SUFRAGIO , EN RELACION A LA LEY DE LEMAS . REF. S. 2145/03
Listado de Autores
Prades , Carlos Alfonso

Fechas en Dir. Mesa de Entradas

MESA DE ENTRADAS DADO CUENTA Nº DE D.A.E.
09-03-2005 16-03-2005 12/2005 Tipo: NORMAL

Fecha de Ingreso a Dir. Gral. de Comisiones

DIR. GRAL. de COMISIONES INGRESO DEL DICTAMEN A LA MESA DE ENTRADAS
14-03-2005 SIN FECHA

Giros del Expediente a Comisiones

COMISIÓN FECHA DE INGRESO FECHA DE EGRESO
DE ASUNTOS CONSTITUCIONALES
ORDEN DE GIRO: 1
15-03-2005 28-02-2007

EL EXPEDIENTE CADUCO EL 28-02-2007

ENVIADO AL ARCHIVO : 26-03-2007

En proceso de carga

Senado de la Nación
Secretaría Parlamentaria
Dirección Publicaciones

(S-256/05)

Buenos Aires, 8 de marzo de 2005

Al señor
Presidente del
Honorable Senado de la Nación
LIC. OSVALDO DANIEL SCIOLI
Presente

De mi consideración:

Me dirijo al Señor Presidente con el fin de solicitarle tenga a bien dar por reproducido el Proyecto de ley sustituyendo el artículo 9° del Código Electoral, respecto al carácter del sufragio, en relación a la ley de lemas¿ , registrado bajo el S- 2145/03 cuya copia acompaño.

Atentamente

Carlos A. Prades.

PROYECTO DE LEY

El Senado y Cámara de Diputados,...


Artículo 1° - Sustitúyese el artículo 9° del Código Electoral Nacional (Ley 19.945, texto ordenado en 1983 y sus modificatorias) por el siguiente:

¿Artículo 9°.- Carácter del sufragio. El sufragio es individual e intransferible y ninguna autoridad ni persona, corporación, partido o agrupación política puede obligar al elector a votar en grupos de cualquier naturaleza o denominación que sea, como tampoco computar el sufragio del elector a favor de otro u otros candidatos que no sean los de la lista por la cual hubiere votado.¿

Art. 2° - Comuníquese al Poder Ejecutivo.


Carlos A. Prades.
FUNDAMENTOS

Sr. Presidente:

Tengo en mi escritorio algunas notas que versan sobre ¿el sentido común¿, este lugar común tan falto de contenido tiene igualmente un significado, es que nada escapa a la intención esclarecedora del ser humano así que con algo de buena voluntad podríamos decir que el tan mentado ¿sentido común¿ viene a ser un pariente pobre de la razón que requiere siempre de una explicación científica que lo avale, el pobre sentido común es así: común, no necesita demostración y nadie avala sus conclusiones con razonamientos semánticos, el ¿sentido común¿ es casi irresponsable y viene a ser, siguiendo con los lugares comunes el menos común de los sentidos.

El ¿sentido común¿ nos dice, por ejemplo, que nadie en su sano juicio intentaría parar un tren con la mano, ni cruzar una avenida caminando tranquilamente cuando el semáforo da paso a los automóviles.

En el plano electoral, el sentido común nos dice que quien obtenga la mayor cantidad de votos es quien gana una elección y consecuentemente debe ocupar el cargo para el cual fuera elegido. El sentido común nos indica que el voto de un ciudadano no es un bono comerciable, un título transferible y no se puede votar a dos personas o agrupaciones al mismo tiempo.

Lamentablemente, ni el sentido común, ni la razón estuvieron presentes en la sesión de la Asamblea Legislativa del día 22 y 23 de Diciembre del año próximo pasado, en ella hemos comprobado como se transgredieron, no solamente el ¿sentido común y de la razón¿ sino todas las normas legales y constitucionales para introducir forzadamente la cuestión de la Ley de Lemas en una resolución de la Asamblea Legislativa. Pero todo esto tiene una larga historia pues en política nada escapa a los principios de causalidad.

Al decir de Schumpeter la década de los noventa representa un fenómeno de proyección universal que sustituye la Teoría clásica de la democracia por la teoría económica de la democracia. No puede extrañarnos entonces esta nota que apareció en el Suplemento Rosario 12 que se edita en la Provincia de Santa Fe: ¿Carlos Reutemann propuso ayer revisar la ley de Lemas. Instaló en la agenda pública un debate sobre el sistema trampa que allanó su acceso al poder en 1991 sin ser el candidato más votado y cuatro años después convirtió a Jorge Obeid en el primer mandatario de la historia que llegó a la Casa Gris con el 20% de los votos. El hecho no tiene antecedentes en el mundo: en 1995, cada diez votantes, ocho no eligieron a Obeid. --Próximamente se cumplirán diez años de la vigencia del régimen electoral sancionado por la Legislatura el 8 de setiembre de 1991. Es un buen momento para que la dirigencia política comience a evaluar sus resultados--, dijo el Lole y afirmó más adelante: ¿Yo fui muy beneficiado con la ley de Lemas. Repito lo que digo siempre. Yo no hubiese tenido ninguna posibilidad de ingresar en la política si no había ley de Lemas. Y eso le podría suceder en el futuro, a cualquiera. No estoy tan seguro de que con el viejo sistema eso fuera posible, porque funcionaban las estructuras partidarias¿

No haré comentarios valorativos, me detendré brevemente en el final de la frase ¿porque todavía funcionaban las estructuras partidarias¿.

En los noventa que definía Schumpeter se imponía no sólo la destrucción del aparato productivo, de la educación pública, de la salud y la venta del patrimonio nacional. Para llegar a lo que se llegó era necesario que dejaran de funcionar, como tales, los partidos políticos. Lo que no resultaba una novedad pues lo habían ensayado, con distintas metodologías en diversos tiempos de la vida nacional.

La ley de Lemas fue una parte importante de ese plan.

Definir políticamente los fines es pensar también estratégicamente los medios, es determinar que medios lícitos no pueden justificar un fin ilícito y que los medios ilícitos pueden condicionar el más lícito de los fines. No puede discutirse la legalidad de la Ley de Lemas, la misma fue votada y aprobada por partidos políticos, esto no mengua los nefastos efectos que tuvo, tiene y tendrá la Ley de Lemas sobre la vida política de nuestro país, justamente porque su principal defecto es atentar contra el sentido común.

Una sociedad como la nuestra, inmersa en una crisis económica y una recesión inéditas han precipitado una descomposición del tejido social argentino y a una descalificación de la política como medio de construcción democrática.

Sanstesmases dice en: Etica Política y Utopía que: La razón de la política consiste en reivindicar la discusión política recordando que no se trata sólo de una discusión sobre los medios (como ocupar espacios políticos) sino preguntarse sobre los fines (¿para qué ocupar espacios políticos?) De esta discusión deben participar no sólo los dirigentes, es necesario recrear un espacio de discusión racional donde todos los participantes tengan las mismas oportunidades y todos ellos busquen un interés común (J.Muguerza). Este espacio solo puede ser recreado por los partidos políticos.

La reivindicación de la racionalidad política como una parte de la práctica política permite recordar que las discusiones políticas son medios que permiten preguntarse sobre los fines que sólo pueden realizarse mediante un proceso de discusión racional donde todos los participantes tengan las mismas oportunidades. Esta es la finalidad de la comunicación política: poner en un plano de igualdad entre quienes detentan los cargos políticos y quienes los eligen. La ruptura de este contrato entre electores y elegidos precipita el descreimiento y la desconfianza; allí nos harán ver que todos son iguales, todos mienten y estafan así vemos que a la hora del descrédito los peores se mimetizan con los mejores. Queda claro quienes se benefician con la confusión.

La racionalidad política nos obliga a diferenciarnos para facilitar la discusión política. Tenemos la obligación moral de ser diferentes pero, además, tenemos la obligación política de demostrarlo.

La Teoría elitista de la democracia quiere imponernos que la actividad política ha quedado en manos de políticos profesionales inescrupulosos y corruptos que impusieron sobre el gobierno del pueblo el gobierno de los políticos, una suerte de oligarquización de la política, tecnocracia económica y despolitización ciudadana.

Frente a este panorama se levanta una alternativa que propone una democracia manejada por técnicos, sin participación política en los partidos tradicionales, una suerte de hombres incontaminados que dejan sus prósperos empleos en bancos y multinacionales para brindar al pueblo su sabiduría desinteresada y patriótica, ellos son los que hacen política desde la antipolítica y (esencialmente) desde la economía. Tienen gran apoyo mediático y asientan sus convicciones político económicas en el descrédito de las clases dirigentes, que no son inocentes, y en la devaluación de la democracia participativa.

Todos estos males quedaron resumidos en la sesión que nos ocupa y pretendieron resumirse con las más variadas excusas en la Ley de Lemas que se pretendió introducir en la Asamblea legislativa. Pudimos observar que nadie estaba de acuerdo con ese mecanismo electoral, sin embrago fue votado y aprobado.

La alquimia de los intereses de quienes apuraron esta aprobación no resistió siete días y un nuevo ¿cacerolazo¿ los sacó del sueño de que la protesta social no los alcanzaba a ellos.

La ley de Lemas no pasó esta instancia pero considero que se debe ser más explícito y a eso apunta esta propuesta legislativa. No podemos dejar dudas: la Ley de Lemas es nociva para la vida institucional de nuestro país y debemos vetar cualquier posibilidad de tentación por revivir a este verdadero engendro tal como lo definiera un legislador en este recinto. Me propongo, por lo tanto ahondar en esta cuestión.

Cuando se habla de la Ley de Lemas es inevitable recurrir al modelo Uruguayo, tomaré algunas referencias circunstanciales pues no es el objeto de este trabajo introducirnos en la historia política de ese país, pero es necesario conocer aunque más no sea someramente las implicancias profundas que el sistema electoral ha tenido sobre la vida institucional de la hermana República Oriental del Uruguay y como ha contribuido con esta permanencia a la hipótesis de la centralidad de los partidos en la vida nacional; esto es, lo que se ha mencionado como la hipótesis partidocrática.

El doble voto simultáneo y la Ley de Lemas, que permite agrupar en un mismo colectivo partidario multiplicidad de candidaturas, propuestas enfrentadas y contradictorias, sectores políticos organizados y competencias electorales internas articuladas en función de "sublemas" generó un formato de difícil caracterización para los analistas. Estas complejidades van desde la definición de qué considerar un partido en Uruguay (el lema o los sectores o sublemas), hasta la caracterización del propio sistema: multipartidismo con dos partidos mayores o bipartidismo "disfrazado". (Caetano, Rilla y Pérez, 1992).

En un magnífico artículo titulado ¿las mayorías no nacen se hacen¿ publicado por el diario Clarín el día 20 de noviembre de 1999 Fabián Bosoert dice:
¿Las últimas elecciones en Uruguay y el estreno del ballottage para elegir al presidente de Chile dejaron la enseñanza de que mayorías y minorías no son expresiones automáticas y sustanciales de la voluntad popular, sino, más bien, construcciones sociales variables y cambiantes. Un artificio, en fin, tan contingente como prodigioso, en el que mucho influyen las reglas de juego de cada votación. Esto es, las leyes electorales.

Durante este siglo, el sistema electoral uruguayo fue solidario con la tradición bipartidista compartida por colorados y blancos y con el liderazgo parroquial de los clubes políticos. A través de la ley de lemas, todos los caciques terminaban aportando sus votos al jefe mayor de su tribu, aquel que más votos cosechaba. Así, colorados y blancos fueron mayoría y minoría alternativamente a lo largo de la historia.

La aparición y el progresivo crecimiento del Frente Amplio, sobre todo después de la última dictadura (1973-1984), fue tornando al sistema bipartidista en otro de tres tercios, con la novedad de que ninguna de las fórmulas alcanzaba ya la mayoría.

La reforma electoral introducida en 1996 apuntó entonces a terminar con la ley de lemas, homogeneizando las candidaturas de cada partido, y a facilitar la formación de una mayoría más nítida detrás del presidente elegido.

De haberse mantenido el sistema electoral anterior, la mayoría hubiera correspondido al Frente Amplio-Encuentro Progresista y el presidente hubiese sido Tabaré Vázquez, quien obtuvo casi el 40% en la primera vuelta, el 31 de octubre, frente al 32% de Batlle y el 21,5% de Lacalle.

Con el nuevo sistema y el ballottage, el 28 de noviembre mayorías y minorías cambiaron su signo: 51,5% para Batlle y 44% para Vázquez. Resultado: colorados y blancos mantuvieron la mayoría, si bien al precio de fundir sus dos minorías ante un Frente Amplio que logró la primacía, aunque pagó el precio de quedar en la oposición como primera minoría.

Lo ocurrido en las elecciones chilenas es igualmente ilustrativo. El sistema electoral binominal, en lugar de nuestra más conocida proporcionalidad, es una herencia de la dictadura, ideada para evitar que la tradición multipartidista reprodujera la polarización y el gobierno en minoría vividos durante la presidencia trágica de Salvador Allende (1970-1973). Al igual que la ley de lemas uruguaya aglutinaba las listas detrás de las fórmulas más votadas, el sistema chileno premia a las dos primeras fuerzas con la mayoría de cargos, y obliga a la segunda vuelta si ninguna supera el 50%.

Los chilenos siguen siendo socialistas, democristianos, conservadores y liberales, pero en las urnas se abroquelan en dos grandes bloques centristas; uno más inclinado hacia la izquierda y el otro, hacia la derecha. En esta ocasión, por primera vez, los democristianos fueron con un candidato socialista, y los dos partidos de la derecha, con un dirigente con llegada mediática que supo sacarse el peso de Pinochet de sus espaldas.
El empate entre Lagos y Lavín, ambos arañando la mayoría con el 47%, evidenció una polarización centrípeta de alta intensidad, esto es: dos grandes mitades peleando por el centro del tablero. El 16 de enero, cualquiera de los dos puede ser mayoría atrayendo votos de su adversario, de la reducida izquierda o del engordado abstencionismo. De haber regido las leyes electorales predictadura, Lagos se hubiera consagrado ya como presidente, aun frente a una oposición con casi tantos votos como él.

Pero el nuevo sistema electoral obliga a agregar parcialidades, y ello contribuyó a modificar representaciones y conductas políticas preexistentes, estimulando las coaliciones que subsumen a los partidos.

Algunos análisis tienden a ceñir esta ingeniería electoral a las alquimias oportunistas de partidos y candidatos. Pero podría pensarse, también, que con estos cambios se acompaña de manera más cercana la evolución de la cultura política hacia un bipolarismo más abierto y flexible.

En tal sentido, la ingeniería del sistema electoral se nos presenta como una tarea más compleja y trascendente que la del diseño de herramientas, y su manipulación, o mejor o peor uso, para obtener réditos sectoriales momentáneos.

Es, además, una de las claves para mejorar la representación política y la calidad de la democracia. Por ello requiere tanto de conocimiento técnico como de percepción social y artesanía y ductilidad políticas. Y nos permite entender a la democracia menos a la vieja usanza, como el sistema en el que gobierna la mayoría y se garantiza la expresión de la minoría, y más como el sistema que permite la formación de mayorías y minorías alternativas, plurales y diversas. Sobre todo, en sistemas presidenciales como los latinoamericanos.

En resumen, las mayorías no nacen: se hacen. Y nadie puede sentarse sobre ellas; hay que abonarlas en el juego de las minorías. Es una lección también para nuestro país, que acaba de estrenar gobierno de coalición y responsabilidades compartidas e intercambiables entre oficialismos y oposiciones¿.

A los Argentinos nos ha quedado un sabor amargo y la última frase de este artículo escrito en 1999 resulta trágica en vista de los acontecimientos que nos han llevado a vivir la situación que vivimos hoy, la despolitización ciudadana, demonización de la política y la corrupción que va más allá de los dineros en juego, han cobrado víctimas irrecuperables para el tejido social argentino. La pretensión de imponer una Ley de Lemas a contrapelo de la Constitución nos dice que la historia nos ha impuesto la tarea de refundar una parte, tal vez la más desacreditada del parlamento argentino: el senado. Vemos que junto a importantes hombres de la política y pensamiento argentino se encuentran también jóvenes sobre cuyo comportamiento y trayectoria estarán los ojos de millones de compatriotas.
Entre nuestras muchas responsabilidades estará la de luchar contra la demonización de la política.

Allí la lucha se dará entre lo posible y lo deseable; el discurso hegemónico hoy en las esferas del poder pretende superar toda dicotomía entre el ser y él deber ser; se llega así a una concepción política que primero define lo posible y después lo transforma en deseable. Primero se afirma que no cabe otra cosa que someterse a lo real, más tarde se concluye atribuyendo virtudes éticas a comportamientos presididos por justificaciones que pueden llegar hasta las razones de estado. Recortes a las magras retribuciones de los jubilados, salud, educación, más de 10 millones de pobres, analfabetismo, destrucción de la red social, etc.

La política se ha independizado de la ética y ha sucumbido al realismo sin principios y al pragmatismo sin convicciones (Muguerza). Algunos políticos en el poder huyen de todo aquel que quiera plantear problemas de valores o cuestiones de principios y reducen su gestión a un trato con los intereses en juego. Este es un factor muy importante, pues la gente advierte (aunque se crea lo contrario) esto como una de las características más salientes de la política y al no poder discernir, como decíamos más arriba, abomina y demoniza a toda la política y a todos los políticos por igual. No sólo es necesario ser diferente, es necesario demostrarlo.

Dice Muguerza que: la ética es sólo una y es la ética de la convicción ¿qué otra cosa puede ser ético sino actuar según nuestras convicciones? Cuando esto no sucede y se hace necesario tomar decisiones reñidas con los más elementales valores suele aludirse (hemos escuchado a algún funcionario del gobierno implementarlo hasta el cansancio) a la ética de la responsabilidad y esto es apenas un disfraz de la inmoralidad pura y simple. (Muguerza, Leviatán Madrid).

No puedo dejar de lado las posiciones tomadas en el recinto con motivo de la Asamblea legislativa allí hemos podido observar y oír a quienes decían ¿no importa la legalidad¿, ¿no nos detengamos en cuestiones formales¿. La nación se encuentra en una encrucijada que debe permitirnos algunas licencias en bien de la nación toda y del pueblo que está en las calles. En nombre de las necesidades reales o supuestas estábamos exceptuados de cumplir con lo establecido por la Constitución Nacional. Pero no nos engañemos, a poco de afinar el oído podíamos oír las verdaderas voces que anidaban en el pensamiento y en el obrar de muchos de los presentes, la opción del poder al alcance de la mano variaba sustancialmente el mensaje explícito y las intenciones de solucionar las internas partidarias, el reparto obsceno y desmedido del poder produjeron un gobierno que duró una semana, parece ser que los argentinos aprendemos cada vez más rápido y en la segunda asamblea legislativa todo fue encarrilado y prolijo.

En aquella noche, con la gente en las calles, en medio del dolor y los saqueos asistimos, nada más y nada menos, que a la utilización de la ética como coartada de la política y es un hecho cotidiano que sólo puede ser superado desde la perspectiva moral del individuo pero cuando el individuo es un hombre jugando su inserción histórica en el pantanoso camino de la política actual el problema se traduce en términos más complejos ya que su vida estará puesta en los ojos y en la mente de miles de personas que lo han colocado en el lugar del que debe resolver sus problemas. En la antigüedad, y en la Edad Media Española (Frazer: ¿La rama dorada¿ sostiene que algunos lugares conservan la costumbre), la gente elevaba sus plegarias a algún santo pidiendo sus favores (lluvias, buenas cosechas, etc.) si el favor era concedido se entronizaba al santo y se le rendían honores y agradecimientos, hasta la próxima sequía; caso contrario se organizaba una procesión y se arrojaba la imagen del santo al río. Las cosas han cambiado pero el ostracismo y el descrédito parecen ser los mismos para los políticos que no cumplen con las expectativas que la gente pone en ellos.
Para finalizar es preciso destacar que en los últimos años los partidos políticos han pasado a tener un rol secundario en la construcción social y política del siglo que se inicia.

Los que podríamos llamar sistemas informales de construcción social: medios de comunicación hoy convertidos en monopolios multimediales han ocupado paulatinamente el lugar que corresponde a los sistemas formales de construcción social entendiendo como tales a la educación, las leyes etc. que, al igual que los partidos políticos, son consecuencia de la dinámica y el accionar de la cultura de los pueblos.

Revisando atentamente las sesiones de ambas asambleas legislativas encontré que una gran mayoría de asistentes a la misma no estaban de acuerdo con la Ley de Lemas, aunque varios de esos legisladores optaron, a la hora de votar, por lo que consideraron era la única salida para una solución de los problemas que se desarrollaban en las calles de todo el país. No es mi intención establecer valores personales, las mías son valoraciones políticas que intentan expresar opiniones susceptibles de ser analizadas y debatidas. Por todo lo expresado es que presento a continuación un apéndice de manifestaciones expresadas en el recinto a propósito de la Ley de lemas.

Senador Carlos Maestro.
¿Por eso apoyamos un gobierno que esta noche pueda ser electo, que gobierne hasta el término del mandato que fenece el 10 de diciembre de 2003 y que dejemos de ensayar con una ley de lemas que ha quedado demostrado en su utilización en diversas jurisdicciones provinciales a través de los últimos años que no es un instrumento adecuado; que no solamente no era un buen elemento para utilizar, sino que causó muchísimo daño en las administraciones en las que se intentó utilizarlo, y fue derogado una a una en todas las provincias...¿
¿...Esta Asamblea tiene legitimidad para designar a un presidente --lo permite y lo marca nuestra Constitución Nacional vigente-- que complete el período que resta hasta el vencimiento de los cuatro años para los cuales el pueblo oportunamente votó en las urnas. Los integrantes de esta Asamblea Legislativa están plenamente habilitados para hacerlo porque tienen legitimidad. Claro que la tienen. El ciento por ciento de los senadores de la Nación y la mitad de los diputados que están aquí, en este recinto, fueron elegidos hace sesenta y ocho días por el voto del pueblo. No forcemos, entonces, la Constitución ni con propuestas electorales ni con una extraña reforma para introducir la ley de lemas. No busquen el argumento de que el presidente tenga legitimidad por el voto del pueblo. Ningún candidato por el sistema de ley de lemas va a tener un respaldo importante. Lo saben todos. Seguramente tendrá menos votos en su persona que ningún otro presidente elegido en toda la historia de la República Argentina. Pero si insisten en esta posición de un gobierno precario por sesenta o noventa días, sometiendo a los argentinos a una nueva campaña electoral durante ese período, asuman las responsabilidades sin nuestro voto en esta Asamblea. Si interpretan, por el contrario, la necesidad del país y están dispuestos a votar esta noche un presidente que se ponga ya exclusivamente a gobernar con todos y para todos, reconstruyendo la esperanza, la convivencia, la paz y forjando el progreso de todos los argentinos, sin duda cuenten hoy en este recinto con nuestro voto expreso, con nuestro voto afirmativo y, por supuesto, en todas las oportunidades en que el Congreso deba dotar de los instrumentos necesarios a los fines del bien común.¿


Senador Gómez Diez.
... ¿en lo que respecta al mecanismo de la ley de lemas debemos decir que no está previsto en nuestra Constitución la que, al referirse a la doble vuelta electoral, con absoluta y total claridad alude a que las fórmulas de candidatos más votados son las que deben ir a la segunda vuelta electoral. Reitero: con claridad alude a la fórmula de candidatos más votados. No se refiere a partidos más votados sino a fórmulas de candidatos porque es un mecanismo electoral que la Constitución no contempla. Además, se trata de un mecanismo cuyos efectos nocivos conocemos muy bien muchos legisladores presentes que provenimos de provincias donde se ha aplicado la ley de lemas, sobre los que no voy a abundar para no extenderme demasiado.
Por otro lado, al constituirse diversas fórmulas de candidatos dentro de un mismo sector político, forzosamente se produce una enorme dispersión de votos que puede determinar que una fórmula que tenga un respaldo muy escaso por parte de la ciudadanía termine siendo consagrada como ganadora. Ello podría dar lugar a que a través de ese mecanismo se engendre un gobierno sin suficiente respaldo popular y, por lo tanto, con una gran debilidad.
Señor presidente: creemos que hay que respetar la Constitución en lo que hace al mecanismo de sanción de las leyes, en cuanto a sus disposiciones sobre las maneras y formas de elegir presidente y vicepresidente de la Nación y, fundamentalmente, en momentos de crisis. Porque es en ellas donde se requiere el ejercicio de la prudencia política y un respeto irrestricto por las reglas de juego del sistema democrático, condensadas en la Constitución de los argentinos.
Entonces, más que nunca debemos aferrarnos a nuestra Constitución para superar las dificultades de la hora.
Señor presidente: por estas razones y motivos que he expuesto, que hacen a la prudencia y al respeto a la Constitución, no podemos acompañar favorablemente el proyecto de resolución leído por Secretaría. Además, hacemos votos porque en esta hora difícil podamos construir coincidencias. Ojalá pudiéramos tener entre todos la grandeza de construir un gobierno de unidad nacional, dejando de lado las mezquindades y las internas políticas para que la gente que se ha manifestado en una forma tan clara encuentre a la dirigencia política brindando una respuesta adecuada, prudente y eficaz en el marco de un respeto irrestricto de la Constitución Nacional.
La mayoría, que se sabe tal y que es mayoría indiscutida, tiene un nombre: se llama justicialismo. El 14 de octubre las urnas dejaron muy en claro ese mensaje. Hoy el justicialismo sabe que de llamarse a elecciones anticipadas va a ganar; pero el justicialismo debe también saber que como mayoría no puede, por el bien de la Patria, jugar con intereses partidarios. Y eso es lo que está haciendo en estos momentos en los pasillos del Congreso cuando habla de ley de lemas o de internas abiertas. Hablar de esas cosas en este momento no es más que decirle al pueblo: "Resuelvan ustedes nuestro problema de liderazgo partidario, porque nosotros no lo podemos resolver."


Senadora Sapag...
¿...Muchas más cosas que unas elecciones a destiempo y que se debe ir mucho más allá de la mera forma...¿
¿...Quienes estamos aquí somos los representantes legítimos del pueblo. Hace apenas unas horas que estamos sentados en nuestras bancas. No vayamos por más legitimidad. No es tiempo para eso. Vayamos por la democracia; por esa democracia que Lincoln definiera hace ya tiempo como el gobierno del pueblo, para el pueblo y por el pueblo....¿
¿...Quienes hoy tienen el gobierno han decidido aplicar para las elecciones que supuestamente se realizarán el 3 de marzo del año próximo el sistema de ley de lemas. Este sistema es conocido en algunas provincias argentinas y sus defectos han hecho que no en pocas jurisdicciones se derogue. El riesgo más grande que de tal sistema deviene es que surja un gobierno carente de legitimidad. Lo no legítimo, en esta situación, puede llevarnos a la catástrofe.
¿... La propuesta que el justicialismo nos trae a esta Asamblea, en el sentido de votar una ley por la cual se quiere imponer el sistema de lemas, rompe con el federalismo que caracteriza nuestra organización política, representativa y republicana. Ese sistema indica que con un reducido porcentaje del padrón electoral de la provincia de Buenos Aires se puede imponer el nombre de un candidato. Los candidatos de las provincias grandes --Buenos Aires, Córdoba y Santa Fe, las tres en manos del justicialismo-- llegan al 56 por ciento del padrón electoral. ¿Para qué van a presentar candidatos las provincias más chicas si desde antemano está todo resuelto?...¿
¿...La aplicación de la ley de lemas es una afrenta a la representatividad a nivel nacional y federal. Un candidato puede ser presidente de la Nación con sólo una minoría del total de votos. Ante la ley de lemas, las provincias chicas o los partidos que representamos a las provincias argentinas pasamos a tener ningún papel y a no poder influir con representación y representatividad en la toma de decisiones. En esta oportunidad, la ley de lemas puede significar concentración recalcitrante del poder con un mínimo de representación...¿


Diputada Carrió.
¿...En esas condiciones, sin violentar la Constitución, se aprobaría algo que no puede sancionar la Asamblea Legislativa y con una ley de lemas que es claramente inconstitucional, que va a traer problemas de legitimidad al presidente que asuma. No pensemos en los problemas internos sino en que cada uno debe votar un presidente que goce de la confianza pública. ¿Es posible que un presidente con dos millones de votos gobierne y que un candidato con ocho millones de votos no gobierne? Les pregunto: ¿cómo va a hacer ese presidente con la confianza pública?
Tenemos toda la noche para ponerle racionalidad a esto y para poder dar este paso que es lo único que nos queda por hacer.
Ojalá que a todos los que fuimos compañeros de banca y de partido, que Dios nos ilumine para dar este paso y abrir la posibilidad a un pueblo de construir una nueva Nación.

Senador Alfonsín.
¿...Señor presidente: espero que Dios nos ilumine. Son ustedes los responsables de las medidas que van a tomar. Nosotros venimos aquí a cumplir con nuestro mandato. Creemos que con nuestra reciente elección tenemos legitimidad como para cumplir con nuestra responsabilidad constitucional. Tengamos cuidado de no deslegitimarnos nosotros mismos al abrir un camino que poco tiene que ver con el respeto a las instituciones de la Nación y, particularmente, en lo que hace a la ley de lemas, que atenta definitivamente contra nuestra Constitución y contra las prácticas reglamentarias que, desde luego, no creo que puedan existir a través de la sanción, prácticamente, de leyes en una Asamblea Legislativa.

Diputado Natale .
¿...Tenemos conciencia de que no nos aferramos a la Constitución cuando para resolver situaciones reconocibles y entendibles pero, en definitiva, domésticas, de un sector político se está imponiendo una ley de lemas que ha fracasado en toda la Nación. Y se la impone contra la norma constitucional que dispone que la fórmula más votada sea la que resulte ungida para ejercer la Presidencia de la Nación.

Diputado Alessandro.
¿...Para salir de esta situación --en la que existirá un gobierno que va a durar unos meses-- sin duda se precisa, por lo menos como condición básica, que el partido que se haga cargo de la Presidencia se encuentre cohesionado y unido. Pero eso no alcanza; creo que debe haber involucrado un espectro político más amplio.
Sin embargo, la ley de lemas ante un gobierno que debe gobernar en medio de la crisis y enfrentar simultáneamente una campaña electoral dividido en tres, cuatro o cinco...
Estaba planteando las debilidades que tiene en las circunstancias actuales el sistema elegido, o sea, el sistema de ley de lemas.
¿...Me parece que este problema que estoy planteando no es menor. Cuando un partido necesita cohesión para salir de la crisis, necesita que esté unido atrás de este gobierno. El partido va a estar dividido en cinco o seis sublemas o fórmulas diferentes. Por eso creo que dada las circunstancias es la peor de las fórmulas elegidas. Nosotros pensamos que es mejor otra salida...¿
¿...Evidentemente, tienen el derecho de formular la propuesta del futuro presidente de los argentinos, pero por qué no pensamos si le encontramos una salida diferente, una salida juntos. Creo que es innecesario, arbitrario, anticonstitucional pretender que cuando nosotros sólo tenemos que resolver ese tema, debamos resolver otros que no tienen nada que ver con la convocatoria a esta sesión especial como, por ejemplo, la reformulación del sistema electoral y pasar a elegir nada más y nada menos que la fórmula presidencial por un sistema de ley de lemas, que considero muy perjudicial...¿

Diputado Vitar.
¿..No comparto la ley de lemas. No voy a sobreabundar en argumentaciones que aquí se han dicho, con las que estoy de acuerdo. Simplemente digo que vengo de una provincia que sufre el sistema de lemas, que ha degradado la política. Incluso puedo entender que sectores del justicialismo planteen recurrir a ese mecanismos para destrabar la situación. Pero lo que no podemos entender ni tolerar es que tengamos que tratar el engendro que hoy tenemos sobre los pupitres. Lo que no podemos entender es que se deba hacer tabla rasa de la Constitución, de las leyes y del Reglamento del Poder Legislativo, porque no es un buen comienzo. Más allá del resultado de esta votación, este no es un buen comienzo y es nuestro deber advertirlo...¿


Diputado Giustiniani.
¿..Pero estamos acá también y nos encontramos con una propuesta que consideramos contradictoria porque plantear la necesidad de un consenso popular para que un gobierno asuma con esa legitimidad y hacerlo con el sistema de la ley de lemas es absolutamente contradictorio...¿
¿...Vengo de una provincia donde hace muchos años rige la ley de lemas y les decimos --ustedes lo saben-- que el presidente que se elegirá a través de este sistema va a ser uno de una baja representatividad popular, con lo que significa el doble voto simultáneo, tiene una lógica. El núcleo mismo del problema reside en un cambio de eje que se produce en la aplicación de un sistema de lemas. Cuando se trata de una oferta electoral, el eje es el sublema, o sea, la lista de candidatos, las fórmulas...¿
¿...Cuando se conforma el resultado de la elección, el eje pasa a ser el lema, o sea el partido y, finalmente, en el funcionamiento de los poderes del Estado una vez constituidos, en este caso la Presidencia de la Nación, el eje vuelve a pasar por los sublemas. Esta es la experiencia que tenemos en la provincia de Santa Fe, la que tienen en la provincia de Tucumán y es la lamentable experiencia --si esto se aprueba-- que vamos a tener a nivel nacional.
Por lo tanto les tengo que transmitir no desde lo jurídico, que le podríamos decir también y demostrar al diputado preopinante que es absolutamente inconstitucional lo que se va a aprobar esta noche. Porque la Constitución es muy clara en cuanto a las fórmulas y a la elección directa. Este sistema electoral tiene un doble problema.
No casualmente en 1994 se hizo una apreciación especial de los sistemas electorales en la Constitución Nacional, y se exigieron mayorías especiales para su aprobación. Por eso se necesita de una ley especial para definir las reglas de juego para una elección tan importante como la de presidente de la Nación.
Diferencia Norberto Bobbio la necesidad del respeto de unos y otros en la democracia de las cuestiones instrumentales de la democracia. Y aclara que no son cuestiones de forma. La democracia nos permite convivir para conseguir nuestros objetivos dentro de una convivencia civilizada. Sigue Bobbio diciendo: cuando todo es posible, cuando todo derecho es relativo, existe en esa sociedad un solo valor absoluto: la relatividad de todos los derechos. Es decir que no existe ningún valor absoluto.
Por eso el tema de las formas en la democracia no es secundario...¿

Diputado Castellani.
Los momentos que nos tocan vivir, que son realmente dramáticos y muy difíciles, y tal como lo dijo hace un momento el diputado Alchourón, hacen que, pese a ciertas consideraciones y al no compartir la ley de lemas, un partido minoritario como la Unión del Centro Democrático apoye la postura del partido mayoritario ante la necesidad de que el país sea gobernado y tenga crédito para encaminarlo nuevamente.


Diputada Rodríguez.
¿...No voy a abundar en las críticas que se le ha hecho a las violaciones del debido proceso adjetivo en relación a la propuesta presentada por el justicialismo. Ya los representantes del bloque del ARI lo han hecho. Sí voy a hacer un análisis constitucional concreto de la propuesta que no resiste el menor análisis, tomemos la teoría de interpretación constitucional que tomemos. Ya sea una interpretación literal, ya sea una interpretación sistemática, ya sea una interpretación teleológica, no resiste este análisis.
El profesor Carlos Nino nos enseñaba que un sistema electoral comprende el conjunto de normas y prácticas respecto de las condiciones para participar en la elección de las autoridades, las condiciones para ser elegidos, los requisitos y recaudos para el sufragio y escrutinio de votos y la forma en que computan los votos para determinar la elección de diferentes cuerpos gubernamentales. Eso lo decía en su libro de Fundamentos de Derecho Constitucional.
Estos elementos ya han tomado la forma de derechos en nuestra Constitución Nacional. En el artículo 37 de la Constitución Nacional se consagra que el derecho al voto es secreto, es universal, igual, secreto y obligatorio. ¿Qué quiere decir igual? Está la vieja fórmula de un hombre, un voto que ahora debería ser una persona, un voto. Y Gregorio Badeni nos enseña también que en este sentido la igualdad en el voto significa que la situación política de cada ciudadano, en el momento de ejercer el acto del voto, debe ser idéntica a la de los restantes ciudadanos. La gravitación electoral de cada ciudadano debe ser equivalente a la que tengan los demás...¿
Ahora bien, en el artículo 2 del proyecto presentado --realmente tuvimos muy poco tiempo para poder analizar-- está el nombre técnico de la ley de lemas, es un sistema de doble voto acumulativo y simultáneo. No está completo en el proyecto. Eso quiere decir que aquellos electores que votan por un sublema, lo hacen dos veces. El voto vale doble, para el sublema y para el lema. Aquellos que votan sólo un lema en todo caso tienen, en este sentido, un valor menor en su representación.
Pasando a otros artículos de la Constitución que son violados por este proyecto, ya se ha mencionado al artículo 94. La Constitución reformada ha cambiado la forma de elección del presidente, para dotarlo de más representatividad. Por eso se ha optado por la forma de elección directa.
Ahora bien, no podemos decir que hay una elección directa cuando quien vota a un sublema después termina adjudicando esos votos a otra fórmula, que no es la que se ha votado. En este sentido hay críticas abundantes en el Derecho Constitucional provincial. Sólo para mencionar una diré que si la Constitución provincial determina que el gobernador y el vicegobernador de la provincia serán elegidos en forma directa y a simple pluralidad de sufragios, parece difícil sostener válidamente un sistema en el cual pueda resultar elegido un candidato que no ha sido individualmente el más votado. Y si se sostiene que primero se vota al partido y luego al candidato, y que la simple pluralidad se computa sobre el partido, parece difícil sostener que estamos ante una elección directa.
Por otra parte, la propuesta viola fundamentalmente los artículos 97 y 98 de la Constitución Nacional. El artículo 10 de la propuesta dice: "resultará electa la fórmula representativa del lema que haya obtenido más del cuarenta y cinco por ciento de los votos afirmativos válidamente emitidos". Ahora bien, la Constitución establece que serán electos los integrantes de la fórmula que resultare más votada en la primera vuelta, no la fórmula representativa del lema más votado. La Constitución ha sido clara en muchos aspectos. Si se hubiera querido que se voten partidos políticos --lemas-- y dos fórmulas de candidatos más votadas, habría optado por la fórmula adoptada en el artículo 54 respecto de la elección de senadores. Allí se habla claramente de partidos políticos, y se establece que serán electos dos senadores por el partido que obtenga la mayoría, y uno por el que obtenga la primera minoría.
Entonces, en ese sentido también es muy clara la Constitución.
Finalmente, puedo acotar la fórmula de Dromi--Menem en la Constitución reformada, en donde se señala que solamente serán dos las fórmulas a competir, y ellas serán las que han sido más votadas. Claramente, esto no está reflejado en el artículo 10 de la propuesta presentada. Señor presidente: simplemente quiero decir que esto puede convertirse un bumeráng. La gente nos está pidiendo reglas de juego claras.
En el caso de crisis institucionales como la que estamos atravesando, solamente cumpliendo las reglas del estado derecho y con más democracia vamos a poder superarla...¿

Senador Busti.
¿...Y quizá comparto que esta ley de lemas, que nunca la tuvimos en nuestra provincia, sea un sistema imperfecto. Lo es, pero ante una situación excepcional como esta no hay tiempo para lo ideal. Este sistema imperfecto tiene que solucionar el problema y darle legitimidad al presidente en poco tiempo y en unas elecciones austeras, pero que le den legitimidad con el voto del pueblo....¿
¿...La ley de lemas es un sistema imperfecto; no la vamos a defender, pero lo dramático de la situación hace que optemos por esta vía excepcional...¿

Diputado Gutiérrez..
¿...Frente a esta situación, asistimos a un modelo económico agotado, perimido y en estado terminal. Por ello, es imprescindible la necesidad de que el pueblo pueda definir el nacimiento de un nuevo proyecto de Nación, el nacimiento de un nuevo modelo económico, el nacimiento de nuevas prácticas políticas y que pueda considerar diferentes alternativas. No compartimos el criterio de la ley de lemas porque consideramos que frente a la concentración financiera y de capital, frente a las exigencias de presiones -- que existen, que el pueblo las palpa y que nosotros conocemos -- de los organismos financieros internacionales, como el Fondo Monetario Internacional, el Banco Mundial y la banca acreedora privada, es necesario que el presidente de la Nación tenga el poder que le da el hecho de surgir de elecciones generales, con la metodología que establece la Constitución...¿

Diputada Monteagudo.
¿... Creemos que la ley de lemas es definitivamente inconstitucional, a pesar de entender la urgencia y la problemática en la que hoy pueda presentarse al Partido Justicialista el hecho de encontrarse con el país en semejante crisis. Hubiéramos preferido que el pedido se legitimara de esa manera, porque lo necesitamos para reorganizarnos y tomar el mando de lo que es esta crisis, la más profunda de la que tengamos conciencia.
Estamos dispuestos a acompañarlos porque ustedes tienen legitimidad para proponer el candidato a presidente. Pero tampoco vamos a incurrir en un acto antidemocrático como es votar en forma conjunta las seis propuestas, terminando por caer en una actitud anticonstitucional como significa la ley de lemas...¿


Diputado Basteiro.
No podemos pasar por encima de la Constitución. No a la ley de lemas. Tenemos que hacer respetar la Constitución y elegir inmediatamente a un presidente utilizando la Constitución que hoy nos rige.

Diputado Breard.
¿...Lamento que el justicialismo en ningún momento del debate haya dado una base científica de lo que significa introducir inconstitucionalmente un proyecto de ley de lemas mediante este proyecto de resolución...¿
¿...Señor presidente: además de ser inconstitucional, la ley de lemas no puede ser tratada por esta Asamblea Legislativa. Es una ley tramposa. Usemos al justicialismo de ejemplo.
Vamos a la aplicación de una ley de lemas en noventa días. El menemismo quiere dolarización, el duhaldismo quiere devaluación, Rodríguez Saá quiere mantener el uno a uno y después se suman todos los votos...¿
¿...Señor presidente: no queremos la ley de lemas con dolarización, devaluación o con uno a uno, porque van a violar el contrato social de los argentinos y porque se van a convertir en el lobo del hombre...¿


Senador Baglini.
¿---¿Se puede aventurar que un proceso electoral con ley de lemas, que impide reconocer si dos candidatos pertenecen al mismo partido y sostienen la misma plataforma, va a contribuir a fortalecer el poder político que dentro de cien días promueva un consenso y un acuerdo durables que se necesitan desesperadamente hoy en la Argentina? ¿Este mecanismo electoral que trajo a Jujuy 8 gobernadores en diez años es el que mejor garantiza la fortaleza política, la confianza económica, despeja la incertidumbre y lleva a un país previsible? ¿Le conviene esto a la paz social de la Nación? ¿O esta elección y esta mecánica van a potenciar el disenso y la confrontación, incluso hacia el interior de la fuerza política, fundamentalmente en la que puede llegar a tener la responsabilidad del gobierno? ¿Qué se hace mientras tanto, señor presidente, con la recaudación tributaria "en picada", con gastos sin financiamiento, con reestructuración inconclusa de deuda, con vencimientos de obligaciones, con entidades multilaterales como el BID o el Banco Mundial que no van ya para pagar deudas sino para financiar salud, educación u obra pública?...¿

Diputada Ferrero.
¿...No podemos comenzar faltando a la Constitución Nacional. La ley de lemas ha sido nefasta en muchas de las provincias argentinas y difícilmente pueda dar legitimidad al próximo presidente. Más que nunca necesitamos un presidente con fuerza y con respaldo...¿

Diputado Basile.
¿... Los justicialistas estamos dispuestos, como históricamente lo hemos hecho, a afrontar esta responsabilidad. Nuestra variada gama de ofertas siempre dentro del Partido Justicialista y del movimiento nacional hace que necesitemos en esta circunstancia una ley de lemas. Pero no como amantes de este instrumento técnico legal sino como una posibilidad de que sea la gente la que determine quién es el candidato que represente mejor en estos escasos 60 días la oferta y la propuesta que todo el justicialismo va a respaldar...¿


Diputado Zottos.
Me pregunto si es tener responsabilidad llamar a elecciones a través de esta ley de lemas. No voy a incurrir en aspectos constitucionales, pero queda la sensación de que solamente se preocuparon por solucionar los problemas internos partidarios y no la profunda crisis que atravesamos todos los argentinos...¿
¿...Quiero mencionar que esta ley de lemas en la provincia de Salta rige desde 1986 y no desde 1991, como se ha dicho. Lo digo con razón y por experiencia propia. Fui víctima de ella, por lo que la bauticé "maldita" y "mentirosa", ya que quienes son electos pierden legitimidad.
En Tartagal, mi ciudad natal --muchos de ustedes la han conocido por los últimos acontecimientos que prendieron el foco amarillo de la situación social y económica que estamos atravesando desde 1997--, a partir de 1991 cada dos años se han venido eligiendo intendentes, porque no duraron en su mandato por falta de legitimidad, ya que asumieron con el diez o el quince por ciento de los votos, contra el cuarenta y siete por ciento de los votos de quien les habla.
El gobernador de la provincia de Salta en su propio diario publicó --y también lo dijo públicamente-- que esta ley de lemas "está acabada".
Esta normativa no tiene sentido porque perjudica a los partidos políticos.
Quiero pedir a los senadores y diputados de la bancada justicialista que mediten, reflexionen y recapaciten para que podamos votar en forma separada esta resolución. Me gustaría votar hoy aquí al presidente de la Nación, pero no me pidan que vaya en contra de mis principios, de mis ideales, como lo haría si votase a favor de la ley de lemas. Porque, como dije, he tenido la vivencia y he sido víctima, por lo que no puedo aceptar que esto nos ocurra a todos los argentinos...¿

Diputado Romero.
¿...Tenemos el artículo 94 que se opone violentamente a la ley de lemas. No podemos, en estas circunstancias, mal parir un nuevo presidente. Es necesario que cumplamos con la ley. Donde la ley no distingue no debemos distinguir, y tenemos una ley de acefalía con la cual debemos cumplir...¿

Diputado Zamora.
¿...Además, la ley de lemas es una trampa --ustedes lo saben-- para dirimir las internas porque no pueden hacerlo de otra forma; pero no se trata de internas por las necesidades de la población sino por los grupos económicos que influyen en esas internas...¿

Diputado Giustiniani.
¿...Si se pretenden votar en forma conjunta las tres propuestas, el bloque del Partido Socialista Popular va a votar en contra, porque considera negativo y contradictorio el método propuesto de querer legitimar a través de la voluntad popular un gobierno que emerja de libre expresión de la soberanía popular mediante la ley de lemas.
Este sistema cambia el eje mismo de la delegación de la voluntad popular en los candidatos, transfiriendo el voto de manera negativa. Además, creemos que es anticonstitucional tanto el procedimiento elegido en este recinto, como la esencia misma de la ley de lemas, ya que viola nuestra Constitución Nacional...¿


Senador Gómez Diez.
¿...Señor presidente: deseo ratificar nuestra postura, que es de absoluto respeto de la Constitución Nacional en lo que hace al mecanismo de la elección del presidente de la Nación.
Desde el punto de vista político, la postura que siempre hemos sostenido en nuestra realidad provincial, es de absoluto rechazo a la ley de lemas...¿

Diputado Bussi
¿...Por lo expuesto --y hago otra salvedad--, estamos en desacuerdo filosóficamente con el sistema de ley de lemas; lo padecemos y sufrimos en nuestra propia provincia, en donde somos víctimas de este sistema...¿


Señor Presidente, la Constitución Nacional en su segunda parte "Autoridades de la Nación", Título 1° "Gobierno Federal", Sección 2° "Del Poder Ejecutivo", Capítulo 2° "De la forma y tiempo de la elección del presidente y vicepresidente de la Nación" prescribe que la fórmula presidencial (integrada por el presidente y el vicepresidente de la Nación) sea la más votada. Esto surge de armonizar los textos de los artículos 94, 96, 97 y 98 de la Constitución Nacional. Así, el Art. 94 establece que el presidente y el vicepresidente de la Nación serán elegidos directamente por el pueblo, en doble vuelta; el Art. 96 prescribe que "la segunda vuelta electoral, si correspondiere, se realizará entre las dos fórmulas de candidatos más votadas,..."; y los arts. 97 y 98 se refieren a hipótesis de elección en la primera vuelta, y en ambos casos, hacen referencia a la fórmula más votada.

No puede caber duda entonces, de que la ley de lemas, al permitir la elección de una fórmula que no sea la más votada, puede invalidar y violar a estos preceptos constitucionales.

A esto debemos agregar que el Art. 37 de la Constitución "garantiza el pleno ejercicio de los derechos políticos, con arreglo al principio de la soberanía popular...". Cabe preguntarse acerca de si, al aplicar la ley de lemas resultara elegida la formula menos votada, no se estaría invalidando ese principio de la soberanía popular.

Por todo lo expuesto solicito a mis pares la aprobación del presente proyecto de ley.


Carlos A. Prades.